ya vienen (relato futanari)

Kameko empezó a lanzar sus mejores golpes pero ninguno acertaba y los muchachos con un simple movimiento hicieron caer a Kameko al suelo y comenzaron a darle una paliza, ella intento protegerse lo mejor que podía de aquellos ataques pero estaba recibiendo demasiado castigo no iba a permitir lo que le estaban haciendo, aunque se hubiera arriesgado por mi.

-- Dejadla en paz ya me tenéis…que es lo que queréis mas …-- dije casi llorando al ver lo que le estaban haciendo a la pobre Kameko.

-- Nada solo divertirnos…además tu eres el plato principal de todo esto…-- dijo Alex con un tono de malicia en su voz, no sabia lo que me tenían preparado pero seguramente no seria nada bueno.

Aquellos chicos empezaron a acercarse lentamente relamiéndose los labios, no se por que pero sentí un escalofrío que recorrió toda mi espalda, no podía hacer nada estaba completamente inmóvil.

En ese momento escuche un grito desgarrador proveniente detrás de mi, y el muchacho cayo al suelo cuando me gire vi que tenia una especie de sello en su frente y a Christine que portaba varias de aquellas cosas en la mano.

-- ¿Cómo nos habéis encontrado…? …-- pregunte sorprendida y a la vez con alegría de que estuvieran allí.

-- Cuando salí me encontré con Christine…al parecer nos había venido a recoger…pero tu no habías salido de allí y me resulto raro…fuimos al club pero tampoco estabas por allí por suerte pasamos cerca del gimnasio buscándote y escuchamos la pelea y por lo visto te encontramos…-- dijo Aoi explicando lo que había pasado y era un gran alivio que hubieran venido.

-- Vaya mira quien tenemos aquí…Aoi ahora que tengo la oportunidad…no saldrás viva de aquí…matadlas a las dos…AHORA!!!...-- dijo Alex por megafonía gritando al ver a Aoi parecer ser que se había enfadado mas.

-- Esa es Alex…no puede ser tan estupida…de haberte hecho esto…-- dijo Aoi sorprendida al escuhar la voz por megafonía.

-- Eso no importa ahora…yo me encargare de estos dos…tu ve por esa tal Alex y Akemi ocúpate de tu amiga…-- dijo Christine preparándose para el combate, mientras que Aoi salía corriendo en dirección hacia la sala de control del gimnasio, entre tanto Christine se lanzo a por ellos rápidamente, a su vez reaccionaron olvidándose de Kameko y lanzándose a por Christine que empezó a esquivar sus golpes ágilmente, al parecer no tenia la intención de hacerles ningún daño solo de ponerles aquellos sellos en su frente.

Los chicos seguían lanzando golpes contra Christine que esta a su vez seguía esquivándolos fácilmente en esto detuvo sus puños uno por cada lado y con un movimiento felino salto por encima de ambos colocándose a su espalda y poniéndoles el sello en su frente en ese momento cayeron al suelo con un grito desgarrador, entre tanto me acerque a Kameko para ver como se encontraba, por suerte solo tenia magulladuras y algunos moratones, no podía creer lo que había hecho por mi era sorprendente.

-- Voy a ayudar a Aoi quiero saber por que tarda tanto…-- dijo Christine mientras salía corriendo en dirección hacia donde había ido Aoi.

No pude mas que darle un beso en la cara a Kameko en agradecimiento por lo que había hecho, enseguida abrió los ojos y se me quedo mirando con un sonrisa.

-- Auch…duele…ha sido una buena pelea pero tengo que mejorar…-- dijo mientras se incorporaba lentamente.

-- No debiste haberlo hecho…-- dije bajando la cabeza y con los colores subidos en las mejillas.

-- No te preocupes…como te dije somos amigas y no pienso dejar que te pase nada…-- dijo Kameko mientras se pasaba el dedo por la nariz que sangraba algo.

-- Muchas gracias…-- dije sin dejar de levantar la cabeza por el rubor de mis mejillas.

-- Tranquila además Aoi y tu habéis hecho mucho mas para Etsuko y para mi al menos tenemos un club…Será mejor que vayamos con Aoi a ver que es lo que pasa con Alex…-- dijo Kameko levantándose y arreglándose un poco el uniforme, que estaba lleno de polvo y algo rasgado.

-- ¿No te dirán…nada tus padres al verte así…?...-- pregunte mientras nos dirigíamos hacia la sala de control.

-- Me darán el sermón como siempre…antes me metía en peleas y también salía así…algunas veces incluso peor…pero bueno es solo un sermón…además no ha podido ser por mejor motivo…-- dijo Kameko mientras caminábamos y se intentaba arreglar algo la falda.

Al llegar a la sala de control pude ver que era un sito no muy grande lleno de paneles de control pero tenia la vista de todo el campo de juego, Christine y Aoi se encontraban delante de la silla en donde se supone que debería estar Alex.

-- ¿Qué pasa…? …-- pregunte extrañada al verlas tan calladas y me temí lo peor de todo.

-- No te preocupes parece ser que esta desmayada…nada mas…eh! despierta…-- dijo Christine mientras le golpeaba la cara suavemente para que reaccionara.

-- ¿Pero…? …¿Qué hago yo aquí…?...¿Quien es usted…? …¿Es una broma tuya Aoi…?...-- pregunto Alex casi sin respirar al parecer no tenia recuerdo de lo que había hecho ni marca alguna por lo que parecía ser.

-- ¿No recuerdas nada...de lo que ha pasado…?...-- pregunto Christine extrañada mientras intentaba averiguar si tenia alguna marca en sus muñecas.

-- No recuerdo nada …desde que fui a almorzar…en ese momento es como si me hubiera quedado dormida…-- respondió Alex intentando recordar que es lo que había ocurrido, pero sin suerte ninguna.

-- Es una pena…no podemos sacar anda en claro…y al parecer no van a detenerse ante nada …-- dijo Christine pensando que empezaban a acorralarnos.

-- Bueno al menos sabemos una cosa mas…que los vendedores de la cafetería están implicados…tendremos que tener cuidado con ellos…-- dijo Aoi sonriendo, mientras miraba a Alex que aun estaba confundida mirando hacia todas partes.

-- Aoi si esta es una broma tuya es de muy mal gusto…esta me la pagaras…-- dijo Alex largándose con orgullo pero cuando paso por delante de Kameko esta reacciono.

-- Escucha Alex no te conozco de nada…y no me importas…pero si por un solo momento me entero de que tienes algo que ver en todo esto…te las haré pagar…-- dijo Kameko mientras se crujía los dedos como amenazándola cosa que entendió muy bien ya que podía verse en el rostro de Alex el miedo que le tenia.

-- Escucha marimacho…no se ni lo que ha pasado te enteras…no tengo nada que ver…ahora si me dejas pasar…-- dijo Alex con tono de miedo pero aun con orgullo, al instante Kameko la dejo pasar e inmediatamente Alex acelero el paso para salir de allí.

-- Bueno…¿No me vas a presentar…? …-- pregunto Christine, intentando olvidar lo que había pasado pero sabia que no podría quitárselo de la mente y aun estaba dándole vueltas.

-- Si claro…ella es Kameko…esta en la clase de Akemi…-- respondió Aoi presentándolas, enseguida Kameko saludo con un apretón de manos que incluso Christine noto su fuerza.

-- Vaya…parece que eres muy fuerte…-- dijo Christine mientras se acariciaba la mano para que se fuera el dolor.

-- He tenido que aprender a defenderme…Anda…tengo que darme prisa si no me la van a liar mas aun…ha sido un placer…Nos vemos mañana…-- dijo Kameko saludando al mas puro estilo oriental y saliendo de allí a toda prisa.

-- Tu eres Aoi…¿Verdad…? …Me ha dicho Akemi que sois muy buenas amigas y gracias a ella has formado un club…Encantada de conocerte…-- pregunto Christine dándole un abrazo que no se esperaba Aoi.

-- Igualmente es un placer…-- dijo Aoi algo sonrojada por aquel efusivo saludo.

Después de eso Christine salio de la sala de control y se agacho un poco para decirme algo al oído.

-- Recuerda…Invítala a casa…-- dijo Christine con voz baja, en cuanto lo escuche los colores subieron a mis mejillas.

-- Parece muy amable Christine…además…al parecer tiene algunas dotes que no son muy visibles a simple vista…-- dijo Aoi haciéndose un juicio en cuanto vio a Christine y no se equivocaba.

-- Si…tienes…tiempo…puedes venir…a…casa…para…estudiar…-- dije bajando la cabeza algo avergonzada y esperanzada en que aceptara la invitación aunque lo mas seguro tendría algunas cosas que hacer y seria comprensible.

-- Será un placer…-- dijo Aoi sonriéndome calidamente, era increíble no sabría decir si era por que su miembro estaba todo el tiempo dentro de ella o por que era así pero esa sonrisa siempre me reconfortaba.

Bajamos de la sala de control y nos fijamos que Christine nos estaba esperando en la salida del gimnasio asegurándose de que no hubiera nadie por los alrededores.

-- ¿Vas a dejarlos hay tirados…?...-- pregunto Aoi extrañada por lo que estaba haciendo.

-- No te preocupes…se despertaran dentro de una hora…sin recordar nada…-- dijo Christine mientras salíamos de allí, recorrimos los pasillos y salimos de la academia no se por que pero al salir note como si alguien nos observara desde algún sitio, me gire por un instante para intentar observar quien pudiera ser pero no veía nada.

-- Akemi…¿Te ocurre algo…? …Vamos entra…-- dijo Christine, metiéndome prisa, al instante me puse en el asiento de atrás y me quede mirando por la ventana al cielo viendo aquellos preciosos colores anaranjados, pero sentía algo extraño dentro de mi como si supiera que algo estaba apunto de ocurrir.

No tardamos mucho en llegar a casa parecía que todo estaba como siempre había algunos niños jugando fuera, los bares y su continuo entrar y salir de clientes con su ruido típico. Entramos en el portal y subimos a casa en cuanto entramos Aoi se quedo como sorprendida, al parecer se esperaba otra cosa.

-- Aoi…¿Pasa algo…? …-- pregunto extrañada al comprobar la cara de Aoi de sorpresa.

-- No,…nada solo que me esperaba algo mas oriental…-- respondió Aoi mirando hacia todas partes.

-- Si es verdad…pero así es como me siento mas cómoda…y si le gusta a Akemi…las dos estamos bien…bueno…¿Qué es lo que queréis para comer…? …-- pregunto Christine con intriga.

-- Me gustaría probar algo de Yakisoba si tiene claro…no me gustaría que fuese una molestia…-- dijo Aoi pensando en un plato al parecer tenia nostalgia de su país lo mismo que yo.

-- Bueno tendría que ir a comprarlo…pero no te preocupes…no tardare mucho…y ahora poneos a estudiar de mientras…-- dijo Christine mientras recogía el bolso y salía a comprar los ingredientes.

-- Bueno será…mejor que nos pongamos a estudiar…-- dije con la cabeza agachada aun mientras la guiaba para mi habitación a recoger algunas cosas.

-- Vaya así que esta es tu habitación…Es muy linda…-- dijo Aoi mientras empezaba a mirar por todas partes.

Me acerque por un momento al ordenador para recoger unos apuntes y en ese momento sentí como Aoi se lanzaba encima mía y ponía suavemente sus labios cerca de mi oído comenzando a susurrarme.

-- Sabes me encanta esa carita de Ángel…tan sonrojadita…-- dijo Aoi casi susurrándome, aquello hizo que me recorriera una descarga eléctrica por mi espalda, empezaba a notar como la pegatina comenzaba a despegarse lentamente y no sabia que hacer si dejarlo o continuar con el juego.

Al instante note como su lengua calida empezaba a pasearse por mi oído lentamente sin prisa recorriéndolo hasta llegar al lóbulo y en ese momento note un mordisco suave pero con firmeza que me hizo decidirme, enseguida sentí como aquella cosa se empezaba a apoderar de mi lentamente y como la pegatina desaparecía por la presión de aquel monstruoso miembro que ahora empezaba a erguirse lentamente, por debajo de mi falda.

En ese momento note a Aoi que se retiraba me di la vuelta y vi que se sentaba en la cama, al instante se levanto la falda y bajo su ropa interior que estaba empapada su miembro salio al instante de dentro de ella que emitió un gemido de placer, estaba completamente mojado por sus flujos que ya empezaban a mojar mi cama, solo me hizo una señal con su dedo para que me acercara, podía notar como la sangre me hervía de sobremanera y tenia muchísimas ganas.

Me acerque lentamente y arrodillándome note su calor que casi quemaba, coloque mi pequeña boca en el glande de su miembro y lo bese con delicadeza y seguidamente lo introduje notando su dureza y a la vez su flexibilidad, comencé a mover la lengua mojándolo tanto como pudiera, el sabor de sus flujos y mi saliva se mezclaron y me resultaba delicioso, podía sentir en mi boca como las venas palpitar al ritmo de su corazón, por un momento Aoi cogio mi cabeza y la levanto mirándome a los ojos, podía ver su cara de placer, su sonrisa perenne ahora transformada.

-- Quiero que me mires a los ojos…-- dijo Aoi casi susurrándome por el placer que estaba teniendo.

No la defraude empecé a mover mi cabeza lentamente, haciendo que aquel miembro suyo se introdujera todo lo que podía en mi boca, mientras lo mojaba de saliva, su sabor era algo salado pero delicioso, veía como la cara de Aoi se desfiguraba por el placer su respiración era cada vez mas deprisa y sus gemidos empezaban a inundarlo todo, notaba por su cara que el orgasmo estaba cerca, coloque mi mano en su sexo femenino e introduje los dedos lentamente fue como si me los absorbiera se deslizaron rápidamente hacia su interior y en aquel momento soltó un gemido que lleno la habitación pensé que seguramente los vecinos lo habrían notado pero ni siquiera me importaba.

Sentí como su presión aumento de sobremanera haciendo que aquel miembro llegase a mi garganta, intente acelerar el ritmo de mis dedos todo lo que pude su respiración era muy agitada, su cara estaba dominada por el placer intenso que esta recibiendo sin cesar, enseguida note como su cuerpo se tenso y las venas de su miembro se ponían incluso mayores, note con la lengua como su sexo daba pequeños empujones para hacer que tuviera un orgasmo y al fin sentí todo aquel rió de semen caliente y espeso lanzado directamente a mi garganta, mientras se mezclaba con la saliva no pude mas que tragármelo y saborearlo, no sabia por cuanto tiempo estaría teniendo el orgasmo pero empezaba a faltarme la respiración, entre tanto sentí como mis dedos se mojaban aprisionados por su interior de sobremanera; con todos sus flujos calientes que salían de ella mojando la cama.

No pude mas que toser por aquellos y retirarme de golpe mientras tosía pro la cantidad que tenia en mi garganta, incluso el semen aun salía estando atragantada.

-- Ha sido maravilloso…es increíble parece que tienes ganas…y no te pienso defraudar…-- dijo Aoi sonriéndome con lujuria en su rostro.

En ese momento no se lo que paso por mi mente pero alce mi falda me apoye contra la pared puse mis manos en mi sexo y lo abrí ofreciéndoselo, mientras notaba la presión en mi monstruoso miembro contra el muro que estaba apoyada

En seguida note las manos de Aoi como se aferraban a mi sexo y empezaban a moverlo mientras notaba su aliento en mi oído y sus pechos en mi espada que aun a pesar de tener el uniforme podía notar sus pezones duros como piedras que incluso me hacían algo de daño.

Sus manos eran calidas y muy suaves, podía sentir como cada vena se contraía por sus movimientos; el liquido preseminal salía a borbotones por el glande manchando todo el suelo, mi cara se distorsiono en un momento sabia que no era yo quien estaba allí pero me encantaba, enseguida note el glande de Aoi en la puerta de mi sexo empujando abriéndose paso no pude mas que emitir un gemido de placer, fui notando como poco a poco iba partiéndome por la mitad como me atravesaba y se alojaba en lo mas profundo de mi interior, al final note como topaba con mi útero incluso podía ver un pequeño bulto de su glande en mi abdomen, y al momento empezó a moverse primero lentamente, notaba la calidez y su dureza y a la vez flexibilidad, sus movimientos eran acompasados y muy suaves pero poco a poco tanto el movimiento de sus manos como el de su sexo comenzó a acelerarse de sobremanera era increíble como salía y entraba en mi a toda velocidad aquel placer era indescriptible no podía aguantarme mas era maravilloso, en un momento sentí como empezaba a vibrar de sobremanera dentro de mi dando vueltas y mas vueltas lo mismo que la otra vez y eso me encantaba era una maravilla la cabeza me daba vueltas sin cesar, notaba como una corriente de calor me invadía. los flujos de mi sexo salía afuera como si de una cascada se tratase mojando el suelo y haciendo pequeños charcos en el, nuestros gemidos se mezclaban entre si como en una canción yo queria mas y mas estaba como loca, en un momento Aoi apretó mi glande con sus manos con fuerza y de un empujón que ni siquiera me esperaba hizo que abriera los ojos de golpe note como aquel miembro flexible se tenso haciéndose mas duro y como las venas de mi sexo se hacían mas grandes, incluso los músculos de las piernas y de mi sexo se tensaron al instante intentando aprisionar semejante monstruo de carne en mi interior, un grito de placer extremo lleno la habitación, note como a la vez una corriente de semen me inundaba por dentro caliente y espeso llenando todo mi interior. el abdomen crecía por momentos por todo lo vertido en el parecía que estaba embarazada, mientras sus manos se aferraban a mi sexo con fuerza a la vez otro rió de semen salía por mi sexo con fuerza manchando toda la pared y el suelo sentía el calor de aquel liquido manchando mi cuerpo y de Aoi estaba en la gloria, no pude mas que cerrar los ojos y dejarme llevar por el placer y la verdad no sabría cuando se detendría era extraordinario, las piernas me temblaban y casi no podía mantenerme de pie, Aoi era la única que me mantenía en el sitio.

Pasados unos minutos al fin se detuvo y pude caer de espaldas en el suelo junto a Aoi, su sexo salio de mi interior y una catarata de semen salio haciendo incluso que mi abdomen descendiera, estaba que casi ni podía moverme, Aoi lo único que hizo fue darme un beso introduciendo su lengua dentro de mi boca y saboreando mi saliva.

En un momento paso su lengua por mi cara saboreando mi semen que aun estaba caliente, y al momento puso la perenne sonrisa en su rostro.

-- Delicioso…-- dijo Aoi mientras lo saboreaba en su boca.

-- Necesitamos un baño y arreglar esto antes de que venga Christine…-- dije intentando poner un poco de orden en aquel desastre que habíamos organizado incluso las paredes estaba manchada, no sabia por donde empezar, aquello era como una laguna en plan casero.

Mis ojos recuperaron su aspecto normal, y aquel miembro empezó a bajar lentamente recuperando su estado normal, por lo menos lo había calmado momentáneamente.

-- Yo iré por la fregona tu coge algunas bayetas, intentaremos al menos que este mas arreglado…-- dijo Aoi intentando darse prisa pero sabia que aquello nos llevaría un rato aparte del olor para quitarlo necesitaríamos al menos dos botes enteros de ambientador.

Nos pusimos de inmediato a limpiar aquello que nos llevo como media hora al menos estaba mas decente pero el olor era bastante fuerte abrimos la ventana y empezamos a echar algo de ambientador para disimularlo, una vez hubimos acabado cogí la ropa manchada y puse una lavadora mientras nos metíamos en la ducha al menos podíamos estar tranquilas.

Aunque aquella ducha era estrecha podíamos caber perfectamente ç, deje que el agua me limpiara por completo mientras podía ver el miembro de Aoi reluciente mientras el agua resbalaba por el por suerte de momento estaba tranquila.

-- ¿Ocurre algo…? …-- pregunto Aoi con curiosidad al verme que estaba viendo su sexo.

-- No nada solo me preguntaba…¿Si siempre lo has tenido así…? …-- respondí preguntando. mientras cogia le champú para el pelo.

-- La verdad que mis padres se sorprendieron al tenerme no…supusieron que hacer…y a media que crecía resultaba mucho peor esto crecía conmigo y resultaba mas embarazoso ocultarlo…aparte en la pubertad o cuando teníamos que hacer gimnasia o revisiones medicas…tenia que faltar al colegio o fingir un gripe o algo…Siempre me ha fastidiado…tienes suerte que el tuyo pueda ocultarse…-- dijo Aoi mientras colocaba sus manos en mi cabeza y empezaba a frotarme el pelo para lavarme la cabeza, ese gesto hizo que me viniera a mi mente cuando Christine me lo hacia.

-- No se si será suerte o una maldición…pero es incomodo…tener que ocultarme…cuando me excito…no se cuando esa pegatina cederá y encima están esos tipos que nos hemos encontrado…me gustaría poder deshacerme de el…siento que cada vez que lo hago no soy yo y una parte de mi humanidad se pierde de alguna forma…-- dije mientras bajaba la cabeza y dejaba que Aoi me lavase el cuello pero enseguida me hizo reaccionar echando un balde de agua fría por encima mía.

-- Toma eso por entristecerte…es cierto que es incomodo pero estate por segura que no dejaremos ni Christine ni yo ni las demás que te pase nada…además eres la presidenta del club…y sin ella no podemos hacer nada…-- dijo Aoi mientras me sonreía con los colores subidos a sus mejillas.

-- Esta helada…de esta me pienso vengar…-- dije mientras cogia otro balde y lo llenaba de agua fría aquel momento se me quedo grabado en mi corazón por encima de todo lo demás y de lo mal que lo habíamos pasado en el gimnasio, aquel momento no se me olvidaría nunca, pero al instante escuche la puerta como se abría supuse que era Christine solo esperaba que no se diera cuenta del olor y de lo que había pasado en la habitación.

-- Akemi…Aoi…¿Estáis aquí…? …-- dijo Christine buscándonos, al menos de momento no se había dado cuenta de la habitación.

-- Estamos en la ducha…teníamos mucho calor…-- dije poniendo una excusa sobre lo que había pasado.

-- ¿Has puesto una lavadora…?...-- volvió a preguntar Christine curioseando en todo lo que habíamos hecho.

-- Si tuve la mala suerte de mancharnos el uniforme con un bolígrafo que se había roto…solo espero que salga la mancha…-- dije intentando poner una excusa, al girarme no pude mas que ver a Aoi con una mano en la boca intentando no reírse de todo lo que estaba diciendo y poniendo excusas por todo.

-- Deja de reírte…-- dije intentando que parase, pero al parecer todo aquello le hacia mucha gracia.

-- Bueno mientras os bañáis…preparare la cena…lo que me resulta mas extraño es que un vecino me ha dicho que ha escuchado un gemido que provenía de aquí...¿Os ha pasado algo…?...-- pregunto Christine, parecía no tener limite a todas las preguntas y las excusas se me estaban acabando y Aoi no paraba de reír.

-- Ay..que no puedo mas me duele el estomago…ja, ja ,ja, ja …-- dijo Aoi entre risas, aquello el parecía divertidísimo.

-- Fue la televisión…estuvimos viendo algo…antes de ponernos a estudiar…-- dije volviendo a poner otra excusa, estaba segura que si me preguntaba algo ya no sabría que decir.

-- Deja de reírte…no tiene gracia…-- dije intentando que se calmara de alguna forma pero para lo que no estaba preparada fue para la siguiente pregunta.

-- Akemi…¿Qué hace la pegatina en el suelo de la habitación…? …-- pregunto Christine con curiosidad y la verdad no sabia que decirle y menos teniendo a Aoi conmigo.

-- Al parecer se ha despegado…pero no ha pasado nada no te preocupes…-- dije intentando que pareciera real, y solo esperaba que se lo creyera.

-- De acuerdo en cuanto salgas te volveré a poner otra…y daos prisa…-- dijo Christine en un tono de duda que estaba casi convencida que no se habría creído aquello.

Una vez acabamos me puse delante del espejo…y Aoi cogio el cepillo y empezó a alisarme el pelo, en aquellos momentos la sentí como si fuera mi hermana mayor en algún sentido como si ya la hubiera conocido antes.

En cuanto terminamos vimos la cesta de la ropa, al parecer la lavadora ya había terminado y por lo menos teníamos la ropa limpia.

Al salir del baño pudimos oler el Yakisoba que se estaba haciendo y Christine metida en la cocina, mientras miraba un libro de recetas, solo esperaba que le hubiera salido bien.

En cuanto me vio se acerco a mi con dejando la cocina con una pegatina en la mano, no pude mas que levantarme la falda con la cara de vergüenza mientras Christine me colocaba la pegatina, volvía sentir su contacto frió y pegajoso pero no pude hacer nada.

Una vez colocada fue a lavarse las manos y a seguir con la comida, el olor era delicioso parecía que le estaba saliendo bien.

-- Es mejor que os vayáis a estudiar un poco…mientras acabo esto…-- dijo Christine mientras seguía algo liada.

-- ¿Puedo llamar por teléfono…?...-- pregunto Aoi sonriendo como siempre.

-- Si, claro…es mejor que avises a tu familia…-- respondió Christine amablemente yo no pude mas que dirigirme a mi habitación a sacar los libros y ponerlos sobre el escritorio, y me dispuse a hacer unos cuantos deberes que nos habían mandado.

-- Listo…Gracias por todo …-- dijo Aoi y al momento abrió la puerta de mi habitación y se puso a mi lado a estudiar.

En ese momento me sentí la mas feliz del mundo, tenia una compañera de estudios cosa que nunca había tenido y siempre había estudiado sola, era como un sueño hecho realidad.

El tiempo se me paso volando, éramos perfectas al menos podía entender a alguien mientras estudiábamos y nos complementábamos en los problemas, mientras seguíamos absortas escuche la voz de Christine que nos llamaba.

-- Ya esta listo…a cenar…-- dijo Christine desde el salón hasta la habitación podía llegar ese delicioso aroma y el ruido de la televisión que la había puesto para amenizar el tiempo.

Cuando nos sentamos al a mesa pude ver los platos de Yakisoba parecidos los spaghetti pero mucho mas coloridos aparte de tener muchos mas ingredientes, también había un plato grande de ensalada, por lo visto a Aoi no le hacia mucha gracia.

La cena fue muy tranquila discutimos de todo un poco a Christine pareció caerle muy bien Aoi y yo por un instante me quede mirándola como discutían, en cuanto terminamos nos pusimos a lavar los platos mientras Christine veía un poco la tele.

-- Parece que habéis hecho buenas migas…-- dije contenta de que al menos no le hubiera caído mal.

-- Si,…es una mujer muy interesante…pero no se por que la veo algo preocupada…-- dijo Aoi mientras secaba uno de los platos.

-- Es verdad,…desde hace un tiempo siempre nos hemos estado moviendo de un lugar para otro…y ahora pasa esto…quisiera descansar de todo…-- dije mientras seguía lavando aquello.

-- Seguro que muy pronto podréis vivir tranquilas…de momento ya sabes que tienes amigas que te ayudaran…-- dijo Aoi mientras me sonreía pero aquello acabaría pronto.

En un flash la habitación quedo a oscuras sin ningún motivo, mire por la ventana y había luz en los pisos de enfrente al parecer era un apagón que afectaba solo a este edificio y era extraño.

-- ¿Pero que demonios…?... Akemi…¿Hay luz en los pisos de enfrente…? …-- pregunto Christine algo sobresaltada.

-- Si no se ha ido…-- dije mientras Christine buscaba una linterna, sus movimientos parecían muy nerviosos.

Después de encontrarla se acerco al teléfono y lo descolgó, pero lo que vi en su rostro cuando lo volvió a colgar no me gusto en absoluto.

-- No hay línea, esto es de lo mas extraño preparaos tenemos que salir de aquí cuanto antes vienen a por ti…Arréglate deprisa tenemos que llegar hasta el coche e ir a mi tienda aquí no tengo nada para defendernos…-- dijo Christine mientras abría la puerta de salida muy lentamente mirando hacia todas partes podía escuchar unos pasos que subían rápido y los mas seguro que fueran hacia nuestra casa.

-- Rápido salid por la escalera de incendios…yo los entretendré…lo siento Aoi tenerte que involucrar en esto…-- dijo Christine mientras se colocaba detrás de la puerta para prepararse para atacar.

-- No quiero irme sin ti…No quiero perder a nadie mas…-- dije mientras Aoi salía afuera y me esperaba en la plataforma de la escalera de incendios.
-- No te preocupes por mi…te prometo que iré contigo…solo espérame en el coche…no tardare…y ahora vete…-- dijo Christine ordenándomelo, por lo visto no queria que viese lo que iba a pasar allí.

-- Venga salgamos…-- dijo Aoi cogiéndome del brazo y tirando de mi, no queria dejarla sola pero no podía hacer otra cosa, en cuanto baje escuche unos ruidos de pelea y unos gritos provenientes de la habitación queria ir a ayudarla, pero Aoi solo movió la cabeza negando y haciéndome saber que no debía de interferir en aquello.

-- Muy bien bajemos…-- dije bajando todo lo deprisa que podíamos, me era extraño que no estuviera vigilada la parte de la escalera de incendios lo mas seguro tuvieran otro plan mas o estuvieran vigilando el coche.

Una vez estuvimos abajo salimos por un callejón totalmente oscuro solo había algo de luz al final de este podía ver algunos gatos rebuscar en la basura y un vagabundo durmiendo entre los cartones por lo menos no estaba lloviendo, nos acercamos desde el callejón lentamente para mirar afuera y efectivamente había un tipo vigilando el coche parecía muy corpulento y tenia el pelo desaliñado, por suerte no había mucha gente en la calle ni pasaban muchos automóviles.

-- Bueno…¿Qué hacemos ahora …? …-- dije con tono de temor, ya que o tenia ni idea una vez hubimos llegado allí.

Aoi se quedo por un momento mirándolo y empezó a buscar por el callejón, se alejo un momento hacia los cubos de basura y cogio las tapas de los dos cubos, no tenia ni idea de lo que iba a hacer pero en cuanto los choco suavemente me imagine la idea pero aquello no pensé que pudiera hacerle mucho.

Aoi se movió lentamente hacia el sin hacer ruido y en cuanto estuvo detrás, hizo chocar las tapas de los cubos de basura contra su cabeza aquello fue muy sonoro aparte que incluso me dolió a mi figuradamente, el hombre se llevo las manos a la cabeza por un instante por el dolor y Aoi empezó a golpearlo donde podía pero no parecía surtir efecto alguno.

En cuanto aquel tipo se recupero se quedo mirándola con una expresión no muy agradable, se acerco a ella unos pasos y Aoi solo le hizo la señal de adiós aunque me extrañaba que hiciera eso.

En ese momento vi como un jarrón con una planta golpeo la cabeza de aquel hombre haciéndole caer al suelo de golpe, Christine salio del edificio a toda prisa, abriendo las puertas.

-- Venga daos prisa tenemos …que ir hacia la tienda no tenemos tiempo que perder…-- dijo aoi metiéndonos prisa para entrar en el automóvil pero no tenia ni idea de lo que iba a conseguir en la tienda.

Christine arranco a toda velocidad por suerte no había mucha gente por la calle ni trafico así que no tardamos mucho tiempo por el trayecto Christine no dejaba de mirar por el retrovisor por si nos perseguían pero no parecía haber nadie.

-- Aoi lo siento haberte metido en esto…Si quieres puedo dejarte en tu casa…-- dijo Christine para al menos dejarla aparte de todo esto.

-- No hace falta…como el dije estaré con ella pase lo que pase…-- dijo Aoi mientras me sonreía no podía creer que estuviera tan tranquila.


Kameko empezó a lanzar sus mejores golpes pero ninguno acertaba y los muchachos con un simple movimiento hicieron caer a Kameko al suelo y comenzaron a darle una paliza, ella intento protegerse lo mejor que podía de aquellos ataques pero estaba recibiendo demasiado castigo no iba a permitir lo que le estaban haciendo, aunque se hubiera arriesgado por mi.

-- Dejadla en paz ya me tenéis…que es lo que queréis mas …-- dije casi llorando al ver lo que le estaban haciendo a la pobre Kameko.

-- Nada solo divertirnos…además tu eres el plato principal de todo esto…-- dijo Alex con un tono de malicia en su voz, no sabia lo que me tenían preparado pero seguramente no seria nada bueno.

Aquellos chicos empezaron a acercarse lentamente relamiéndose los labios, no se por que pero sentí un escalofrío que recorrió toda mi espalda, no podía hacer nada estaba completamente inmóvil.

En ese momento escuche un grito desgarrador proveniente detrás de mi, y el muchacho cayo al suelo cuando me gire vi que tenia una especie de sello en su frente y a Christine que portaba varias de aquellas cosas en la mano.

-- ¿Cómo nos habéis encontrado…? …-- pregunte sorprendida y a la vez con alegría de que estuvieran allí.

-- Cuando salí me encontré con Christine…al parecer nos había venido a recoger…pero tu no habías salido de allí y me resulto raro…fuimos al club pero tampoco estabas por allí por suerte pasamos cerca del gimnasio buscándote y escuchamos la pelea y por lo visto te encontramos…-- dijo Aoi explicando lo que había pasado y era un gran alivio que hubieran venido.

-- Vaya mira quien tenemos aquí…Aoi ahora que tengo la oportunidad…no saldrás viva de aquí…matadlas a las dos…AHORA!!!...-- dijo Alex por megafonía gritando al ver a Aoi parecer ser que se había enfadado mas.

-- Esa es Alex…no puede ser tan estupida…de haberte hecho esto…-- dijo Aoi sorprendida al escuhar la voz por megafonía.

-- Eso no importa ahora…yo me encargare de estos dos…tu ve por esa tal Alex y Akemi ocúpate de tu amiga…-- dijo Christine preparándose para el combate, mientras que Aoi salía corriendo en dirección hacia la sala de control del gimnasio, entre tanto Christine se lanzo a por ellos rápidamente, a su vez reaccionaron olvidándose de Kameko y lanzándose a por Christine que empezó a esquivar sus golpes ágilmente, al parecer no tenia la intención de hacerles ningún daño solo de ponerles aquellos sellos en su frente.

Los chicos seguían lanzando golpes contra Christine que esta a su vez seguía esquivándolos fácilmente en esto detuvo sus puños uno por cada lado y con un movimiento felino salto por encima de ambos colocándose a su espalda y poniéndoles el sello en su frente en ese momento cayeron al suelo con un grito desgarrador, entre tanto me acerque a Kameko para ver como se encontraba, por suerte solo tenia magulladuras y algunos moratones, no podía creer lo que había hecho por mi era sorprendente.

-- Voy a ayudar a Aoi quiero saber por que tarda tanto…-- dijo Christine mientras salía corriendo en dirección hacia donde había ido Aoi.

No pude mas que darle un beso en la cara a Kameko en agradecimiento por lo que había hecho, enseguida abrió los ojos y se me quedo mirando con un sonrisa.

-- Auch…duele…ha sido una buena pelea pero tengo que mejorar…-- dijo mientras se incorporaba lentamente.

-- No debiste haberlo hecho…-- dije bajando la cabeza y con los colores subidos en las mejillas.

-- No te preocupes…como te dije somos amigas y no pienso dejar que te pase nada…-- dijo Kameko mientras se pasaba el dedo por la nariz que sangraba algo.

-- Muchas gracias…-- dije sin dejar de levantar la cabeza por el rubor de mis mejillas.

-- Tranquila además Aoi y tu habéis hecho mucho mas para Etsuko y para mi al menos tenemos un club…Será mejor que vayamos con Aoi a ver que es lo que pasa con Alex…-- dijo Kameko levantándose y arreglándose un poco el uniforme, que estaba lleno de polvo y algo rasgado.

-- ¿No te dirán…nada tus padres al verte así…?...-- pregunte mientras nos dirigíamos hacia la sala de control.

-- Me darán el sermón como siempre…antes me metía en peleas y también salía así…algunas veces incluso peor…pero bueno es solo un sermón…además no ha podido ser por mejor motivo…-- dijo Kameko mientras caminábamos y se intentaba arreglar algo la falda.

Al llegar a la sala de control pude ver que era un sito no muy grande lleno de paneles de control pero tenia la vista de todo el campo de juego, Christine y Aoi se encontraban delante de la silla en donde se supone que debería estar Alex.

-- ¿Qué pasa…? …-- pregunte extrañada al verlas tan calladas y me temí lo peor de todo.

-- No te preocupes parece ser que esta desmayada…nada mas…eh! despierta…-- dijo Christine mientras le golpeaba la cara suavemente para que reaccionara.

-- ¿Pero…? …¿Qué hago yo aquí…?...¿Quien es usted…? …¿Es una broma tuya Aoi…?...-- pregunto Alex casi sin respirar al parecer no tenia recuerdo de lo que había hecho ni marca alguna por lo que parecía ser.

-- ¿No recuerdas nada...de lo que ha pasado…?...-- pregunto Christine extrañada mientras intentaba averiguar si tenia alguna marca en sus muñecas.

-- No recuerdo nada …desde que fui a almorzar…en ese momento es como si me hubiera quedado dormida…-- respondió Alex intentando recordar que es lo que había ocurrido, pero sin suerte ninguna.

-- Es una pena…no podemos sacar anda en claro…y al parecer no van a detenerse ante nada …-- dijo Christine pensando que empezaban a acorralarnos.

-- Bueno al menos sabemos una cosa mas…que los vendedores de la cafetería están implicados…tendremos que tener cuidado con ellos…-- dijo Aoi sonriendo, mientras miraba a Alex que aun estaba confundida mirando hacia todas partes.

-- Aoi si esta es una broma tuya es de muy mal gusto…esta me la pagaras…-- dijo Alex largándose con orgullo pero cuando paso por delante de Kameko esta reacciono.

-- Escucha Alex no te conozco de nada…y no me importas…pero si por un solo momento me entero de que tienes algo que ver en todo esto…te las haré pagar…-- dijo Kameko mientras se crujía los dedos como amenazándola cosa que entendió muy bien ya que podía verse en el rostro de Alex el miedo que le tenia.

-- Escucha marimacho…no se ni lo que ha pasado te enteras…no tengo nada que ver…ahora si me dejas pasar…-- dijo Alex con tono de miedo pero aun con orgullo, al instante Kameko la dejo pasar e inmediatamente Alex acelero el paso para salir de allí.

-- Bueno…¿No me vas a presentar…? …-- pregunto Christine, intentando olvidar lo que había pasado pero sabia que no podría quitárselo de la mente y aun estaba dándole vueltas.

-- Si claro…ella es Kameko…esta en la clase de Akemi…-- respondió Aoi presentándolas, enseguida Kameko saludo con un apretón de manos que incluso Christine noto su fuerza.

-- Vaya…parece que eres muy fuerte…-- dijo Christine mientras se acariciaba la mano para que se fuera el dolor.

-- He tenido que aprender a defenderme…Anda…tengo que darme prisa si no me la van a liar mas aun…ha sido un placer…Nos vemos mañana…-- dijo Kameko saludando al mas puro estilo oriental y saliendo de allí a toda prisa.

-- Tu eres Aoi…¿Verdad…? …Me ha dicho Akemi que sois muy buenas amigas y gracias a ella has formado un club…Encantada de conocerte…-- pregunto Christine dándole un abrazo que no se esperaba Aoi.

-- Igualmente es un placer…-- dijo Aoi algo sonrojada por aquel efusivo saludo.

Después de eso Christine salio de la sala de control y se agacho un poco para decirme algo al oído.

-- Recuerda…Invítala a casa…-- dijo Christine con voz baja, en cuanto lo escuche los colores subieron a mis mejillas.

-- Parece muy amable Christine…además…al parecer tiene algunas dotes que no son muy visibles a simple vista…-- dijo Aoi haciéndose un juicio en cuanto vio a Christine y no se equivocaba.

-- Si…tienes…tiempo…puedes venir…a…casa…para…estudiar…-- dije bajando la cabeza algo avergonzada y esperanzada en que aceptara la invitación aunque lo mas seguro tendría algunas cosas que hacer y seria comprensible.

-- Será un placer…-- dijo Aoi sonriéndome calidamente, era increíble no sabría decir si era por que su miembro estaba todo el tiempo dentro de ella o por que era así pero esa sonrisa siempre me reconfortaba.

Bajamos de la sala de control y nos fijamos que Christine nos estaba esperando en la salida del gimnasio asegurándose de que no hubiera nadie por los alrededores.

-- ¿Vas a dejarlos hay tirados…?...-- pregunto Aoi extrañada por lo que estaba haciendo.

-- No te preocupes…se despertaran dentro de una hora…sin recordar nada…-- dijo Christine mientras salíamos de allí, recorrimos los pasillos y salimos de la academia no se por que pero al salir note como si alguien nos observara desde algún sitio, me gire por un instante para intentar observar quien pudiera ser pero no veía nada.

-- Akemi…¿Te ocurre algo…? …Vamos entra…-- dijo Christine, metiéndome prisa, al instante me puse en el asiento de atrás y me quede mirando por la ventana al cielo viendo aquellos preciosos colores anaranjados, pero sentía algo extraño dentro de mi como si supiera que algo estaba apunto de ocurrir.

No tardamos mucho en llegar a casa parecía que todo estaba como siempre había algunos niños jugando fuera, los bares y su continuo entrar y salir de clientes con su ruido típico. Entramos en el portal y subimos a casa en cuanto entramos Aoi se quedo como sorprendida, al parecer se esperaba otra cosa.

-- Aoi…¿Pasa algo…? …-- pregunto extrañada al comprobar la cara de Aoi de sorpresa.

-- No,…nada solo que me esperaba algo mas oriental…-- respondió Aoi mirando hacia todas partes.

-- Si es verdad…pero así es como me siento mas cómoda…y si le gusta a Akemi…las dos estamos bien…bueno…¿Qué es lo que queréis para comer…? …-- pregunto Christine con intriga.

-- Me gustaría probar algo de Yakisoba si tiene claro…no me gustaría que fuese una molestia…-- dijo Aoi pensando en un plato al parecer tenia nostalgia de su país lo mismo que yo.

-- Bueno tendría que ir a comprarlo…pero no te preocupes…no tardare mucho…y ahora poneos a estudiar de mientras…-- dijo Christine mientras recogía el bolso y salía a comprar los ingredientes.

-- Bueno será…mejor que nos pongamos a estudiar…-- dije con la cabeza agachada aun mientras la guiaba para mi habitación a recoger algunas cosas.

-- Vaya así que esta es tu habitación…Es muy linda…-- dijo Aoi mientras empezaba a mirar por todas partes.

Me acerque por un momento al ordenador para recoger unos apuntes y en ese momento sentí como Aoi se lanzaba encima mía y ponía suavemente sus labios cerca de mi oído comenzando a susurrarme.

-- Sabes me encanta esa carita de Ángel…tan sonrojadita…-- dijo Aoi casi susurrándome, aquello hizo que me recorriera una descarga eléctrica por mi espalda, empezaba a notar como la pegatina comenzaba a despegarse lentamente y no sabia que hacer si dejarlo o continuar con el juego.

Al instante note como su lengua calida empezaba a pasearse por mi oído lentamente sin prisa recorriéndolo hasta llegar al lóbulo y en ese momento note un mordisco suave pero con firmeza que me hizo decidirme, enseguida sentí como aquella cosa se empezaba a apoderar de mi lentamente y como la pegatina desaparecía por la presión de aquel monstruoso miembro que ahora empezaba a erguirse lentamente, por debajo de mi falda.

En ese momento note a Aoi que se retiraba me di la vuelta y vi que se sentaba en la cama, al instante se levanto la falda y bajo su ropa interior que estaba empapada su miembro salio al instante de dentro de ella que emitió un gemido de placer, estaba completamente mojado por sus flujos que ya empezaban a mojar mi cama, solo me hizo una señal con su dedo para que me acercara, podía notar como la sangre me hervía de sobremanera y tenia muchísimas ganas.

Me acerque lentamente y arrodillándome note su calor que casi quemaba, coloque mi pequeña boca en el glande de su miembro y lo bese con delicadeza y seguidamente lo introduje notando su dureza y a la vez su flexibilidad, comencé a mover la lengua mojándolo tanto como pudiera, el sabor de sus flujos y mi saliva se mezclaron y me resultaba delicioso, podía sentir en mi boca como las venas palpitar al ritmo de su corazón, por un momento Aoi cogio mi cabeza y la levanto mirándome a los ojos, podía ver su cara de placer, su sonrisa perenne ahora transformada.

-- Quiero que me mires a los ojos…-- dijo Aoi casi susurrándome por el placer que estaba teniendo.

No la defraude empecé a mover mi cabeza lentamente, haciendo que aquel miembro suyo se introdujera todo lo que podía en mi boca, mientras lo mojaba de saliva, su sabor era algo salado pero delicioso, veía como la cara de Aoi se desfiguraba por el placer su respiración era cada vez mas deprisa y sus gemidos empezaban a inundarlo todo, notaba por su cara que el orgasmo estaba cerca, coloque mi mano en su sexo femenino e introduje los dedos lentamente fue como si me los absorbiera se deslizaron rápidamente hacia su interior y en aquel momento soltó un gemido que lleno la habitación pensé que seguramente los vecinos lo habrían notado pero ni siquiera me importaba.

Sentí como su presión aumento de sobremanera haciendo que aquel miembro llegase a mi garganta, intente acelerar el ritmo de mis dedos todo lo que pude su respiración era muy agitada, su cara estaba dominada por el placer intenso que esta recibiendo sin cesar, enseguida note como su cuerpo se tenso y las venas de su miembro se ponían incluso mayores, note con la lengua como su sexo daba pequeños empujones para hacer que tuviera un orgasmo y al fin sentí todo aquel rió de semen caliente y espeso lanzado directamente a mi garganta, mientras se mezclaba con la saliva no pude mas que tragármelo y saborearlo, no sabia por cuanto tiempo estaría teniendo el orgasmo pero empezaba a faltarme la respiración, entre tanto sentí como mis dedos se mojaban aprisionados por su interior de sobremanera; con todos sus flujos calientes que salían de ella mojando la cama.

No pude mas que toser por aquellos y retirarme de golpe mientras tosía pro la cantidad que tenia en mi garganta, incluso el semen aun salía estando atragantada.

-- Ha sido maravilloso…es increíble parece que tienes ganas…y no te pienso defraudar…-- dijo Aoi sonriéndome con lujuria en su rostro.

En ese momento no se lo que paso por mi mente pero alce mi falda me apoye contra la pared puse mis manos en mi sexo y lo abrí ofreciéndoselo, mientras notaba la presión en mi monstruoso miembro contra el muro que estaba apoyada

En seguida note las manos de Aoi como se aferraban a mi sexo y empezaban a moverlo mientras notaba su aliento en mi oído y sus pechos en mi espada que aun a pesar de tener el uniforme podía notar sus pezones duros como piedras que incluso me hacían algo de daño.

Sus manos eran calidas y muy suaves, podía sentir como cada vena se contraía por sus movimientos; el liquido preseminal salía a borbotones por el glande manchando todo el suelo, mi cara se distorsiono en un momento sabia que no era yo quien estaba allí pero me encantaba, enseguida note el glande de Aoi en la puerta de mi sexo empujando abriéndose paso no pude mas que emitir un gemido de placer, fui notando como poco a poco iba partiéndome por la mitad como me atravesaba y se alojaba en lo mas profundo de mi interior, al final note como topaba con mi útero incluso podía ver un pequeño bulto de su glande en mi abdomen, y al momento empezó a moverse primero lentamente, notaba la calidez y su dureza y a la vez flexibilidad, sus movimientos eran acompasados y muy suaves pero poco a poco tanto el movimiento de sus manos como el de su sexo comenzó a acelerarse de sobremanera era increíble como salía y entraba en mi a toda velocidad aquel placer era indescriptible no podía aguantarme mas era maravilloso, en un momento sentí como empezaba a vibrar de sobremanera dentro de mi dando vueltas y mas vueltas lo mismo que la otra vez y eso me encantaba era una maravilla la cabeza me daba vueltas sin cesar, notaba como una corriente de calor me invadía. los flujos de mi sexo salía afuera como si de una cascada se tratase mojando el suelo y haciendo pequeños charcos en el, nuestros gemidos se mezclaban entre si como en una canción yo queria mas y mas estaba como loca, en un momento Aoi apretó mi glande con sus manos con fuerza y de un empujón que ni siquiera me esperaba hizo que abriera los ojos de golpe note como aquel miembro flexible se tenso haciéndose mas duro y como las venas de mi sexo se hacían mas grandes, incluso los músculos de las piernas y de mi sexo se tensaron al instante intentando aprisionar semejante monstruo de carne en mi interior, un grito de placer extremo lleno la habitación, note como a la vez una corriente de semen me inundaba por dentro caliente y espeso llenando todo mi interior. el abdomen crecía por momentos por todo lo vertido en el parecía que estaba embarazada, mientras sus manos se aferraban a mi sexo con fuerza a la vez otro rió de semen salía por mi sexo con fuerza manchando toda la pared y el suelo sentía el calor de aquel liquido manchando mi cuerpo y de Aoi estaba en la gloria, no pude mas que cerrar los ojos y dejarme llevar por el placer y la verdad no sabría cuando se detendría era extraordinario, las piernas me temblaban y casi no podía mantenerme de pie, Aoi era la única que me mantenía en el sitio.

Pasados unos minutos al fin se detuvo y pude caer de espaldas en el suelo junto a Aoi, su sexo salio de mi interior y una catarata de semen salio haciendo incluso que mi abdomen descendiera, estaba que casi ni podía moverme, Aoi lo único que hizo fue darme un beso introduciendo su lengua dentro de mi boca y saboreando mi saliva.

En un momento paso su lengua por mi cara saboreando mi semen que aun estaba caliente, y al momento puso la perenne sonrisa en su rostro.

-- Delicioso…-- dijo Aoi mientras lo saboreaba en su boca.

-- Necesitamos un baño y arreglar esto antes de que venga Christine…-- dije intentando poner un poco de orden en aquel desastre que habíamos organizado incluso las paredes estaba manchada, no sabia por donde empezar, aquello era como una laguna en plan casero.

Mis ojos recuperaron su aspecto normal, y aquel miembro empezó a bajar lentamente recuperando su estado normal, por lo menos lo había calmado momentáneamente.

-- Yo iré por la fregona tu coge algunas bayetas, intentaremos al menos que este mas arreglado…-- dijo Aoi intentando darse prisa pero sabia que aquello nos llevaría un rato aparte del olor para quitarlo necesitaríamos al menos dos botes enteros de ambientador.

Nos pusimos de inmediato a limpiar aquello que nos llevo como media hora al menos estaba mas decente pero el olor era bastante fuerte abrimos la ventana y empezamos a echar algo de ambientador para disimularlo, una vez hubimos acabado cogí la ropa manchada y puse una lavadora mientras nos metíamos en la ducha al menos podíamos estar tranquilas.

Aunque aquella ducha era estrecha podíamos caber perfectamente ç, deje que el agua me limpiara por completo mientras podía ver el miembro de Aoi reluciente mientras el agua resbalaba por el por suerte de momento estaba tranquila.

-- ¿Ocurre algo…? …-- pregunto Aoi con curiosidad al verme que estaba viendo su sexo.

-- No nada solo me preguntaba…¿Si siempre lo has tenido así…? …-- respondí preguntando. mientras cogia le champú para el pelo.

-- La verdad que mis padres se sorprendieron al tenerme no…supusieron que hacer…y a media que crecía resultaba mucho peor esto crecía conmigo y resultaba mas embarazoso ocultarlo…aparte en la pubertad o cuando teníamos que hacer gimnasia o revisiones medicas…tenia que faltar al colegio o fingir un gripe o algo…Siempre me ha fastidiado…tienes suerte que el tuyo pueda ocultarse…-- dijo Aoi mientras colocaba sus manos en mi cabeza y empezaba a frotarme el pelo para lavarme la cabeza, ese gesto hizo que me viniera a mi mente cuando Christine me lo hacia.

-- No se si será suerte o una maldición…pero es incomodo…tener que ocultarme…cuando me excito…no se cuando esa pegatina cederá y encima están esos tipos que nos hemos encontrado…me gustaría poder deshacerme de el…siento que cada vez que lo hago no soy yo y una parte de mi humanidad se pierde de alguna forma…-- dije mientras bajaba la cabeza y dejaba que Aoi me lavase el cuello pero enseguida me hizo reaccionar echando un balde de agua fría por encima mía.

-- Toma eso por entristecerte…es cierto que es incomodo pero estate por segura que no dejaremos ni Christine ni yo ni las demás que te pase nada…además eres la presidenta del club…y sin ella no podemos hacer nada…-- dijo Aoi mientras me sonreía con los colores subidos a sus mejillas.

-- Esta helada…de esta me pienso vengar…-- dije mientras cogia otro balde y lo llenaba de agua fría aquel momento se me quedo grabado en mi corazón por encima de todo lo demás y de lo mal que lo habíamos pasado en el gimnasio, aquel momento no se me olvidaría nunca, pero al instante escuche la puerta como se abría supuse que era Christine solo esperaba que no se diera cuenta del olor y de lo que había pasado en la habitación.

-- Akemi…Aoi…¿Estáis aquí…? …-- dijo Christine buscándonos, al menos de momento no se había dado cuenta de la habitación.

-- Estamos en la ducha…teníamos mucho calor…-- dije poniendo una excusa sobre lo que había pasado.

-- ¿Has puesto una lavadora…?...-- volvió a preguntar Christine curioseando en todo lo que habíamos hecho.

-- Si tuve la mala suerte de mancharnos el uniforme con un bolígrafo que se había roto…solo espero que salga la mancha…-- dije intentando poner una excusa, al girarme no pude mas que ver a Aoi con una mano en la boca intentando no reírse de todo lo que estaba diciendo y poniendo excusas por todo.

-- Deja de reírte…-- dije intentando que parase, pero al parecer todo aquello le hacia mucha gracia.

-- Bueno mientras os bañáis…preparare la cena…lo que me resulta mas extraño es que un vecino me ha dicho que ha escuchado un gemido que provenía de aquí...¿Os ha pasado algo…?...-- pregunto Christine, parecía no tener limite a todas las preguntas y las excusas se me estaban acabando y Aoi no paraba de reír.

-- Ay..que no puedo mas me duele el estomago…ja, ja ,ja, ja …-- dijo Aoi entre risas, aquello el parecía divertidísimo.

-- Fue la televisión…estuvimos viendo algo…antes de ponernos a estudiar…-- dije volviendo a poner otra excusa, estaba segura que si me preguntaba algo ya no sabría que decir.

-- Deja de reírte…no tiene gracia…-- dije intentando que se calmara de alguna forma pero para lo que no estaba preparada fue para la siguiente pregunta.

-- Akemi…¿Qué hace la pegatina en el suelo de la habitación…? …-- pregunto Christine con curiosidad y la verdad no sabia que decirle y menos teniendo a Aoi conmigo.

-- Al parecer se ha despegado…pero no ha pasado nada no te preocupes…-- dije intentando que pareciera real, y solo esperaba que se lo creyera.

-- De acuerdo en cuanto salgas te volveré a poner otra…y daos prisa…-- dijo Christine en un tono de duda que estaba casi convencida que no se habría creído aquello.

Una vez acabamos me puse delante del espejo…y Aoi cogio el cepillo y empezó a alisarme el pelo, en aquellos momentos la sentí como si fuera mi hermana mayor en algún sentido como si ya la hubiera conocido antes.

En cuanto terminamos vimos la cesta de la ropa, al parecer la lavadora ya había terminado y por lo menos teníamos la ropa limpia.

Al salir del baño pudimos oler el Yakisoba que se estaba haciendo y Christine metida en la cocina, mientras miraba un libro de recetas, solo esperaba que le hubiera salido bien.

En cuanto me vio se acerco a mi con dejando la cocina con una pegatina en la mano, no pude mas que levantarme la falda con la cara de vergüenza mientras Christine me colocaba la pegatina, volvía sentir su contacto frió y pegajoso pero no pude hacer nada.

Una vez colocada fue a lavarse las manos y a seguir con la comida, el olor era delicioso parecía que le estaba saliendo bien.

-- Es mejor que os vayáis a estudiar un poco…mientras acabo esto…-- dijo Christine mientras seguía algo liada.

-- ¿Puedo llamar por teléfono…?...-- pregunto Aoi sonriendo como siempre.

-- Si, claro…es mejor que avises a tu familia…-- respondió Christine amablemente yo no pude mas que dirigirme a mi habitación a sacar los libros y ponerlos sobre el escritorio, y me dispuse a hacer unos cuantos deberes que nos habían mandado.

-- Listo…Gracias por todo …-- dijo Aoi y al momento abrió la puerta de mi habitación y se puso a mi lado a estudiar.

En ese momento me sentí la mas feliz del mundo, tenia una compañera de estudios cosa que nunca había tenido y siempre había estudiado sola, era como un sueño hecho realidad.

El tiempo se me paso volando, éramos perfectas al menos podía entender a alguien mientras estudiábamos y nos complementábamos en los problemas, mientras seguíamos absortas escuche la voz de Christine que nos llamaba.

-- Ya esta listo…a cenar…-- dijo Christine desde el salón hasta la habitación podía llegar ese delicioso aroma y el ruido de la televisión que la había puesto para amenizar el tiempo.

Cuando nos sentamos al a mesa pude ver los platos de Yakisoba parecidos los spaghetti pero mucho mas coloridos aparte de tener muchos mas ingredientes, también había un plato grande de ensalada, por lo visto a Aoi no le hacia mucha gracia.

La cena fue muy tranquila discutimos de todo un poco a Christine pareció caerle muy bien Aoi y yo por un instante me quede mirándola como discutían, en cuanto terminamos nos pusimos a lavar los platos mientras Christine veía un poco la tele.

-- Parece que habéis hecho buenas migas…-- dije contenta de que al menos no le hubiera caído mal.

-- Si,…es una mujer muy interesante…pero no se por que la veo algo preocupada…-- dijo Aoi mientras secaba uno de los platos.

-- Es verdad,…desde hace un tiempo siempre nos hemos estado moviendo de un lugar para otro…y ahora pasa esto…quisiera descansar de todo…-- dije mientras seguía lavando aquello.

-- Seguro que muy pronto podréis vivir tranquilas…de momento ya sabes que tienes amigas que te ayudaran…-- dijo Aoi mientras me sonreía pero aquello acabaría pronto.

En un flash la habitación quedo a oscuras sin ningún motivo, mire por la ventana y había luz en los pisos de enfrente al parecer era un apagón que afectaba solo a este edificio y era extraño.

-- ¿Pero que demonios…?... Akemi…¿Hay luz en los pisos de enfrente…? …-- pregunto Christine algo sobresaltada.

-- Si no se ha ido…-- dije mientras Christine buscaba una linterna, sus movimientos parecían muy nerviosos.

Después de encontrarla se acerco al teléfono y lo descolgó, pero lo que vi en su rostro cuando lo volvió a colgar no me gusto en absoluto.

-- No hay línea, esto es de lo mas extraño preparaos tenemos que salir de aquí cuanto antes vienen a por ti…Arréglate deprisa tenemos que llegar hasta el coche e ir a mi tienda aquí no tengo nada para defendernos…-- dijo Christine mientras abría la puerta de salida muy lentamente mirando hacia todas partes podía escuchar unos pasos que subían rápido y los mas seguro que fueran hacia nuestra casa.

-- Rápido salid por la escalera de incendios…yo los entretendré…lo siento Aoi tenerte que involucrar en esto…-- dijo Christine mientras se colocaba detrás de la puerta para prepararse para atacar.

-- No quiero irme sin ti…No quiero perder a nadie mas…-- dije mientras Aoi salía afuera y me esperaba en la plataforma de la escalera de incendios.
-- No te preocupes por mi…te prometo que iré contigo…solo espérame en el coche…no tardare…y ahora vete…-- dijo Christine ordenándomelo, por lo visto no queria que viese lo que iba a pasar allí.

-- Venga salgamos…-- dijo Aoi cogiéndome del brazo y tirando de mi, no queria dejarla sola pero no podía hacer otra cosa, en cuanto baje escuche unos ruidos de pelea y unos gritos provenientes de la habitación queria ir a ayudarla, pero Aoi solo movió la cabeza negando y haciéndome saber que no debía de interferir en aquello.

-- Muy bien bajemos…-- dije bajando todo lo deprisa que podíamos, me era extraño que no estuviera vigilada la parte de la escalera de incendios lo mas seguro tuvieran otro plan mas o estuvieran vigilando el coche.

Una vez estuvimos abajo salimos por un callejón totalmente oscuro solo había algo de luz al final de este podía ver algunos gatos rebuscar en la basura y un vagabundo durmiendo entre los cartones por lo menos no estaba lloviendo, nos acercamos desde el callejón lentamente para mirar afuera y efectivamente había un tipo vigilando el coche parecía muy corpulento y tenia el pelo desaliñado, por suerte no había mucha gente en la calle ni pasaban muchos automóviles.

-- Bueno…¿Qué hacemos ahora …? …-- dije con tono de temor, ya que o tenia ni idea una vez hubimos llegado allí.

Aoi se quedo por un momento mirándolo y empezó a buscar por el callejón, se alejo un momento hacia l

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