Mi nenita, mi putita 3

Bueno amigos, volví con nuevas historias de mi nena. Antes que nada, me disculpo por la demora en cargar la tercer parte, pero la nena se me puso de novia y se cortaron nuestras morbosas juntaditas.
Luli empezó a salir con un pibe de 25 años, tuve la oportunidad de conocerlo, y me pareció un buen pibe, aunque no soportaba saber que se estaba comiendo a mi caramelito.
Ella dejó de venir a visitarme, y cada vez nos veíamos menos, ya ni siquiera compartíamos momentos tradicionales de padre-hija. Cada vez que estábamos juntos, había cierta tensión. Yo me la cojia con la mirada y ella parecía avergonzada de lo habíamos hecho. Situaciones realmente incomodas. Así fue pasando el tiempo...
Un viernes a la noche salí con amigos a un bar, tomamos bastante y nos pintó terminar la noche en un boliche para el que ya estábamos bastante grandes, no nos importo y empezamos a encarar, varias pendejas agarraban viaje, bailábamos y no tenían drama en fregarnos el orto en la pija. Bueno, asi fue pasando la noche... Estaba hasta las manos con una rubia flaquita, cero tetas pero con un orto divino, apretábamos, me manoseaba la verga, mientras le amasaba el orto, estaba a punto para que me la llevara a casa y le pegara la cojida de su vida. Pero mientras bailaba a full con esta pendeja, apareció Luli, me agarro de la camisa y a los empujones me sacó de la pista llevándome a un costado...
-Que haces, Lu? Estoy con una amiga – Le dije, intentando enojarme con ella. Lo que era imposible porque la nena esa noche estaba infernal, tenía un vestidito blanco apretado de esos acordonados que se usan, que le dejaba la mitad del orto afuera. Tan rica mi putita.
-Te pensas que me vas a cambiar por cualquier puta? Que haces acá? – Me grito, indignada.
- Calmate Lu, van a pensar cualquiera – Le dije, con miedo de que alguien nos conociera.
-No me importa, quien es esa? Que haces acá? Bla bla bla – Siguió gritando, deje de prestarle atención a lo que decía, no podía pensar en otra que en comerme ese par de tetas...
La agarre de la mano, y la lleve afuera, caminamos un poco, mientras seguía reprochándome cosas como la peor ex del mundo, no le di bola y seguí caminando tirándola de la mano, estaba sacado, llegamos a la entrada de un garaje, la empuje contra la pared y le metí un beso para que de una vez por todas se callara, le metí la lengua hasta la garganta mientras la agarraba por el orto, ella empezó a sobarme la pija, y en ese momento no me importó ni la rubia del boliche, ni mis amigos, ni si nos veía alguien conocido. Estabamos enloquecidos, Luli no paraba de masajearme la pija, que ya estaba a mil, mientras yo habia dejado su boquita para seguir besando ese hermoso escote. Asi estuvimos un ratito.
-Esto es lo que querías, putita? – Le dije, mientras le acariciaba la concha por debajo del vestido. – Porque no le pedís la pija a tu noviecito? – Dije celoso y enojado, mientras le metía los dedos en la concha, haciendo que se retuerza de placer.
- Basta, basta. Llevame a casa. Cojeme – Me dijo entre gemidos. Mientras me empapaba los dedos adentro de su concha.
Nos fuimos. Subimos al auto. Hicimos un par de cuadras. Y le dije que me la chupara. No dijo nada, no se quejo, ni puso peros. Me desprendió el pantalón como pudo y empezó a mamarme la verga, el viaje era corto, pero fui tan despacio como pude para aprovechar cada segundo de esa boquita comiéndome la pija. Veia la cabecita de Luli subir y bajar, mientras sentía como me comía la verga centímetro a centímetro, la saboreaba, me masajeaba los huevos, me mordía muy suave la cabecita de la chota, hacia circulitos con la lengua en toda la verga, un pete exquisito. No pude mas, frene a un costado, como pude, le agarre la cabeza presionándola contra mi pija y acabé, fueron chorros de leche directo a su boquita y se la trago toda. Le solté la cabeza, le dio un último lengüetazo a mi pija para sacarle toda la leche y me dio un beso en el cachete.
-Vamos a casa, Pa. – Me dijo. Dejando el morbo y la perversidad mas a flor de piel que nunca.
Llegamos, le di las llaves y ella entró, mientras yo dejaba el auto en la cochera. Cuando entré a casa, pensé que me iba a esperar en el sillón o en mi cama. Pero no, me llamo desde el baño, fui y la encontré desnuda. Totalmente. Había pasado tanto tiempo desde nuestro último polvo, que volver a verla desnudita me puso la pija a mil. Hizo como un bailecito sexy mientras se acercaba a mí, me abrazó y empezó a besarme, mientras me desprendía la camisa, yo me fui bajando el pantalón y los zapatos ya habían quedado en el camino. En unos minutos ya estábamos los dos totalmente desnudos, piel a piel, podía sentir esas hermosas tetas bien paraditas pegarse en mi pecho, la agarre por el orto como alzándola, ella se colgó de mi cuello y se abrazo de mi cintura con sus piernas, asi la lleve contra la pared de la ducha y largue el agua, empezamos a mojarnos, y asi me comi esas tetitas bien mojaditas... las mordisquee, las amase, chupe esos pezones, los pellisque, los hice mios... Luli gritaba de placer, entre tanto, le metia algún dedo en el orto, y se volvia loca... Estuvimos asi un rato, y empezó a pedirme que la coja.
-Cojeme, cojeme, aaaah aaaah... no puedo mas... cojeme. – Me rogaba la muy puta.
-Queres pija, putita? Pedimela, pedile a papi la pija... – Le dije, tirándole el pelo... Mientras hundía mi cara en ese par de tetas... – Estaba enloquecido, fuera de si, totalmente.
- Ummmm si, dale, cojeme papi, damela toda, rompeme toda mmmm... – Gemia, mientras me pedia que la cojiera.
La di vuelta, apretándole las tetas contra los azulejos del baño, le meti la mano en el culo, separándole bien las piernas, me agache un poco, y como pude le meti la pija en el orto.
-NO, NO... ASI NO... – Empezo a gritar Luli, mientras paraba mas el orto, preparándose a una cojida infernal. Obvio no le di bola a sus gritos de pendeja histérica, y le meti la verga hasta el fondo, gritó, se arqueó, me pidió que la saque. Nada me paró. Empece a bombear adentro de ese orto, una y otra vez, estaba descontrolado, sentía como rebotaba sus tetas contra la pared del baño y a la vez como chocaban mis huevos en la cola de Luli, ella gritaba un poco de dolor y otro poco de placer. La agarre de las tetas, mientras ella se bamboleaba sobre mi pija... La apreté bien fuerte contra la pared y reventándole el orto, se lo llene de leche. Luli no paraba de gemir, gritaba como una perra, saque la pija, se dio vuelta y me beso. Salimos de la ducha. Nos secamos y nos fuimos a la cama. Asi estuvimos. Cojiendo prácticamente toda la noche. Y asi seguimos todo el finde. Pero esa será otra historia.
Ahora, y como algunos me lo pidieron en comentarios del post anterior, les dejo unas fotitos que me manda mi bebita por whatsapp, para que me entretenga este finde que me dejo solo.

Mi nenita, mi putita 3

papa

nena

11 comentarios - Mi nenita, mi putita 3

VirgenALos29
Hermosa Hembra!!!
Me La Ha Puesto Dura!!!
AlejandroKro
Muy buen relato! Y la pendeja tremenda!! Puntos
Yosoy277
Nah, lo que es esa cola!
Que suerte con una hija tan putita vos!
Esperamos más material
pururi
Joder yo me considero liberal pero esto me parece mucho vos me decis una prima una hermanastra pero una hija osea terrible complejo de edipo hasta las manos es fuerte, pd: la nena esta terrible 😉
MarcosDip
que buena historia! tengo un par de preguntas, para la proxima entrega podrias ampliar mas el contexto, enriqueceria el relato, no solo exponer las hermosas cogidas...

¿Porque se habia distanciado?
¿Que paso con el novio?
¿Que explicacion aduce al hecho del despertar de su irrefrenable deseo hacia vos?
¿Hablaron del tema?
Saludos!
fecotinez +1
Hola Marcos, mira la verdad que pensé que ampliar más el contexto y ahondar en detalles iba a volver el relato un poco denso. Si ves las partes anteriores, son un poco más largas en relación a la 3era, pero lo voy a tener en cuenta para la próxima. Gracias!
MarcosDip
@fecotinez Por favor continua con esta saga que es una maravilla !!! gracias por tomarte el tiempo para responderme!
Gomero_simpson
Muy buena tu historia loco!! andaba esperando la tercera parte! y ojala siga!!