Cumpliendo las necesidades de mi prima

Después de un tiempo regreso con este nuevo relato inspirado en una prima real que tengo, es breve y directo, con imágenes a modo de inspiración o ejemplo. Espero que les guste.

Cumpliendo las necesidades de mi prima


Sorpresas te da la vida, la vida te da sorpresas diría alguien mayor que yo no era él. A sus veinte, Walter creía tener la vida más normal y cliché que alguien puede tener. Le gustaba el futbol (no diré el club para no generar amistades o rivalidades innecesarias) el cine de efectos, algunos animes sangrientos, y en fin… tras esa visita de sábado, también su prima de 40 años Daiana.

Todo empezó siguiendo la rutina de siempre, los fines de semana visitaba a mi primo mayor de 24
Gustavo, donde les esperaba un torneo en el PES, tomarían algo, quizás mirarían alguna película acompañados con su linda hermana Lorena (también su prima je) hasta quedarse dormidos hasta la tarde del Domingo. Grande fue su sorpresa al saber que Daiana le abría la puerta y no estaba ni Gustavo, ni su hermana menor, ni nadie… reinaba el silencio y la paz en esa casa, cosa extraña.

- Pensé que estaría, eso me dijo por chat.

- Tuvo que salir a la Pampa ¿Te acordás de Mauro? Está en el hospital y fue ligero a visitarlo.- Mientras se sentaba. No era tan descortés como para irse si el plan se echaba a perder.

- ¿Qué le paso a Mauro?

- Accidente en moto, se chocó un contenedor, para mí, estando borracho como el tío Ricardo en navidad.

- ¿Y Lorena?- Su prima mayor, madre de los demás le dedico una mirada de refilón mientras iba a la cocina por galletitas.

- Está con una amiga. Quisiera creer que haciendo un trabajo práctico, pero sabemos que no es así.

Con ella también podía jugar algunos videojuegos, sin ninguno de sus contemporáneos, sus planes de un fin de semana a todo dar se desvanecían. Sin dudas no tenía mucha imaginación.
Con Daiana, más que tener alguna charla esporádica y ver alguna que otra película, no tenía tanto trato. Eso estaba a punto de cambiar.

Cuando posó las masitas en la mesa con el clásico mate de limón notó lo ligera que andaba de ropas. Un vestido discreto, bastante pegado al cuerpo, con los tirantes del corpiño corriéndose a cada rato, se los acomodaba cada vez más desinteresada mientras charlaban del tiempo, la escuela, y cosas intrascendentes.

Daiana era morocha, piel blanca, ojos marrones, un rostro único muy particular y atractivo. Su cuerpo se conservaba de maravillas gracias al ejercicio que empezaba y abandonaba, empezaba y abandonaba cada tanto. Walter siempre había sido respetuoso con su familia tratando de no pensar cosas indebidas, pero con Lorena y ahora su madre, su cerebro perdía la cadena.

- Puedo preguntar por Adrián.- Dijo con tacto; era su ex, con el que tenía una buena relación a pesar de ya no ser de la familia.

- Está de viaje ese irresponsable, yo sé que es compinche tuyo, pero… es un desastre con la manutención. Igual olvidate, no te tengo porque amargarte con eso.

- Prima no seas tonta, vos estás antes que él, si tenes problemas, podes contarme. Me llevo bien con Adrián, nada más.

- Gracias, pero no es necesario, es mi fin de semana libre, quiero relajarme.- Dijo acomodándose los tirantes del corpiño. - ¿Qué calor no? No se quiere ir más este verano choto.

“Espero que no se vaya nunca, es más, que suba diez grados para que se te pegue más ese vestido hermoso” pensó su voz interior pervertida.

- Bueno, no quiero sonar interesado, pero si no voy a jugar a nada no se qué hacer con mi fin de semana…

- ¡Ha claro, sin tus dichosos juegos te aburrís! ¿No? Quedate no seas malo, me baño y preparamos unas pizzas ¿Dale?- Su prima lo abrazó desde atrás persuasiva…. Muy persuasiva. Básicamente, Daiana lo convenció con sus dos grandes razones rozándole la espalda.

- Capaz podemos ver alguna peli pendiente…

- Buenísimo, espérame que me baño, este vestido lo tengo todo pegoteado…-Mencionó agitándolo, como echándose aire a los chopes.- Si queres usa la compu o la tele, lo que quieras.

- No para eso me quedaba en casa, no te quiero usar la compu, miro algo en la tele.

- Lo que vos quieras.- Y cerró la puerta de su baño. Al rato se escuchaba la lluvia y la música que le gustaba poner al ducharse. Si mal no recordaba solía tardar horas en bañarse ¿Por qué sería?

“Tengo que sacarme estos pensamientos sucios, voy a comer pizza, mirar una peli y listo, basta de pensamientos cochinos” Se dijo para convencerse. Lamentablemente, ese día su mente sucia no tenía nada que ver, entro en juego la casualidad o la desgracia, dependiendo el punto de vista.

Se escuchó un golpe en el baño, seguido de unas palabrotas y la voz de Daiana compungida llamándolo. Pedía por su ayuda.

Ni lerdo ni perezoso, estaba en la puerta al instante mientras ella le rogaba por entrar.

-¿Querés que entre? ¿Qué paso?

- Si, metete de una vez, me resbalé y me golpee con todo la pierna, estoy paralizada.

Walter tragó saliva, preocupado y a la vez, extrañado por la situación, se decidió a ayudar e ingreso en el vaporoso baño. Su prima estaba sentada en la bañera de losa, tomándose una rodilla, desnuda, sin preocuparse en cubrir sus pechos, pidiendo ayuda para levantarse.

- Apaga el agua, me golpee re fuerte y resbalé. Soy una boluda.- Pero Walter no miró la rodilla, sus ojos se sintieron atraídos como imanes a sus tetas que colgaban libes, de unos tamaños normales y hasta enjabonadas. Tetas maduras, de una mujer que fue mama, con pezones sabrosos que fueron usados y reusados.

- No digas eso…- Consoló mientras cortaba la ducha.- Espera que busco la toalla.

- Deja, llévame a la pieza, tengo una pomada analgésica, tengo la pierna paralizada. Ayudame.

Daiana colgó su brazo a su hombro y fue saltando bamboleando sus senos, bien aferrada a él, salpicándole agua y pegándole con sus cabellos. Cuando llego a su habitación, ella se fue sentando lentamente, sin importarle cerrar las piernas, como si fuera su consorte y estuviera acostumbrada a enseñarse.

- Masajéame, que la tengo dormida todavía.

Obediente, empezó a presionar sus músculos con la mirada loca sin saber donde posarla, pero sabiendo donde quería posarla, y ni bien la mujer volteó la cabeza por el presunto dolor (o placer, no supo) miro el nacimiento de la pierna y sus zonas lindantes, la vagina por la que salieron las personas que tanto conocía… se le hizo extraño pensar esas cosas, sin embargo, estaba allí desnuda, casi entregada, no daba para pensar muchas otras opciones.

- Agarra la pomada, que está en ese cajón.

Walter tenía que soltar la pierna porque no llegaba, pero en una jugada inteligente, no soltó el tobillo y estiro la pierna para llegar al cajón, quedando la pierna casi a noventa grados, como quien no quiere la cosa, el postre quedó presentado y la mujer ni se molestaba.

Sus ojos tuvieron la golosina que desearon, una vagina oscura, porosa, bien de mujer argenta y con vello discreto oscuro, justo como la esperaba, era una hermosa mujer y su entrepierna ya estaba sintiendo la excitación en el aire. Sus ojos se quedaron clavados y a ella parecía no importarle mientras untaba la pomada no exactamente en la rodilla, sino en toda la pierna.

Sus manos apretaban cada vez más fuerte, recorriendo sus muslos, esparciendo la sustancia oleaginosa, por los gemelos y por sobre todo, los pies, masajeándolos con fervor y ahínco con la mirada cada vez más independiente.

- ¿Sentís algo prima?

- Si, empiezo a sentir. ¿Vos?- Acariciando al muchacho, su muchacho, desde el pecho hasta el botón del vaquero con el dedo gordo de su pie. Decir que eran luces de aterrizaje era quedarse corto.

- Muchas cosas. Más allá de todo, estas desnuda y sos preciosa.

- Gracias. Sabes una cosa, te portaste muy respetuoso con tu prima mayor, me parece muy bien. ¿Y si dejamos el decoro un rato?

Con el visto bueno dado, dio rienda suelta a sus instintos más básicos e inclinado empezó a besar sus senos. Como acto de apertura le dio una mamada de pezones soberbia, sin dejar uno intacto, quedando brillantes, lustrosos con cada probada cuantiosa del entregado joven. Los apresó bien con sus labios y succionó con fuerza para despertarle recuerdos de madre.

Las chupó como un hijo, y también, cómo un amante, metiéndoselas enteras en la boca como si quisiera ahogarse con ellas, con el pezón rozándole la campanilla, dejándole marcas profundas.
Luego, ni bien sacó un quejido, le comió la boca como si fuera todo un desconocido.

Sus labios y bocas se encontraron, enroscándose como serpientes sus lenguas y pegándose como amebas sus bocas, ensuciándose, compartiendo sus jugos sabrosos. Cuando el beso incestuoso terminó, e pene del muchacho ya estaba libre, casi le rajaba el pantalón de la excitación que llevaba encima.

- No puedo más.- Y con eso dejó en claro de que merecía una mamadita.

- Mmm como me gozaste las tetas primo.- Tocándoselas, estaban todas ensalivadas- Me voy a vengar…- y con las manos sobre sus piernas, empezó una mamada inclinándose de atrás para adelante cada vez más rápido.

Era una mamada fuerte, le pelaba le glande cada vez que llegaba al fondo de su garganta, cada vez que el tronco se perdía entero en su boca, estirándole el cuero negro como si quisiera despellejarlo, sin que sintiera una pizca de dolor, solo placer.

- Mmm prima que buen pete…- Y por suerte, como tenía brazos largos, volvió a sobarle las tetas meneándole los pezones como analógicos hasta volverlos duros y pringosos.

Ella no contestó, el único sonido que brotaba de su boca era “aghk aghk aghk aghk… ” y también brotaba una polla cada vez más cebada y venosa.

Luego siguió la mamada de huevos, y por poco se los desprende del escroto… como si fuera un chicle, lo apresó entre la lengua y el paladar como si quisiera sacarle jugo.

- Despacio prima, yo te traté bien…- Pellizcándole un pezón para que bajara un poco los humos.

- Más respeto con mis tetas, que alimentaron a tres bebés…

- Bueno, entonces come bien, que tenes que comer por cuatro.- Y apresó sus bolas para que juntas, como si fueran un racimo, le entraran en la boca y ella se las comió bien comidas, suave y con sentimiento.

Estaba entregada al incesto, recorrió desde el inicio de sus bolas, hasta el extremo del glande, mirándolo a los ojos como una enamorada, y desde allí, se volvió a perder su pene y toda razón con esa cabellera negra subiendo y bajando cada vez más rápido.

Cuando se cansó y paro para respirar, él le volvió a besar para sorber toda esa saliva que le embarraba el mentón, y le dio a entender que era su turno de complacerla y se acostó con la bandera en asta.

- Sentate como si fueras a hacer lo tuyo…

- Así me gusta.- limpiándose la baba con la sábana- que pongan la concha en un pedestal.

- Dale, mi boca es el pedestal, solamente apóyala. - Acostándose, ella se le sentó lentamente arriba, dejándole los orificios servidos para su boca. Y de a poco, la vulva le cubrió la nariz y la boca para empaparse en ella y toda su excitación.

Ella empezó a gemir de manera excitante, frotándose contra él mientras que el muchacho, como dando bocanadas de ahogado, chupaba cada vez que podía el clítoris, los labios oscuros o la vulva como si fuera una presa que nadaba demasiado cerca de su boca y fueran comida.

Luego se estableció, como cuando uno encuentra el punto justo en el sillón donde calzar las pompas, ella se quedó quieta, gimiendo, y le dejó hacerla excavación bucal en su vulva, recorriendo cada resquicio, cada tramo del órgano reproductor y todos sus complementos.

- Me vengo… mmm- Avisó por cortesía, como si a él le importara evitar semejante fluido brotándole directo en la boca, escurriéndosele por la comisura. El jugo de su prima, todavía le costaba acostumbrarse a que esas palabras estaban bien unidas y eran ciertas.

- ¿Me la mamas un poco más? así se me pone bien tiesa de nuevo y vamos al grano…
Daiana se inclinó estando el sentado y volvió a hacer buceo profundo, cuando vio algo que le causo diversas sensaciones. En el calor del acto amoroso, el sonido de la puerta del departamento no fue escuchado, y desde la puerta entreabierta, Lorena los observaba, quien sabe desde hace cuanto.

Había escuchado todo, observado todo, y lo miraba a los ojos con póker face mientras su madre le hacía el pete. La mirada de Walter fue bajando, y vio que tenía su mano en la entrepierna, hurgando el interior de una calza.

Decidido a continuar a pesar de la polizonte, la mera visión de su prima menor lo envalentonó, ella era la viva imagen de su madre, misma nariz, mismo mentón, misma sonrisa, sin embargo, en versión castaña y menuda. Se le ocurrió que podría darle una muestra de lo que podía hacer. Con descaro, levantó el pelo de Daiana para que viera la mamada con lujo de detalle, a sus bolas y tronco siendo lubricados por la boca de su progenitora, mientras que su otra mano, se estiró levemente para palpar esas nalgas suaves y grandes, tan apetecibles para cualquier hombre.

Sus dedos se movieron por voluntad propia, y frotaron el ano con movimientos circulares, su asterisco estaba reacio al principio, pero al rato, se relajo y lo sintió blando.

- Cojeme como si fuera una de las modelos que te gustan primo, o una de tus amigas a las que les dedicas montones de pajas…

- Te voy a coger pensando únicamente en vos boba, no te das cuenta lo fuerte que estás, es increíble…- Con astucia la guió a sentarse sobre él, para quedar ella de espaldas a la puerta y que Lore tuviera una buena vista de su polla entrando y saliendo, y también las nalgas abiertas de Daiana, porque en realidad no sabía con que se estaba calentando.

Toda idea de voyeurismo desapareció con la cálida y húmeda sensación del coño envolviendo su miembro, cayendo con su peso de mujer sobre sus muslos, ahogándole las bolas con sus hermosas nalgas, conectándose su vello púbico con el de ella por breves segundos, todas grandes sensaciones que hacían al conjunto del sexo… el acto había empezado. Entregados al incesto empezaron a coger como conejos haciendo rechinar los resortes. Ella saltaba con más apuro que elegancia sobre su torso mientras que él procuraba aguantar el tiempo necesario para hacer de ese un polvazo memorable.

Walter se mantenía con las manos ocupadas y los ojos indecisos, viajando de la mirada de calentura de su prima, a la expresión de calentura de su otra prima. Mantenía las nalgas de Dai bien abiertas, y Lore las observaba hipnotizada, quizás por excitación, quizás por curiosidad, no despegaba su visión del ano y menos cuando empezó a colarle un dedo.

Daiana ni se quejo cuando le masajeó las paredes internas, sintiendo a su propio pene subiendo y bajando, al contrario, cuando encontró el punto justo, le apretó bien el dedito con su agujerito astringente como si quisiera retenerlo.

- Mmm que gozo…- Exclamó entre otras cosas cachondas, sus cabellos negros danzaban como una cortina que le ocultaba y enseñaba a Lorena, que atrás entregada de manera furtiva, se había bajado la calza. Ahora la veía con la mano en la entrepierna y solo una bombacha blanca puritana entre el acto y su mirada.

El coño estaba como una caldera ardiente, le faltaba echar humo porque rebalsar ya lo hacía. Ambos cambiaron de posición, la mujer puso patitas al hombro y él bombeó como si la estuviera inflando enfáticamente. Retirando el miembro casi hasta sacarlo, luego daba el empujón necesario y volvía a la carga, trucos para no eyacular precozmente, dado que con tanta excitación en la escena, ganas de correrse y anotarse una fantasía en el marcador no faltaban.

Que vigor te tenías guardado he…- Le dijo cando ya llevaban como quince minutos, la verdad, Walter no era de los tipos muy masculinos, tampoco femenino ni nada parecido, solo que ninguna sospecharía que era bueno en la cama por su aspecto y su físico. Pobres ilusas.

- Tantos años jugando jueguitos… cuando podría haber jugado otras cosas ¿No?- Tomándole las ubres por enésima vez, ya que las tenía tentadoras, bamboleantes frente a él.

Los jugos empezaron a volverse ardientes en su interior, como si su glande chapoteara en el fondo de esa laguna de excitación, la sensación de que un caudal de semen quería brotarle de su extremo se hizo insostenible.

- Me vengo…- Alertó sin un atisbo de correrse afuera, bombeó como un sifón de soda todo su esperma bien en el fondo de la vagina de su prima, entre gemidos que se volvían roncos y carnes apretadas por uñas.

Al sacar el pene la leche espesa se derramó a un costado, su pene lustroso y pegajoso fue a parar a la boca de Daiana para que lo dejara impecable.

- Primo, me hiciste acabar como una puta en celo, que guarda… para ¿Qué haces? A ya veo…
Walter no se iba de ninguna relación sin antes hacer un acto que le excitaba en demasía, el clásico anilingus. Le abrió bien las piernas para exponer el asterisco rugoso y oscuro que degustó con total devoción.

- Como te gusta el culo, diría que le estás metiendo más ganas que a mi chupada de concha putito… después ustedes nos dicen raras a nosotras.

Y quizás era cierto, lo desplegaba con sus dedos para llegar al edulcorado centro rosado sin decir ni mu. Lo atacaba con su lengua desde los lados, desde arriba, desde abajo, como una puerta infranqueable que cedía cada vez más con la presión de su lengua. Walter abrió los ojos y miró atrás de su prima, a la puerta…. Daiana se dio cuenta y giró a cabeza.

- ¿Deje la puerta abierta? Que descuido el mío… de haber estado alguien se enteraba de todo. ¿No?- Y agarró los cabellos oscuros de su primo para hundirle la boca en todo el trasero.

Ese culo hermoso ahogó su sonrisa. Lorena había tenido su diversión voyeurista, su prima se dio el acabadón que necesitaba, y él, hundido entre esas nalgas, con la lengua pujando ese ano grande y bulboso a más no poder, sentía que había sido un gran día para todas las partes.

¿Piola la milf no? Yo me la imagino algo así, aunque debo reconocer que mi prima es muuucho más linda. posta. Si se llega a enterar de que tiene semejante dedicatoria... XD

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La modelo de las últimas fotos es Kristina Uhrinova

Ya sabemos que a nadie le gusta la autopropaganda :P:P:P pero si este les gusto, no veo porque no mis otros post... Una ayudita no cuesta nada :D:D:D

El cuarto oscuro http://www.poringa.net/posts/relatos/2564129/El-cuarto-oscuro.html

El cuarto oscuro 2 http://www.poringa.net/posts/relatos/2843727/El-cuarto-oscuro-II.html

Jugando con su primita http://www.poringa.net/posts/relatos/2848482/Jugando-con-su-primita.html

Jugando con su primita 2 http://www.poringa.net/posts/relatos/2851819/Jugando-con-su-primita-Parte-II.html

Jugando con su primita 3 http://www.poringa.net/posts/relatos/2851820/Jugando-con-su-primita-Parte-III.html

1 comentario - Cumpliendo las necesidades de mi prima

diablo5802 +1
tremendo relato si tenes fotos subilas por favor
El_Cochinoco
Gracias! no tengo fotos, entre nosotros nunca paso nada lamentablemente jaja