Mariela de Haedo, poringuera

Todo empezó acá en Poringa!. Le comenté algún relato de esos que escribe. Esos que me dejan la verga como un matafuegos de 2kg. Estaba en el laburo, en un recreo, y le comenté algo así como "y ahora cómo me levanto de la silla? No es gran cosa pero se me nota mucho la pija parada con el Jogging". Me contestó al instante, estaba conectada justo.
-Laburás en joggins!?
-Sí, soy profe de educación física- respondí.
-Igual lo importante es saber usarla- me pinchó.
-Ah, entonces todo bien, porque me considero muy bueno usándola- fanfarronee.
No recuerdo bien cómo siguió la charla por mensajes privados. Pero debió ser más que interesante, porque duró más de 2 horas y nos terminamos pasando los celus. La charla siguió en el whatsapp, a la noche. Hablamos hasta las 2 de la mañana.
-Bueno Tete, me encantó hablar con vos, pero mañana madrugo, quiero dormir un rato- me dijo.
-Si Nena, ni hablar, yo también me levanto 6:30 hs.- respondí.
Durante las semanas siguientes nos comentábamos los post, ella mis relatos y yo los suyos, y hablábamos por whatsapp. Las conversaciones eran cada vez más calientes. Ella me provocaba, yo respondía. Yo la pinchaba, ella se prendía. Ella maneja la ironía y el sarcasmo como pocas. A mí me calienta mucho la inteligencia además del lomo. Se ve que algo de mí también le gustó, porque las charlas cada vez más calientes derivaron en un encuentro.
Llegué al Bar media hora antes de lo pactado, no me gusta llegar tarde. Pedí un Fernet para amenizar la espera. No fue larga, 15 minutos después llegó ella. Sólo nos conocíamos por un par de fotos que nos pasamos. Ella es alta, pelirroja de ojos verdes. Esto lo sabía por las fotos, y lo comprobé 20 minutos después de conocerla en persona, cuando por fin pude dejar de mirarle las tetas. No fue culpa mía eh?! Ojo!. Ella portaba un escote asesino, con unas tetas majestuosas, increíblemente hermosas. Grandes, redondas, paradas. Un espectáculo por sí solas. Hablamos un rato de pelotudeces, cosas banales, para romper el hielo. No duró mucho, no me gustan mucho los rodeos. A ella por suerte tampoco. Fuimos directo al grano.
-No sé si son más lindos tus ojos o tus tetas- tiré- y eso que tus ojos son hermosos.
-Jaja gracias- me dijo- pero no creo que hayas venido hasta acá por mis ojos.
-No, es verdad. Vine hasta acá porque me calentás mucho. Te quiero hacer de todo Nena.
-Mmm, que propuesta interesante. Pero de todo es muy amplio- dijo y me clavó esos ojos hermosos en los míos. -Qué incluye "de todo"- me pinchó.
-Y, para empezar, comerte esa boca divina que tenés.
No dejé lugar a dudas. Me acerqué y empecé a besarla. Tiene unos labios hermosos, muy carnosos. Su lengua encontró la mía al instante. Besa muy bien, se me paró la pija instantáneamente. El Bar estaba lleno, pero poco le importó a ella. Me manoteo la verga debajo de la mesa. Me la acariciaba por arriba de los jeans. A mí, que no me cuesta nada, me volvió loco.
Yo quería chuparle esas terribles tetas ahí mismo. Se lo dije. Nos comimos la boca un rato más y le dije para ir a otro lugar más cómodo. Me acomodé la pija como pude y salimos. Tenía mi auto en el estacionamiento, en la parte trasera del Bar. Le abrí la puerta a ella del lado del acompañante, di la vuelta y subí yo de mi lado. Cuando me senté, cerré la puerta y la miré. La hija de puta se había bajado la remerita, y con las dos tetas afuera me mira y me dice.
-Te morís de ganas de chuparlas no?!. Acá las tenés.
Le chupé las tetas con muchísimas ganas. Mi lengua jugó con sus hermosos pezones, primero en círculos, de afuera hacia adentro, hasta concentrarme en las puntas. Pude sentir como se pusieron duros en mi boca, bien paraditos.
-Dale vamos -le dije- no aguanto más las ganas de cogerte toda.
-Estás apurado pendejo?! -me contestó al tiempo que me hacía recostar en mi asiento.
Mientras me pasaba su lengua por mi boca y el cuello, y me daba pequeños mordisquitos en los labios, me desabrochó el pantalón. Me lo bajó un poco y empezó a chuparme la pija. Me pasó la lengua por toda la cabeza de mi verga. Le daba besos en la punta y seguía lamiendo, con mucha clase.
Mariela de Haedo, poringuera
Salí del estacionamiento del Bar como pude, con ella mamándome la verga. No la soltó ni un segundo. Llegamos a su dpto. al toque. Subimos en el ascensor comiéndonos las bocas, chupándonos las lenguas, manoseándonos a más no poder. Abrió la puerta mientras yo le tocaba su hermoso culo. Le saqué la remera y el corpiño. Ahora esas tetas hermosas eran todas mías. Besé, chupé, lamí y saboree cada cm de su hermosa anatomía. Le lamí los pezones parados un buen rato, ella emitía pequeños gemidos.
Me tiró sobre un sillón en el comedor, me bajó los pantalones y continuó con lo que había empezado en el auto. Todavía puedo sentir su lengua envolviendo toda la cabeza de mi verga. Le pasaba la lengua desde la base hasta arriba y se tragaba toda la cabeza. Me empezó a apretar suavemente los huevos mientras me chupada toda la pija. Fue demasiado para mí.
-Uffff, te lleno de leche puta! -le dije.
-Si pendejo, llename las tetas de leche- dijo y apuntó mi verga a punto de explotar a sus terribles tetas.
Obviamente la bañe en leche. No aguantaba las ganas de chuparle la concha, así que le saqué el resto de la ropa y la senté en el sillón, con las piernas levantadas en los apoya brazos. Su conchita estaba muy húmeda ya, lo que me excitó todavía más. Le chupé toda la conchita, de afuera hacia adentro. Mi lengua se concentró en su clítoris. Pude sentir como se iba poniendo duro con cada embestida de mi lengua.
Sus gemidos ya no eran tan suaves. Lamí un rato su clítoris y sumé mis dedos a la faena. Me escupí dos dedos y la masturbé con mucha dedicación. Me acomodé en el sillón y empecé a jugar con mi lengua en la suya, a la vez que mis dedos le pajeaban el clítoris, haciendo círculos cada vez más cerrados. Sus gemidos ahora eran grititos.
-Sí, sí, pajeame hijo de puta, te quiero acabar toda! -me dijo entre gritos.
Sus deseos son órdenes para mí. Le di lengua y la seguí masturbando pocos minutos más. Su cuerpo empezó a temblar, sobre todo sus piernas. Apreté un poco más mis dedos en su clítoris, se convulsionó un poco, tiró su espalda para atrás y gritó un largo ahhhhhh mientras acabada con un hermoso chorro en mi mano.
-Cogeme por favor, cogeme toda! -me dijo mordiéndose el labio de abajo.
La puse en cuatro en el sillón, apoyando sus tetas en el respaldo, y le metí mi pija de nuevo durísima por atrás. Su conchita estaba empapada, al igual que sus piernas. La cogí bastante duro, sus gritos se confundían con mis gemidos. Sus gritos eran cada vez más fuertes, eso me calienta mucho.
-No pares pendejo, cogeme toda, no aguanto más, me vas a hacer acabar de nuevo! -me dijo con una voz de puta que me dejó al borde del orgasmo.
Su respiración se agitó mucho y pude sentir que estaba por acabar. No aguanté más y yo también llegué al orgasmo. Acabamos juntos, un largo, pronunciado y terrible orgasmo. Nos bañamos juntos, sin dejar de besarnos a cada momento. Tomamos unos tragos, escuchamos buena música y charlamos el resto de la noche. La promesa de reencuentro es inminente...

20 comentarios - Mariela de Haedo, poringuera

waly70
muy buen relato me encanto !!!!
te mando privado !!
angieyruben +1

Si la pasaron tan bien seguramente habrá reencuentro !!

Gracias por compartir.


Mariela de Haedo, poringuera
Neotete
ya hubo claro, besos!
elmanu46 +1
muy bueno van morlacos
Neotete
gracias animal!
Pervberto +1
¡Los lectores les pedimos que haya más!
Neotete +1
un honor como siempre amigazo!
sanpeperone +1
muy bieno el relato amigo
Neotete
gracias capo!
Gustavo35395 +1
10 puntos y me quedo corto . Muy buen relato !! La envidia que te tengo es terrible jajja pero con buena onda . Que lindo cuando se presentan estás situaciones de la nada. Un abrazo capo . Disfrutala !!!!
Neotete +1
gracias fenomeno!
solsport +1
Excelente encuentro!!! Muy buen relato
Neotete
gracias loco!
zarcelo977 +1
Excelente relato, saquen fotos del proximo encuentro!
Neotete +1
jaja bueno!
morocho291981 +1
si se puede develar el misterio de la poringuera seria genial!!!
Neotete
mmmm nop