Historia de probadores

Mi novia, Carolina, como contaba en el post anterior (la segunda parte está pendiente pero la seguiré) es una mina muy desinhibida, sin pudor prácticamente. Llevamos muchos años de relación y debo reconocer que al principio yo era muy hincha pelotas con el tema de la ropa, que si la falda era muy corta o si no usaba corpiño..un plomaso barbaro. Sin embargo, todo esa locura mia dio un vuelco luego del nacimiento nuestro hijo y el amamantamiento. 
Caro es una mujer muy bella con un lomazo, y muy conciente de lo que provoca con su cuerpo, y si bien siempre fue muy desinhibida, en la epoca de dar la teta ya me sorprendía el cero drama de mostrar esas hermosas tetas en donde sea y a quien sea, familiares, amigos, desconocidos etc etc. Obviamente que ella lo hacia para amamantar pero como daba las dos lolas un rato cada una, siempre dejaba una al descubierto completamente y seguia conversando con quien lo estuviera haciendo. De ahi que me picó el bichito y me generaban cierta excitación estas situaciones.

Mas adelante y con el tiempo yo me di cuenta que a ella le gustaba y daba cierto morbo esta especie de exhibicionismo y luego ya lo tomábamos como un juego que nos calentaba a los dos. 

Buscando un vestido

Un fin de semana teníamos un evento y salimos los dos con Caro a buscar un vestido para la noche. Tras ir de tienda en tienda y no encontrar nada, recaímos en una boutique que era muy pequeña y que ya estaban cerrando, como entramos antes de que cerraran la cortina metalica y Caro les rogó que necesitaba un vestido y que lo iba a comprar ahi si o si, nos dejaron pasar. Al chico que atendia el local junto con otra mina no le hizo mucha gracia que entremos a última hora pero finalmente ambos accedieron de buena manera. Entonces mi novia comenzó a mirar los vestidos uno o por uno y me pedia ayuda para elegirlo a mi.

Vendedor: Disculpa corazon, viendo así tu cuerpo tengo para mostrarte un vestido que te va a quedar fatal - le dice a Caro el vendedor, un chico de unos 30 años que al momento de hablar y gesticular nos dimos cuenta que se comía la galletita de acá a la China. No hacia falta ser muy observador para darse cuenta que el vendedor era gay.
Caro se sintió halagada y con una sonrisa le agradeció el gesto y pidió que le mostrara el vestido del cual le hablaba.

El vendedor fue al fondo del local a buscarlo mientras la otra vendedora, una chica de unos 25 años muy bonita se encargaba de cerrar el local para que no entre mas nadie. Adentro habiamos quedado solo los 4.

En eso vuelve el vendedor, quien nos dijo que se llamaba Jonás, caminando de forma muy amanerada con el vestido en la mano.
Jonás: Mirá linda este a vos te va a ir di-vi-no.
La vendedora, que no recuerdo su nombre, cuando ve el vestido me dice a mi: - Ay ese vestido es un fuego, tu mujer con eso parte la tierra.
Yo solo atiné a sonreir y le paso el vestido a Caro que lo miro con buenos ojos y se mandó directamente al probador para ver como le quedaba.
Yo no se mucho de ropa, pero era un vestido color pastel corto de una tela muy fina y con un buen escote.

Me quedo afuera del probador charlando con Jonas mientras caro estaba en el probador.
Al ratito sale Caro con el vestido puesto.

Caro: Y? Que tal? Y camina mirandose en los espejos desfilando para los tres.

Yo: GUAUUUU, se me cae la baba
Jonas: Una diosa.
Vendedora: Que lomazo flaca, comentó la chica que la miraba con los ojos muy abiertos.

Caro se prendia fuego, estaba MUY FUERTE. El vestido marcaba a la perfeccion su figura y las tetas le estaban por explotar (era la epoca que amamantaba todavia y las tenia re cargadas).

Vendedora: Te queda justo, ese vestido es para vos. Lo unico que te aconsejo es que como tiene la espalda descubierta esta noche lo uses sin sostén.

Caro: Si, pasa que estoy dando la teta y tengo miedo de mojarlo - Le explica mi novia  al momento que mirándose al espejo y sin dudarlo baja los cierres de los costados del vestido y se lo baja hasta la cintura quedando frente a los tres en corpiño.

Se queda un rato mirandose al espejo, primero de frente, luego de costado, de espalda, y sin ningún problema lleva sus brazos atras para desprenderse el corpiño mientras me miraba sonriente haciendome un gesto como diciendo "qué más da" y se queda en TETAS literalmente frente a Jonás, la vendedora y yo para probarse el vestido como se lo haba recomendado la chica.

En ese momento me puse al palo. No me lo esperaba. Caro habia dejado al aire esas dos tetas tan ricas con unos pezones erectos por el frio y se probaba el vestido sin drama en frente de todos.

Jonas me dice: Qué personalidad la de tu novia, es una genia. Diosa, Diosa.
Al tiempo que la vendedora no le sacaba los ojos de encima a Caro. La miraba y le admiraba todo el tiempo su figura. 
Vendedora: Linda, tengo el mismo modelo en color blanco si queres probartelo.

CLAAAARO.. a esta altura traigan todo lo que haya que queremos show - pensaba yo.

Caro le pidió que se lo traiga mientras se miraba fuera del probador como le quedaba el vestido sin corpiño.

Cuando llega el vestido blanco, a mi mujer ya no le importaba nada. Sabe lo buena que está y le encanta que le alaben su cuerpo. Dejó la cortina abierta del probador y fuera de el se empezó a sacar el vestido para probarse el otro.

Jonas, la vendedora y yo estabamos de espectadores en ese espectaculo privado que Caro nos estaba brindando. 
Primero bajo un hombro, despues el otro y de espalda a los tres se fue bajando el vestido, dejando ver como saltaban sus dos enormes tetas con grandes aureolas que caian y las veiamos por el espejo mientras ella se agachaba para terminar de sacarse el vestido regalandonos la postal de orto perfecto que tiene. 

Yo no daba mas de la calentura de estar viendo a mi mujer entangada y en tetas en una boutique frente a dos vendedores que acababamos de conocer. La muy guacha no tuvo piedad y quedó solo con esa tanga animal print frente a esos dos desconocidos.
Jonas, sinceramente era muy amanerado, super trolo y parecia mucho mas mujer que la mina. La vendedora, realmente no disimulaba y miraba el culo de caro con mucho deseo. 

Finalmente Caro se probó el vestido blanco que le quedaba hermoso y le resaltaba aun mas sus atributos. Con la unica diferencia que al ser blanco se transparentaba mucho la ropa interior, que por si algo faltaba, al advertir esto, Caro se encargó de bajarsela por debajo del vestido y dejar la tanga a un costado.

Caminó una vez más entre nosotros mirandose de arriba abajo y sabiendo lo perra que estaba.

Lo llevo, dijo.