Diario de un amo y su sumisa...

Ese día por la tarde recibí un mensaje en el celular, sorpresa! Era mi sumisa, aquella mujer que se entrega plenamente a todo aquello que se me ocurra y me lo demuestra obedeciéndome y satisfaciendome en cada encuentro que concretamos. Sorpresa, por que soy yo siempre el que le escribe para citarnos ( por lo general en su departamento, cuando su esposo no se encuentra). Sorpresa por que no esperaba que me invitara ese mismo día para que fuera a la noche a tener un gran momento lleno de pasión y lujuria como el que tenemos cada ves que nos encontramos. Acordamos el horario y le di algunas pautas de como quería que me esperara. Una hora antes del encuentro, le envió un mensaje para saber si todo estaba ok. Responde mandándome una foto; en ella me muestra un zapato taco aguja negro terciopelado (que sabe que es una de mis debilidades), un pañuelo rojo abierto y sobre el había un consolador de un tamaño considerable (dicho juguete se lo compro el esposo). Mi mente comenzó a imaginar miles de cosas a tal punto de sentir como iba creciendo mi pija de una manera considerable. Quería que los minutos pasaran rápidamente ... Por fin la hora acordada, le aviso que estoy por llegar, tengo llave de su dto. abro la puerta, la habitación se encuentra en penumbra, en un rincón una lámpara de color ilumina el sector, un camino de velas me guían hasta mi sumisa, que esta sentada, me acerco, la saludo con un beso en la boca, sus labios se abren para que nuestras lenguas húmedas se busquen y empiecen una danza frenética. Le ordenó que se pare para poder contemplar lo hermosa que estaba para mi. Lucia un vestido de tela fina, de color arena, pegado al cuerpo, remarcando sus pechos blancos que asomaban sobre el escote y dibujaban una línea entre ambos senos. Al caminar escucho los tacos de los zapatos, mi pija comienza a crecer, la tomo de la cintura, pegándola contra mi cuerpo, para que sienta lo duro que estoy, nos besamos por varios minutos muy apasionadamente. Nos separamos y fue a darme una ducha... Al salir del baño, ella miraba por la ventana, contemplando los edificios de la ciudad; totalmente totalmente desnudo me acerco desde atrás, la tomo de la cintura y mis manos recorren sus curvas, sin dejar ni un solo lugar de su cuerpo mediano y delgado, pasando desde sus piernas suaves hasta su cuello, sentir su aroma, su piel que emana una fragancia inigualable.
Poso mis labios sobre el lóbulo de la oreja izquierda, lo tomo con mis labios y la mordisqueo suavemente y le digo al oído que tengo muchas ganas de penetrarla. Ella emite un gemido de afirmación. Llevo mis manos por debajo de su falda, la levanto, le digo que se incline hacia adelante, tomándose sobre el marco de la ventana; tengo a la vista una cola pequeña que se asienta sobre sus piernas firmes y delgadas, lleva puesta una tanga negra ( ella sabe que es otra de mis debilidades), paso mi mano en la tela de encaje, esta muy mojada. Corro la débil tela a un lado y con un par de dedos compruebo lo humedo de su concha , los introduje firmemente bien adentro, ella vuelve a gemir. Me agacho hasta la altura de su cola y abriéndole los cachetes, dejo posar mi lengua sobre los labios de esa concha mojada... La pruebo con la punta de la lengua y voy recorriendo lo largo de su raya hasta detenerme en su culo, se lo chupo despacio, le introduzco un centímetro mi lengua y me detengo. Me reincorporo y con la pija bien erecta y caliente la penetro lo mas profundo que puedo.mi pija comienza a entrar y a salir de esa mojada y caliente concha. La tomo fuerte de las caderas con las dos manos, aumentando el ritmo en cada envestida. Veo su rostro cambiar de expresión, mordiéndose los labios inferiores con los dientes, dejo de penetrarla para llevarla a la cama, le ordene que se siente, me acerco y bruscamente tomándola de la cabeza con una mano (en la otra tenía mi pija dura) la guió a mi pija y se la mando en la boca; ella la abre lo mas que puede para que le entre lo máximo que pueda. Su cabeza se mueve, acompañada por mi mano, veo como su saliva va mojando gran parte del tronco de la pija, que esta agarrada por su mano pequeña y suave, iniciando una hermosa paja que acompaña la tremenda chupada. Parece insaciable no para de chuparla, ver como va desapareciendo mi pija en esa boca diminuta me colma de placer, saco de golpe la pija de su boca y de un empujón la arrojó sobe la cama, me coloco sobre ella y la penetro de una sola embestida, mi pelvis choca contra la suya, vuelvo a sacar mi pija del todo y vuelvo a penetrarla varias veces, ella sostiene sus piernas quedando bien abierta a la lujuria de mi pija gruesa y caliente.
Bajo hasta su concha, que hasta esta altura esta mas que mojada, y apoyo la punta de mi lengua sobre el clitoris dirijo que asoma en el margen superior de los labios. Con pequeños movimientos empiezo a chuparlo decididamente, puedo sentir su cuerpo arquearse y moverse, sintiendo el placer que le da mi lengua.
Ella me toma de la cabeza evidenciando lo mucho que le gusta que le chupe la concha, ejerzo un poco de presión sobre el clitoris, sus gemidos se hacen más notorios y cada vez son mas seguidos, anuncian lo que esta por venir...
En unos cuantos segundos lo tan esperado, la hice acabar con mi lengua rigurosa, mi cuerpo se extremesio y un gemido fuerte y y alargado anuncia que estaba acabando.
Mientras mi sumisa trata de componerse, tome el pañuelo rojo y sin que ella se de cuenta le hice colocar sus manos atrás de la espalda y la ate a la altura de las muletas, sin que tenga posibilidad de moverlos. La hice inclinar hacia adelante, arrodillada, y con las piernas abiertas queda a mi merced, quedo como una esclava sexual. Contemplar su cuerpo sumiso a punta de ser penetrado otra vez, hacia que mi mano esquinera tomara mi pija y la acaricie, la guíe a la entrada de su concha lujuriosa deseosa de ser cogida toda la noche...apoye la cabeza de mi pija y de un solo empujón la entro toda, invadiendo la cavidad total, llenando de placer ese túnel del placer que recibía mis vaivenes una y otra vez. En esa ida y vuelta miro hacia el costado y veo el consolador, lo agarro, saco la pija totalmente mojada de la concha de mi sumisa y la penetro con el juguete que era el mismo de la foto. Era mas largo y grueso que mi pija, lo que me excito sóbese manera, por que iba a ver como esa concha mojada se lo devoraba centímetro a centímetro. Lo apoye en los labios de la concha, hice un poco de presión y esa pija de goma se abrió camino hasta llegar a lo mas profundo, lo movía con pequeños vaivenes, los labios vaginales abrazaban esa hermosa pija, succionando lo mas que podían, como queriendo tenerla toda adentro, mi puta sumisa gemía como nunca, estaba limitada a sus movimientos, ya que seguía atada. Comencé a intercambiar el consolador con mi pija, poder sentir que otra pija (aunque sea de goma) estuvo cogiendo la concha de mi sumisa y haberla dejado bien dilatada y notarlo cuando la penetre, fue algo que me calentó muchísimo, a tal punto que imagine que había otro hombre y la copia, mientras yo miraba como lo hacia... Mmm
A todo esto ya llevábamos 45 minutos de lujuria y sexo. Le ordenó que se pare, la ayudo a incorporarse y vuelvo a ponerla contra la ventana y desde atrás la penetro nuevamente, pero esta vez con mas fuerza, haciendo sonar su culo contra mi pelvis. Mi pija estaba a punto de estallar, cuando desidi sacarla de esa concha que a esa altura era un volcán en erupción; estaba toda mojada por los jugos vaginales, brillaba con la luz tenue de la habitación. Las manos atadas de aquella puta sumisa me excitaban mucho, acerco mi pija aun bien dura, a lo que mi sumisa la toma entre sus manos y comienza a pajearme.
Ver esos dedos delgados, blancos y suaves acariciar mi pija morena y gruesa, era la invitación a la descarga inminente de leche brotando de lo mas profundo de mis testiculos.
Volvimos a la cama y automáticamente ella se inclina hacia mi torso para que sintiera sus tetas rosar, las tome con a,has manos y las chupe desesperadamente, los pezones estaban bien parados y duros... Los dos gemimos , los movimientos cada vez se hicieron más rápidos y violentos, estábamos por culminar, llegar al extasía final, al placer... Siento sus contracciones y mi pija palpitar, hasta que explotamos al unísono, gimiendo y apretándonos. Deje toda mi leche adentro de su concha lujuriosa, sentís como su acabada mojada parte de mis muslos fue algo increíble, escribir y retribuirle tanto placer a mi puta y sumisa. Miro la hora y procedo a vestirme, estaba por venir su esposo y no era prudente que me viera ahí... Me fui dejándole un beso y una hermosa experiencia que contar.
Su amo

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