Solos en casa. Vacaciones con mi hermana. 1

La historia con mi hermana no es algo que suela contar. Es más, todo lo que pasó y pasa entre nosotros es secreto. Nadie jamás podría siquiera insinuar que lo que hacemos, cuando estamos juntos, esté bien o mal, porque nadie lo sabe. 


  A lo largo del tiempo, con Romina, mi hermana, vivimos juntos muchas situaciones, de diversos tipos. Algunas de extrema adrenalina, pero todas fueron de sensaciones fuertes.

  Lo que nos une no es ese secreto, aunque nos encanta ser los únicos que lo sabemos, nosotros decidimos que así fuera.
  Lo que nos une es difícil de explicar. Hoy en día cada uno tiene su vida. Su casa, pareja e hijos. De hecho, no vivimos muy cerca uno del otro. 
  Y sin embargo, a pesar del tiempo y la distancia, siento que ella es parte de mí como yo de ella. No solo por los momentos que les voy a relatar en estos días. Es algo más fuerte. Una unión, como dije antes, muy difícil de explicar. O mejor dicho muy difícil de entender para el resto.

  Todo se terminó de definir ese verano infernal. En el mejor momento de nuestras vidas. Cuando rondábamos, casi, los 20 años y vivíamos ajenos de preocupaciones.

 Es ciertos que entre nosotros ya se habían dado ciertos juegos de mano atrevidos y algunos escarseos subidos de tono, que nos habían encantado, pero que también nos asustaban, cuando pensábamos en lo que pasaría si alguien nos descubría. 
  Por situaciones dónde estuvo a punto de ocurrir, decidimos cortar esa búsqueda, abandonar esa curiosidad que nos embargaba. 'No estaba nada bien lo que estamos haciendo...', pensábamos.

  Entonces ocurrió algo que fue como un baldazo de agua fría: nuestros padres, repentinamente, se tomaron un mes de vacaciones y nos dejaron, solos en casa. 

  En ese punto de nuestra historia, acababamos de decidir que no podíamos seguir buscándonos, porque había sido mamá la que casi nos descubre. Pero ahora... estando solos... un mes entero. ¿Qué podía llegar a ocurrir?

   Al cerrarse la puerta de casa tras las valijas, nos miramos y la incógnita nos generó un escalofrío. 
  ¿Seríamos capaces de transponer nuestro propio pacto de no seguir intentando cosas entre nosotros?
¿O seríamos capaces de cruzar ese límite social y moral?

  Recuerdo que en ese momento sentía mí sangre hervir. Sin embargo no intenté nada.
  Ella tampoco. 

  Las primeras horas cada unos se ocupó de sus cosas. Tratábamos de no cruzarnos. Porque, sinceramente, no sabíamos de hasta donde seríamos capaces de llegar, si cediamos un poco...

  Ese verano, caluroso y pesado, no teníamos muchos motivos para salir. El futuro era una palabra incierta en nuestras mentes. Aún habiendo terminado ya la educación secundaria, no teníamos muy en claro si íbamos a seguir una carrera o entrar en algúna búsqueda laboral específica. La mayoría de nuestros amigos estaban afuera, de vacaciones. En casa teníamos la pileta, comida, la tele y aire acondicionado. ¿Que más podíamos pedir...?

  Como suele suceder, al pasar los días, las cosas se fueron distendiendo. 
   Ella empezó a pasear por la casa, vestida solo con bombacha y alguna remera gastada que usaba para dormir. 
  Yo empecé a quedarme en boxer y en cueros...
  Compartíamos generalmente las comidas y por las tardes un rato en la pileta. No mucho más. 
  
  Una mañana estaba desayunando en la mesada de la cocina y llegó Romi, desperezándose, serían como las 12 del mediodía. Me saludó con un beso en la mejilla y fué a buscar algo en la heladera. 
  Tenía la usual remerita larga que apenas le cubría la cola. Y de pronto se agachó, buscando algo, bien abajo, al fondo. Movía la cola en un meneo que no pude, aunque lo intenté, dejar de mirar. La piel estirada de su cola redonda, enmarcada en esa bombachita blanca, gastada, que la penetraba en profundidad, haciendo un movimiento inintencional, pero no por eso menos excitante. La pija se me empezó a parar.
  - Romi...¡Pará!-le dije tratando de contenerme- me estás mostrando todo el orto, nena...
 - ¡Uy! Perdoná. Fue sin intención.- me dijo, poniéndose colorada, lo que me excitó todavía más. Y después agregó como abochornada: -Bueno, igual, podés mirar para otro lado vos también.¿No?
 Y yo le puse una cara como diciendo 'ojala pudiera...'

  De ahí surgió una charla al respecto de cómo íbamos a comportarnos en esta convivencia obligada. Decidimos que no podíamos estar imponiéndonos normas de conducta o vestimenta pensando en el otro porque, de todas maneras, lo que nos pasaba lo íbamos a tener que manejar toda la vida, así que era mejor acostumbrarnos. Los dos estábamos de acuerdo. 

  Pero se hizo difícil...

  Las primeras noches, para bajar la ansiedad, intentaba hacerme una paja sin pensar en ella. Pero su cara, su cuerpo, su olor, violaban mi mente.
  Intenté mirando porno. Todo tipo de porno, para no revivir esos intensos momentos de cariño que compartimos puse escenas de sexo violento. Fue peor. Imaginarla a Romi sometida, a mí o a otros, en esa situación de sumisa que goza con ser cojida fuerte, sin piedad, terminó siendo peor...
  Al momento de acabar, era ella la que dominaba mi imaginación. La leche me saltaba con furia, en su cara, penetrándola por el culo o sobre su cuerpo pero, segundos después, se desvanecía en el aire, dejándome con la cama salpicada de semen y una sensación amarga en el pecho.

  Era más difícil de lo que hubiera supuesto.
  ¿Que iba a hacer?
  Todos esos días, solo, con ella, se me volvían tortuosos.
  ¿Tan malo sería si pasaba algo entre nosotros?
  ¿Y si lograbamos hacer un pacto, tan solo por estos días? Probar. Para aliviar esta tensión... Quizá después de eso nuestra vida volviera a la normalidad.

  Tenía que proponérselo. 
   Ni bien encontrara valor lo iba a hacer.

   Nunca imaginé que fuera ella la que iba a sacar el tema...
  



..

Gracias por leer. Abajo está link a la continuación. Esta historia tiene una continuidad de 2 o 3 fragmentos a la semana. Disculpen si queda en momentos de tanta intriga  
 La historia continúa... Abajo está el link

  Ahora vos podes:
  Puntuar mi labor de 1 a 10. 
  Dejarme un comentario, bueno o malo.
  Seguirme si te gustó la historia. (Subo material propio todas las semanas)


Esta historia sigue acá:
https://poringa.net/posts/relatos/3917143/Solos-en-casa-Vacaciones-con-mi-hermana-2.html

La historia completa comienza acá:
https://poringa.net/posts/relatos/3893443/El-primer-secreto-con-mi-hermana-1.html

Otras historias:
https://poringa.net/posts/relatos/3799225/El-marido-la-mujer-y-el-amante-Relato-video-al-final.html

https://poringa.net/posts/relatos/3760012/Poseida-del-alba.html
 https://poringa.net/posts/relatos/3558234/Dulce-Egoista.html

Más en:
https://poringa.net/martinfcd/posts

.......................................................

8 comentarios - Solos en casa. Vacaciones con mi hermana. 1

NegroIrione +1
terrible amigo 🔥💣
martinfcd
Jaja. Gracias. Tre me do
estebancito1982 +1
Que lindooooo
martinfcd +1
En el fondo es una historia de amor. Gracias por comentar.
estebancito1982 +1
@martinfcd hay segunda parte?
martinfcd
@estebancito1982 si hay. Mañana o pasado a más tardar la posteo. Leíste el principio de la historia? https://poringa.net/posts/relatos/3893443/El-primer-secreto-con-mi-hermana-1.html
criselkpo +1
Va joya... 👍💦💦
martinfcd +1
Va a ser un verano caliente...
Elmacho25x9cm +1
esperemos que venga algo mucho mas caliente entre ellos me gustaria que avanzara su hermana
martinfcd +1
Algo así puede suceder. Mañana si llego subo un poco más. Sino el miércoles. Gracias por comentar.
Monstruo0501 +1
Excelente, mi hermano. 10+
martinfcd
Gracias por valorar.
pacificlupus +1
Excelente es poco y +10 y fav re merecido
martinfcd
Gracias por todo eso.
viejopolirrubro +1
Muy buen relato, vamos a ver como sigue
Por lo pronto + 10
martinfcd
Gracias por comentar. La próxima semana publico el final de esa historia.