Esclavo de mi hermana. Parte 2

Nota: este relato se basa en lo que me contó un usuario anónimo de P!. Los hechos no están chequeados, aunque me excitaron mucho y espero que mi relato haga los mismo con ustedes.

Al dia siguiente, en cuanto se fueron mis padres, mi hermana empezó a tratarme como si fuera un perrito faldero. Andaba descalza por la casa, con un short cortito y una remera de tiras nada más.
Se sentó en el sillón del living y me hizo recostar a sus pies. Me ordenó lamérselos. Yo aproveché a dar largos lengüetazos que pasaban de sus tobillos. 
H- Me gusta tu lengua, degenerado. Pero quiero que te desnudes y me hagas masajes en las piernas.
Y- Sí mi ama.
Me saqué la ropa y me arrodillé para masajearla, apoyando su pie directamente sobre mi pene que comenzaba a reaccionar. Le masajeaba y besaba sus piernas mientras ella miraba televisión. En un momento noté que cambió su respiración y cerró los ojos. Estaba disfrutando o se quedaba dormida. Subí mis manos y amasé sus muslos suavemente, separando con cuidado sus piernas. Desde donde estaba, miraba directo a su entrepierna, como su shorcito dejaba ver la tanga que apenas cubría su sexo. Podía adivinar que iba depilada y que tenía unos gruesos labios vaginales.
Se había dormido, no había duda. Esa era mi oportunidad. Corrí con cuidado la tela del pantalón y la tanga para ver su concha. Mi pene vibraba y quería salir. Acerqué mi nariz, saqué la lengua y di una lamida corta, para ver si reaccionaba. Para mi sorpresa, la única reacción fue que levantó unpie y lo apoyó en el sillón, dándome más lugar para meter mi cara. Volví a lamer, ahora un poco mejor. Era mi primera vagina y no sabía hacer sexo oral, más que lo que había visto en el porno alguna vez. Así que pasaba mi lengua como si de un helado se tratase.
Cuando llevaba unos cuantos lengüetazos, mi hermana empezó a gemir suavemente. Me envalentoné y agregué un dedo en su interior. Que calidez hermosa sentí!
Metía y sacaba un dedo, luego dos. Seguí lamiendo. Ella gemía más fuerte, pero no abría los ojos. De repente sus caderas empezaron a moverse hacia mi cara y me apretó contra su concha. Con una mano me capturaba y con la otra corría más su tanga. Estaba acabando en mi cara y frotándose con ella. Me dejó lleno de jugos deliciosos. 
H- Pendejo depravado! Te aprovechaste de mí mientras dormía!
Y- Pero... Pero... No...
H- Sí! Te abusaste de mí! Sos lo peor! Tu pija dura demuestra que estás excitado!
Me daba cuenta que había caído en una trampa, pero no quería salir de ella.
Y- Perdón! Perdón! Castiguemé, pero no se enoje, ama!
H- Así me gusta más! Sentate en el suelo y abrí las piernas. 
En cuanto estuve listo me pateó la pija un par de veces. Me hacía sentir dolor y placer al mismo tiempo.
H- Basta de castigo... Ahora a divertirse!
Puso ambos pies a masturbarme con gran habilidad.
H- Es la primera vez que hago esto, así quiero que califiques mi técnica.
Y- Aah... Es perfecta!
H- Te gusta? Querés acabar?
Y- Ssí...
H- Vas a hacerlo cuando yo te de permiso, está claro?
Y- Sí, mi ama!
Cuando se le cansaron los músculos y me dio permiso, no tardé en acabar en sus pies y sobre mi mismo.
H- Así me gusta! Ahora limpiame con tu remera.
Lo hice.
H- Ahora ponétela y andate. No te quiero ver por el resto del día!
Me puse mi remera llena de semen y me dediqué el resto del día a evitarla.
Fin de la parte 2

2 comentarios - Esclavo de mi hermana. Parte 2

JackSOADD
Que pedazo de trola provocadora jajajajaaj le hace falta que le rompan el orto