Descubriendo mi identidad V

Cuando la llamé ya estaba en el bondi. No sabía como pilotearla. Carolina sabía que estaba cagado, así que ella me disculpó con ella misma, una crack. Quedamos en otra promesa, una absurda y obligada promesa. Volver a vernos. En mi interior estaba seguro que era chamuyo,pero bueno, que podía hacer. Durante el viaje la cosa cambió un poco, pasamos un buen rato mensajeándonos por ws. La cosa se ponía buena, literalmente me limó la cabeza, la tenía re clara a la hora de calentar a un hombre. Me mandó un par de fotos. Primero de sus tetas, su boca sensual humedecida por su lengua, y como no podía faltar, una de su tremendo bulto,apretado por su pantalón, con la leyenda "algún día puede ser tuyo". Listo!!!!. Los ratones estaban a pleno. Le pedí que parara de tirar esas porque o me infartaba o me pegaba la vuelta. Ahí la cosa se distendió y seguimos charlando boludeces. Nos despedimos. Otra vez prometiendo utopías, sólo que esta vez tenían un aire más real.
Bajé del bondí. Estaba en casa. Clarita me esperaba en la estación. Corrió hasta donde estaba y nos besamos fuerte, y de pasadita me agarró la pija. -Se ve que andas necesitado, me dijo y yo,obviamente me prendí al chicaneo. Todo el viaje al barrio lo hicimos en un local, el 524. Todo el viaje me fue adobando. Abrimos la puerta del departamento (en realidad es una casa de esas tipo cabañas) y ahí nomás me garchó. Literalmente me dejó filtrado. No quedó rincón de la casa que no fuera testigo de nuestro amor. A la mitad del raid, cuatro en total, me quedé sin preservativos, por suerte toma anticonceptivos (como dije antes, soy muy cagón, por eso la doble protección). Después dormimos un rato. Bastante largo de por sí. Yo había llegado cerca del mediodía y ya era la hora de cenar.
Me desperté y empecé a preparar la cena. Clara se levantó al rato. Comimos y nos fuimos al sillón, pusimos la tele. No podía dejar de pensar en Caro y sus últimas palabras. Nos quedamos dormidos una vez más.

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