Una nena curiosa

Querido diario,

Estoy temblando, el corazón me late a mil por hora. Apenas doy crédito a mis ojos, no puede ser verdad lo que me ha pasado.

-No puede ser Ágata, te equivocas, compruébalo y veras como tú imaginación te ha jugado una mala pasada… ¡No!, mejor déjalo estar, no te arriesgues, si es cierto es algo que mejor no veas nunca.

Esta es la conversación que he mantenido conmigo misma mientras caminaba de un lado al otro del comedor frotándome nerviosamente las manos.

En solo unos minutos he pasado de ser la chica más feliz y despreocupada del mundo a sentirme como una delincuente y todo ha comenzado de la forma más tonta.

Esta tarde estaba sola en casa y he pensado que era el momento perfecto para dedicarme una sesión fotográfica. Ya sabes que a mi me gusta tanto sacarme fotos para luego subirlas como a Papá le molesta verme hacerlo, según el siempre voy demasiado ligera de ropa y enseño más de la cuenta.

-Bueno, ojos que no ven, corazón que no siente-He pensado.

Me he tomado tropecientas fotos frente al espejo. Según Papá todas serán iguales, pero claro él nunca me ve ningún defecto y yo contrariamente veo demasiados, así que nunca tengo suficiente material donde elegir.

Hasta aquí todo ha sido normal, pero cuando he intentado guardar las fotos en el ordenador he descubierto que no soy la única que sabe usar carpetas ocultas para guardar lo que no queremos que nadie vea.

-Ver archivos ocultos y…opss… ¿y esta carpeta?

Una nueva carpeta, totalmente desconocida para mi, ha aparecido al hacerse visibles los archivos ocultos, la carpeta se titula XXX.

-¿La triple X será de incógnita o será de guarredida española?- Me he preguntado la mar de feliz y claro, como la curiosidad termino por matar al gato, no he podido resistirme a hacer doble clic en el ratón.

Los ojos se me han abierto como platos y la boca casi me llega al suelo cuando las miniaturas han comenzado a desplegarse en la pantalla. Eran fotos, pero si según Papá mis fotos son demasiado atrevidas estas no sé qué calificativo le merecerán. En un primer momento tan solo he visto fotos pornográficas, pero tras unos segundos he reparado en una de las miniaturas. Era Mamá, era Mamá sujetando… una… gran polla totalmente empalmada y llevándosela a la boca. Me he puesto nerviosísima, automáticamente he cerrado la ventana y levantándome he salido al comedor con el corazón en la boca.

La verdad es que sigo en estado de shock, mi cabeza no hace más que dar vueltas formulando todo tipo de hipótesis. En los pocos segundos en los que he visto las fotos solo he podido identificar a Mamá y ahora una pregunta terrible me invade causándome temor. ¿Es mi padre el hombre de las fotos o acaso mi madre está engañando a Papá?

No puedo continuar con esta duda, debo aclararla.

21/09/2015 Segunda entrada.

Querido diario,

¡Qué locura!

¿Cómo describir lo que siento? ¿Cómo plasmar en palabras lo que me está pasando cuando apenas puedo confesármelo a mí misma?... Creo que estoy desvariando, al fin y al cabo ¿no es eso precisamente lo que se hace en un diario? confesar en el papel los pensamientos más íntimos. Voy a tratar de escribirlo aunque sea solo para desahogarme.

Tras armarme de valor he vuelto al ordenador y haciendo uso del ratón he llegado nuevamente a la carpeta oculta. El corazón desbocado me latía con fuerza y un torrente de adrenalina se deslizaba por mis venas mientras las miniaturas han vuelto a desplegarse por la pantalla. Esta vez directamente he pulsado sobre la primera de las fotografías que rápidamente se ha mostrado a pantalla completa.

En la pantalla ha aparecido Mamá sonriente y semidesnuda en una pose claramente sexual, no he perdido demasiado tiempo con esta foto y he comenzado a pasar las siguientes en busca de más información. La temática de las fotos ha continuado siendo la misma durante varias imágenes, Mamá se desprendía poco a poco de la ropa que le quedaba y acariciaba su cuerpo desnudo en actitud claramente provocadora hacia el fotógrafo.

Ha sido en la sexta o séptima foto cuando me he detenido y he comenzado a observar con mayor atención. En esta foto aparece Mamá sin dejar de sonreír y totalmente desnuda, arrodillada en el suelo y desabrochando el cinturón del fotógrafo quien muestra una evidente erección bajo sus pantalones mientras inmortaliza la escena enfocando desde arriba.

La siguiente fotografía se torna ya completamente pornográfica, Mamá ha conseguido deshacerse de la ropa de su pareja. Los pantalones y calzoncillos yacen ya en el suelo mientras ella toma el miembro sujetándolo por la base con una mano para desde abajo y siempre mirando hacia arriba deslizar su lengua por el tronco. En esta foto no pude identificar al propietario del miembro viril que se muestra en todo su esplendor, surcado por grandes venas y totalmente excitado con un glande hinchado en cuya punta se distinguen algunas gotas de líquido. En la fotografía parece una polla de buen tamaño, quizás más destacable por grosor que longitud aunque a decir verdad no soy ninguna experta.

Con la siguiente foto me he quitado un gran peso de encima, una de las manos del fotógrafo aparece sujetando a Mamá por el pelo mientras le introduce la polla en la boca que se cierra entorno al miembro abrazándolo con los labios. He podido distinguir la mano de Papá, es su reloj y su mano sin duda. La tensión que estaba experimentando se ha relajado enseguida y he respirado aliviada. No es que estuviese viendo algo que tuviese que ver, pero saber que Mamá no estaba engañando a Papá y que aquello no eran más que juegos de pareja me ha tranquilizado mucho.

He comenzado a pasar las fotos con más calma, en varias de las fotos Mamá le chupa la polla a Papá, en otras aparece a cuatro patas sobre la cama y papa juega con sus dedos en su raja que parece muy mojada, en las siguientes se ve penetrándola mientras ella, con su culo en pompa hunde la cabeza en la almohada.

-Vaya dos calentorros tengo como padres- He pensado.

He continuado pasando fotos y la escena ha vuelto a cambiar. Ahora era Papá quien estaba tumbado en la cama mientras Mamá situándose sobre él toma su polla y se la restriega por el coño totalmente afeitado, a continuación se repiten varias fotos donde ella está ya totalmente ensartada y cabalgando a Papá mientras este le aprieta una de sus gordas tetas con la mano libre. Siempre he tenido envidia de las grandes tetas de Mamá, ¿acaso esas cosas no se heredan? ¡Qué gran injusticia!

Nunca hubiese imaginado ver a mi madre con semejante cara de placer, en cambio a Papá no se le va la cara en ningún momento ya que todas las fotos están tomadas por él y desde su perspectiva.

Finalmente también he encontrado un video entre las fotos. No es un video demasiado largo, comienza con un plano de Mamá cabalgando y contoneándose violentamente sobre la polla de Papá cuando de repente el , con respiración entrecortada, le comenta que está apunto de correrse. Rápidamente Mamá descabalga para tumbarse boca arriba en la cama mientras le responde a Papá que se la de toda. Entonces la cámara se mueve violentamente durante unos mareantes segundos hasta que el plano vuelve a centrase sobre la sonriente cara de Mamá, que abre su boca sacando la lengua, mientras Papá se sacude la polla unas cuantas veces para terminar por correrse entre bufidos. Los chorros de semen salían de su miembro con violencia, un primer chorro ha impactado sobre la cara de Mamá, quien no ha podido evitar cerrar instintivamente los ojos por unos segundos, el resto de descargas han caído directamente sobre su boca y lengua mientras ella ha vuelto a abrir los ojos. Papá ha seguido meneándosela hasta que, exprimiendo su polla, ha depositada una última gota sobre la lengua de ella que no ha dudado en cerrar la boca y tragar antes de volver a abrirla mostrando que no quedaba nada de la corrida. Papa ha recogido el semen que quedaba sobre el rostro de Mamá haciendo uso de su capullo y lo ha llevado hasta la boca de ella que rápidamente lo ha rodeado con sus labios limpiando los últimos restos de leche momento en el que el video ha terminado.

No sé cómo ha pasado, ni en qué momento ha sucedido, pero al finalizar el video me he sorprendido a mí misma acariciándome el coño con la mano izquierda ya bajo el pijama. He deslizado los dedos por mi raja encontrando mis labios hinchados y especialmente sensibles. La humedad ha empapado mi tanga en apenas segundos cuando uno de mis dedos ha ejercido presión y penetrado con facilidad en el interior de mi encharcado sexo donde ha comenzado a moverse aumentando mi excitación mientras mis piernas se cerraban involuntariamente aprisionando la mano entre ellas.

De forma casi inconsciente he comenzado a manipular el ratón pasando las fotos en la pantalla hasta detenerme en una de ellas donde la polla de Papá aparece claramente en todo su vigor. Nuevamente me he sorprendido a mí misma ampliando la foto en la pantalla y centrándola sobre la herramienta de Papá mientras con mi mano izquierda no he dejado de estimular mi sexo hipersensible.

Un segundo dedo se ha colado en mi interior mientras me mordía el labio inferior y recorría con mis ojos el gigante miembro que aparecía en pantalla. He sentido envidia, envidia de Mamá por disfrutar de mi padre y he sentido deseo de ocupar su lugar, de sentir la fuerza de Papá haciéndome suya, de ser yo quien cabalgue su polla. He deslizado las yemas de los dedos de mi mano derecha por la pantalla acariciando el miembro erecto, surcando las venas hinchadas que le hacían mostrarse con toda su potencia mientras los dedos de la izquierda entraban y salían de mi coño cada vez con mayor rapidez deteniéndose, de tanto en tanto, para estimular mi clítoris totalmente excitado.

He imaginado a Papá metiendo su polla en mi boca mientras acaricia mi rostro, y soñado con lamer cada rincón de su sexo. Me he visto a mí misma tumbada en la cama mientras sus fuertes dedos recorrían mi raja y me he imaginado abierta de piernas mientras el devoraba la rajita de su nena haciéndola llegar al mismísimo cielo.

He deseado ser yo quien recibía su eyaculación mientras no dejaba de torturarme el chocho en busca de aliviar el ardor que me estaba consumiendo y finalmente he llegado a un orgasmo convulso imaginando que Papá descargaba toda su leche en mi interior mientras me besaba apasionadamente.

Cuando finalmente he recobrado el control de mi cuerpo he sentido de inmediato una sensación de culpabilidad. He apagado rápidamente el ordenador mientras notaba como un torrente de sangre acudía a mi rostro sonrojándolo y haciéndome sentir una quemazón en la piel. Al levantarme de la silla he sido consciente de que me había mojado más intensamente de lo que jamás había hecho en la vida, mi tanga estaba totalmente empapado, al igual que los pantalones del pijama y he notado como restos de flujo se deslizaban por mis piernas todavía algo temblorosas después del reciente orgasmo.

Rápidamente me he dirigido al baño, he dejado caer la ropa al suelo y entrando en la ducha he abierto el grifo del agua fría que ha comenzado caer sobre mi cuerpo. Durante unos minutos he dejado que el agua cayese sobre mi cabeza en un intento de apagar todas las ideas que me abrumaban, pero no me ha sido imposible apartar de mi mente aquellas imaginas. La imagen de la polla de Papá ha quedado impresa en mi retina y de nuevo he comenzado a fantasear imaginado que se encontraba en la ducha junto a mí.

He llevado mis manos hasta mis tetas imaginado que eran las suyas abrazándome desde detrás, he soñado que me enjabonaba suavemente encontrando mis pezones totalmente erectos y excitados mientras me besaba suavemente en el cuello y como si estuviese sucediendo realmente he apartado a un lado mi cabeza para ofrecérselo. Mi mano derecha ha iniciado un camino descendente a través de mi vientre y tras deslizarse por el vello púbico mis dedos han llegado al excitado clítoris comenzándolo a estimular mientras en mi mente era la fuerte mano de Papá y sus dedos los que me tocaban.

Por un momento me he sorprendido llevando la mano izquierda hacia atrás en busca de la inexistente polla de Papá que, dura como una piedra, me restregaba en el culo en mi fantasía y al no encontrarla he alzado el brazo para tomar la alcachofa de la ducha que he llevado directamente hasta mi entrepierna de forma que los chorros de agua golpeasen directamente sobre mi clítoris.

Los dedos de mi mano derecha han comenzado a adentrarse en mi sexo frotando fuertemente sus paredes, de forma lenta y silenciosa en un principio para lentamente aumentar la velocidad hasta llegar a un ritmo frenético y ruidoso que hacia salpicar el agua derramada sobre mi coño. Cuando finalmente he llegado al orgasmo este ha sido tan intenso y convulso que he tenido que apoyarme contra la pared para evitar derrumbarme, mientras mi chochito no paraba de contraerse expulsando chorros de flujo que mezclándose con el agua descendían por mis muslos y piernas hasta el plato de la ducha para desaparecer finalmente por el desagüe.

Debo haber estado al menos durante otros diez minutos bajo el agua tranquilizándome. Cuando he conseguido relajarme he salido de la ducha envuelta en una toalla y he recogido mi ropa del suelo para llevarla a la lavadora que he dejado en marcha. Luego me he vestido en mi habitación y ya más calmada he salido al salón para ver la televisión hasta que llegase a casa el resto de la familia.

Cuando la puerta se ha abierto, el primero en llegar ha sido Papá.

-Hola cariño.

-Hola Papá, ¿Qué tal el día?

-Bien hija, bien- Me ha dicho sentándose en el sofá junto a mí y dándome un beso-¿Y tú qué tal? ¿Cómo ha pasado mi chochete la tarde? Habrás estudiado.

-Me he puesto roja como un tomate al no poder evitar pensar en lo que su chochete había estado haciendo media hora antes.

-¡Papá! Te tengo dicho que no me llames así, que no soy ninguna cría.

-Pero hija, tú siempre vas a ser el chochete pequeño de Papá- Me ha contestado, para a continuación rodearme con su brazo y aprisionarme fuertemente contra su pecho haciendo inútil cualquier resistencia por mi parte. ¿Ya no quieres ser el chochete chico de Papi?- Me ha preguntado mientras me besaba repetidamente en el pelo.

-¡Para ya tonto!-Tras un breve forcejeo he conseguido liberarme de su abrazo de oso con lo que Papá ha protestado.

-Desde luego que arisca te estas volviendo, que mal te sienta hacerte mayor- Me ha dicho burlándose de mi mientras se levantaba del sofá- En fin, voy a ver si me ducho y veo que se prepara de cena. Ya puedes poner la mesa que tu madre no tardará mucho en llegar.

Me he quedado sentada en el sofá por unos segundos, creo que sin saber muy bien que me estaba pasando. Cuando finalmente he conseguido reaccionar y levantarme del sofá me he dado cuenta, he notado la humedad surgiendo de mis labios vaginales, empapando mi braguita y bajando por mi muslo. Otra vez estaba súper excitada y chorreando por un abrazo, un simple abrazo de Papá.

¡Qué locura!

No sé cómo voy conseguir dormir esta noche, vuelvo a estar chorreando con el hecho de escribir todo lo que ha pasado esta tarde.

Buenas noches.

-¿Pero qué cojones estoy haciendo? ¿Qué coño hago leyendo su diario? ¿Por qué narices guarde las fotos en el ordenador? Y lo peor de todo…

¿Qué se supone que estoy haciendo totalmente empalmado? …¡¡JODER!!

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