Finde de locura. Mi amigo, su amigo y yo.

Como suele ocurrir este fin de semana salí de casa. El resto de la historia no es producto de la normalidad.
Mientras iba hacia un bar donde debía encontrarme con una amiga me tocaron bocina de una camioneta. Si hubiera sido una sola vez, es un hecho al que estoy acostumbrada, pero fueron varias y muy insistentes mientras la camioneta se acercaba. Me asusté un poco por que la zona era medio oscura y tenía un posible psicópata sexual al acecho (supongo que es la reacción normal, temiendo lo peor) y comencé a caminar más rápido tratando de encontrar algún lugar abierto donde meterme.
Me encontraba en una zona de residencias por lo que no pude entrar en ningún lado. Mientras tanto el conductor de la camioneta siguió haciendo sonar la bocina y comenzó a arrimar el auto hacia mi.
Nunca tuve tanto miedo.
Finalmente la ventana del conductor se puso a mi par y pude verlo. Sorpresiva y reconfortablemente se trataba de Mateo, un amigo de la secundaria. Por un instante lo odié.
Nos seguimos viendo después del colegio en las típicas fiestas que nos reúnen a todos de vez en cuando y siempre hubo una tensión pícara entre nosotros.
Me invitó a subir al auto, estaba con un amigo de él que desconocía, Facundo era su nombre. Obviamente acepté.

Les conté acerca de mi paranoia y nos cagamos de risa un rato con eso.
De repente mi amigo sacó una "florería", "if you know what I mean".
Nunca olí unas flores tan poderosas. Diez minutos después de haberlas olido ya estaba lista para hacer todo lo que mi inconsciente quiere y mi consciente censura.

La conversación fue de lo más extraña y terminamos hablando de posiciones sexuales y experiencias raras en telos, calle, teatros y esas cosas.

Por más que me siguieran la charla, sabía que ellos querían arrancarme la ropa desde que me subí al auto, eran hombres y no había ningún tipo de afecto amistoso que nos vinculara. Estaban expectantes a que yo insinuara algo.

Obviamente mi cabeza dudaba, no me gusta sentirme de todos pero a la vez soy muy calentona y me gusta dejarme llevar por las situaciones.
En una explosión de risa por una anécdota graciosa abracé a Mateo, mi amigo del colegio, para hacerle entender mis pensamientos.

No fueron necesarias más palabras, mi mensaje fue claro. Mateo comenzó a besarme el cuello, fue un inicio tranquilo para tantear si no había confundido las cosas.

En cuanto se dio cuenta que estabamos en sintonía me agarró las tetas con una mano y empezó a tocarme los muslos, el culo, todo.

Su amigo,Facundo, se quedó mirando y en un momento dijo algo como "Ah bueno, yo me tengo que bancar esto?". A lo que respondí agarrandole la verga mientras me comía a Mateo.

Fue una situación muy intensa, tenía una verga en mi mano mientras me comía a otro flaco. Nunca antes había hecho algo parecido y debo culpar a Poringa por despertar este lado perverso.

Lo siguiente se fue de tema. Me sacaron la remera y me quedé en tetas. Estaba tan caliente que no pude evitar decirle a Mateo "Quiero que me cojas". Obviamente Mateo sacó un forro en el instante, se lo puso y me empezó a coger. Primero yo arriba pero después me puso en cuatro.

Estando en cuatro tenía la boca libre y Facundo no vaciló. Me metió la verga en la boca y se la chupé con mucho gusto. Tanto gusto que tardó muy poco en acabar (Esa fue la parte graciosa).

No se si avergonzado o que (creo q no tenía por que sentir vergüenza, fue una situación muy intensa a más de uno le hubiera explotado la pija ni bien arrancaba todo) Facundo se fue del auto.

Quedamos Mateo y yo garchando desaforadamente. Cambiando de posiciones. Haciendo todo lo que nos habíamos contado un rato antes.

Me cogió como nunca (y la situación ayudo a que mi nivel de excitación estuviera por las nubes).

Para el final, me preguntó si lo dejaba acabarme en las tetas y no pude decirle que no. Cual video porno le chupe la verga y los huevos hasta que no pudo más y me largó todo sobre el pecho.

Quedamos atontados tirados en el asiento trasero, sin entender nada.

La despedida fue rara, además seguía muy loca. Me vestí , se vistió lo saludé y le dije gracias (LE DIJE GRACIAS!!! JAJA CUALQUIERA!!)
Cuando me bajé no sabía ni donde estaba, tardé un rato en ubicarme y recordar que estaba yendo a encontrarme con una amiga.
Llevaba una hora y media de restraso, muchos mensajes y llamadas en el celular y una historia ridículamente sexual para contar.