Mi Tía no tiene paz (3er día)

- Gracias...! - cuando estaba a punto de arrancar, Tía exclamó:

- Pará que quiero ir al baño...- no podía creer que fuera tan zorra hija de puta.

- Estacioné a la derecha y bajó rápidamente en dirección a la cabina. Mirando a los ojos al pendejo preguntó:

- No sabés dónde está el baño?

- Si señora..., cerca del termo del agua caliente, allá al fondo.

- Ay! no me acompañas? Me da miedo que me choque algún auto...

El pibe había empezado a sudar, tragando saliva apenas pudo balbucear un : - Claro...ssseñora...!


Caminaron unos 60 metros, ella delante revoleando el ojete, exultante y el pibe detrás como un conejito obnubilado por la zanahoria, o sea por el ojete de tremenda yegua....

Esperé un buen rato en el auto, al palo. La hija de puta no tenía límites. al cabo de media hora volvieron. Al pibe se lo veía destruído, ella estaba exultante. Se subió al coche sonriente y con la cara embadurnada de leche me dio un piquito dulce: - Arrancá...- me susurró al oído lamiendome la oreja.

- Jajaja...! pobre flaco, quedó loquito con la mamada rabiosa que le hice...- gritaba riendo a carcajadas mientras con los dedos terminaba de recojer la leche de su cara y los relamía. No quedó ni una gota, y su cara brillaba, resplandeciente, su piel humectada de leche joven y abundante.

Seguimos viajando, ya quedaba menos y volvimos a los dulces masajitos. Yo amasaba sus tetas y ella sujetaba fuertemente mi tronco, manteniendo una erección monumental. Era hermoso permanecer en esa situación excitante y sin ir más allá.

Al cabo de 2 horas llegamos al hotel vip, era impresionante. La suite descomunal, con todos los chiches. Ninguno sospecho de nuestra condición de pareja, habíamos firmado en la recepción, no sin antes despertar la curiosidad de los empleados del hotel que relojearon el voluptuoso cuerpo de Tía. Ella no dejaba de coquetear y calentar a todo el mundo.

El botones nos llevó las valijas y nos mostró la suite, al irse la putona lo acompañó hasta la puerta, y de su top entre sus tetonas, sacó un billete y se lo dió de propina, el flaquito quedó quieto como una estatua hasta que ella cerró la puerta.

- Sobri! esto es alucinante...!- exclamó mientras se desnudaba y se metía en el jacuzzi en el centro de la habitación. Encendió un cigarrillo y me ordenó que habriera la botella de champagne francés.

Me metí también con las 2 copas de champagne helado, bebimos y fumamos un buen rato, hasta estar borrachitos, uno frente al otro. Yo no aguantaba más el dolor de huevos, provocados por la leche almacenada de todo el día y por haber tenida largas y frecuentes erecciones.

- Te sentís bien sobri...- preguntó la puta mirando directamente a mi pija hinchada.

- Sí... me duelen un poco las bolas...- le solté intempestivamente.

- Ayyy pobrecito!- dijo acercándose y sentándose sobre mi pija mirándome a los ojos. De un movimiento tenía la verga metida en su concha lubricada y carnosa.

No se movía, sólo me miraba a los ojos y acercaba su boca a la mía.

- No te muevas....- ordenó susurrando.


Seguimos bebiendo y fumando en esa posición estática. No aguantaba más..., nunca había cojido así, sin movimiento. Mi pija hiba a explotar en cualquier momento.

Ella cuando daba una pitada entrecerraba los ojos y se veía como los ponía en blancos de placer, disimulaba la conchuda hija de puta.

Estuvimos así como 45 minutos. En un momento ella empezó a babearse las tetas, dejando caer finos hilos de baba tibia en sus pezones, sin pronunciar palabra. No pude aguantar más. La leche salió con mucha presión pero muy poco a poco. La acabada duró mucho, fue la mejor acabada que había tenido hasta ese día. Ella acompaño con un orgasmo mayúsculo, sin apenas movimento, sólo apretando aún más su papo contra mis huevos inflamados.

No pudimos hacer otra cosa que salir de la bañera con una bata y acostarnos dormir.

A la noche cenamos y salimos a pasear por el casino del hotel...Era enorme y había muchísima gente.

Tía estaba soberbia, muy elegante y provocativa. La dejé un rato sola que paseara por el salón y al cabo de una media hora la encontré charlando con un matrimonio cincuentón muy amablemente.

El tenía pinta de ricachón y su esposa de muy trola...



(Continuará..bah si comentan y puntúan continuará 😉 )

6 comentarios - Mi Tía no tiene paz (3er día)

chavalin
me recalento tu relato...!
Santii_2004
Excelente,,,,q envidia no haber tenido una tía así
bocaa08
que siga la fiesta con la tiaaa
xeroz
Tremenda puta la tia compa.