Adoro ser su esclavo | 5

En su día cuando escribí esta serie de relatos hice 5. Este es el ultimo de ellos y no tengo pensado alargarla mas. Voy a empezar a subir mis nuevos relatos. Gracias por todo el apoyo! 






Estábamos terminando de cenar, cuando Desi sacó del bolso un mando, podía imaginar que era, pero no estaba seguro. Apretó un botón y no pude evitar el pequeño gemido que se me escapo. El plug, empezó a vibrar de una manera brutal, se escuchaba la vibración contra la silla. En el instante se me puso la polla tiesa, no me corrí de milagro y solo podía ver la cara de disfrute que tenía ella mientras yo intentaba que no me viese nadie.



Lo tuvo encendido unos 3 minutos que se me hicieron eternos, no llevábamos ropa interior ninguno y con la vibración del plug, había manchado mi pantalón, mi polla no paraba de soltar líquido pre-seminal. Yo sabía que ella tenía que estar también mojada porque le gustaba verme así.


El camarero nos trajo la cuenta y pusimos rumbo al piso, Desi iba jugando con el mando por el camino, me hizo sacarme la polla y llevarla asomando por el pantalón. Al final el pantalón acabo manchado por dentro y chorreado por fuera, menudo desastre, pero no podía pensar en eso claro, tenia la polla enorme y dura, y un plug vibrando sin parar dentro de mi culo.


No paraba de pensar en que cuando llegaríamos, por suerte poca gente pasaba y pude esconder mi miembro, aunque no disimular mi cara. Ya entrando en el edificio, nos subimos al ascensor y entramos en la casa.


Yo era suyo, me besó, me fue quitando la ropa, no podía pensar nada, estaba en el cielo y mi diosa me estaba llevando donde quería. Una vez desnudo me llevo a la cama y me puso las esposas en las manos y a su vez al cabecero de la cama. Mis piernas libres para poder ponerme como un perrito.


Después de unos azotes y de seguir chorreando como un perro, me quito el plug de una. No pude hacer más que gritar, por mucho gusto que tuviese era la primera vez que me metían nada por ahí y lo tenía muy sensible.


Noté el frio del lubricante y de cómo la punta de algo se acercaba, pude girarme un momento, era un strapon, bastante grueso y grande pero con la punta más fina para facilitar la penetración, me asuste un poco al verlo, pero se me fue el miedo cuando vi a Desi, con ese liguero, las tetas al aire, sus medias resaltando las piernas y esa cara de lujuria que tenía.


Me agarro el pelo y me puso a mirar para adelante, poco a poco fue metiendo el dildo, me dolía pero me gustaba también, iba despacio, entrando y saliendo al principio, cada vez tenía más dildo dentro, y lo notaba mucho, más rápido, fuerte hasta que Desi tomó las riendas del todo.


Me cogió por las caderas y comenzó a penetrarme con fuerza, hasta el fondo, yo no paraba de gritar y gemir, por no armar escandalo me metió su tanga en la boca y ya solo se me escuchaban sonidos.


Ella misma sabe que se pasó, pero es normal, a mí me ocurrió igual, empiezas con delicadeza y luego tu cabeza solo te pide que embistas ese culo que es tuyo. Desi me estaba dando muy duro, me gustaba pero me dolía. Tenía los huevos llenos, seguía sin parar de gotear y quería correrme ya.


El strapon, tenía otro dildo hacia dentro que Desi tenía en su coño para darla placer, de un momento a otro paro y convulsionando se agarró a mi mientras terminaba de correrse.


Pasados unos minutos de descanso, aun con esa polla de goma metida en mi culo, me la saco y note un vacío, tenía el culo dilatado y mucho. No podía moverme bien y menos sentarme a gusto.


Me soltó las esposas y me hizo tumbarme del todo, con todo su cariño empezó a untarme crema para aliviar el dolor. Dándome una especie de masaje que me hacía estar en una nube.


Desi: Date la vuelta.


Me di la vuelta y sin pensarlo se lanzó a comerme la polla, sabía que no me iba a mover mucho, pero agradecí que quisiera dejarme a gusto a mí también. Ella sabía hacerlo bien, succionaba de una manera increíble, pasando su lengua por todos los sitios.


La puse mi mano en la cabeza y la hice tragarse toda mi polla mientras me corría en su garganta a chorros, nada me ponía más que eso mientras me miraba con esos ojos.


Sabía que no podía hacer eso, no me había dado permiso, pero después de reventarme el culo imaginaba que no pasaría nada. Me la dejo limpia y nos fuimos a duchar, no sin antes subirse a la cama, ponerme su coño en la boca sin dejarme mover. Se lo comía con gusto, metiendo mi lengua, chupando todos los labios, succionando el clítoris e incluso pegando algún mordisco.


Nos duchamos y los dos caímos rendidos en la cama después de todo el día que habíamos tenido.


A la mañana siguiente me desperté yo primero, era nuestro último día y esa tarde tocaba volver a nuestra ciudad. Preparé algo de desayuno, unas tortitas, café, siropes y poco más, seguía algo dolorido de ayer, pero solo de pensarlo se me ponía tiesa la polla, estaba deseando que Desi de levantase ya.


Desi: Buenos días!


Yo: Buenos días preciosa, estas increíble.


Y es que aunque acabase de salir de la cama, iba con una camiseta mía larga, que la tapaba lo justo pero sin ropa interior, se marcaban sus pezones sobre la camiseta y se veía el final de su culo.


Yo: que prefieres, ¿comer de camino o comer por aquí y luego salir?


Desi: por mi compramos algo y luego de camino paramos en algún lugar que nos guste.


Yo: perfecto.


Nos duchamos, nos vestimos, y salimos de comprar al súper antes de salir de viaje. Compramos pan, lomo, jamón, queso, alguna bebida energética y alguna chocolatina para comer por el camino. Ya rondando la 1 del mediodía, cogimos el coche y pusimos rumbo de vuelta a Madrid.


Por el camino, íbamos hablando del viaje, a los dos nos encantó la experiencia y no queríamos que acabase.  Casi llegando las 2 empezamos a buscar un sitio donde parar y poder comer a gusto, salía un camino de la carretera y paraba en una especie de área de descanso con muchos árboles y vegetación, había un par de bancos y columpios para los niños.  Estaba vacía, paramos el coche, estiramos las piernas, nos besamos y sacamos las cosas para ir preparando todo.


Desi: vete dejando las cosas en una mesa y ahora voy.


Pensé que había ido detrás de un arbusto o algo a hacer pis pero no, volvió sin sujetador, en su camiseta de tirantes que parecía que se le iban a salir las tetas y su short abierto y sin ropa interior también.


Desi: es que hace mucho calor por aquí…


Yo: pues quítate la ropa y así estarás más fresquita.
Se lo dije en broma por hacerla un poco de rabiar.



Desi: Pues tienes razón.
Y se desnudó por completo en mitad del área, no había ningún coche más pero podían llegar en cualquier momento.



Desi: ya veo que te gusta lo que ves, tu amiguito está contento.
Yo seguía sin ropa interior y en mi pantalón había una tienda de campaña bien grande, la tenía muy dura, soltando precum y apretando mucho.


Desi: desnúdate ahora mismo y ponte de rodillas.
Me quite la ropa mirando por si venia alguien y me puse de rodillas, Desi se acercó y agarrándome la cabeza me la hundió en su coño.


Chupándola entera, succionando, metiendo mi lengua todo lo que podía, jugando con su clítoris y haciendo que soltase sus sabrosos chorros sobre mi boca. Relamiéndome se apoyó contra el capó y me miro señalando su coño.


Me levante, me acerqué a ella y metiéndola de golpe empecé a follarla despacio. Pero no podía evitar subir la velocidad cada poco tiempo, hasta que estaba embistiéndola, sacándola entera y metiéndola hasta el fondo, notaba como ella se corría sobre mi polla, poniéndose más estrecho su coño y haciendo que yo soltase unos chorros de leche enormes dentro de ella. Saque mi polla y vi como salía de su coño una gotita de mi semen, me agache sin que  me dijera nada y se lo limpie con mi lengua hasta dejarlo perfecto.


Desi: así me gusta, sin decirte yo nada. Ahora tendrás una recompensa.


Cambiamos posiciones y me limpio la polla, durante un rato, al final acabe corriéndome de nuevo en su garganta, esa sensación me volvía loco y más porque ella se lo tragaba siempre, la encantaba mi leche.


Nos vestimos y nos pusimos a comer para continuar el viaje. Hasta que llegamos a Madrid después de unas horas y decidimos ir a su piso para pasar esa noche juntos también.  

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