El albañil y mi novia




El albañil y mi novia


Buenas a todos queridos lectores, esta noche les traigo mi segundo relato, espero sea de su agrado y lo disfruten, sin mas preambulo, comencemos:



El albañil y mi novia


¿Había pasado cuanto tiempo desde lo de la cancha? ¿Dos semanas? Sinceramente no lo recuerdo, lo que si recuerdo es que me pareció una eternidad... No podía hacer nada relacionado con el fútbol sin recordar como esos tipos se habían enfiestado a mi novia y peor aún, me hacia pensar en lo que iba a suceder la próxima vez que tuviese que ir.
En cuanto a Julieta, estaba radiante como siempre, no obstante la sentía rara, ¿recuerdan que dije que a ella le encantaba demostrarse? Bueno, después de ESE suceso andaba mas tranquila es mas, llegue a pensar que todo lo sucedido había sido solo un mal sueño, si, eso debió haber sido... digo, ella es provocativa, le encanta calentar a los tipos pero no es una puta cualquiera... no lo es... verdad?

Era un día de entre semana de eso estoy seguro, por que mi viejo estaba laburando y me dejo el auto para que la busque a Juli, el no lo necesitaba por que un compañero que vivía cerca lo acercaba, ademas de que después de que se divorcio de mi vieja nos volvimos mas unidos y siempre me bancaba en todo. Así que había buscado a mi novia para estar en casa tranquilos tomando mates mirando alguna película, nos acomodamos y por esos momentos parecía que todo había vuelto a la "normalidad";era una tarde un poco calurosa así que no teníamos ganas de salir y ella vino vestida bastante casual: Traía el cabello suelto, una remerita holgada tipo musculosa, unos shorts de jean claros y con las ojotas que le había comprado el verano pasado.


El albañil y mi novia


Estábamos en el sillón de la sala inmiscuidos en la película, un drama cliché de aquellos, a lo que suena el timbre:

-Uh a ver, ya vengo.- Le dije con un suspiro de desgano.

-Dale te espero.


Camine a través de la sala y del pasillo hasta el hall y espié por el ojo de buey: "¿Miguel el albañil? ¿Que hace acá?". Y ahí me acorde de mi viejo diciéndome la mañana anterior que venia el albañil a revocar la pared del fondo de casa, que no se me olvide que tenia que comprar una bolsa de cal, "la puta madre se me re olvido"... abrí la puerta.


-Hola muchacho como anda'! .- Exclamo.


Miguel era albañil, ex compañero del secundario de mi viejo, por lo que sabia eran bastante amigos, cualquier laburo siempre lo llamaba. Su aspecto era fornido para su edad, aproximadamente unos cincuenta años, un tipo alto y canoso, un poco mal hablado pero gentil.

-Que tal señor, todo bien?

-Todo bien pibe, vengo por el tema de la pared.

-Si si pase...

-No esta mi viejo ahora, pero pase para el fondo.

-Bueno bueno, permiso...


Nos dirigimos hacia allí, cuando pasamos por la sala estaba Juli sentada en el sillón con el celular, tras un "buenas tardes" seguimos hacia el patio trasero que daba con la cocina.

-Don Miguel, me olvide de comprar cal, sera que me puede esperar unos minutos que ya vuelvo?

-No hay problema muchacho.- Contesto al tiempo que se sentaba en una silla de madera del patio.

Me dirigí hacia el estar "che ¿me acompañas al corralon?, tengo que ir a comprar cal", Mi novia giro los ojos hacia atrás: "Hace calor te espero acá mi amor", si yo hubiese podido quedarme también lo habría hecho, no tenia ganas de salir, le conteste con un "dale, enseguida vuelvo" y emprendí mi camino hacia el auto. Hice como tres cuadras y frene... "mi billetera".
Cuando llegue a casa fui directo a mi habitación a buscar la plata subí por las escaleras y baje nuevamente, cruzaba el pasillo cuando escuche unas voces, me acerque a la sala de estar y curiosee:



-En serio te lo digo, ¿no me crees?.- Le decía Miguel a Juli con una sonrisa.

-Mm mm.- Contestaba ella mientras movía la cabeza en negación apretando los labios.

-hehe ver para creer entonces.- Mientras acercaba una de sus grandes manos a la entrepierna del pantalón descolorido que llevaba.


El albañil y mi novia


Ambos estaban sentados en el sillón, los separaba el espacio de un asiento, Miguel se bajo la bragueta y metió su mano,después de tres o cuatro segundos dificultosamente demostró un miembro de considerable tamaño aun semi erecto, la cara de mi novia cambio por completo, remojo sus labios con la lengua y sus ojitos marrones brillaban al ver el pene de ese hombre mayor que podría ser su padre fácilmente.

-¿Y que te parece linda?.- Dijo sin parpadear.

-E-es muy... yo no....- Tartamudeaba ella.


Miguel sacudió un poco su pene el cual mi novia no dejaba de ver hasta que hizo tal movimiento, Julieta se acomodo el cabello, dio un respiro profundo, se puso de pie y camino hacia el hombre que permanecía sentado cómodamente.

-¿Puedo?.- Expreso en tono algo confuso.

-¿Puedo que? .- Le dijo el.

-¿Te puedo chupar la pija?.- Dijo esta vez con seguridad y seriedad en su rostro.

- Hace lo que quieras...


No tuvo que repetirlo, Julieta enseguida se arrodillo entre sus piernas, desabrocho hábilmente el pantalón y se metió la verga dormida en la boca. El tipo la miraba de arriba mientras sonreía y le acariciaba el cabello.

*Mmm mm chup muah mm*

La pija del albañil se iba erectando y con ello se hacia cada vez mas dificultoso para el amor de mi vida seguir chupando.

-¿Che y tu novio?

*chup chup mm*

-¿Que pasa con él?.

-Que puede venir en cualquier momento y vos me estas peteando pendeja.

-Nah, queda re lejos el corralon, dejame chupar este pedazo de pija tranquila, queres?



El albañil y mi novia


Miguel la agarro del brazo, la hizo levantar, le desabrocho el shortsito, la giro y bajo de un tiron el pedazo de jean de mi novia, dejandole culo a su entera disposición solo con la bombachita negra que llevaba... "Yo te voy a enseñar modales pendeja" dijo, al tiempo que mordisqueaba las rosadas y carnosas nalgas de Julieta que tenia un pequeño ataque de risitas, la lengua no tardo mucho en encontrarse con la tela asi que se deshizo de ella con otro tirón hacia abajo.
Julieta entrecerraba los ojos disfrutando como el albañil urgaba con la lengua su conchita, se retorcia y sonreía dando pequeños gemidos demostrando lo caliente que estaba.

-Uy que rico.- gemía ella y volvía a morderse el labio inferior.


Tras dos minutos de recorrer el interior de mi novia con su lengua Miguel empujo a mi novia contra el sillón, quien quedo en posición de perrito.

-Pendejita trola, te voy a re garchar.- Dijo en voz alta mas para si mismo que otra cosa.

-Despacito señor, que es muy grande.- mascullo Juli en tono dulce como pidiendo un favor.

-¿Querías pija? Entonces bancatela!.- La cara del tipo había cambiado totalmente, estaba fuera de si, como si hubiese olvidado donde estaba o quien era.

Tomo de la cintura a Julieta y la trajo hacia el, quedando en posición.

-Tremendo culo tenes puta de mierda, ¿que les dan de comer a las pendejas de hoy en día?


*Tas* Nalgueo a Juli con su enorme mano.

-Ay!.- cerraba los ojos ella.

-Me voy a divertir con este juguetito.- Dijo al tiempo que tomaba con una mano su pene y con la otra agarraba con fuerza un cachete de la cola de ella. La pija comenzó a presionar la vulva de Julieta quien resoplaba como tomando fuerzas para lo que se venia, no había que ser muy observador para notar que eso no se iba a abrir camino fácilmente en su interior.

*Fuu fuu fuu* exhalaba aire mi dulce novia.

-Ya esta, no entra mas! sacala que va a venir mi novio...

-Jaja, ese cornudo llega a aparecer en este momento y de una mano lo mando a dormir.- Mientras seguía entrando en ella.

-Por favor, ya esta!.- Imploraba inútilmente dibujándose en su carita toda clase de gestos de incomodidad.

-Relajate pendeja, si yo digo que entra... ENTRA!.- Exclamo Don Miguel al tiempo que abofeteo el trasero de Julieta quien lanzo un alarido:


-AAAY AYYYY, HIJO DE PUTA!.


El albañil y mi novia


El tipo había aprovechado la contracción de Juli para metersela toda de una, la cara de satisfacción que tenia era increíble.

-¿Viste? No era para tanto tontita jajajajaj.- Le dijo a mi novia quien llevaba una mano a su boca y con la otra apretaba fuertemente un almohadón.

Le dejo su miembro adentro como por treinta segundos antes de comenzar lentamente a moverse, ella no contestaba, estaba muy ocupada intentando no desmayarse del dolor de hace un momento. Eventualmente comenzó a moverse mas, tomando ya ritmo.

-Tan putita pero tan apretada, quien lo diría...- comentaba el albañil quien sujetaba a Julieta de la cintura que seguía tensa.

La diferencia entre ambos era tremenda, no solo por la edad sino por el tamaño de Miguel que fácilmente le sacaba unos 30 cm de estatura.

-Relajate, no pasa nada, disfrutate esta pija, vos misma me lo dijiste.

Paso sus brazos por el cuello de Juli y la atrajo, quedando ella arqueada y mirándolo como de cabeza, aprovechando la posición el tipo comenzó a besarla mientras se la seguía cojiendo. Cuando tuvo suficiente la dejo ir, tomo su cabello como un nudo y comenzó a acelerar el ritmo.

*PLAS* *PLAS* *PLAS*


Sonaban los cuerpos de ambos con cada arremetida.

-Ay si si si. Comenzaba a murmurar mi noviecita.

-Ya te acostumbraste pendeja, no era para tanto, si sos puta por naturaleza.

-Sisi soy re puta cojeme mas dale.


El tipo la tomo de los brazos y la puso boca abajo sobre la alfombra, le levanto la cintura haciendo que ella flexione las rodillas y junte sus piernas. La posición dejaba en claro sus intenciones: iba a cojersela a fondo. Se posiciono sobre ella apuntando su pija hacia abajo en dirección a la conchita de Juli.

-Lista?.- Le pregunto con una gran sonrisa.

-Si, clavamela toda!.- Contesto ella con la cara apoyada en el suelo.

No hizo falta mas, bajo de manera lenta pero segura, abriéndose paso por su interior al tiempo que Julieta daba una pequeñas pataditas al suelo supongo por la sensación de ser penetrada nuevamente por terrible verga.

-Uff si, mandamela toda, quiero mas.

-Que guacha que sos, te voy a romper todo.

Comenzó a penetrarla violentamente, la tremenda chota casi salia por completo y volvía a perderse entre esos pliegues rosados, Miguel resoplaba con empeño por el esfuerzo del ritmo y mi novia sonreía y arañaba la alfombra.


-Toma! puta de mierda, te gusta la pija?

-Si me encanta la pija, dame porfa.

-No queres la de tu novio?

-No! quiero la tuya, quiero tu pija dentro mio!

-¿Que es tu novio? *TAS* -¿Decime, que es tu novio? *TAS* .- Le propinaba unas nalgadas que sonaban por toda la sala.

-Un cornudo! es un cornudo de mierda!.- Gritaba Julieta fuera de si.

-Veni acá....


La tomo con fuerza del cabello levantandola del suelo y prácticamente se la llevo arrastrándola hacia el patio trasero. Los seguí agachado para verlos a través de la ventana del comedor cubierto por las cortinas, la había puesto contra la pared de ladrillos apoyando ambas manos en esta, de pie dándole la espalda sacando la cola.


-Te voy a romper el orto pendeja.- Dijo acomodando su pija entre las nalgas de Juli.

-Si culeame, rompeme toda!.


El miembro de Don Miguel se abrió paso por su agujerito, que se estiraba con cada centímetro que ingresaba.

-Ah! este culo ya comió antes eh puta de mierda?.

-Si, ya me lo cojieron.

-Tu novio?

-jaja no, mi culo es para pijas de verdad.- Dijo dando una mirada hacia atrás con un guiño.

-Uh flor de puta!


El albañil acelero las embestidas, mientras con ambas manos la tomaba del cuello desde atrás.

*FLAP FLAP FLAP*

Era el sonido producido por el vientre del tipo golpeando repetidamente la parte trasera de mi novia. Los movimientos se volvieron tan violentos que poco a poco Julieta se iba moviendo mas contra la pared hasta que en un punto quedo totalmente aplastada entre el muro de ladrillos y Don Miguel garchandosela salvajemente.


El albañil y mi novia


-Rompeme el ojete dale, rompeme toda!.- Exclamaba.

-Que puta que sos, que puta de mierda que sos!.- Buffaba el tipo visiblemente transpirado y esforzándose por mantener el ritmo de tremendo anal.

Julieta estaba en puntas de pie, aprisionada entre la pared y un hombre que fácilmente podría llegar a ser su padre, disfrutando de una culeada monumental, parecían animales en celo.


-Ya que el cornudo no trae los materiales te voy a tener que revocar el culo de leche.

-Si si si! revocame el orto, llename el ojete de leche!.

-Tomala putita, tomala!.-


Don Miguel, cerro los ojos con esfuerzo visible en su rostro y dio un par de embestidas violentas y profundas que levantaron a Julieta del suelo, quedando suspendida sostenida por la pared y la pija del tipo.


-Agg!.- Producía la garganta del maduro al tiempo que se deslechaba dentro de la cola de mi novia.

-Ayy si! dejala toda adentro papito, si!.- Lo animaba ella.


Tras unos segundos, se despegaron, Miguel se sentó en una de las sillas, agotado mientras contemplaba el agujero abierto de Julieta que goteaba semen de pie aun con las piernas temblorosas.
Me sentía mareado, me volví como pude al auto con la vista nublada, me senté unos minutos para tomar fuerzas y cuando al fin regrese a mi mismo, me dirigí hacia la casa. Mi novia estaba en el sillón vestida como si nada hubiese pasado.

- ¿Y Don Miguel?.- Le pregunte sin casi mirarla.

-En el patio, tardaste mucho...



No le conteste, me dirigí hacia el fondo de la casa y ahí estaba sentado en la misma silla pero totalmente vestido con los ojos cerrados agitando una revista como abanico.

-¿Don?

-Ah, hola muchacho, conseguiste cal?

-N-no, no ha-abia.- conteste tropesandome con las palabras.

-Uh que macana, y bueno... que se le va a hacer.- Dijo al tiempo que se puso de pie y se dirigió hacia la puerta.


Al pasar casi completamente por la sala se detuvo y se dio media vuelta sacando una pequeña tarjeta de su bolsillo, dirigiéndose a Julieta.

-Casi me olvidaba, cualquier trabajito que tenga me llama señorita, en especial si es algo de revoques.- Dijo gesticulando un pequeño guiño.

-Seguro señor.- Contesto ella tomando la tarjeta.

Acto seguido lo acompañe hacia la puerta y me despedí de el.

-Disculpe que no haya conseguido el material don.

-No pasa nada muchacho.- Semblando una pequeña sonrisa.

-Igual gracias por todo.

-Por nada pibe, nos vemos!.

Cerre la puerta tras de mi... ¿"gracias por todo"? si, gracias por garcharte a mi novia y llenarle el culo de leche? Tan pelotudo soy?. No termine de reordenar mis pensamientos cuando Juli aparecio en mi vision.

-Yo ya me voy mi amor.- Me dijo con cara de cachorrito.

-Ya? Pero si es temprano todavía...

-Si, pero estoy un poco cansada, después hacemos algo...

-Te llevo?

-No no, estoy bien. Me tomo el cole no te quiero molestar, te noto cansado también.

-Puede ser, bueno nos vemos.

Me dio un pequeño beso para despedirse, en unos minutos me quede ahí solo en la sala con al cabeza dándome vueltas, que acababa de pasar? Esto no puede ser, pero lo peor es que siento que esto ya lo viví, esto ya lo había visto antes pero no recordaba donde y cuando...


Continua...


El albañil y mi novia



Muchas gracias por haber pasado por mi post, si te gusto deja puntos o comenta, eso me animaria a continuar. Si tenes algun tipo de recomendacion, critica o sugerencia no dudes dejarme un MP, mi idea es mejorar continuamente la calidad de los relatos.

Sin mas que decir, se despide: Anon.

3 comentarios - El albañil y mi novia

prgsx +1
Que lindo una novia así y verla cojer ese pijon!!!
Un-Anon +1
si te gustó no dudes en pasarte por mi primer post, abrazo!