Bajo contenido de sexo

Nunca me esperaba una reacción de ella así. Por supuesto siempre me creí de mente abierta y libertino, me creí un hombre de relaciones abiertas y de no andar colgado a la vida de una pareja. Vivir sin ataduras era mi visión desde la juventud. Cuando conocí a Betina fue una sorpresa. Por lo general y a mi parecer, la mujer tiene un dejo puritano como la necesidad de cubrir el aspecto terrible de sus deseos. Algo como para aislarse de esa ansia pecaminosa. Como si no fuera compatible ser mujer, amante, madre y puta.  Esta simbiosis es posible y se concentra en la unidad corporal de eso que llamamos por lo general por su nombre pero que en forma dinámica denominamos desde la persona humana: mujer.
Retomo, cuando conocí a Betina conocí a mi parte femenina de la sexualidad. Era mi contra cara, más recordaba la opera Rock “Hewdwing and the ungry Little inch” no lo podía creer. Me la pase cogiendo con ella todo un fin de semana sin necesidad de mirar la calle. Mi departamento se llenó de tufo amoroso y nos buscamos en todos los aspectos lujuriosos que pueden los amantes encontrarse. En sombríos recovecos, maneras y modos, que no nombro y dejo a tu imaginación la capacidad de representarlos y te hagas la más maravillosa paja que te inspires.
Cuando nos íbamos, cuando la llevaba hasta su casa, cercana a la mía por Lujan confesé la verdad de lo que sentía: estaba empezando a enamorarme. Está claro que aun todo parecía muy prematuro, pero algo mostraba que todo era diferente y ella también lo expresaba igual, aunque no se precipitara con las palabras.
La semana paso lenta y yo ansioso de volver a estar con ella. Mi pija ardía al encontrase con el zipper del jean. Y mi coco se desmenuzaba al recordar su boca son sus hermosos dientes blancos brillando como un recién lustrado acero inoxidable. Le escribo por wasap, me saluda y me contesta, con fervor y me pregunta como estoy, inicio la charla y veo como las repuestas se van espaciando hasta que 20 minutos después no tengo más respuestas.
No dormí, juro que no pasaría factura por mi pelotuda actitud de sentirme volteado por no compartir esa tarde por wasap, pero me estropee, estaba enconchado por el enamoramiento y no había funcionado.
Como a las dos horas veía, como mis líneas del wasap seguían sin ser vistas, prendí la radio y casi desvelado me puse a e escuchar música y cuando era posible ver si había al menos lectura de esas líneas.
Al otro día roto por la vigilia me levanté y me fui atrabajar, hasta que a las casi 24 horas de emitido mis mensajes veo como se pusieron azules mis líneas por lo que se retomó la charla. Con la misma naturalidad y trato con que yo había llegado a la conclusión de que ella era la parte femenina de mí mismo, no había incluido esa parte de mí que no quería ver,sobre las relaciones abiertas, cosas de las que me hablo.
Confesare que siempre fui muy permisivo respecto a mí en es punto,pero así planteado y sin sentirme engañado, más bien un iluso, me dejo solo la alternativa de optar si diría sí o no a vivir en ese contexto.
Dije no.
No sé si lo lamento, pero fue importante.

2 comentarios - Bajo contenido de sexo

horrotika
hermoso relato, empiezo a seguirte, van puntos, y te invito a pasar a ñeer mis post, saludos