el placentero camino del sexo (capitulo1)

El placentero camino del sexo.



A sus menesteres soy leo, me considero un muchacho común. La vida me ha cruzado varias mujeres y es así que nace la idea de contar un resumen de mis historias con el sexo.
Entrado en el mundo de placeres desde pequeño, siempre me han gustado las mujeres maduras, laura persona donde se centra este relato fue una de las interactuantes en mi vida de placeres.
Siempre ame escribir poemas, algunos de ellos muy erógenos y descriptivos, pero como mi vida personal implica contacto con mucha gente los publico normalmente bajo un seudónimo (Leo Avtr), en esos tiempos publicaba un poema por noche en una página abocada al contacto con personas gorditas. Por aquellos días publicaba un poema llamado sexo el cual parece haberle gustado mucho al público femenino.
El poema es uno de los más representativos de mis maneras en el el sexo y evidentemente a laura le gustó mucho y quiso saber más de mí. Laura es una mujer de unos 35 años, casada con 2 hijos, el marido es un miembro de las fuerzas de seguridad así que ella pasa mucho tiempo sola. Ella es una mujer sólida, de esas mujeres gorditas pero con todo firme, caderas anchas y un bello culo parado, como toda rellenita tiene unos pechos grandes dignos de una turca.
El primer mail de Laura fue simple con una pregunta muy concisa, evidentemente mi s palabras había movido algo en su interior. En pocas líneas Laura escribió.
… hola soy Laura, leí tus poemas y me gustaron mucho. Quería saber si alguien que escribe todo eso de lo que escribís como es al estar con una mujer…
Cuando leí su mail inmediatamente quise saber de ella, así que mi decisión fue simple, voy a contestarle y ver que sucede.
… Laura cada palabra que sale de mi mente nació en los placeres que transmito, soy como un bien café, intenso al punto de que de seguro cerrarías los ojos al probarme y a su vez tan único que grabarías mi sabor en tu boca para nunca olvidarlo…
Después de ese mail comenzamos a chatear, ella eligió el video chat como medio de comunicación y el skype nos unió. Cada noche avanzábamos un poco en nuestras charlas y solo con verla se le notaba que se excitaba con nuestras charlas. Al tercer o cuarto día de charla ella necesitaba mas ya no se conformaba con la charla y me pregunto.
-leo me gustaría que me muestre más de vos.
-Está bien, pero vos también que mostrarme mas de vos.
Asi sus ojos le brillaron al ver mi sexo en su cam, se veía que su mano se perdía del teclado y desaparecía camino de su entrepierna.
-Laura, si vas a tocarte quiero verte mostrarme tu sexo húmedo y si deseas como veo que deseas déjate llevar.
-Tengo marido leo, no esta bien que haga estas cosas -Dijo laura evidentemente en actitud exitada.
Paso siguiente ella se denudaba frente a la cam y seguía paso a paso lo que le pedía, yo veía su actitud sumisa y pedía más. Ese día termino cunado acabo frente a cam y se veía como los jugos de su sexo goteaban hasta la cama.
Al otro día ya tenía deseos de ver hasta donde llegaba, prendí la compu y ella estaba en bata, no me pareció raro ya que el día anterior estaba de pijama. Al principio parecía que lo del día anterior había sobrepasado los límites de propios deseos. Avanzada la charla se volvía cada vez mas caliente y ella era evidente intentaba liberarse y yo desde mi deseo le daba la confianza para que lo haga.
-leo, esto que voy a hacer es una locura, pero vos me das la seguridad para compartirlo con vos. Dijo ella
Acto siguiente se quito la bata y estaba en un portaligas rojo y negro con un corset a tono que exaltaba sus tetas, dio un giro y mas alla de ser gordita tenia una piel hermosa y la manera en que calentaba si tanga perdiéndose en las nalgas me dejaron inmediatamente con una reacción única.
-Sos muy hermosa bella, te vestiste asi solo para mí - Le dije excitado.
-Si leo, me los compre para usarlo con mi marido, pero el no me calienta como lo haces vos y quería que seas e primero en verme asi.
Ya ante su cuerpo entregado a mi disfrute de verla, acto seguido le mostré mi erección y se mordió el labio en expresión de deseo.
-Sentate y sedúceme – le dije inmediatamente
Ella se sentó y buscando mi mirada en la cámara se abrió de piernas. En ese momento no necesito correr su tanga, estaba tan mojada que su tanga se hizo transparente. Sin necesidad de que se lo diga ella libero sus pechos y me regalo un show porno de esos que solo se ven en películas.
-Quiero ver como tus dedos te poseen –le dije ansioso.
-Leo es demasiado, tengo marido.
-Pero veo que estas mojada solo con verme, quiero que tus manos sean las mías, que me guíes a través de tu cuerpo –le dije
Ella comenzó primero tocándose por arriba del tanga y trataba de apagar sus gemidos, en un punto su mirada se perdió y corrió su tanga. Primero un dedo entraba y salía de ella ya sus gemidos eran de placer y luego fueron 2 y tres dedos asi mientras evidentemente llego a un orgasmo. Sus piernas temblaban y su mirada buscaba verme. En ese instante le dije quiero mas…
Ella aun en orgasmo evidente mi miro atenta, tratando de saber de que le hablaba.
-Quiero ver como esos dedos llenos de tus jugos se pierden en tu cola –le dije
Acto seguido abrió grande los ojos y con su cabeza decía que no, pero se dio vuelta dejando un ano que simple viste parecía estrecho. Poco a poco su dedo entraba y se la sentía gemir cuando tuvo un dedo adentro atenta a mis instrucciones comenzó a autoflagelar su anito,
-Quiero que ingreses otro dedo, le ordene.
Cuando el segundo dedo entro un sonido seco, utural como una pequeña queja salió de su voz, insistí hasta que los dos dedos e perdieron en su ano y como una buena sumisa comenzó el acto sexual, en algún punto ya no le insistía y ella se aplicaba sexo anal con sus dedos sin ningún tipo de piedad. Durante media hora estuvimos asi cuando note que los jugos de su sexo le chorreaban por su pierna. Unos instantes después su cuerpo se estremeció y no podía hablar acabo por segunda vez.
Saludo y chichoneos después, nos despedimos.

Todo encaminaba a una relación de virtual, pero después de dos meses de sexo on-line ella me dice.
-Tengo que ir a hacerme un estudio a buenos aires, ¿serías mi guía por la ciudad?
-Sin problemas, ¿venís sola?
-Si, mi marido se queda a cuidar a los chicos.
-Entonces podremos portarnos mal. –le dije
-No, pero espero que me cudes bien. – me contesto picara.
Una semana después llego de rio negro, cuando la vi todas nuestras noches de sexo pasaron por mi mente, cada foto compartido caga orgasmo que sus dedos me regalaron.
Bajo de calza negra, zapatos con plataforma y tacos bastante altos, lo cual exaltaba su gran cola, llevaba una remera escotada y en el punto donde nacen sus pechos una de esas medallitas que identificaba que tenia dos chicos.
Como un caballero la salude y lleve su bolso, no le comí la boca solo por el hecho de que quería saber si la química que tuvimos on-line seguía cuando estábamos juntos. Ambos nos portamos bien en el camino, ella se quedó en un apart hotel por callao. Subimos a ascensor y ella me tomo la mano cual pareja y abrió la puerta a que algo podía pasar.
Al principio fuimos formales y de a poco no tocamos las piernas, así llego a mi erección y comenzó a tocarme por arriba del pantalón cada vez mas descaradamente así le comi la boca y y no aguanto mas bajo mi cierre y luego se arrodillo frente a mi dejando su culo parado. Comió cada centímetro de mi sexo hasta regalarme una arcada, pero eso no la detenia estaba desaforada e inmediatamente con sus mano comenzó a tocarse mientras me practicaba un felación cuyo único nombre es desesperada.
Me relaje y disfrute del espectáculo, su lengua recorría desde la base al glande cada parte mi pene erecto frente sus ojos al relajarme controlo bien la emoción y el éxtasis. Ella me mira a los ojos y me dice…
-no la chupo bien, mi marido ya me hubiera llenado la boca de leche –dijo ella
-hermosa, tu marido no dura lo que yo por que no es intenso, yo te avise que soy intenso.
Ella siguió chupando mientras se tocaba, en eso la levante de la barbilla y con un cachetazo de esos para llamar la atención sin se un golpe, le dije
-sácate la calza, y ofréceme tu sexo –le ordene
-si –es lo único que salió de su boca.
En segundos su cuerpo solo se cubría de un diminuto culote, se puso en cuatro patas en la cama y me llamo nuevamente.
En ese instante la guie darse vuelta y abrir las piernas y de inmediato comencé a practicarle sexo oral, recorrí su sexo lentamente mi lengua absorbió cada gota dispersa y luego comenzó una incentivación a su clítoris.
Ella se retorcía en la cama y mordía la almohada para apagar los gemidos mientras mi lengua deseaba sacarle su orgasmo y como hábil herramienta lo logro en poco tiempo. Ella se retorcía de placer mientras lleno mi boca de una acabada explosiva. Me buscaba mirándome a los ojos y yo me pare frente a ella y le dije.
-esta fue la presentación vamos a que te hagan el estudio y después te dejo de cama –le dije
ella asintió con la cabeza ya que después der orgasmo que tuvo aun no le dejaban de temblar las piernas.
Se baño y se cambio, se puso un vestido muy desinhibido, se veía muy sexy, enterró a la esposa de provincia y se decidió a ser mi esclava privada.
Fuimos al hospital, ella se saco sangre y salimos a caminar por la ciudad, la lleve a comprar unas cosas que necesitaba y después pasamos por mi oficina. Mi oficina es una oficina vitrada que a la avenida Rivadavia, en ella mirando a la calle y con el riesgo de que llegue gente le quite su tanga y le dije esto es mío, ahora que tome aire por después quiero mucho sexo.
Salimos de mi oficina ella estaba roja de andar sin tanga y cuando volvimos al hotel ya en el ascensor comencé a masturbarla, ella estaba nerviosa pero muy caliente, al abrir la puerta de la habitación lo único que hizo es arrodillarse y sacar mi pene para chuparlo, cada chupada era tan profunda que incluso de a ratos daba arcadas.
La tome del pelo y le dije hoy te di un orgasmo ahora quiero mi premio y la lleve al balcón, subí su falda a su cintura y comencé a darle sexo ella no sabia que hacer ya que estaba muy caliente de a ratos lo único que decía es nos pueden ver y seguí ofreciéndome su sexo chorreante.
Media hora de sexo lujurioso en el balcón le sacaron mas de un orgasmo y le dije al oído.
-quiero acabar
-por favor adentro no –dijo ella.
Se la saque y le dije quiero que la tomes, ella no dudo se arrodillo y la chupo hasta que los chorros le produjeron una arcada y luego la limpio con la lengua, al estar limpiando mi pepe comenzó a ponerse duro de nuevo. Ella me miro y dijo.
-de nuevo
-si bb, prepárate quiero el premio grande.
Entramos de nuevo a la habitación, la tire en la cama y comencé con un beso negro que la estremeció. Todos los músculos de su pierna se tensaron y si esfínter se cerro, pero de a poco cedió a mi lengua experta.
Después de un rato comencé a apuntar mis intenciones, coloque mi pene en la entrada a su ano, y de a poco me abril camino, cuando mi glande estaba adentro le di una estocada que introdujo mi pene por completo. Ella mordió las sabanas y apago un grito con ello.
Su apretado culito fue mío esa noche cuatro veces seguidas, ella lagrimeo, grito, acabo y pidió mas en todos los casos llene su cuerpo de mi semen marcándola como mía.
Al otro día, un mensaje decía que su esposo venia a acompañarla con sus hijos. Fue así que nos despedimos. Cuando me fui ella caminaba dificultosamente por la gran cogida anal que tuvimos y fue así que me despedí.
Lastimosamente no volvió a buenos aires desde aquel invierno. Pero siempre que hablamos dice que si bien su culito no era virgen, fui el primer hombre hacerla acabar mientras tenia sexo anal y que no faltara oportunidad de que vuelva a sentir mi intensidad.



Este es el primero de varios relatos le dejo unas fotos de mis charlas en aquel entonces, espero sus comentarios y el placer seguir escribiendo.

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1 comentario - el placentero camino del sexo (capitulo1)

marido_cornudo
Excelente me calentó y va paja y unos puntos