Agus - la pendex del Cupon Parte II

Este relato continua la movida con Agus. El origen de todo pueden revivirlo en el anterior
Agus - Parte I
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Volver a verla a Agus fue como cuando revivís una anécdota para los pibes. Agarras solo lo mejor de lo que realmente paso, le sacas las partes que te embolan, y cual pescador, embelleces las otras. Esto paso un poco así pero en serio.
Yo había estado de viaje por un tiempo afuera, y medio que colgué las cosas en BAires de un día para el otro. Cuando volví, tenía que arrancar de cero, y obvio que antes de remar contra nuevos vientos, uno desempolva la agenda.
Me un mensaje medio que genérico a ver quién picaba a cuanto contacto con pelo largo tenía en mi teléfono.
Lo primero que llego fue un mensaje de un amigo metalero al que intencionalmente agregue a la lista para gastarlo un poco, pero casi instantáneamente después apareció Agus.
A- Desaparecido! Dónde estabas?
Y- Estuve de viaje un tiempo, larga historia....
Si queres "chupamos" algo como en los viejos tiempos y nos ponemos al día! Ja!
A- Uhh arregle para salir con las pibas. Una fiesta. Venite y te rompo todo

Yo tenía en mi cabeza esa impunidad del que cree que no había mucho que perder, y la pendeja no me dio ni una frase de margen, así que salimos.
Para la ocasión yo me puse un poco más arreglado de lo normal cuando uno va de bares, hacia un tiempo que no salía por BAires, y no quería desentonar. Salí con el auto, metí música y enfile para zona norte. Yo imaginaba que era una de esas fiestas en quintas que estaban poniéndose de moda, pero me iba a sorprender del nivel con el que me iba a encontrar....
Al llegar al lugar, deje el auto, y me fui directo a la barra. Con el primer trago en la mano me puse a ver que encontraría. De reojo vi varios grupos de nenas que estaban que explotaban, hasta que mi vista pasó por una cara conocida. Era aquella rubia que laburaba con la pendeja en el local! Todavía recordaba que en algún momento le tire algún tiro mientras me comía a la otra. Era solo cuestión de seguirla para que me llevara a mi pendeja.
Ahí la vi, paradita, calentando a un par. Tenía un vestidito negro medio pinapero, que terminaba en un prominente escote que transparentaba un poco, no la vi vestirse pero por el escote me imagine, o que había metido algo para que le realzan sus maravillosos pechos, o que le habían crecido.
Además de eso, se veía una sombra de un tatuaje que no recordaba...
Había que ver que más había cambiado en este tiempo!
Los seguí con la mirada, pero en ningún momento mi miró, después de unos minutos en aquella barra que ya estaba bastante atestada conseguí un fernecito, y arranque para adonde la había visto. Sonaban una serie de canciones medio lentas así que no fue difícil abrirse paso, sin embargo al dar con ella. Me acerque de espaldas, y cuando me vio, me salto a la boca de una. Nos besábamos como desesperados, nuestras lenguas se entrelazaban, mientras mis manos recorrían su cuerpo.
Casi inmediatamente baje mis manos a la cola y la acaricie con entusiasmo. Ella rodeó sus brazos sobre mi cuello y me apretaba contra ella. Una de mis manos soltó sus nalgas y se acercó a sus tetas, arranque tímidamente en uno de sus pechos, para luego apretarlo con más fuerza.
La calentura iba en aumento y entonces le dije: - Necesitamos un lugar para estar solos -
Ella me contesta riendo: Tan fácil yo no cojo
Entonces le conteste: - Eso no importa, tranquila, pongámonos al día, pero solos, fuera de la vista de todos, va a ser mejor que estar acá.
Cualquier excusa es buena...
No me contesto. Yo me levante y le extendí la mano como invitándola a acompañarme. Ella tomó mi mano y me siguió.
Enfile para un costado, donde vi una puerta, que resultó ser un baño.
Entramos y en el instante cerró la puerta y comenzamos a besarnos de pie. Nuestras lenguas volvieron a entrelazarse y haciendo un poco de contorcionismo, nos apoyamos contra una pared. Mis manos volvieron a sus nalgas, pero esta vez metí una de ellas por las piernas. Le toque la raya del culo y las nalgas al desnudo. Mientras rozaba mi pija contra su concha.
Me senté, y la senté arriba mío. Mis manos subieron a sus tetas y metí las manos entre sus ropas tocándole las gomas primero sobre el corpiño y luego colando dedos debajo de él.
Refregaba su concha sobre mi pija cada vez más rápido. Yo solté sus gomas y lleve mis manos a su culo el cual apretaba. Ambos estábamos muy calientes. Yo sabía en que terminaría eso...
De buenas a primeras ella se salió de encima mío y llevo su mano a mi pija. Abrió el cierre y la metió dentro y comenzó a hacerme una paja, mientras me besaba.
- Sacala ya! - le dije.
No termine de decirlo y mi pija ya estaba entre sus manos. Comenzó a pajerme despacito. Pero empezó a acelerar el ritmo. Yo no quería terminar en sus manos, y me la subí nuevamente encima. Esta vez poniéndola de espaldas. Metí mi mano entre sus piernas y acaricie su concha. Se notaba su humedad. Comencé a masajearle la concha, buscando con mis dedos su clítoris, que no tarde en encontrar.
Ella se terminó de levantar el vestido, mientras yo le corrí la tanguita para abajo y apoye mi pija en la raya de la cola.
- Acabame en la cola - dijo
Yo me baje los pantalones y comencé a apoyarla más ferozmente en el culo. También le masajeaba el clítoris, su concha era una sopa de lo mojada que estaba. La pajee muy rápidamente y ella empezó a acabar, con gemidos primeros y después con un pequeño grito.
Yo todavía no había terminado y seguía apoyándola. Ella llevó su mano a su culo y tomo mi pija.
- Te ayudo? - pregunto
No espero mi respuesta. Se salió de como estaba sentada de espaldas, y me encaro, agachándose para enfrentar mi pija. Me empezó a pajear más rápido que antes. Yo estaba en la gloria, sentía que en cualquier momento explotaría. Ella sacó sus tetas afuera y empezó a incluirlas en la paja. Refregaba mi pija entre ellas y me pajeaba. Yo no aguante más en la turca, y le acabe entre las tetas.

Nos quedamos tranqui un buen rato. Así semidesnudos como estábamos. Ella con sus tetas afuera del corpiño, todas manchadas de mi leche, con su culo estaba afuera, pero su concha tapada por su bombacha. Yo tenía los pantalones en los tobillos, mis calzones corridos dejando mi pija afuera.
En un momento ella recorrió su dedo índice por sus pechos y tomo un poco de mi semen, llevándose el dedo a la boca.
- Que rica esta!- dijo, la extrañaba
Ambos reímos. Basto eso, para que me volara la cabeza, y mi pija respondiera, empezando a pararse de nuevo. Ella lo noto y la agarro fuertemente.
- No - le dije - ahora te toca a vos -
Baje a sus tetas. Sus pezones me estaban esperando erguidos. Lamí sus pezones uno a uno lentamente. Mi mano derecha se quedó con ellos y mi boca bajo lentamente por su vientre hasta su bombacha, que escondía su linda conchita.
Tome su ropa interior con mis dientes y la corrí hacia abajo. Ella instintivamente abrió sus piernas. Yo solté sus tetas y me acomode entre ellas y comencé a lamer sus jugos. Lamía su clítoris lentamente. Ella se retorcía y apretaba mi cabeza contra su sexo. Un dedo empezó a colarse dentro de su concha.
- Dedo no! - dijo AGus
Mi dedo se mudó un poquito más abajo y penetro lentamente en su ano. Ella no se quejó. Lamí intensamente su clítoris mientras mi dedo entraba y salía de su culo. Ella gemía cada vez más rápido, y empezó a gritar, acabando dentro de mi boca.
Subí a su boca y la bese intensamente. Ella seguía sufriendo sus espasmos, mientras intentaba devolverme los besos. Cuando se recuperó me corrió a un lado. Yo estaba con una erección tremenda. Ella comenzó a besarme en el pecho y bajo por mi vientre hasta llegar a mi pija. Primero la beso y luego le paso la lengua. Con sus labios la tomo de los costados y la recorrió a lo largo. Luego se la metió en la boca y empezó a chuparla. Yo instintivamente la tome de la cabeza, apretándola contra mi poronga. Ella la chupaba muy lentamente. El ritmo comenzó a aumentar me chupaba cada vez más rápido, hasta que no aguante más.
- Te acabo en la boca! - alcance a decirle, pero ella aumentó el ritmo y le llene la boca de leche.
Frenamos de nuevo. Ahora estábamos más desnudos que antes. Le sugerí que nos acomodemos, hace rato que estábamos desaparecidos, y en el proceso más de uno había intentado entrar a ese baño.
Acomodando la ropa, cada uno se rearmo, para salir. Primero yo, y golpeándole para que salga ella cuando nadie mirara.
Había aprendido a ser muy putita mi pendeja. La noche algo más se traería, pero eso es motivo de otro capítulo…

2 comentarios - Agus - la pendex del Cupon Parte II

raulos2 +1
Muy bueno
Argie_Arch
Gracias! Siempre es bueno leer que gusta