Tía Vicoria - 1. De Vacaciones

Después de varias veces que se canceló, este año salimos de viaje con mis tíos. Solo somos mí mamá y yo, y nos 2 tíos, Victoria y Luis, mí prima no iba al viaje, nunca pregunte bien por qué. El destino, Mina Clavero en Córdoba. Habían alquilado dos cabañas, así que cada familia tenía su propio espacio. 
Ya en el viaje salieron al sol varias asperezas que habían en el matrimonio de mis tíos. Mí mamá era la intermediaria diciendo cada vez que salía alguna discusión “no nos vamos a poner a discutir ahora en el viaje". Al llegar a Córdoba se produjo uno de los primeros acontecimientos que iban a cambiar para siempre la relación con mí tía, ya no me iba a ver cómo sobrino, sino como algo más. 
Al llegar a las cabañas y acomodar las valijas y la ropa mí tía se dio cuenta que no había llevado la bikini para pileta o el río. Esto hizo que empezarán a discutir otra vez, mí mamá le dijo que muy cerca estaba el centro, ahí seguro conseguía algo y no muy caro, además agregó. 
— que te acompañe Bruno, si total no está haciendo nada, deja que su mamá acomode todo.
— no, no lo voy a molestar pidiendo que me acompañe a comprar, deja yo me arreglo — Dijo mí tía 
Mí mamá con una mirada me obligó a decir que la acompañaba. 
— no hay problema tía, de paso veo que hay en el centro. 
Así que salimos caminando a buscar una bikini. En el viaje de varias cuadras me pidió perdón que me obligaron a ir, además se disculpó por lo que vivían peleando con mí tío, no estaban pasando por un buen momento en el matrimonio y discutían por cualquier cosa, me confesó que muchas veces las peleas hacían que durmieran separados. Se la veía mal por como estaba todo, yo de matrimonios no tenía ni idea, así que solamente asentía con la cabeza y no decía nada. No paso mucho hasta que llegamos al centro, recorrimos varios lugares de ropa dónde solamente entraba a preguntar ella, no quería incomodar. 40 minutos buscando una bikini, ya estaba cansado y con calor, así que al próximo local entre y me quedé abajo del aire, a lo lejos solo pude distinguir lo que le decían a mí tía las mujeres que atendían el local — solo hay estás bikinis, no tenemos más grandes — accedió a pasar al probador, creo que me miró que ya estaba cansado y aburrido, si bien no es una mujer grande, está entrando en los 40, de cuerpo promedio: no se destaca su cuerpo porque no usa ropa muy ajustada ni le gusta mostrar, parecía una mujer normal... Hasta que la vi en bikini, la razón por la que no parábamos de dar vueltas era porque las bikinis eran muy chicas, no de talle, revelaban mucho y ella no estaba acostumbrada, cuando la vendedora abrió la cortina del probador y vi ese culo en una bikini que parecía un hilo se me cruzaron mil cosas por la cabeza y me olvidé por completo que era mí tía.  
Al llegar a la cábala espere con ansias que alguno dijera de meterse en la pileta, y esa fue mí mamá, mí tío se negó porque estaba cansado por el viaje y mí tía no tenía muchas ganas, mí mamá insistió y accedieron, me hice rogar un poco y también dije que si. En el fondo no aguantaba más, quería ver ese culo de nuevo. Me demore en ir a la pileta, tuve que hacerme una paja porque de pensar ya se me había parado, cuando llegue estaban las dos de espalda tomando sol, como pude me quedé espiando un poco antes de entrar, para retener la mayor cantidad de imágenes de lo que estaba viendo, y al rato entre a la pileta, no paraba de mirarle el culo y abajo del agua ya se me estaba parando de nuevo.  
Después de cenar ya nos estábamos yendo a dormir, en la madrugada no paraba de pensar en mí tía así que de nuevo tuve que empezar con la paja, las imágenes del local, ella tomando sol y... Escuché que alguien hablaba, era mí tía que de nuevo estaba discutiendo con mí tío, no alcanzaba a distinguir por qué pero escuché que se abrió una puerta y alguien salió, me asome y pude ver que mí tía iba a la cocina. La seguí y nos encontramos ahí  
— Bruno, no podes dormir? 
— no tía, venía a buscar agua, vos estás bien? 
— si, un poco de insomnio, por lo que es la primer noche 
— ah bueno, querés que me quedé un rato, no tengo sueño 
— bueno dale, hace mucho que no hablamos 
Después de preguntarme por como me iba en la universidad, si había alguna novia o chica, y cosas así ya nos íbamos a dormir, me agradeció por estar ahí un rato y me dio un beso en la mejilla y un abrazo, la abrace también, pero de nuevo vinieron las imágenes de ella y se me empezó a parar, ella lo noto y se separó rápido, me dijo buenas noches y nos despedimos.  
Al otro día antes de desayunar vi que estaba en el patio, de nuevo en la pileta, se ponía protector solar y me acerqué. Me pidió ayuda  
— Brunito, me das una mano? Tu tío y tú mamá siguen durmiendo y me vine a tomar un poco de sol, pero no me puedo poner en la espalda.
— si tía, no hay problema. 
Me concentre lo más que pude para no mirar de más, no podía pasar lo mismo de la noche enfrente a ella, le pase por la espalda y hasta la cintura, volaba de la calentura. Sentía la piel suave, su perfume, más que ponerle protector la acariciaba lo más que podía... Cuando comencé a notar que no podía aguantar más la calentura le dije que ya estaba y me fui, tenía que ir al baño. El día fue normal, nada del otro mundo, salimos de compras y a recorrer la zona, pero en la cena mí tío empezó a tomar vino, se sumó mí mamá y entre los dos ya habían tomado 2 botellas, con el postre nos sumamos mí mamá y yo, mí tío se sentó en el sillón y al rato se quedó dormido, mí mamá luego de un rato y unas copas más se fue a dormir, nosotros seguimos hablando y tomando un poco más. Ya era bastante de madrugada y mí tía me pidió si la podía acompañar a su cuarto, estaba mareada. 
— despierto al tío Luis? Así va también a dormir? 
— no, déjalo ahí, cuando se despierte solo va a ir a la cama, si te pregunta mañana, le dijimos y el quise seguir ahí jajaja
— jajaja bueno, quedamos así entonces. 
Cuando se levantó tambaleó un poco y la agarre para que no se vaya a caer, estaba bastante borracha. Me pasó el hombro por el cuello y yo la agarre de la cintura, la acompañe a la habitación y abrió la puerta, la acompañe hasta la cama y cuando se estaba acostando se cortó la Luz, no se veía absolutamente nada, todo negro. Yo había dejado mí celular en la mesa por lo que la estaba ayudando a ella, tanteamos en la oscuridad y nos quedamos sentados en la cama 
— no se ve nada de nada, no tenes linterna, no se dónde dejé mí celular?
— no tía, el mío se quedó en la mesa
— y cómo vas a volver si no se ve nada? 
— no se, voy tratando de no llevarme nada por delante
— no, quédate un rato acá por si vuelve y ahí te vas. 
Pasó un rato y no volvía, mí tía me dijo que se estaba quedando dormida, que se iba a acostar y si quería que me quedara recostado al lado de ella hasta que volviera la luz, le dije que no había problema. Cerré los ojos y me quedé dormido, no sé en qué momento de la madrugada me dio frío y me metí abajo de la sábana, pero para la mañana me desperté y estaba muy cerca de mí tía, casi haciendo cucharita. La tentación fue muy grande y me acerqué más, hasta apoyarla, ya se me había parado de nuevo, podía sentir su culo apoyado en mí verga, trate de apoyarla un poco más y ella dormida se hizo más para atrás, sentía que iba a explotar, ya no aguantaba más, me quedé quieto mientras seguíamos ahí... Dormida hizo como un gemido y novio el culo mas atrás, sentí como la verga se acomodaba entre los dos cachetes, a pesar de que los dos teníamos ropa la sensación fue increíble, acabe enseguida, sentía litros que me salían, me quedé quieto mientras acababa apoyando a mí tia, hasta que se escuchó de fondo algún celular, una alarma que sonaba, se despertó. Hice el que me despertaba y me acomode para alejarme un poco, me preguntó qué hora era y no sabía, le dije que iba a volver a mí cuarto, que ya había vuelto la luz. Fui derecho al baño a limpiarme...

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