Adoro ser su esclavo | 4

Nueva aventura de nuestra pareja, esta vez de van de viaje.
Disfrutad :D




Dándole un trago al redbull pongo la vista en la carretera y salgo rumbo a casa de Desi. Teníamos unos cuantos kilómetros por delante y muchas ganas de llegar, así que había que salir pronto. Tardé unos 15 minutos en llegar y ella estaba esperando, con su vestido corto, enseñando esas piernas que tanto me gustaba acariciar y besar, su pelo suelto y un escote que atraía las miradas. 


-Hola esclavo, espero que estés preparado para el viaje, sube las maletas y vámonos que quiero llegar pronto.


-Si mi ama.
 
Metí las maletas detrás, me subí y arranque en dirección a la playa. Íbamos a Benidorm, tengo un piso allí, nada del otro mundo pero si un rincón donde no conocía a nadie. Era el sitio perfecto para dejarnos llevar y hacer todo lo que quisiéramos. Más o menos son 400km, iba rápido y solamente paramos una vez, estiramos las piernas, compramos algo de picar y de beber en la gasolinera y llené el deposito.


-Voy al baño -dije


-Vale, ya sabes lo que te toca, no me hagas enfadar.


Ya sabía a lo que se refería, entre al baño, y me quité los calzoncillos. Desi quería tener siempre a mi amigo a mano. Continuamos el viaje y cada vez con más ganas de llegar al destino. 


Por fin, se veía a lo lejos el edificio mas grande de Benidorm, el Hotel Bali. Ya sabíamos que nos quedaban como mucho 5 minutos. Cogimos la salida para ir a la casa y ya se notaba el ambiente de la playa, la gente paseando por la acera sin camiseta, con las toallas al cuello, las terrazas y las heladerías llenas de gente, etc...


Antes de ir a casa, quise hacer una pasada por el paseo marítimo y ver que tal estaba aquello, ya que hacia mucho que no íbamos. Paré en un semáforo y Desi aprovechando que yo estaba pensando en tonterías, me saco la polla del pantalón y comenzó a jugar con ella. Se me subieron los colores porque había mucha gente alrededor, prefería no fijarme en si alguien nos veía y disfrutar del momento. Antes de ponerse en verde, agacho su cabeza y empezó a comerme la polla, al escuchar silbidos me di cuenta de que nos estaban viendo más de una persona. Desde ese semáforo hasta mi casa, unos 10minutos, no paro de chupármela sin parar, succionando, agarrándome los huevos, dejando al límite. Pero yo no podía correrme ni en broma, no podía hacerlo sin avisarla y sabía que aunque se lo dijese no me iba dejar. 


Llegamos al parking, me planto un beso con toda la boca llena de mis jugos y se lo correspondí como tiene que ser. Me prohibió guardarme el miembro, cogimos el equipaje y subimos a la 2ª planta, donde tenía el piso. Cargados en el ascensor, con la polla asomando y Desi tocándome de vez en cuando. 


Nada más entrar, saco un papel del bolso y lo coloco en la nevera. 


                     -Prohibido usar ropa interior
                     -Siempre a la órdenes de tu dueña
                     -Siempre que estemos en casa, tienes que ir desnudo completamente
                     -Cualquier infracción de estas normas o de las que te ponga supondrá un      castigo severo. 


Nada más verlo acepte sin pensarlo y después de deshacer las maletas, decidimos comer. Como no podía ser de otra manera, no pensé en que tenía que desnudarme, me puse a hacer la comida y sin darme cuenta noto un latigazo en el culo. Al girarme era Desi con un cinturón.


-Llevas la ropa puesta, ¿primer día y ya saltándote las normas?


-Lo siento ama, ahora mismo me desnudo.


-Por supuesto que ahora mismo, pero hazlo en la terraza.


El piso no es muy grande pero tiene una terraza que esta genial, el problema segun se mire, es que pueden verte desde el edificio de enfrente.


Total que según salgo, veo delante mío en otra terraza un grupo de gente, comiendo y celebrando lo que parecía ser un cumpleaños. Miro a Desi y nada mas movió un poco el cinturón. Sabía que no tenia opción, y no quería llevarme otro latigazo. 


Empecé a desnudarme y la gente se empezó a percatar, ahí estaba yo, desnudo en la terraza, con la polla tiesa por el morbo, Desi pasando sus maravillosas manos por todo mi cuerpo y los vecinos alucinando. Se levantó el vestido y sin decirme nada me lancé a comerla el coño, besándolo, lamiendo todos sus rincones, abriendolo, notando como reaccionaba, me agarro la cabeza y me la hundió entre sus piernas, no paraba de tragarme sus flujos, estaba chorreando hasta que se corrió y me lleno la cara y el pecho con su corrida. 


Los vecinos alucinaban e intentaban disimular que miraban, nosotros estábamos a nuestra bola y estando a ordenes de mi diosa no presto atención a otra cosa. 


Entre a la cocina para terminar la comida, desnudo y teniendo mucho cuidado de que no me saltase nada. Pero después de todo apenas comí, aun no me había corrido y tenia los huevos llenitos, en la mesa sentados y Desi no paraba de sobarme la polla con el pie, no aguantaba, quería sentir su coño y llenárselo de leche pero no podía. Y hambre era lo último que tenía.


Desi: Que te parece que vayamos a la playa después de comer, podríamos pillar unos helados y dar una vuelta. 


Yo: Por mi perfecto, pero que tal si echamos uno antes de irnos. -Me gustaba ese plan pero necesitaba descargar.


Desi: Aún es pronto cariño, tienes que aguantar más pero merece la pena, ya verás. 


Yo: De acuerdo, pero con esta erección de caballo a ver cómo me pongo el bañador.


Me fui a vestir, una camiseta de manga corta y el bañador, me lo puse como pude, con algo de dolor en el miembro he de decir, quería salirse. Cuando salí de la habitación estaba Desi esperando, con una camiseta de tirantes con el bikini debajo, dejando ver esas tetas increíbles con los pezones marcándose y unos short muy cortos, enseñando medio culo. Si ya me apretaba la polla, en ese momento estuvo a punto de explotar, quería arrancarla la ropa y ponernos a gozar como dos animales, pero no podía y sabia que sería mejor esperar. 


Cogimos el coche y llegamos a la playa en un momento, ella salió del coche, estaba increíble, yo iba embobado solo con mirarla, pero eso si, con una erección bastante interesante. Colocándome la toalla por delante para que no me viese nadie, buscamos un sitio donde sentarnos un rato, ya que con el calor se nos habían quitado las ganas de dar un paseo, me dijo que yo me quedase y que ella iba a por los helados, pero me tenia que quedar desnudo esperándola. 


Estaba rojo, no sabia donde meterme y eso que estábamos en unas rocas y no había gente alrededor, pero si pasaban de vez en cuando, intentaba que no se viese nada o al menos que no se viese mi polla dura y a punto de explotar. Mire a la izquierda y ya la veía venir, mi polla reacciono de nuevo y cada vez tenia los huevos mas llenos. Se sentó a mi lado.


Desi: ¿Qué tal esperándome?


Yo: pues eres un poco cabrona, tengo la polla enorme y no aguanto mas.


Desi: Pues que sepas que vas a volver hasta el coche sin bañador y ahora veré que quiero que hagas.


Yo me temía lo peor, no nos conocía nadie y esa era la escusa para todo, no me importaba, pero aunque no me conozcan sigo teniendo vergüenza.


Llevábamos un rato tomando el sol, por fin se me había relajado mi amigo, cuando escuche a Desi moverse, no hice mucho caso porque pensaba que estaba cambiando de posición o algo, pero de repente noto como algo toca mi polla, algo húmedo, era su lengua. Con esa cara de viciosa que ponía, me estaba lamiendo la polla, haciendo que creciese otra vez, notaba malestar en mis huevos de lo llenos que estaban, pero rápidamente se me olvido, empezó a chuparlos, a metérselos en la boca, besando mi polla, pasando la lengua por todo el tronco, chupando el glande, yo estaba cerca de llenarla la boca con mi leche, pero paró, me conocía bien y sabía que no iba a aguantar mucho más y menos con el morbo de estar en público. 


Desi: Vamos al coche y nos vamos para casa. 


Yo: vale, pero no sé si voy a poder andar con esto así. La tenia más grande que nunca, incluso me dolía según como me pusiese.


Llegamos al coche, me subi intentando dejar hueco a mis huevos para que no me molestase nada, pero Desi tardo poco en empezar a jugar con ella. 


Desi: tengo un par de sorpresas para cuando lleguemos a casa.


Yo: estoy deseando llegar, pero espero poder correrme porque te juro que no aguanto más. 


Tuve mucha suerte con no cruzarme a nadie por el portal ni nada, entramos en casa y me puso una venda en los ojos, me ato las manos y me puso de rodillas.


Desi: Ahora vengo, me preparo y ahora seguimos.


No sabía que estaba haciendo, yo solo esperaba con ansia escucharla o notarla, pasaron 10 minutos, se me hicieron eternos, solo podía pensar en que estaba tramando. Noté su pie, acariciando mi tronco, se acercó, me guio la cara a lo que yo pensaba que era su coño pero no, era su culo, no me lo creía, había estado lavándose para el sexo anal, no lo habíamos hecho antes y me tenía loco. La chupé poco a poco, metiendo mi lengua despacio, no paraba de gemir, era increíble, hasta que me quito la venda y me arrastro a la cama.


Desi: te voy a dejar que me folles el culo, espero que no te pases porque luego tendrás castigo si no. Ella no podía controlarme porque la tenía a cuatro patas, pero sabía que no debía desobedecerla. Poco a poco empecé a empujar, y soltaba, empujaba de nuevo y volvía a soltar, quería que no la molestase y así disfrutaríamos los dos. La empuje un poco más y entro la cabeza, ella grito de placer y dolor al mismo tiempo.


Desi: despacio esclavo, es muy grande... mientras jadeaba


Era nuestra primera vez para los dos e íbamos a disfrutar mucho. 


Poco a poco la fui metiendo pero siempre dejaba un trocito, no quería llegar al fondo ya. Cogí un ritmo más rápido y fui follándola con delicadeza, mi polla no aguantaba y yo me estaba volviendo loco del gusto, estaba tan apretadito y suave que iba a dejarme seco. Sin avisar ni nada la metí de golpe hasta el fondo, la tenía entera en su culo, soltó un gran gemido y empecé a follármela con fuerza, dándola unas embestidas enormes, con todas mis ganas.


No podía mas, me iba a correr en cualquier momento, llevaba mucho sin hacerlo y con ese placer era imposible aguantar más. De las ganas que tenía no avise a Desi y solté mi carga dentro de su culo, no paraban de salir chorros y chorros, me quede jadeando junto a ella mientras ella notaba como la llenaba el culo de leche. Estuvimos los dos en la cama tirados unos 10 minutos hasta que me di cuenta de la cara que tenía, la había liado, pero bien además, no la había hecho caso y no la había pedido permiso para correrme. 


Desi: me ha encantado, ya sabes que me gusta duro, pero te has corrido sin permiso, espero que te hayas quedado muy a gusto porque ahora voy a disfrutar yo.
Yo: lo siento mi ama, pero no podía aguantar más. No sabía que decir, solo podía pensar en el castigo.


Al rato, apareció con un plug anal, pensaba que era para ella pero no, lo traía para mí...    Nunca me habían metido nada por ahí detrás, ni lo había pensado. Llevaba una sonrisa pícara y cuando se acercó me dijo, ponte a 4 patas ya. Y como se te ocurra decir algo te enteras.


Yo: Vale mi ama.


¡¡¡¡PLASS!!!!


El azote mas fuerte que me han dado, me dejo el culo rojo, empezó a echar lubricante y poco a poco fue metiendo un dedo, moviéndolo, sacándolo, acercando dos, hasta que note la punta de plug tocando mi entrada. Haciendo círculos fue metiéndolo, no sabía si era dolor o gusto, me resistía un poco y ella lo noto, de golpe, me metió el plug para que no siguiera.


Solté un gemido muy grande, seguí sin saber si era dolor, pero si notaba algo de gusto, estaba algo desconcertado.


Desi: veo que te ha gustado, estate tranquilo que esta noche voy a reventarte el culo, igual que tu a mi antes.


Pensaba en Desi fallándome como yo a ella y sabía que mi culo iba a sufrir pero bien.


Nos vestimos para salir a cenar, arreglados, sin ropa interior y como no con mi amigo el plug acompañándome. Me daba algún azote de vez en cuando y yo notaba como vibraba el plug dentro de mí, mi polla dura y pensando solo en que pasaría cuando llegase a casa. 

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