Hermana Otaku. Parte 4

Les traigo un relato de incesto entre hermanos de mi autoría. Esta vez, tratando de hacerlo más realista, fundamentado y despacio que otros relatos que escribí, en los que me cuesta hacerlos más sutiles y no tan explícitos.

Está dividido en capítulos más breves porque me parece que se hace más ameno. Esta vez la intensidad sube varios puntos.

La chica que uso en las fotos y como “modelo” es una instagramer y cosplayer cuya cuenta se llama Bee_farmer. Por si quieren material de ella.


Hermana Otaku. Parte 4

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El origen de la perversión

La espera se me hacía eterna. No sabía con qué idea saldría mi hermana y los ratones se hacían un festín con mi cabeza, como si todo mi cerebro fuera una enorme horma de queso.

Estaba sorprendido de mi mismo. Me sentía muy extraño por estar en una situación, tan pervertida como excitante. Cada vez un porcentaje más alto de mi comenzaba a resistirse… Me gustaba su cambio de actitud, que sea cariñosa, y hasta los últimos actos podían pasar a la historia como meras anécdotas… no obstante, estábamos por cruzar una línea sin retorno.

- No, no… tengo que aprovechar.- Traté de convencerme, de razonarlo.- Es solo un juego, no va a pasar nada grave. Después de todo hoy por hoy pasan estas cosas, lo que pasa es que nadie lo descubre…

Me mataba la ansiedad. El reloj no avanzaba, recién pasaban 15 minutos.

Sin saber si tocarme o quedarme en el molde, si subir en silencio a espiar o comer algo por la ansiedad, encontré que había dejado la laptop cargándose sobre una silla al lado del caballete. Estaba dibujando un cuadro abstracto y usaba la portátil para copiar unos colores.

La abrí de chismoso nomás… todo parecía normal, un fondo de pantalla de anime (creo que Misa de Death Note), carpetas para nada sospechosas con fechas, trabajos prácticos sueltos, dibujos escaneados… Hasta que tuve la idea de ver si tenía pornografía.

Quizás era una búsqueda difícil para el que no sabía de computadoras (modestia aparte), a mí se me ocurrió poner la extensión del archivo en el buscador, jpg., y en efecto, encontré innumerables páginas de mangas, inconfundibles por estar en blanco y negro.

Busqué la ubicación de un archivo y allí estaban, ocultos tras varias sub-carpetas. Eran doujinshis, que según me había explicado hace tiempo, eran algo así como mangas no oficiales sobre algún animé conocido, una suerte de publicación pornográfica con artes parecidos a los originales. Así lo entendía yo y es muy probable que esté equivocado pero más o menos saben por dónde va la mano.

- Diablos, Tammy, estas enferma…- Reconocí conteniendo una risa al ver los títulos de las carpetas que los contenían. A pesar de ser muy desordenada con todo tenía cada número en su respectiva carpeta con titulo.

Miré la hora y recién habían pasado veinte minutos. Si se estaba dando un baño o cambiándose no lo sabía, pero supe que tenía tiempo de investigar, y vaya que me cerró todo. Encontré en varios de esos mangas, los fetiches que mi hermana había mostrado. Por ejemplo, pajearme mientras me daba el pecho, un acto recurrente en algunos doujinhis que vi.

cosplay

Aunque era casi todo de incesto con la mujer siendo la mayor, había un poco de todo, incluso refutó una teoría que tenia sobre que las mujeres consumían un tipo de porno muy distinto al de los hombres. Estaba ante imágenes con las que yo tranquilamente me podría pajear.

hermana

- Así que de acá te vino la inspiración…- Pensé mientras seguía viendo imágenes, en las que incluso, vi cosas que me despertaron toda clase de sensaciones como excitación y curiosidad.

taboo

- Esto tengo que sentirlo algún día, con Tammy, una puta, quien sea…- Admití con la cara roja como un tomate ante tan extensa caja de Pandora. A pesar de haber tenido acción hace minutos la sin hueso ya se envalentonaba, más al ver su 2do fetiche favorito: el cosplay.

Al ver todas los archivos jpg. de la portátil, no tardé en encontrar mujeres cojiendo usando disfraces. No sabría que animes representaban excepto por una Asuka de Evangelion mamándosela a un tipo muy atractivo, y algunas pertenecientes más al mundo de los comics, como Harley Quinn y una Spider-Woman o algo así.


tabu

- Incesto, disfraces, tríos y lesbianismo, tenés gustos varados hermanita…- Susurré muy compenetrado en mi tarea de espía, explorando el Arca del pecado de Tamara.

De repente, escuché una puerta cerrarse arriba y me apresuré a cerrar el buscador y dejar todo como estaba. De un salto llegué al sillón y me hice el boludo mientras Tammy bajaba. Aunque pensaba fingir que me distraía con el celular su outfit me encandiló.

Estaba vestida de gatita. Tenía una tanguita negra con un corpiño del mismo diseño, con volados, listones rosados y detalles de perlas. Sobre su cabeza llevaba orejitas y en las piernas medias negras transparentes.

- Meoooow…- Maulló poniendo las manos en su pecho como si fueran patitas mientras bajaba. Camino meneándose hacia mí, que estaba mudo.

Las barreras en mi mente se construían a cada segunda, como si alguien pisara el freno, y de repente, el porno en su computadora y encima, la veía bajar cubriendo un 20 de su cuerpo (las medias no cuentan, eran muy trasparentes) y se me olvidaba que compartíamos sangre, apellido, casa, todo.

- Mierda, Tammy ¿Me queres matar o qué?- Dije temblando mientras se acercaba.

- ¿Te gusta? Ah, perdón, digo, Meoooow…- Se corrigió haciéndome reír.- Meooow.- Y comenzó un bailecito frente a mí, incluso dio una vueltita muy cerca, observándole la cola bien de cerca y que tan chiquito era el triangulito de la tanga.

- Me parece ver una linda gatita.- Mencioné, lo primero que se me ocurrió, devorándola con la mirada y preguntándome si podría devorarla con otras partes de mi cuerpo. Aún no sabía bien que tan lejos pensaba llegar.

- La década de los 90 quiere tu chiste de vuelta.

- No era un chiste…- Mencioné al instante, sorprendido de mi velocidad. Ver a Tammy así me estaba soltando la lengua como si me hubiera bajado media botella de whisky. Y no era lo único que se soltaba en mí: mis manos no tardaron en posarse sobre sus piernas, palpándola hacia sus caderas, dejando mis surcos sobre su piel…

- ¿Te gusta cómo me queda?- Me preguntó inclinándose sobre mí, hundiendo el sofá apoyando sus manos a cada lado de mi cadera. Vi las tetas casi desprenderse del opresivo abrazo del brasier.

- Me olvidé hasta de que compartimos apellido.

- Me gusta oír eso, no quiero que te pongas nervioso, te quiero más en plan pervertido ¿Ok?

- Voy a hacer mi mejor intento aunque no sé cuál va a ser el límite, hasta dónde queres llegar…

- Pensas demasiado – Le restó importancia.- Es como preguntarle a alguien que sacó la licencia de manejar hasta cuándo piensa manejar, siento que ya tuvimos esta conversación antes.

- No es que no me guste, es que ayer nos dimos un pico y ahora no sé qué va a pasar.

- Nada que se sienta mal o de lo que nos vamos a arrepentir.- Tocándome la nariz con un dedo.- ¿Me puse esta ropita para que me hagas dramas existenciales o explores como a una trola?

- Suficiente para mí. - Dije, complaciéndola, y me adelante a cualquier acto besándola con soltura.

El pico en su habitación con la excusa de fotografiarlo, el beso en la piscina inmortalizado en un tembloroso video, el beso de hace minutos en el mismo sofá donde estaba, mientras ella me masturbaba… cada beso parecía evolucionar y quise tomar las riendas de ese cuarto beso introduciéndole la lengua lo más que pude por varios minutos.

Al separarnos un hilillo de saliva se balanceó hasta cortarse y pegarse a su mentón.

- Muy bien, muy bien, me gustó. Le pusiste intensidad, aunque a no todas les gustan besos así.- Dijo con algo de salivita en la boca que juntó con la lengua.

- ¿A vos si?

- Me vuelven loca.- Confesó mientras me metía la mano dentro del pantalón mirándome fijo.- Que no se duerma que ahora viene lo mejor.

- Uuuh Tammy, a pesar de me la manoteaste hace minutos se siente como la primera vez.- Me relajé, desparramándome en el sillón, gozando de la mano de mi hermana acariciándome la cabeza, el tronco, las bolas, todo…

Tammy puso un almohadón y se arrodilló sobre él, entre mis piernas. Yo no podía creer lo que estaba por pasar, lo que iba a sentir.

- Meooow, Miauuuu.- Retomó el papel de gatita lamiéndome las piernas, una y luego la otra, besándome cerca del pene, sin dejar de acariciarme el miembro con la mano. A diferencia de antes no me masturbaba, solo levantaba la temperatura, jugaba conmigo, con su nuevo juguete.

Intervine acariciando su cabello, disfrutando de su jugueteo, de cómo construía la atmosfera y me dejaba al palo. La tenía como un cohete a punto de despegar y comenzaba a impacientarme pero de la buena manera. Como cuando sabes que algo va a llegar y la expectativa solo lo hace mejor.

- Mmmm, se te puso como piedra.- Susurró pegando su rostro al tronco comparando tamaños, frotándose la cara contra mi pija como los felinos se refregaban contra las piernas. No tenía las proporciones hercúleas de un actor porno pero tampoco me sentía disminuido. Creo que estaba en la medida adecuada para mi tamaño corporal y edad, a pesar de que Tammy exageraba con la reacción al tenerla erguida frente a ella.

- Que rico huele, esta calentita.- Susurro juguetona.

- Uuuh Tammy, me vas a hacer explotar…

- Hasta que decís algo, aguantaste bastante.- Y la envolvió en el nacimiento del tronco con los dedos, como inflándola. – ¿Queres que me la coma toda? ¿Te gustaría ver a tu hermana sobándote la verga?

- Dale, no aguanto más, chúpamela de una vez…- Expresé casi en un ruego y por fin, Tamara la envolvió con sus labios.

Empezó suave, la saboreó. Cada vez que la metía en su boquita sentía la lengua dándole lamidas profundas y envolventes. Pasó la lengua por los costados de la cabeza, la punta, de principio a fin a lo largo del tronco. Lamió como si fuera una paleta, dejando caer saliva que esparció con la mano dejándome el manubrio brillante, ardiente.

Quizás a uno se le olvide, pero Tamara no había tenido nunca un novio (conocido al menos) y no era de salir mucho, arriesgo a que reproducía lo que había visto en videos y mangas haciéndolo muy bien. El hecho de ser cinco años mayor, de estar cumpliendo su fantasía y en la tranquilidad de la casa la hicieron ir al frente con suma decisión, pero no era una puta y se notaba que exploraba como cualquier primerizo en esas situaciones.

- Me gusta mucho, Tammy…- Admití, acariciándole la cabeza, recogiéndole el cabello.- ¿podrías llevártela toda a la boca?- Sugerí haciéndola sonreír.

Por supuesto que podía. Envolvió mi cabeza con sus labios en un abrazo ardiente y fue bajando con fuerza hasta casi pelármela, ni bien iba por la mitad sentí el final de su lengua y un fondo.

- Oh la puta madre, sí, hasta el fondo, cométela todita…

No soy experto en anatomía y comúnmente me llevó biología, pero diría que eran las cuerdas vocales o algo así. Aún así, ella siguió y dejando escurrir saliva por los lados, se la metió todita hasta el fondo, dejándomela toda ensalivada.

- Que rica pija, hermanito, me la voy a comer toda.- Expresó definitivamente más caliente, pajeándomela con la mano mientras succionaba mi glande. Al estar lleno de baba hacía sonidos muy guarros, más cuando esa saliva que absorbía la volvía a escupir, blanca y espesa.

Acto seguido, quizás notando por mi expresión que estaba por venirme, me atendió los testículos, a los que lamió con fervor, sin dudas, saboreando lo que nunca había saboreado.

- Ahh, Tammy, que putita que sos.- Comenté sonriendo con la sensación. Admitió que sentir una lengua en esa parte al principio me dio como cosquillas.

- ¿Viste que eras un enfermo también?- Dijo desde abajo, oculta por mi pija.- Lo llevamos en la sangre me parece… - Le di la razón, aunque hizo cosas que a mí no se me hubieran ocurrido ni conocía, como succionar un testículo metiéndoselo en la boca, masajeándolo desde adentro con la lengua. Mi teoría de que era su primera vez haciendo eso peligraba, aunque quizás era la excitación del momento, que nos estaba transformando.

Tamara parecía empecinada en llevar a cabo todo lo que había visto en sus mangas obscenos. Su siguiente experimento fue pasarme la pija por debajo del corpiño, entre sus tetas, y masturbarme con ellas ayudándose con la prenda, impulsándose con sus piernas como si su torso fuera una mera herramienta del placer.

Sentí sus pechos envolverme el miembro casi a la perfección, ayudado por el elástico que me apretuja el tronco más cerca de la base.

- Me encanta Tammy, te sabes unos trucos muy buenos.- Confesé mirándola a los ojos embobado. Tenía una expresión casi fraternal, la tranquilidad y relajación de quien ayuda a su hermano menor con la tarea. Así se lo estaba tomando, como una tarea, poniendo todas sus herramientas para ayudarme a correrme, para hacerme sentir placer.

Disfrute cada estadio del sexo oral, cuando se ayudo con las manos, con las tetas, pero fue una desborde de goce cuando dejó las manos de lados y uso solo su boca, o debería decir cabeza, para balancearse de atrás hacia adelante pelándome la pija.

- Aaahhh uuhh.- Dejé escapar seguro de que mis gemidos de hombre la calentaban aún más.- No aguanto mucho más…

Ella no aflojó, es más, aceleró a medida que apretó los labios formando con ellos el círculo envolvente perfecto, que iba desde el nacimiento de mi tronco hasta la punta, paejándome a una velocidad que solo vi en Xvideos.

Víctima de contracciones y calambres sin dolor, la tome de los pelos a medida que arqueaba la cadera para depositar en su boca, todo lo que tenía, hasta la última gota de mi leche. Temiendo haberme pasado de la raya, la mire y ella me devolvió la mirada. Nunca sabría si mi eyaculación había sido tan cuantiosa como placentera, ya que Tammy se la había tragado toda.

- Que rica tu lechita hermanito…- Me susurró, con el rostro rojo del esfuerzo, a esa altura no creí que estuviera sonrojada.- Aunque te acabaste tan adentro que no la alcance a saborear mucho.

- Tammy, eso fue mortal.- Expresé dándome cuenta de lo agotado que estaba a pesar de no hacer nada, y de cuanto me dolía la pierna en la que me agarro el puto calambre.

- No te me canses que ahora te toca moverte a vos…- Me dijo juguetona, levantándose.- Si no me equivoco te hice como tres pajas y vos a mí una ¿No?

- ¿Ayer a la noche estando con vos no contó?

- Obvio que no si ni me tocaste, no te me hagas el vivo hermanito.- Me dijo besándome el cuello, poniéndome la piel de gallina con la mezcla de sensaciones. Mis manos no se quedaron atrás y viajaron de su espalda a su cadera, bajando, y bajando por su cuerpo. Le acaricie la cola, sintiendo el peso de sus cachetes sobre mis manos.

Mis dedos quedaron bajo la diminuta telita de su tanga y dejando el pulgar sobre ella, se la empecé a bajar lentamente mientras nuestras bocas se encontraban por enésima vez. El hilo estaba atenazado entre sus nalgas, pero con un mínimo esfuerzo, libere su sexo y su cola de la prenda. Cuando el beso terminará, sabía que vería algo que nunca pensé que vería…


Devolución de favores

Sin darme cuenta, en cuestión de un fin de semana avancé en materia sexual más que en toda mi vida. Había dado mi primer beso. Sí, me confieso, es medio patético de mi parte, lo admito, para quien nunca salió a boliches ni tuvo una pizca de levante darlo a mi edad es tristísimo. Pero a pocos minutos, vi las primeras tetas, las toqué, las chupé me olvide de que era un virgen empedernido… también me hicieron la primera paja, y ahora, venía el plato principal, literalmente. Vería la primera concha, y no me importaba que todo eso fuera con mi hermana.

- ¿Estas nervioso?- Me dijo al oído.

- Un poco.- Admití. Con ella sabía que hacer el papel de inocente le gustaba.- Me siento raro.

- Bueno, anda paso a paso, primero podes mirala…

Tamara puso una pierna sobre el sofá y me la enseñó dejándome pletórico. El morbo de verlas vestida así con la pierna extendida, revelándome su sexo me paralizo por un instante. La tenía depiladita, pequeña si tomamos en cuenta que Tammy era algo alta y caderona. Apenas se veía un excitante tajito oculto por dos labios perfectamente depilados.

- ¿Te gusta? Te podes acercar, tonto…- Me desafió con ternura. Ella se adelanto un poco, yo también y se la vi de cerca mientras ella separaba los labios con sus dedos.

Vi su interior húmedo y rosado, perfecto, totalmente reconocible. Además del porno, había visto con amigos, entre risas, las ilustraciones de vaginas en los manuales de medicina y esa concha frente a mí, podía ser un ejemplo perfecto.

- Me encanta, que conchita preciosa.- Me babee, hipnotizado por su sexo. Le vi todo, cada parte, desde el clítoris hasta la vagina y el pequeño orificio urinal.

- Bueno… podes dar el siguiente paso y tocar Tomy, tocame la conchita, dale…- Me invito, y tras tragar saliva, ahogándome en ella puse mi mano en su pierna, la que se apoyaba en el sofá, y viaje hacia su centro…

No tarde en posar mi mano en toda su vulva, mojándomela toda con su excitación. Tamara cerró los ojos y por poco se cae al arquearse hacia atrás mientras yo la frotaba entera, con toda la palma, sintiendo la suavidad de todos sus labios, la humedad de su zona más baja, como el botoncito rosado en su cima se endurecía levemente…

Casi instintivamente, pase a modo precisión y con el pulgar le di masajes circulares en el clítoris que le encantaron. Tamara comenzó a gemir, sin contenerse ni un poco.

- Ah, ah, ahh, mmm, ahhh, sí, sí, seguí, así….- Me acerque a ella, casi abrazado a su cadera teniendo su vagina bien cerca mío, masajeándola con el pulgar y el índice y medio juntos en su centro.

Tamara se balanceaba contra mi mano, ahora era yo la herramienta, el objeto de placer que mi hermana usaba a su gusto. Mis dedos se transformaron en una suerte de dildo, buscaron profundamente en su vagina su ardiente hueco, comenzando a profanarla.

- Despacio, despacito… no quiero desvirgarme con dos dedos.

- Okey, eso me sorprende.

Hablando de sorpresas, sonó el teléfono, abortando cualquier conversación al respecto. Cagaso aparte, pensé que Tammy no atendería, no obstante, se levanto y fue por el teléfono sobre la mesa. Casi me muero de un infarto al ver ese culo moverse por la sala libre de toda prenda, de toda tanga. Esos cachetes libres me quedaron grabados en los ojos como marcas de ganado.

- ¡Hola má! ¿Qué tal?- No necesito decir quién era la que llamaba.- No, no, todavía no dormimos, es más estamos comiendo.... Sí, ya se, se nos hizo tarde... ya sé que nos puede caer mal.

Mientras hablaba con nuestra madre, me indicó que me acostara en el sofá con gestos muy efusivos y yo obedecí. Sin dejar de hablar por teléfono, Tammy se me subió posicionándose sobre mi cabeza. Tampoco necesito decir que quería que le hiciera y no tardé en darle lo que quería. Ante mi, entre sus dos pilares de carne que eran sus piernas, el tajito rosado y húmedo aguardaba a que lo degustara como un cortesito de salmón.

Perdí el hilo de la conversación de mi madre y mi hermana, tenía la excitante tarea de chuparle la vagina y me concentre en eso. Fue como tocar el cielo con las manos, o más bien, la boca, sentir ese gustito desconocido, su aceitosa textura que me embriagó los sentidos, la temperatura ardiente… Recorrí con mi lengua su clítoris, acariciándolo de un lado a otro y fui bajando sin eludir su pequeño orificio urinal y besándole los labios.

- Mmmh…- Se le escapó al teléfono peligrosamente.- No, no puede hablar, está comiendo ahora… una empanda, jugosa.- Y se metió el puño en la boca para ahogar sus gemidos.

Tammy, como solía hacer, se meneó sobre mi boca, sobre mi rostro. No tarde en empaparme cada sentido, en especial el gusto y el olfato, con su sexo prohibido y delicioso

- Se ensucio con la empanada… estaba muy caliente y se chorreo toda la cara… sí, es un bebote todavía. - Dijo rozándome de principio a fin, usando todo mi rostro para darse placer.

Con mi la puntita de mi lengua le chupe la uretra como si fuera una vagina en miniatura.

- Es muy sucio, es un nene sucio…- Le dijo a mi madre por teléfono.- No, no puedo sacarle una foto… tengo la memoria loca, o llena, algo así.

Se estaba escurriendo como un gajo aplastado a medida que la conversación continuaba. Mi vieja era re larguera en sus llamados.

- No, yo comí una banana.- Acto seguido, con la mano libre, y apoyándome la vulva en la boca con todo su peso, me agarro el pene y me volvió a masturbar.- Es que estoy muy gorda, una banana y un traguito de leche comí nomas, aunque antes de dormir me parece que me voy a comer otra bananita.

Para mí no estaba gorda, pero me estaba aplastando, haciéndome acordar a ese capítulo de Futurama en la que amazonas espaciales matan a los hombres haciéndoles snu snu, muerte por aplastamiento en el sexo. Cada pizca de aire que respiraba, cada milímetro en contacto con mi boca, era filtrado por sus carnes volviéndose un perfume afrodisíaco mientras mi lengua hurgaba dentro de ella. Se había preocupado por desvirgarse cuando le colé los dedos, pero sentía que si seguía así iba a ocurrir con mi lengua o nariz y no se detenía. Desconocía que tanto resistía el himen.

- Sí, má, vamos a estar bien… te esperamos.- Dijo después de varios minutos.- Te dejo, Tomás se ahoga con la empanada, se la comió entera, te dejo, chau. Sí, va a estar bien, es que le gusta mucho así de jugosa ¡Chau!

Sin un segundo de respiro, aceleró la paja mientras me usaba de felpudo, a pocos segundos de asfixiarme. Desde que me la había mostrado que ya me estaba excitando de vuelta, y con semejante desborde de sensaciones, preso de un frenesí perverso, no me fue difícil soltar las últimas gotas no sé a dónde. No sé si llegaron a su rostro, hicieron comba hacia el sofá o el suelo, o bien murieron ahí en su mano. Sin ser abundantes pero dándome más placer que todas las otras pajas juntas.

Tammy empezó a reír mientras me dejaba de cabalga y se acostaba al lado mío. Yo en cambio estaba con la mirada fija en el techo. Sentía mojadas hasta las pestañas.

- No puedo creer lo que le dije sobre la empanada.- Se cagó de risa, contagiándome de su emoción.

- Quede como un subnormal – Reí con ella- ¿Para qué llamó?

- Una buena y una mala noticia. La mala noticia es que mama viene mañana a la noche, la buena es que quedamos a mano.

- ¿A mano? – No entendía ni donde estaba parado, solo que me ardía la cara y tenía impregnado en cada poro y papila gustativa la concha de mi hermana. Se me hacía rarísimo estar hablando con ella así, de lo más normal mientras todavía me quedaba el gusto de su sexo en la boca.

- Me corrí como tres veces al hilo, quedamos a mano.- Apretándome los cachetes como si fuera un pendejito.- Si no te importa voy a darme un bañito, goloso.

- ¿3 veces nomás? Casi me ahogas hija de puta, a ver si empezas la dieta…

Y por supuesto, me comí un almohadazo tremendo mientras buscaba mis calzoncillos. Tomé otro de los almohadones, el que Tammy había usado para no hacerse mal las rodillas, mientras me seguía atacando, comenzando la guerra, semidesnudos y entre risas. Nos tiramos con de todo a lo largo de la casa, los cojines de las sillas, los manteles hechos un bollo, e incluso la perseguí por el patio amenazando con empaparla con el agua de un florero, hasta que tropecé y el florero se hizo mierda, cagándonos de risa como dos ebrios.

Espero que estos momentos de disfrute normales, entre hermano y hermana, nunca terminen. No quería que el incesto nos cambie, nos queme la cabeza o rompa nuestra familia, solo quería que Tamara me siguiera tratando tan bien como en esos últimos meses y si cada tanto el gran secreto que teníamos era agrandado con una nueva situación pervertida, tampoco me disgustaba. Sentía que era el inicio de una etapa que comenzaba con el pie derecho.



Continuará…



otaku

hermano y hermana

Gracias por leer! Tarde más en escribir que otras partes (estoy terminando otro fanfic de Dragon Ball) y no sé cuando voy a seguir con la siguiente, como pienso ir subiendo la intensidad, calculo que quedan dos o tres capítulos más. ¿Hasta dónde llegarán estos hermanos? Cada vez llegan más lejos, eso sí:o

Si les gustó les agradecería que puntúen y comenten, así muestran su apoyo y me doy cuenta que les gustó el relato.

Otros relatos de incesto:



Hermana Otaku:http://www.poringa.net/posts/relatos/3484478/Hermana-Otaku.html#comment-178268
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11 comentarios - Hermana Otaku. Parte 4

Jungkook77 +1
+10 muchas gracias lo estaba esperando con ansias toda la semana ojala tengas la continuación muy pronto y q los hermanitos lleguen lo mas lejos posible en su relación amorosa
El_Cochinoco +1
Gracias por comentar y el apoyo. Si la idea es verlos ponerse cada vez mas morbosones. Veremos que sale
Chin0xD +1
ahi van +10 sigue con la historia capo
El_Cochinoco
Gracias por comenar!
CaminanteUrbanoo +1
Grande, Cochinoco jaja Me hice terrible pajota y me cague de risa a la vez! Van tus puntos.
El_Cochinoco
Me alegro! Gracias por comenar y puntuar!
DanielAngelDosSa +1
👏👏👏👏👏👏 que grande cochinoco 👍👏👏👏👏 terrible como los anteriores relatos por mas exitos 👍😈
El_Cochinoco
Gracias por el apoyo y comentar! 👍
laincestuosa2 +1
¿cuando sale el 5to?
El_Cochinoco
Esta en proceso, va lenta por ciertos inconvenientes que tuve en el sitio
kun-sama +2
Compa no es por a apresurar lo pero y cap 5 esto es como un anime me tiene enganchado
wolfsong90 +1
tiene razon, yo no suelo engancharme a los relatos, y este me tiene a la espera jajajaja
El_Cochinoco
Vieron que cada episodio tiene como 2 partes, bueno voy por la mitad de la segunda.
WaldanKolar1 +1
@El_Cochinoco gracias bro realmente ningún relato me enganchó tanto como este...muchos esfuerzos 👍💪👍💪
PAJAESVIDA +1
ya me acabe dos veces! van otros 10!
El_Cochinoco
Es la idea 😉 Gracias!