Madre Argentina 7 (2021)

Autor Original: http://www.poringa.net/BarcenaG


Exhaustos, nos dimos un respiro. Después de coger libremente y sin contenernos, quedamos rendidos yo aún rendido en su interior y ella encima mio. Pero como no teníamos mucho tiempo, al cabo de unos minutos, nos levantamos y nos comenzamos a vestir para regresar a casa ya que al día siguiente había que trabajar.

Ya llegando a casa, estacione el auto y, apenas lo hice, comencé a tocarle las tetas mientras le comía la boca. Pero no duro mucho ya que ella me detuvo.
- Para! Deja algo para la próxima.-
- Y cuando va a hacer?- Le pregunté.
- Depende de como te portes.- Contesto riéndose.
- Dale, cuando?- Volví a preguntar ansioso.
- A ver, déjame pensar...- Dijo mientras revisaba su celular.- Podemos hacerlo los lunes, cuando salga de trabajar.- Contesto finalmente.

No sé si podría aguantar toda una semana para poder cogerla de nuevo, pero no tenía otra opción y acepte sin más.

Entramos a la casa. Mi abuela apenas nos vio, nos preguntaba por qué habíamos tardado tanto y si ya habíamos comido algo. Ambos le dijimos que sí, mientras nos dirigíamos a nuestra pieza. Yo, cansado por la pequeña travesía, me acosté para ya descansar y dormir. Mientras que mi mamá se dispuso a tomar un baño.

Después de unos días sin mucho que resaltar, llegó el viernes. Que, como dije antes, todo los viernes nos quedábamos a comer después de nuestra clase de natación. Casi toda la noche no paraba de tentarme. Estaba tan excitado, que cada vez que tenía la oportunidad de tocarle la cola, lo hacía. Además de enviarle algún que otro mensaje diciéndole lo mucho que me calentaba.
- Mami, hoy te pusiste la tanga que tanto me gusta?- Le escribía por whatsapp
- Jajaja. No, hoy traje un conjunto nuevo, después te lo muestro.- Contesto ella divertida.
- Che, en los vestuarios no hay nadie. Te espero allá.- Le escribí decidido.

Mi vieja no me respondió, ella estaba hablando con sus amigas del club. Así que me dirigi a las escaleras pasando cerca de ella para que me viera. Baje y por suerte no había nadie en el vestuario. Me senté en uno de los bancos a esperarla.

Estaba ansioso, quería cogerla de nuevo y agregarle el morbo de poder hacerlo en un lugar donde nos podrían descubrir lo hacía más excitante. Después de un rato de calentarme solo, pensando en como la cogería, escuche como alguien se acercaba. Era mi mamá, pero no como yo la quería. En mi imaginación la imaginaba más activa, más dispuesta, pero con sola verla me di cuenta que ella no estaba tan deseosa como yo.
- Sos boludo? No podes estar pidiéndome estas cosas adelante de todos como si fuera normal.- Dijo apenas me vio.- Encima justo acá? Donde nos pueden descubrir?..-
- Bueno, perdón.- Conteste dándome cuenta de lo peligroso que era.
- Tenes que mantener la cordura y hacer lo que te pedí. Tenes que aprender a diferenciar nuestra relación intima con la pública.- Me reto como a un niño.- No podías esperar hasta el lunes?-
- Ya sabes que no... Vos me calentas y te haces la santa ahora? Además, si no querías, para que bajaste?- Le cuestione, mientras me acercaba a ella. - Ahora sos vos la que decide cuando sí y cuando no?- Sabía que ella quería tener el control de nuestra relación prohibida, pero no se lo iba a permitir.

La tome de los hombros y la arrincone contra una de las duchas. Aprovechando de que llevaba un vestido, metí mi mano por debajo de la falda para así palpar el estado en el que estaba su preciada concha por arriba de la bombacha. Además de comerle la boca sin control, metiendo mi lengua en busca de la suya. Empecé a mover mis dedos de arriba-abajo por entremedio de sus labios vaginales. Movimiento que le gustó, puesto que ella sola empezó a levantarse la falda hasta la cintura. Esto me motivo a dejar de besarla y bajar unos centímetros en búsqueda de sus tetas. Con la mano que no tenía ocupada, libere sus tetas de su vestido para luego empezar a chupar cada pezón, de izquierda a derecha y de derecha a izquierda, lamiendo y chupando cada teta por igual. Con la mano que tenía entre sus piernas, corrí su bombacha hacia un lado y metí un dedo. Al sentir  su humedad, decidí a meter otro más.
- Mmm, dale, seguí.- Dijo, sintiendo el segundo dedo.

Ella no se quedó atrás, ya que me desde que empecé a tocarla, ella ya tenía agarrada mi pija por arriba del pantalón. Ya queriendo pasar a la acción de verdad, le dije que se diera vuelta y apoyara las manos contra la pared. Al hacerlo, me acerque para sacarle la tanga y posteriormente abrirle las nalgas.
- Dios! Mami, que rico culo que tenes.- No me contuve y empecé a lamerle el ano.
- Ahh, que bien... Ensalívame bien el culo, hijo.- Contesto ella excitada.

Y así lo hice por un rato, remojaba su agujero pequeño con los fluidos de su concha y mi saliva. Hasta que aleje mi cara de sus nalgas.

- Ma... Alguien te hizo el orto alguna vez?- Pregunte, parándome y apoyándole el glande en su ano ensalivado.
- Ni se te ocurra...- Tiro amenazante.
- Ya te dije, vos no decidís...- Conteste, haciendo presión en su culo.

Ella grito tan fuerte al sentir como iba entrando que creí que alguien iba a bajar.
Este grito me dio a entender de que nadie le había tocado la cola... Hasta ahora.

Le tape la boca y seguí metiéndosela hasta la mitad. Mi vieja no paraba de quejarse y hasta soltaba unas pequeñas lagrimas. Pero esto no me detuvo y sin alargar más la situación, empuje con fuera y metí toda mi pija en su cola virgen. A pesar de haberla mojado bien, no podía cogerla con la fluidez que hubiera querido. El mete y saca era tosco. Claramente no se la cogía muy seguido por la cola.

- Para... Por favor... Me la podes sacar?- Rogo.- Me está doliendo mucho.-
A pesar de sus quejas, yo no tenía planeado hacerle caso. Más bien todo lo contrario, comencé a metérsela con más fuerza.
- Ayyy, no no no. Para!- Se lamentaba, casi llorando.
- Ahh... Mami, que buen culo. Te voy a dejar toda la leche adentro.- Le solté, totalmente excitado.
Mientras no paraba de darle a mi vieja contra la pared, empezó a sonar mi celular. Eran mis compañeros para preguntar donde estábamos. Para no levantar sospechas, le dije a mi vieja que se ponga en cuatro así acababa más rápido. Sin sacarle la pija del culo, se arrodillo como pudo. Ya en el piso, la agarre de la cintura y comencé a darle más duro y con mayor facilidad. El choque de su culo contra mi pelvis era demasiado para mi.

- Ahh, mami, te voy a llenar el culo de leche.- Y así lo hice, acaba tremendamente dentro de ella.
- Si ya terminaste, salí.- Contesto, aún con mi pija en su cola.

Al hacerlo, vi como se le escapaba toda la leche que había acabado adentro de ella. Abrí la ducha para limpiarme la pija y ella se fue a uno de los baños acomodándose el vestido. 

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