Médico a domicilio...

Hola, lo que van a leer a continuación pasó ayer nomás, me apure en escribirlo para dejárselos como un regalo deNavidad.Éstas son fechas complicadas para mí por la gente que ya no está, pero aún más por los que sí están. Ahora se viene también el año nuevo, las vacaciones y vaya una a saber cuando podré volver a escribir.Todavía me pasan cosas que deseo compartir con ustedes, por ejemplo que la semana pasada se realizó la habitual cena de Fin de Año de la empresa de mi marido, y allí me reencontré con Bruno y Fernando. Y bueno, charla va, charla viene quedamos en vernos. Sí, los tres. Cuándo será, no lo sé, pero me muero porque suceda y aún más por compartirlo con ustedes. Así que a todosgracias por estar y espero que sigan estando el año que viene. Porque ya saben, los cuernos de mi marido seguirán creciendo hasta ganarles a todos los renos de Papá Noel juntos..., jajaja.
Muchas felicidades para todos y todas, pásenla bien yéchense muchos polvos. Nada mejor que comenzar el año nuevo garchando.

Mariela, martes 20 de diciembre de 2016

PD: disculpen que no comente todo lo que me gustaría, es algo que pienso corregir para el próximo año. Besos.





Médico a domicilio...

La noche anterior nos habíamos estado wasapeando hasta tarde. Iba al baño con mi celular y me quedaba ahí escribiéndole, mandándole fotos, videos y hasta grabaciones de lo que me gustaría que me hiciera. Incluso le dije a mi marido que iba tomar un baño de inmersión, con espuma, sales y todos los chiches. Que estaba cansada y necesitaba relajarme un poco.
Él se ocupó de acostar al Ro y luego se quedó jugando a la Play en línea con algunos de sus amigos. Y mientrasél jugaba, yo me masturbaba con la caliente conversación que mantenía con el Doctor Valetta a través del Whatsapp.
Como se imaginarán a la noche casi no pude dormir de lo excitada que estaba. Hice el amor con mi marido, pero ni eso pudo calmarme, seguía caliente. Tenía ganas de doctor.Quería levantarme e ir a cogérmelo a donde fuese, sin que me importase nada.
Así que a la mañana me levanto temprano, y mientras preparo el desayuno, le envío un mensaje:
"Quiero verte antes de ir a trabajar, please".
Me urgía un mañanero y estaba segura que a él también. Quedamos en encontrarnos frente al Congreso, para ir a un telo de la zona. Pero después de que mi marido se fue a trabajar, me empezó a dar vuelta la idea de vernos en casa. Así ahorraríamos un montón de tiempo y no estaríamos tan apurados por cumplir con los horarios de nuestra jornada laboral.
Le propuse la idea y aunque en un principio se resistió, por los problemas que podría acarrearme si alguienlo veía, ante mi insistencia terminó aceptando. Claro que para que su presencia no resultara demasiado sospechosa, convinimos en que vendría uniformado de médico, con ambo blanco y maletín, como si estuviera haciendo una visita a domicilio.
Con todo arreglado, llevo al Ro a la guarderíay vuelvo de inmediato. Pongo velas aromáticas en el cuarto, música en el ipod y atenuo las luces para dejar todo envuelto en una penumbra sensual y romántica. Sin embargo no toco la cama. La idea de coger con el doctor en el mismo lecho que comparto con mi marido, incluso sobre las mismas sábanas, me resulta por demás estimulante.
Me pongo un baby doll rojo de saten que me había comprado para uno de mis tantos aniversarios y lo había usado en esa ocasión y nunca más. Ahora le llegaba la oportunidad de cumplir con su cometido. Un poco de rimel del mismo tono y ya estoy lista para recibirlo.
Cuando toca el portero eléctrico le abro sin ninguna demora, esperándolo tras la puerta, atenta a que no aparezca ninguno de mis vecinos. Cuando llega a mi piso, con el ambo blanco, maletín médico y estetoscopio al cuello, el corazón se me acelera.
-¿Usted es la enferma?- me pregunta, cerrando la puerta del ascensor y acercándose a mí.
-Sí doctor, y le aviso que estoy muy, muy enferma- le digo con mi mejor voz sexy.
-A ver, cuénteme que le está pasando- se interesa, ya dentro del departamento, a salvo de cualquier mirada indiscreta.
-Me arde mucho acá- le digo tocándome sin demasiado recato la zona del pubis.
-¿Es solo ardor?- pregunta fiel a su interpretación del médico a domicilio.
-Ardor y..., un poco de humedad- agrego.
-¿Solo un poco?-
-Bueno..., bastante humedad- asiento con una sonrisa.
-Voy a tener que revisarla, para saber cuán húmeda está- sostiene.
-Adelante doctor, soy toda suya- le digo ya sentada y abierta de piernas, dejando al descubierto esa grieta que en vez de separarnos nos une mucho más todavía.
Dispuesto a "auscultarme" el doctor Valetta se me sienta al lado y llevando una mano hacia mi "zona de conflicto", me acaricia suavemente.
-¡Mmmmhhhh..., está usted muy mojada! Va a necesitar un tratamiento intensivo- advierte, deslizando sus dedos arriba y abajo, empapándolos en mi cálido néctar.
-¿Cree que voy a necesitar alguna inyección, doctor?- le pregunto siempre con el mismo tonito sexy.
-Varias, pero no se preocupe, cuándo termine con usted va a quedar muy bien vacunada- me asegura, y sin poder ya controlarse, me hunde los dedos bien adentro de la concha y me besa en una forma que delata lo mucho que lo calentó el jueguito que acabamos de improvisar.
Acuérdense que ya veníamos calientes de la noche anterior, así que los dos estábamos a punto casi de la incineración.
Ya completamente desatado, me tumba de espalda en el sofá, y entra a chuparme la concha..., bueno lo de chupar es un eufemismo. Lo que hace es devorármela.
El doctor Valetta es una eminencia chupando, siempre supo complacerme en ese aspecto, y ahora volvía a hacerlo, provocando entre mis piernas un tsunami de sensaciones.
Me muerde los labios, el clitorís, me besa, me lame, me sacude, mete la lengua y la revuelve toda por dentro, succiona, chupa, sopletea. Todo con abundante saliva y mucha, mucha lengua, dejándome la concha hecha una mielcita.
Entonces se levanta y empieza a desvestirse. Me encanta mirarlo mientras lo hace. Como se desanuda la corbata, como se quita el ambo y se va desabotonando la camisa, dejando al descubierto ese pecho velludo y viril sobre el que tanto me gusta apoyar mi cabeza.
Cuando se saca el pantalón y el slip, liberando al invitado de honor, el corazón me da un vuelco. Es increíble lo que provoca en mí ese hombre. Desde el reencuentro que no me interesa coger con nadie más. Solo quiero estar con él y ser suya de todas las formas posibles e imaginables.
Con la pija bien al palo, viene hacia mí y poniéndola al alcance de mi boca, me deja chupársela a todo lo largo. Llego a sentir en la palma de mi lengua esa dureza incomparable y el calor que irradia por cada vena. Le chupo también los huevos, llenándome la boca de pelos, saboreando con entusiasmo esos globos hinchados que hierven de calentura.
Me saca la pija de la boca, se acomoda entre mis piernas, y agarrándome de los muslos me coge con una fiereza tal que delata a las claras el grado de excitación en el que se encuentra. No me da ninguna pausa, ni un respiro. Acomete una y otra vez, con golpes fulminantes y certeros.
Sin sacármela, me levanta las piernas y apoyando mis tobillos sobre sus hombros, intensifica la descarga, asestando mazazo tras mazazo. Acabo casi de inmediato, mojándome de la forma acostumbrada, caudalosa y espesamente, aunque él me sigue dando, duro como una roca, brutal, intenso, imponente.
No termino aún con éseprimer orgasmo que ya voy por el segundo, sin pausas, sin concesiones.
Por un instante, breve, brevísimo, todo resplandece a mi alrededor, como un estallido de luces y colores que me envuelve, nublándome los sentidos, dejándome en pausa, como en "stand by".
Cuando me recupero, lo primero que pienso es que voy a terminar con un aneurisma si me sigue haciendo acabar de esa forma. Alguna consecuencia debe acarrear tanto polvo. Aunque si ese es el precio que debo pagar por tanto placer, lo pago con gusto.
Aprovechándose de mi momentánea inconciencia, me agarra de la cintura y con la pija todavía clavada en mí, me levanta. Entrelazo mis manos alrededor de su cabeza para sostenerme, mientras me coge así, de parado, conmigo en upa, haciendo retumbar mis nalgas con cada golpe de su pelvis.
-¡Llevame a la cama!- le pido entre suspiros, las piernas en torno a su cintura, moviéndome yo también para acoplarme a sus lacerantes bombazos.
Le indico donde queda el dormitorio y hacia allá me lleva, alzada, deliciosamente ensartada, con mis caderas moviéndose en torno al émbolo de carne y sangre que en ese momento constituye el centro de Mi Universo.
Al entrar al cuarto, por entre el denso aroma de las velas,alcanzo a percibir el perfume de mi marido. Perfume que se mezcla con el de mi doctor, conformando entre ambos una fragancia sensual y exquisita.
Me tiende de espalda en la cama todavía desecha y echándose sobre mí, me empieza a bombear de nuevo, taladrándome hasta lo más hondo, impactando con todo su cuerpo en ese vértice de fuego por el cuál le estoy entregando hasta el alma.
La cama es una hoguera, se prende fuegodebajo de nuestros ya sudorosos cuerpos.
La fuerza y virilidad del doctor Valetta provocan un terremoto entre mis sábanas, espasmos de placer que nos sacuden y estremecen, poniéndonos ya al borde de la explosión.
Me voy a echar otro polvo, lo siento ahí, latiéndome en el vientre, golpeándome, sacudiéndome, arrancándome de mi propio cuerpo y revoleándome por el aire, sin red de contención alguna.
Esta vez acabamos juntos, al unísono, el orgasmo de uno engarzado con el del otro, fusionándose, combinados en uno solo, intenso, letal, apocalíptico. Entre roncos jadeos el doctor cae sobre mí, sudoroso, exhausto, soltando aún cargados lechazos en mi interior.
-¡Dios! ¡Me vas a dejar en coma de tanto acabar!- alcanzo a decirle, casi en un suspiro.
Nos besamos, mezclando fluidos también en nuestras bocas.
-No me canso de cogerte- me dice a modo de elogio, y por increíble que parezca, no me la saca, se mantiene adentro, duro todavía, sin disminuir ni un poquito su "en-verga-dura"...
Se voltea sobre su espalda, conmigo arriba y palmeándome la cola me incita a cabalgarlo. Así lo hago, moviéndome arriba y abajo, deslizando su potentísimo chotazo por todo mi interior, dentro y fuera, dentro y fuera, disfrutando cada pedazo, cada golpe, cada mete y saca. Hasta que en uno de tantos ensartes, debido a lo lubricada que tengo la concha, la pija se saley se encaja entre mis nalgas. Sin pensarlo dos veces me la acomodo por atrás y separándome las nalgas con una mano, se la devoro con el culo.
-¡Aaaayyyaaaaahhhhhhh...!- aúllo al sentir tan divina intrusión.
Dejo que su carne se amolde a la mía y comienzo a moverme despacio, manejando por mí misma el ritmo de la culeada. Por el movimiento mis tetas se desparraman sobre su pecho, dejándole grabada en la piel las marcas de mis hinchados pezones.
Me muevo arriba y abajo, disfrutando ese furioso palpitar que me desgarra hasta el alma con cada bombazo.Todo mi cuerpo y hasta el último de mis sentidos confluyen en un mismo objetivo, echarme otro polvo de antología, de esos a los que el doctor Valetta ya me habíaacostumbrado. Lo siento a punto de venirse, con esa fuerza que se proyecta tan intensa y poderosa. Acelero la montada, poniéndolo justo en el límite, al borde del estallido. Entonces me levanto, sacándomela del culo y agarrándosela con una mano, se la sacudo violentamente, esperando ansiosa el momento cúlmine, aquello sin lo cuál la vida no tendría ningún sentido. Veo como se le hincha la cabeza, como se dilata el agujero de la punta, y entonces sí, me la meto en la boca, recibiendo en mi paladar una cuantiosa descarga.
Los lechazos me golpean con fuerza, pero aún así me aguanto las arcadas. Quizás antes me resultaba imposible contener semejante catarata, pero ahora, después de todas las pijas que me he comido y de toda la leche que me he tragado, el polvo del doctor Valetta se desliza efusiva y espesamente por mi garganta, sin que se derrame ni una sola gota.
Mientras me trago toda su leche, el Doc suelta un grito de júbilo y victoria, festejando el triunfo absoluto de su virilidad.
Me acabó en la concha, en el culo y ahora en la boca. Me había hecho suya de todas las formas posibles. Y aún quería seguir entregándome a él. No había nada que pudiera negarle, lo que me pidiera se lo daría.
Tras esa ráfaga de polvos que nos echamos, nos quedamos tirados en la cama, acariciándonos, besándonos, disfrutando esas sensaciones que aún nos agitan y sofocan.
La ducha que nos damos juntos resulta la cereza del postre. Que un hombre te enjabone el cuerpo después de haberte garchado hasta el alma, constituye el sumun de la infidelidad, el epítomede los cuernos.
Llego a la oficina casi una hora después de lo habitual, con el pelo todavía mojado y una cara de feliz cumpleaños que delata lo bien que acabo de pasarla.Y es que en estas fechas, con las fiestas tan próximas, nada mejor que un mañanero para relajar tensiones. ¿No les parece?

23 comentarios - Médico a domicilio...

metalchono
¡Excelente!... lo malo es que se vienen las vacaciones y asumo que saldrás y nos dejarás con la curiosidad. C'est la vie!
zoletxx
yo voy a ser medico espero que me pase algo parecido jajaj muy buen relato
rusterroy
Wow !!¡!!!!!!
Excelente relato lastima que nos abandones por un tiempo pero esperaremos con ansias tu regreso que estés bien y felices fiestas
kellcito
extrañaba tus relatos marielita... siempre dejandome la pija a mil
chavalin
tremendo relato!...y felices fiestas!
hijodelnegro
Genial. Siempre bien redactados y muy calientes siempre!!!! Felicidades mari!!!!!!!!!
Pervberto
Cultivaré la paciencia de esperar los relatos de tus nuevas aventuras, sabiendo que experiencias y textos me llevarán a un suave delirio de placer.
el_bolita
espero que la pases bien en fiestas, como debe ser 😉 y me volo la cabeza el relato como siempre jaja
EdgardFior
Excelente marita me gustaria ser el doc para re cogerte todaaaaaaaaaaa
chikabisex
Marita... no puedo dejar de comentarte en cada relato tuyo que leo, lo mismo: QUE BIEN QUE ESCRIBIS!!!!!!! VAN 10 PUNTINES.....
bildecaledonia
+10 Marita como siempre lo tuyo impecable relato de otra excelente experiencia sexual!!!!!!!
dantraloco
buen relato, van 9 puntos
Y se la chupaste recien sacada de tu culo ummmmmmmmm morboso
alejomv88
Epico!!!!!! tu forma de relatar es muy buena. Tal parece que las usuarias que yo leo en esta página ya estan encaprichandose.
voyeur18
marianela que puta sos.. venite por peruu
FacundoApe
Excelente!!! Muy identificado con tu relato.
borracho_tuerto
MARITA Y SUS FRASES GENIALES

..."ya saben, los cuernos de mi marido seguirán creciendo hasta ganarles a todos los renos de Papá Noel juntos"

"...y llevando una mano hacia mi "zona de conflicto", me acaricia suavemente"

"...ya veníamos calientes de la noche anterior, así que los dos estábamos a punto casi de la incineración"

"Cuando se saca el pantalón y el slip, liberando al invitado de honor..."

"Le chupo también los huevos, llenándome la boca de pelos, saboreando con entusiasmo esos globos hinchados que hierven de calentura..."

"Sin pensarlo dos veces me la acomodo por atrás y separándome las nalgas con una mano, se la devoro con el culo"
ta tu forma de escribir y plantear las situaciones linda
"Me acabó en la concha, en el culo y ahora en la boca. Me había hecho suya de todas las formas posibles"

"Llego a la oficina casi una hora después de lo habitual, con el pelo todavía mojado y una cara de feliz cumpleaños que delata lo bien que acabo de pasarla"
[/i]

Mi querida Marita, genial y muy cachondo como siempre el relato querida, tu sabes cuanto me encanta tu forma de escribir y de plantear cada situación, que me dejas siempre babeando de caliente.
Espero con ansias tu próxima "garche-aventura" amiga, y ojalá no pase mucho tiempo para poder disfrutar de tu destreza literaria que tanto me calienta, gracias por tanta lujuria contenida en tus posts linda!!
Aprovecho para desearte también a ti unas FELICES FIESTAS junto a tus seres amados!!
Besos y un gran y cariñoso abrazo linda!! 💋
LEO


Médico a domicilio...
RodneyCash
mi colega, lo felicito por deleitarse con semejante mujer!!! marita, sos una bestia!! las ganas de cruzarte, ya no se si asegurar el auto, la verdad no hay mujer tan caliente como vos!
KaskasF
Importante la actitud que tenes seguí asi
juanoeste7
mariela, paso un mes de tu ultimo posteo.
nos tenes abandonados 😕
damianj70
Increíblemente intelectual!