Una nueva experiencia

Siempre quise conocer gente nueva, abrirme a nuevos mundos, y siempre tuve cierto interés por las mujeres de buenos aires, por qué? la verdad es que no conozco la razón.
La pregunta era como conocer a alguien que está a más de 600 kilómetros de donde vivo, un amigo me recomendó usar una red social de encuentros, yo no tenía nada que perder, así que comencé a usarla. Al principio me lleve una decepción, porque parecía que solo lo que quería esa página era recaudar dinero, cosa que sería lógica, en fin, navegando pude conversar con varias mujeres pero ninguna terminaba de convencerme, al entrar había fotos de muchas, pero claro, para hablar con ellas era toda una odisea, ya que la mitad de ellas directamente obviaba tus mensajes.
En una de las tantas visitas a la web, me llamo la atención una chica en particular, sin muchas ilusiones de que me contestase, le escribí. Para mi sorpresa contesto casi de inmediato, así que comencé a hablar con ella, su nombre era Lorena.
Primero pensé, que le digo! Así que empecé a hablarle como pude sin muchas esperanzas, para mi sorpresa, contestaba casi al instante y la conversación se tornó cada vez más divertida, le pedí si me podía dar su número y ella accedió, así que ya se tornó más fluida la comunicación entre nosotros. Casi sin querer preguntamos por nuestras vidas privadas, hobby, profesiones, y la conversación cada vez más se tornaba más llevadera. Le pregunte porque me respondió, si le parecí interesante, ella me respondió con un claro si, te doy, sentí que ya era mi día!
Empezamos a hablar de nosotros, y como quien quiso, empezamos a hablar de con cuantas personas estuvimos, ella primero me pregunto con cuantas personas de la web había salido, como decirle que ella era la primera si quedar como un idiota, aunque bueno, se lo dije. Ella me comento que había salido con 5 chicos, pero solo salido y que todo había quedado ahí, dándome a entender que la noche no se hizo tan larga. Está bien, pensé, ella no quiere estar con cualquier persona al azar, y casi automáticamente empezamos a hablar de sexo, pero para mi sorpresa, ella me confeso que era virgen, primero pensé que era toda una mentira, a los 20 años, en buenos aires? Ja, pero ella actuaba como tal, le daba mucha vergüenza hablar del tema, termine por suponer que lo que ella me decía era cierto. Le dije que me encantaría invitarla a salir, pero, donde? Estábamos muy lejos en distancia, después de dialogarlo acordamos encontrarnos en un lugar hermoso para recrear el alma y la mente, Cabalango, en córdoba. Quedamos en encontrarnos en la terminal de córdoba y de ahí partir hacia nuestro destino, yo pensaba que sería raro irme con una persona la cual conozco muy poco a un lugar solo nosotros, haciendo vida de pareja! Y llegue a la terminal, ella me dijo que arribaría cerca de las 14 hs, siendo precavido, llegue un par de horas antes a esperarla.




Mientras la esperaba pensaba, que le digo, como la saludo, que hago, como me visto, tenía muchos nervios de encontrarla, tal como me había dicho, a las 14 horas anunciaban la llegada del colectivo de retiro. Y ahí se bajó ella, cuando la vi, sentía un hormigueo en todo el cuerpo, imagine otra cosa de ella, y me encontré con algo aún mejor de todo lo que deseaba. Morocha, voluptuosa, pero todavía esperaba ver lo que más me había gustado de ella, su sonrisa.
La llame por su nombre entre medio de la multitud, enseguida me reconoció, apunte a saludarla con un beso en el cachete, pero ella me recibió con un abrazo como si de toda la vida nos conociéramos, al instante partimos hacia nuestro destino, hablamos de todo en el viaje hasta el lugar, nuestros gustos, cosas en común, se hizo muy ameno el viaje. Había pensado todo, busque una cabaña en la cual ella se sintiera cómoda, lugar cerca del rio y de las sierras, todo para que la estadía fuera soñada. En cuanto llegamos al lugar, la convencí que fuésemos a caminar un poco por el pueblo, accedió encantada, mi duda en el momento, que hacer! Le agarro la mano, la abrazo? Ella resolvió rápido eso, cuando se agarro de mi cintura al caminar, cada vez me sentía mas a gusto. Casi sin darnos cuenta el atardecer llego, asi que nos fuimos caminando hacia la cabaña, a todo esto, parecíamos dos tortolitos, pero nunca siquiera nos habíamos dado un beso.
Llegando a la cabaña le sugerí que me esperase ahí, que iba a buscar algo para comer y para pasar la noche, cuando regrese, encontré solo la luz de la habitación encendida, me acerque sin hacer mucho ruido, y ahí estaba ella, con un conjunto negro, que haría que cualquier persona enloqueciera. Golpee la puerta despacio, como para alertar mi llegada, y ella casi ni se inmuto, pregunte, puedo pasar? Ante la falta de respuesta de su parte pensé que no me habría escuchado, así que entre de todas formas, y ahí estaba ella, con esa sonrisa que enloquece, tan linda, tan enamoradiza, tan todo. Sin dudar ni un segundo la agarre de la cadera, acercando su cuerpo al mío, sin mediar palabras la besé, apasionadamente, casi parecía desesperado por probar esa boca que tanto deseaba, a ella la notaba un tanto insegura, quizás tímida, sorprendida por el momento, yo no dude ni un momento y empecé a acariciar todo su cuerpo, sentía como temblaba de placer cuando mis dedos recorrían cada centímetro de su cuerpo, conociendo cada vez mas de ella, empecé a besarle el cuello, a tocar su espalda, acariciar sus brazos, sus hombros, ella cada vez más parecía más relajada y a gusto con el momento, empecé a bajar con mi boca por su cuerpo, desprendí su corpiño y comencé a besar esos hermosos pechos con los que tanto había soñado, sentir como se endurecían en mi boca me hacía estallar de placer, claro que había notado que yo estaba casi igual de encendido que ella, así que comenzó por encima de mi bóxer, a tocarme, yo casi no resistía mas, quería que fuese mía!
La recosté sobre la cama y con caricias por todo el cuerpo, le quite la parte inferior del conjunto negro que llevaba, para mi sorpresa, estaba completamente empapada, cosa que hizo que todavía más me excitara, sin dudarlo comencé a tocar su clítoris, estaba tan duro, tan suave, tan caliente, se sentía increíble, mirándola a los ojos, comencé a tocar con mi lengua la punta de su clítoris, ella se retorcía de placer, y cada vez se mojaba más, le pregunte, estas lista? Con un suspiro y un gesto de la cabeza me hizo saber que quería que todo pasara de una vez. Ella me dijo que había visto videos y fotos, pero que nunca había visto a un hombre desnudo en la vida real, ayude a levantarse de la cama, y ella me bajo el bóxer con los dientes, la situación cada vez me ponía aún más caliente, con toda su inocencia, miraba atónita mi pene mientras lo rodeaba con ambas manos, me miro como preguntando que tenía que hacer, así que yo la bese, para generarle más tranquilidad, y hacia que me masturbara usando sus manos, le pregunte si se animaba a probarla con sus labios, otra debilidad que sentía hacia ella, lo afirmo envolviendo la punta con sus labios, muy despacio hacia adelante y hacia atrás, sentía que estallaría en cualquier momento, no podía soportar tanto placer causado por esos labios tan perfectos! Ella por supuesto que se dio cuenta al instante, y para mi sorpresa me dijo, quiero que acabes en mi boca, quiero probarte. Mientras me miraba fijamente a los ojos, lamia de principio a fin mi pija, metiéndosela a la boca todo lo que más podía, hasta casi quedar sin aire. Ya no podía más, trate de salir para no ahogarla, pero ella se dio cuenta y apretó fuerte sus manos contra mi cadera para que no pudiera dejarla salir, en ese momento acabe en el interior de su boca y garganta mucha leche, era una sensación increíble sentir como acababa mientras ella seguía chupándomela, me miro, abrió su boca, me mostro toda la leche que en ella tenía, y sin decir una palabra, lo trago todo de una vez, y después se relamió de deseo. Casi exhausto por el momento, no podía dejar de pensar en su desnudez, con mi mano empecé nuevamente a acariciar su clítoris, increíblemente caliente y empapado por todo lo que estaba sucediendo, le susurre al oído, ahora soy yo que quiero hacerte acabar con mi boca, entonces baje hacia su entrepierna y comencé a lamer toda su conchita caliente, con la punta de mi lengua rozaba su clítoris y a la vez con mis manos acariciaba su cola mientras tocaba con la punta de mis dedos su ano, podía sentir que estaba muy cerca de acabar, sentía su latir en cada centímetro de su conchita, cuando todo lo que quería paso, acabo en mi boca, empapándome completamente con su esencia, me sentía en el paraíso. Me levante y nos fundimos en un beso apasionado, cada vez más calientes ambos, ella se sentó sobre mi mientras yo seguía besándola en el cuello y acariciando sus pechos, su conchita estaba más sensible que nunca, podía sentir cada latido de su corazón en ella, sentía que era el momento, fui penetrándola muy despacio mientras ella gemía entre dolor y placer, sentíamos que éramos solo uno, unidos por la sensación más maravillosa del mundo, ella movía sus caderas cada vez más rápido, se soltaba cada vez más, y comenzó a gemir descontroladamente, sentía todo de ella, su respiración, sus latidos, sus manos que recorrían todo mi cuerpo, cada vez moviéndose más y más fuerte, hasta que se abalanzó sobre mí con una acabada fantástica, mientras se desvanecía en mi pecho.
Volviendo en si nuevamente me dijo al odio, quiero que me hagas todo lo que quieras, hoy quiero ser tu puta. Encendió mi interior nuevamente, así que, tomándola de las piernas, la apoye contra la cama y comencé a cogerla de atrás muy despacio, sus gemidos eran ensordecedores, pero era música para mis oídos, que no podían creer la pantera que había escondida atrás de esa sonrisa tan picara e inocente. Cuan más rápido la cogía, más fuertes eran los gritos, sentía que explotaba de nuevo, cuando le dije que estaba a punto de acabar me dijo, quiero que me acabes en mis tetas, quiero sentir todo tu calor en mí, mientras la embestía de atrás cada vez más fuerte, la tome de los hombros y la senté a la orilla de la cama, ella agarro mi pija y empezó a chuparla muy rápido, mientras acariciaba mis testículos con su mano, sentía que no podía más, ella se retiró un poco y yo llene todos sus pechos con mi leche, ella seguía mirándome con su sonrisa pícara y me dijo, esto no se puede desperdiciar, y con su mano fue tomando toda mi leche y metiéndosela toda a la boca, se tomó todo, sin derramar ni una gota. Ambos caímos fundidos en la cama y dormimos abrazados hasta el otro día.


Si les gusta la historia prometo continuarlo!

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