Me la cogí

Estaba ansioso, quedé con ella para verme el lunes, dia de mi cumpleaños, estaba nervioso ese día sabría si me la cogería o no.
Llego la hora me dice que estaba por el panteón la wey se paso jaja, le dije que me esperara en el mercado y ahí estaba en la otra acera, esperando un momento para cruzar, cuando así fue, se me dejó ir encima dándome un abrazo, diciéndome ¡feliz cumpleaños! fue lindo y me encantó.
Nos fuimos a un parquecito que había por ahí y nos empezamos a besar, mi deseo por ella es algo enorme y a penas podía contenerme de manosearla enfrente de la gente, en eso me dijo que traía falda y me calenté como si un cerillo se tratase.
Fuimos a buscar un lugar a dónde se pudiera poner la falda pero, como no había lugar y yo estaba caliente le dije que mejor fuéramos al motel y ahí se cambiara ella acepto y nos dirijimos hacia ahí.
Llegando ahí nos devoramos a besos llenos de pasión, se quito una blusa azul verdoso que traía para que no se arrugue jaja, y seguí besándola, dijo que se pondría la falda y al bajarse el pantalón salieron sus hermosas y blancas nalgas, que me vuelven loco, con un calzon negro de encaje y se veía bien puta me encantó que las presumía con mucho morbo me lancé y la besé mientras le tocaba esas malgas tan ricas hasta que la dejé ponerse la falda en verdad queria ver como se veía. Con la falda puesta ya. Era demasiada mi calentura y la besé, sacándole la blusa, jugando con sus hermosas tetas que me encantan, levantándole la falda y amasándole las nalgas, la acosté sobre mi mientras tocaba todo su cuerpo. 
Me dediqué a chuparle la panochita, estaba toda mojada, me encanta ese sabor de deseo que tiene cuando la caliento, yo también quería que me la mamara asi que la acomodé e hicimos un rico 69. Le comía el culo y la panochita toda humeda, se sentó en mi cara un momento y sentía sus jugos en mi boca, me encantaba. Mientras ella mama que mama entretenida en mi verga. Aunque a veces paraba de mamar y se dedicaba a disfrutar de mi lengua y dedos mientras gemía tan rico que me ponía como piedra
La puse en 4 con ese hermoso culo viéndome, estaba listo, quería metérsela y hacerla mía, cogermela rico así que se la meti haciéndola gemir tan rico que tuve que contener mi orgamos más de una vez. Cogiéndola en 4 viendo esas nalgas rebotar cuando chocaban contra mi cuerpo. Amé esa vista. Me encantó.
La puse de misionero cogiéndola, clavándole la verga lo más que podía hasta que me dijo que le hiciera el amor y ahí cambié mi forma de hacerlo, fui gentil y lento haciéndola senitr que en verdad la amo pero no sé porqué se arrepintió me dijo mejor cogeme y asi fue la seguí cogiendo como mi puta: le chupaba y jugaba con sus tetas, las mordía y golpeaba a mi gusto mientras la cogía. Se montó en mi verga dándome una vista magnífica de sus tetas y unos ricos sentones que me encantaron.
Pero, llegó el momento. Algo que quería hacer desde hace mucho y era romperle el culo. La recosté boca abajo con las nalgas hacía mí yo con la verga a mil se la puse en el culo y se la empece a meter, fui gentil no queria lastimarla. Sentí tan rico ese culo tan deseado y lo cogí con mucha energía quería llenarlo de leche pero quería llenarle la panocha primero y la puse de misionero clavándosela lento pero hasta el fondo. Sintiendo cada pared de su panochita mojada en mi verga me encantaba. Llegando al orgasmo y llenándola de leche y dejarla escurriendo. Una imagen que amé tener frente a mí.

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