Otra genial de esta semana fue elviernes. Empezó media para atrás, porque cuando me tenía que levantar tempranopara ir a un trámite a Olivos, no escuché el despertador y me levanté de golpe.Con gran sueño, ojos casi cerrados, medio boleado,me bañé, vestí, desayunérápido y volé adonde tenía que ir. Viajé en el colectivo 314 a Olivos, mujeres lindas,perfumadas, pero yo tenía bronca por levantarme y un sueño de locos, así que nime daba para mirarlas, así que se salvaron. Llegué, hice la cola, llegué a miturno, tuve que esperar de nuevo, me quedé sentado, me venía durmiendo ahíhasta que me volvieron a allamar, no sé qué lío hubo, documentación, boludeces,burocracia. Al fin, de las tipo 8 y cuarto que salí volví a mi departamentotipo 12 y media, porque encima el 314 de vuelta se rompió, tuvimos que bajar,un qilombo de aquéllos.
Bueno, hasta acá una cagada, perobueno, cosas de la vida. Llego a casita, almuerzo y a dormir. No, no, nada deeso. Ni bien entré al depto, escucho el teléfono. Atendí perezoso y eraSandrita, de quien no sabía nada hace montón, desde la orgía con ella y variasen mi cumple. La divina rubia me dijo que me quería ir a ver. Injusto, le recorté la onda a la pobre. "Sandra, perdoname pero estoy re cansado, reciénvuelvo de un qilombo bárbaro, no te puedo ver hoy", le dije mediofastidioso. Con su dulce voz, la joven de 18 me insistió: "Dale Diegui, unratito, te llevo algo y almorzamos, un rato que luego tengo que estudiar".Le repetí que no estaba con ganas, pero ella me dijo una vez más. Que un rato,que dale, que aunque sea un beso, que sabés que te quiero, que te llevoagnelottis. Bueno, tanta buena onda, dulzura y mimosidad me aflojaron, cómoresistirse a semejante pedazo de mujer. "Bueno, dale, te espero", ledije medio mala onda todavía. Y en menos de veinte, llegó la dulce, preciosa devestido blanco, tacos, maquillada, perfume, aroma a crema, cartera y con losagnelottis que tanto me gustan. "Hola mi amor, te amo", dijo dándomeun beso en la cara, un abrazo suave, caricia por los hombros y luego un besolargo en la boca. Obvio me copó, la besuqueée, aflojé mi mala gana y nomásalmorzamos queso, fiambre y la pasta, y de postre, otra sorpresa: Sandrita sacóde su cartera un chocolate grandote. "Para mi chocolate preferido",dijo refiriéndose obvio a mí. Otro besote, mimos, caricias, ma´s mimos.
Resultado: sexo. Se me fue elsueño, me calenté mal, la empecé a manosear y besar en la boca, cuello, cuerpoy acariciarla toda, ella se dejó y me hizo lo mismo. Nos volvimos locos,empezamos a toquetearnos todo, yo sus tetas, ella mi pene, me sacó la camisa yme aflojó y sacó el pantalón. El pene me creció fuerte y rápido, Sandrita lonotó y me lo apretujó suave y luego fuerte, se me paró y se me salió delcalzón. La rubia, agitada, excitada, me sacó el calzón, todo con mimos y besos,algunos de lengua. Quedé en bolas y herví esperando que ella se pusiera entetas. Sandrita se sacó suave su vestido, me dijo "cerrá los ojitos amorque tengo otra sorpresa", y cuandolos abrí, me moría al verla en corpiño y bombacha blanca superfina. Sandrita sequitó suave el corpiño, me lo tiró en la cara, casi me da en un ojo pero qué importa,y luego, mi divina Sandrita se sacó despacito la bombacha y se me pegoteó.Brutísimo la agarré, la aplasté contra la puerta de mi pieza, la manoseé toda,la arrojé en la cama como si fuera un objeto y tras tirármele encima conviolencia, se la metí duro por su vagina. Enloquecí con mi calentura y losgemidos de Sandrita, mientras su cuerpo perfecto y aroma a crema me sacaban. Yen menos de 10 no aguanté y eyaculé terrible semen en su vagina, Que Sandritasintió y gimió, gritó y se sacudió de la locura. Pero tanto me saca la rubiaque ni esperé que se pudiera recuperar de la garchada, la di vuelta y le di porla cola con el pene duro como si no la hubiera cogido, y en un ratito defrotada fuerte le eyaculé de nuevo montonazo de mi espeso semen. Luego le disemen en la boca, Sandrita tragó y chupó, me pidió en las tetas, volví afrotarla y le acabé semen en las tetas, las unté como tostada y se las apreté,ella largó su flujo y me lo dio a probar, pasé la lengua y tomé su flujo. Tancaliente me puso que la volví a cogerdos más por vagina, una por cola y otra por la vagina con mi pene duro y gruesoy por cola con un juguete de ella. Gritamos, largamos líquidos, gemimos,agitamos, locura, ropa al suelo, mi cama toda mojada de lo nuestro, terminamoshechos mierda, más yo que estaba con sueño del día. Sandrita me besuqueó, selavó, vistió, volvió del baño y con una bombacha en la mano. "Mi amor,esto para vos, mi dulce, te amo", dijo la rubia, me dio un besote en laboca y para completarla, porque nunca me conformo, le pedí su cremita. Sandritaasintió, me dio la crema chiquita que usa, después se compraba otra, otrobesote y se fue. Menos mal que yo tenía sueño, ganas de dormir. Pero qué querésque le haga, estas mujeres divinas te sacan todo. El sueño, el hambre, elsemen, todo.
Bueno, hasta acá una cagada, perobueno, cosas de la vida. Llego a casita, almuerzo y a dormir. No, no, nada deeso. Ni bien entré al depto, escucho el teléfono. Atendí perezoso y eraSandrita, de quien no sabía nada hace montón, desde la orgía con ella y variasen mi cumple. La divina rubia me dijo que me quería ir a ver. Injusto, le recorté la onda a la pobre. "Sandra, perdoname pero estoy re cansado, reciénvuelvo de un qilombo bárbaro, no te puedo ver hoy", le dije mediofastidioso. Con su dulce voz, la joven de 18 me insistió: "Dale Diegui, unratito, te llevo algo y almorzamos, un rato que luego tengo que estudiar".Le repetí que no estaba con ganas, pero ella me dijo una vez más. Que un rato,que dale, que aunque sea un beso, que sabés que te quiero, que te llevoagnelottis. Bueno, tanta buena onda, dulzura y mimosidad me aflojaron, cómoresistirse a semejante pedazo de mujer. "Bueno, dale, te espero", ledije medio mala onda todavía. Y en menos de veinte, llegó la dulce, preciosa devestido blanco, tacos, maquillada, perfume, aroma a crema, cartera y con losagnelottis que tanto me gustan. "Hola mi amor, te amo", dijo dándomeun beso en la cara, un abrazo suave, caricia por los hombros y luego un besolargo en la boca. Obvio me copó, la besuqueée, aflojé mi mala gana y nomásalmorzamos queso, fiambre y la pasta, y de postre, otra sorpresa: Sandrita sacóde su cartera un chocolate grandote. "Para mi chocolate preferido",dijo refiriéndose obvio a mí. Otro besote, mimos, caricias, ma´s mimos.
Resultado: sexo. Se me fue elsueño, me calenté mal, la empecé a manosear y besar en la boca, cuello, cuerpoy acariciarla toda, ella se dejó y me hizo lo mismo. Nos volvimos locos,empezamos a toquetearnos todo, yo sus tetas, ella mi pene, me sacó la camisa yme aflojó y sacó el pantalón. El pene me creció fuerte y rápido, Sandrita lonotó y me lo apretujó suave y luego fuerte, se me paró y se me salió delcalzón. La rubia, agitada, excitada, me sacó el calzón, todo con mimos y besos,algunos de lengua. Quedé en bolas y herví esperando que ella se pusiera entetas. Sandrita se sacó suave su vestido, me dijo "cerrá los ojitos amorque tengo otra sorpresa", y cuandolos abrí, me moría al verla en corpiño y bombacha blanca superfina. Sandrita sequitó suave el corpiño, me lo tiró en la cara, casi me da en un ojo pero qué importa,y luego, mi divina Sandrita se sacó despacito la bombacha y se me pegoteó.Brutísimo la agarré, la aplasté contra la puerta de mi pieza, la manoseé toda,la arrojé en la cama como si fuera un objeto y tras tirármele encima conviolencia, se la metí duro por su vagina. Enloquecí con mi calentura y losgemidos de Sandrita, mientras su cuerpo perfecto y aroma a crema me sacaban. Yen menos de 10 no aguanté y eyaculé terrible semen en su vagina, Que Sandritasintió y gimió, gritó y se sacudió de la locura. Pero tanto me saca la rubiaque ni esperé que se pudiera recuperar de la garchada, la di vuelta y le di porla cola con el pene duro como si no la hubiera cogido, y en un ratito defrotada fuerte le eyaculé de nuevo montonazo de mi espeso semen. Luego le disemen en la boca, Sandrita tragó y chupó, me pidió en las tetas, volví afrotarla y le acabé semen en las tetas, las unté como tostada y se las apreté,ella largó su flujo y me lo dio a probar, pasé la lengua y tomé su flujo. Tancaliente me puso que la volví a cogerdos más por vagina, una por cola y otra por la vagina con mi pene duro y gruesoy por cola con un juguete de ella. Gritamos, largamos líquidos, gemimos,agitamos, locura, ropa al suelo, mi cama toda mojada de lo nuestro, terminamoshechos mierda, más yo que estaba con sueño del día. Sandrita me besuqueó, selavó, vistió, volvió del baño y con una bombacha en la mano. "Mi amor,esto para vos, mi dulce, te amo", dijo la rubia, me dio un besote en laboca y para completarla, porque nunca me conformo, le pedí su cremita. Sandritaasintió, me dio la crema chiquita que usa, después se compraba otra, otrobesote y se fue. Menos mal que yo tenía sueño, ganas de dormir. Pero qué querésque le haga, estas mujeres divinas te sacan todo. El sueño, el hambre, elsemen, todo.
1 comentario - Con mucho sueño, comí y cogí con Sandrita