Me cogieron borracha

Me llamo Mariel, tengo 24 años y soy estudiante de economía. Si bien mí carrera me demanda mucho tiempo, aprovecho algunas ocasiones para divertirme con mis compañeros de facultad.
Al mediodía de ese domingo, me desperté con un dolor de cabeza terrible y mareada. Noté que estaba vestida, pero sin ropa interior. Lucía un vestido corto que en ese momento estaba levantado y mis genitales estaban expuestos. Mí vagina se encontraba algo dilatada, metí mí dedo en el interior pero no detecté ningún rastro de nada. 
El día anterior había salido a una fiesta en la que había bebido demasiado y de la cual no me acuerdo mucho. 
Me levanto de la cama para dirigirme al baño, que se encuentra del otro lado del comedor. Salgo de mí habitación y veo a dos muchachos sentados allí, uno en el sofá y otro en una silla, cada cual con su teléfono... 
Desconcertada les pregunto qué hacían aquí y uno de ellos me responde - "pasamos la noche aquí, no encontramos las llaves, así que estábamos esperando que te despiertes para que nos abras"-. 
 Cuando observo mejor al chico que me había respondido, me doy cuenta de que hablé con él en la fiesta, de hecho me gustaba bastante. 
Se me ocurre preguntarles - ¿tuvimos sexo? -. Él me contesta - "si, nos pediste que nos quedemos y tengamos sexo, aunque estabas muy ebria"- . No lo podía creer - ¿los tres tuvimos sexo? - vuelvo a preguntar atónita - "si, los tres tuvimos sexo; te gustó, nos lo hiciste saber varias veces antes de dormirte"- contesta él, buscando complicidad con el compañero. Continúa relatando: 
-"Me llamo Lucas y él es Pablo, anoche estuvimos hablando bastante en la fiesta mientras llegaban tragos de todo tipo que bebías rápidamente. Cuando llegó la hora de irnos, te acompañamos hasta aquí con Pablo (que estaba manejando). Nos besamos mucho en el auto, de hecho me hiciste sexo oral hasta que llegamos aquí. Querías seguirla en tu habitación, Pablo se estaba yendo, ya que estabas conmigo, pero vos lo invitaste a que entrara al cuarto también. La pasamos bien los tres, nos turnamos para penetrarte; mientras cogías a uno, le chupabas la verga al otro. Nos cuidamos ambos, no te preocupes"-. 
Sinceramente no recuerdo nada, pero me estaba excitando bastante todo eso. Ellos querían irse ya, pero les pedí más detalles de la noche mientras me sentaba al lado de Lucas, que estaba en el sofá. -" nos besamos bastante en el cuarto, de hecho tenés una marca en el cuello-", (me toca suavemente con su dedo indicándome la zona), no retira su mano, yo se lo permito. -" Me diste tu tanga y me dijiste que era para mí"- dice acariciando mí espalda. En ese momento me doy cuenta que sigo sin ropa interior, pero no digo nada. -" pedías por favor que te penetraramos; nosotros obedecimos"- culmina con un gesto picaresco, con su mano llegando hacia mí pierna. 
Pegué mí cuerpo al de Lucas y le dí un beso mientras presionaba su cabeza hacia mí. Le metí la lengua mientras acariciaba su pelo. Él comienza a recorrer mí cuerpo con sus manos. Yo hago lo mismo; llevo mí mano derecha directamente al bulto que se asomaba entre sus piernas, recorro por arriba del pantalón su pene erecto. Lucas aprovecha para acariciar mí pierna, metiéndose por debajo del vestido, encontrando con facilidad mí vulva húmeda. Le aparto su mano de mí, le bajo el pantalón y su boxer y agarro su duro pene, que jalo lentamente mientras continuamos besándonos. Detengo los besos y voy inclinando la cabeza hasta la altura de su pene. Aún se podía oler el látex del condón mezclado con semen. Paso la lengua por el tronco de su falo, lo recorro lentamente mientras acaricio sus testículos con suavidad. Me meto el glande a la boca y logro escuchar un suave gemido de Lucas que me empezó a excitar más aún, haciendo que acaricie con mi lengua toda esa parte sensible. 
No le presté demasiada atención a Pablo, pero estaba allí, mirando. 
Continúo recorriendo con la boca el pene de Lucas, mientras me voy inclinando cada vez más hacia abajo, dejando mí vagina al descubierto, ya que el vestido estaba muy arriba y yo sin tanga. Escucho a Pablo preguntar si podía participar, le contesto que sí, sin sacarme la verga de la boca, cuando de repente siento que Pablo me estaba penetrando lentamente. Me sorprendió pero me excitó mucho, jamás había tenido dos estímulos simultáneos (sobria), lancé un gemido mientras acercaba aún más mí vagina hacia Pablo, que lentamente empezaba a tomar ritmo. Por momentos dejaba de mamarle la verga a Lucas, para darle besos; no quería que acabara, deseaba que él también me penetrara. 
Pablo ya estaba bombeando con fuerza, se notaba que iba a terminar pronto. Lo retiré de mí y lo traje hacia mí boca para tragarme su semen mientras me subía al pene de Lucas, que seguía sentado en el sofá. Mí vagina estaba muy dilatada y hermosamente mojada, se escuchaba el ruido de los fluidos que chorreaban por el tronco del pene hacia los testículos. Continuaba masturbando a Pablo con el glande en mí lengua, esperando su esperma que quería tragar con ganas. Finalmente depositó en mí boca su leche, caliente, deliciosa, que inmediatamente tragué mientras subía y bajaba por el pene de su compañero. Mí excitación era enorme, me detuve un instante para terminar de limpiar el pene de Pablo y reanudé el galope con más fuerza sobre Lucas, hasta que tuve un orgasmo explosivo que me hizo blanquear los ojos y me temblaban las piernas. Lucas estaba firme aún. Me levanté, me puse en cuatro para que siguiera dándome. Empezó a jugar con mí ano mientras seguía embistiendo; metía un dedo, lo sacaba, metía otro un poco más profundo, lo volvía a sacar, hasta que empezó a gemir con fuerza y fue cuando me saqué su verga para que termine sobre mí pecho, que lo dejó bañado en semen. Fue una experiencia increíble. Bajé a abrirles la puerta así, con mí pecho con semen y sin ropa interior. Los saludé con un beso en la boca a ambos y en la última mirada con Lucas, me pasé los dedos por el pecho limpiándome y llevándome el semen a mí boca, mientras le sonreía. 
Pasaron varias semanas sin noticias, cuando de repente me llega un mensaje de Lucas saludándome y preguntando si podía venir el fin de semana a mí casa (los recuerdos volvieron rápidamente y me excité de solo pensarlo), inmediatamente le dije que si y que Pablo estaba invitado obviamente. Les aclaré que quería más semen y en más partes de mí cuerpo (me imagino la sonrisa de él en ese momento). 
Llegó el sábado a la noche y tocaron el timbre. Bajé rápidamente a abrirles y los recibí con un beso largo a cada uno. Mientras subíamos en el ascensor, Lucas me dice -"aún tengo tu tanga, me encanta"-, le sonrío y respondo "- está vez directamente no me puse"-. Ambos levantaron mí vestido y observaron que era verdad -"no me va a durar puesta mucho tiempo"- agrego riendo. Se les notaba las ganas de cogerme que tenían y eso me hacía calentar. 
Bebimos un poco y la cosa se puso caliente en breve. 
En un momento llevo los vasos a la cocina para lavarlos, ellos me acompañan, Pablo queda enfrente mío y Lucas de atrás. Pablo me abraza y comienza a besarme, Lucas me apoya desde atrás mientras besa mí cuello, mí nuca, apoyando sus manos en mis pechos. Fue una sensación ardiente; tenía dos hombres apuestos con ganas de poseerme en ese mismo instante. Hice mis manos hacia atrás y saqué el pene de Lucas para luego agacharme y pedirle que me lo meta ahí mismo. Desabroché el pantalón de Pablo y comencé a chuparle la verga de una manera desesperada. Gemía con fuerza aunque me tapaba la boca el pene de Pablo. Estuvimos en la cocina un buen rato. En un momento les dije que vayamos al cuarto. Ellos obedecieron, retiraron sus penes de mí interior y rápidamente fuimos a la habitación donde me acostaron en la cama, para sacarme el vestido y dejarme desnuda completamente. Lucas se abalanzó sobre mí vagina y comenzó a saborearla. Debe haber estado empapada, pero él se dedicó a limpiarla y hacerme tener un rico orgasmo. A continuación, lo traje hacia mí para que meta su pene en mí boca, mientras Pablo comenzaba a embestirme con fuerza. Fácilmente llegué una vez más. Saqué a Lucas de encima mío y le pedí a Pablo que se acostara para subirme arriba. Ambos obedecieron. Lentamente comencé a montar el pene de Pablo y Lucas se acercó por detrás para jugar otra vez con mí ano. -"Si querés podés metermela por ahí"- le dije muy excitada. Lucas no demoró en lubricar mí agujero y presionar su pene contra mí para penetrarme. En pocos minutos tenía las dos vergas dentro mío que se movían turnándose. Me sentía llena, sucia y caliente. Ellos aceleraban el ritmo y y yo sentía cómo sus penes hacían presión sobre mis entrañas. Una sensación increíble, tanto que tuve el orgasmo más intenso de mí vida. Sin embargo ellos seguían, cada vez con más fuerza, más rápido. En breve, simultáneamente me llenaron el interior de mí cuerpo con semen, mucha cantidad, ambos gimiendo con fuerza.
 Les di un beso a cada uno como pude, mientras me sacaban sus chorreantes penes y me quedé acostada con uno de cada lado, los tres agotados.  
A la mañana, los dos me despertaron mamando mis senos; la mejor manera de despertarse. Uno de cada lado. No aguanté y me subí sobre Lucas, agarrando su pene y metiéndomelo en la vagina, esperando a que Pablo completara el trío. No tardé en sentirme llena nuevamente y comencé a cabalgarlos unos minutos, hasta que sentí electricidad recorrer mí cuerpo, era un orgasmo nuevo, muy rico. En breve sentí a Pablo gemir y acabar dentro de mí ano. El tren no paraba, yo seguía embistiendo a Lucas mientras que Pablo me sacaba el pene.
 Cambiamos de posición, me puse en cuatro y Lucas me metió la verga con fuerza, profundo. Bombeaba con mucha intensidad, iba a acabar. -" ¿Dónde querés que acabe?"- pregunta apenas respirando. Yo le contesté "- Adentro mí vida, obvio". Así fue que descargó más semen en mí interior y quedamos los tres en la cama un rato largo.
Cuando estábamos en el ascensor, lo detuve y les hice sexo oral a cada uno hasta exprimir su última gota de esperma y les dije que esto recién comienza..
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6 comentarios - Me cogieron borracha

gustavo35
Me dejaste la pija dura!!!