La trampa

Me encanta esto. No está bien, no puedo confesárselo a nadie. Me cuesta incluso aceptarlo yo. Pero que bien se siente.
-Si, seguí haciendo eso- pienso. No lo digo, pero exagero un gemido para que te des cuenta de que me gusta y sigas. A cada gemido crece tu pija dentro mío, puedo notarlo a pesar de la humedad. Me encanta esto.
No es la pija más grande que haya tenido dentro en mi vida. Ni siquiera es la más grande que tuve adentro hoy. Pero no puedo evitar sentir placer por esta situación que roza con el morbo, y está a punto de volverse aún peor.
Me muevo un poco, llevo mi mano hasta abajo, para acariciarme y también acariciar la base de tu verga, sé que te gusta y que lo pone aún más duro. Me arqueo dándote a entender que sigas haciendo exactamente eso.
Giro mi cara hacia la derecha para darte más espacio y que beses mi cuello, quiero ofrecerte ese flanco, y sentir tu lengua ahí, justo ahí. No logro apartar mi mirada de la TV apagada del hotel. Darme cuenta donde estamos me hace pensar en cuantos más estuvieron en esta cama hoy. ¿Cuántos orgasmos, cuántas chupadas de pija, cuantas penetraciones ocurrieron en el mismo lugar donde tengo apoyada mi cabeza?
Necesito pensar en la cantidad, es lo que me excita en este momento. Mientras tanto vos seguí así, no te apures, cogeme despacio y seguí besándome, pasando tu lengua, ahora por mi hombro. Se que te gusta mi tatuaje, entretenete un rato ahí mientras pienso en números.
¿Cuántos más estuvieron en tu lugar? Cuantos besaron mi hombro y mi tatuaje mientras me penetraban despacio? Imposible sacar la cuenta ahora, demasiado excitada por lo que está por pasar. Como una araña, con paciencia, voy tejiendo mi trampa, y estas cayendo y voy a explotar de placer cuando lo hagas.
No sé cuántos más pero al menos uno más hoy. Una pija dentro mío, una boca en mi hombro y mi tatuaje, una lengua en mi boca. Si supieras, pensarías que soy una puta. Yo quiero pensar ahora que soy una puta, y una hija de puta también.
Mmmm, si, seguí así, dándome tu pija y lamiéndome, ya falta poco.
Te lo mereces, por mentiroso. Te mereces mi trampa, y voy a acabar cuando pueda saborear mi venganza. No pares, seguí, te lo digo ahora en un susurro. No pares, seguí. Quiero más.
Te mereces por mentiroso y muchas otras cosas más mi trampa. Ya estoy en clima, es el momento. Seguí cogiéndome, enterrá tu pija en el mismo lugar donde hace un rato entró otra. Si, ya es hora, quiero terminar en un orgasmo fabuloso. Es el momento.
Bajá, te pido, chupalas. Fuerte, las dos, chupalas bien.
Mmm si…
Siento bajar el orgasmo más maravilloso, mezcla de placer y venganza. Soy una puta, y seré una hija de puta, pero no recuerdo haber acabado tanto como ahora que puedo ver y sentir como tu lengua recoge de mis tetas la leche, el semen que él dejó allí hace un rato, y que deliberadamente olvidé quitar.

6 comentarios - La trampa

mateoluca
Con tantas cuentas seguro son una profe de matematicas
adrianporinguero
Muy bueno! Felicitaciones! .............si tenes ganas para la proxima aporta algunos datos de contexto.....(como sos vos......como es el...... algun dato de sus mentiras....... asi la historia se pone incluso mejor). Gcias por el aporte. Beso