Las fantasias con Romina... (parte 1)

Estimad@s Poringuer@s:
Vuelvo a escribir despues de muchos años. Les dejo este relato que consta de varias partes, espero sea de su agrado, y acordate que comentar es gratis....
Las fantasias con Romina... (parte 1)

Ya llevábamos un tiempo "hablando", nos habíamos conocido gracias a Facebook, ella usaba su nombre y yo mi alias. Hablábamos de todo, hasta había nacido cierta amistad y sin dudas mucha confianza. Nos contábamos del día a día, vivencias, pesares, compartíamos alegrías y tristezas, nos dábamos puntos de vista, nos consolábamos en algunos momentos y eso sin dudas llevo a que con el tiempo las charlas eran más intimas, llegando al plano sexual. Yo le contaba mis aventuras y ella las suyas, en esas charlas nos dimos cuenta que teníamos mucho en común, gustos iguales, ambos eramos muy calientes, muy sexuales, llegando al punto de decirnos de que nos haríamos si un día nos veíamos, el chat ardía, pasaba de todo en nuestra imaginación, me costaba responder o seguir el hilo, terminaba a mil y más de una vez tenia que llamar a alguna de mis amigas con derecho y ligaba, otras solamente apuñalaba el ganso hasta que quedaba seco, pero siempre pensando en ella, mi musa sexual.
Con el tiempo comenzamos a intercambiar fotos, ella me mandaba fotos muy provocativas, en pose, con sus pechos al aire o en ropa interior, nunca totalmente desnuda... se las describo... Romina mide 1.60 aprox, pelo lacio negro y ojos negros, tez blanca, su boquita invita a besarla y mucho más, pechos normales, ni chicos ni voluptuosa, sin dudas muy lindos, esos que te dan ganas de de besarlos y lamerlos hasta que te duela la boca. Una pancita linda al igual que su cintura, y lo que me tenía loco, una cola que me fascina, grande, redonda y paradita, ver las fotos con tangas me ponía a mil, me daban ganas de darle palmadas, morderlas y meter mi boca allí, soñaba con esa cola, se había transformado en mi obsesión y mas aumentaba con nuestras charlas y sus fotos.
Así comencé a buscar cuando podía viajar; no lo dije, soy uruguayo pero actualmente por trabajo vivo en Bs. As., Romi vive en Mvdeo. Sin dudas cualquiera sabe que no es problema viajar de un lado a el otro, pero por temas laborales se me complicaba, aparte de que debíamos coordinar con Romi, tampoco lo dije, pero ella tiene novio, por lo que era otra variante a tener en cuenta. Luego de tanto buscar y comernos la cabeza, se dio por fin, yo conseguí un finde entero libre y su novio se iba a el interior, a no se que carajo, lo cuál realmente me importaba nada.
Me tomé el buque el viernes a la medianoche, había conseguido un paquete con hotel incluido, llegue a Colonia y desde ahí en el bus de la compañía del buque hasta Tres Cruces, la terminal de Mvdeo. Llegue aprox 6:00 am, desde ahí me tome un taxi al hotel, no era lejos, bastante céntrico. Llegamos en 15 minutos, fui a hacer el check in y me atendió una muchacha en recepción, muy bonita, rubia, carita de nena y unos pechos impresionantes, que mostraba en el escote del traje que usaba, se complicaba no mirar, es un problema que tenemos creo que todos los hombres o por lo menos la mayoría, ella se dio cuenta y se sonreía, me imagino que acostumbrada a que le pase y al parecer no le molestaba. (Aclaro, no soy Brad Pitt ni un galán, soy un tipo normal, pero no se porque siempre tuve suerte con las mujeres, supongo que mi forma de ser lograba eso). Luego de registrarme, se levantó y me alcanzo la llave, ahí pude ver su cuerpo entero, invitaba a gozar de el, media poco menos de 1.70, llevaba puesto una pollera que mostraba en su forma una colita chiquita, pero redondita, la clásica manzanita, muy linda cola, demoro un instante en encontrar la llave. Se gira y me dice:
-Soy Mariana, estoy hasta las 14:00, si necesitas algo, solo levanta el teléfono de la habitación y marca 1- Yo la mire a los ojos, color miel, mire su escote, no podía evitarlo, como un acto reflejo, volví a sus ojos, sonreí y le dije
-Gracias Mariana, si necesito algo te llamaré sin dudas, eres muy amable, un verdadero gusto- y ella me dedico una sonrisa.
-Ah, el desayuno es desde 7:00 a 11:00, el comedor es por ahí- señalándome una puerta grande.
-Muchas gracias nuevamente.
Me retiré a la habitación, era en el 3er piso, ingrese, no era nada del otro mundo, bastante normal, cama de dos plazas, una mesita de luz a cada lado con sus respectivas lámparas, una tv les de 21", un ropero, un ventanal grande que iluminaba toda la habitación al estar con la estera abierta, un sillón en una esquina y una mesita con dos sillas de madera; el baño estaba bien, con todos sus implementos y lo más importante una ducha grande, fundamental.
Me tire un ratito en la cama, haciendo zapping sin mirar nada en realidad, esperando que las horas pasen, cerca de 8:30, separe ropa y me di una ducha, termine, me vestí y bajé a desayunar, cruce por recepción, Mariana estaba ahí y nos dedicamos una sonrisa mutua.
-Que tengas buen provecho- me dijo
-Gracias Mariana- le respondí e ingresé al salón. Habría unas 15 mesas con 4 sillas cada una, a esa hora no había casi gente, una pareja de ancianos y otra de jóvenes, ambos saludaron cordialmente mi llegada, desayuné liviano y mientras tanto revisaba Facebook en el cel, esperando el ansiado mensaje de Romina, 9:30 aprox llego.
"Hola mi vida<3, llegaste bien?"
"Si, ya estoy en el hotel, ansioso por verte :-)"
"Ok, en 1 hora estaré en la esquina del hotel, nos vemos ahí"
"Dale, no te demores"
"Besitos lindo... Estoy nerviosa"
"Igual yo". Esto era verdad, tenía nervios, pero también ansiedad, adrenalina, morbo y sin dudas calentura.
Fui hasta recepción y le pregunté a Mariana.
-Discúlpame, pero habría problemas si alguien viene a verme a el hotel.
-En realidad si no están hospedados no podrían, pero como esta tranquilo y si se retira antes de que terminé mi turno, conmigo no hay problema.
-Me caes muy bien, sos una genia- le dije
-Estoy para lo que precises- Me respondió sonriendo - Es familiar o amigo?- Me preguntó.
-En realidad es una amiga- y no pude evitar reír de manera pícara.
-Mmmm, esta bien- y sonrió igual que yo - que te diviertas- guiñándome un ojo.
Salí, del hotel y fui hasta la esquina pactada. Hacia un día lindo, estaba soleado, la temperatura era agradable, se podía estar tranquilamente con una remera fina. Había poco tránsito, era sábado a la mañana, no estaba sobre una avenida importante por lo que esto se acentúa. Igualmente quien conoce Mvdeo. sabe que es una ciudad bastante tranquila.
Habré esperado aprox unos 20 minutos, y la vi, girando la esquina a una cuadra, el cosquilleo en la panza aumentó y parecía que todo iba en cámara lenta, me pareció una eternidad, veía su caminar, como se aproximaba a mí, venia con una calza negra que se ajustaba a su cuerpo, resaltando sus caderas, una remera roja sin mangas que tambien se ajustaba a su cuerpo, lentes de sol y desde que me vio, con una sonrisa hermosa, fue eterno el tiempo, parecieron muchos minutos, pero solo fue una cuadra, hasta que estuvo a mi lado, me traspiraban las manos. Su voz me saco del letargo.
-Hola, como estas?- me dijo dándome un beso en la mejilla. Era obvio que no nos íbamos a besar en plena calle, ganas no me faltaban, pero nunca se sabe quien puede ver.
-Bien y vos?- respondi mientras hacía un escaneo de su cuerpo, realmente era hermosa.
-Bien-
-Eres mas hermosa en vivo- le dije sin dejar de admirarla.
-Gracias, igual vos- me respondió.
-No tenes porque mentirme- y ambos nos reímos - Podrías darte una vueltita?- le pedi haciendo el gesto con la mano.
-Mmmmm, bueno- me dijo, mientras comenzaba a girar. Otra vez el tiempo pareció detenerse e ir mucho mas lento, quedó de espaldas y ahí estaba, mi obsesión, su cola, la calza la resaltaba, redonda, grande, paradita y encima la calza separa a sus nalgas, era una locura, quería ya apretarla y tocarla. Termina de girar y me dice.
-Listo?-
-Quisiera mas- y nuevamente nos reímos -Vamos?- le pregunto
-Adónde?- dice ella.
-Al hotel, hable en recepción y no hay problema siempre y cuando no nos pasemos de las 2 de la tarde-
-Ok- y tomamos rumbo al hotel, llegamos enseguida, estábamos a media cuadra, ingresamos y Mariana me miro sonriendo de manera cómplice.
Fuimos hasta el ascensor, cuando llega a planta baja nos subimos y mientras se cerraba escuchamos.
-Paren paren- y lo detuvimos abriendo la puerta. Era la pareja de jóvenes que estaba en el comedor -Muchas gracias- me dice, con tono centroamericano o de ese entorno.
-De nada- le respondo.
-Vamos al tercero-
-Perfecto- digo -Centroamericano?- le preguntó.
-Colombianos- me dice.
-Vacaciones?-
-Si, unos días, después de acá a Bs. As.- me comenta.
-Espero que pasen lindo- dedicándoles una sonrisa.
-Gracias- me dice -Soy Radamel y ella Ana- mientras me estrecha las manos.
-Igual que Falcao- le digo
-Si- me contesta riendo.
-Mi nombre es ... y ella es Romina- nos presento mientras la puerta del ascensor abría. Llegaron a la habituación junto a la mía y antes de ingresar les digo.
-Cualquier cosa a las órdenes, estoy en la habitación siguiente- señalándola.
-Gracias- escucho y se pierden detrás de la puerta cerrándola.
Era un muchacho alto, bastante mas que yo, aprox 1.80 mt, buen cuerpo, se notaba trabajado, vestía bien, pelo castaño claro y su rostro era de buen aspecto, casi un modelito. Ella mas baja que él, de mi altura aprox, 1.70, trigueña de piel, pelo enrulado, bien cuidado que caía mas allá de sus hombros, una carita de angel, con labios finos, un cuerpo muy armónico, pechos y cola normales, pero muy apetitoso y una cintura diminuta.
La espera terminaba, mientras colocaba la llave en la puerta y la giraba para abrirla, sabía que al otro lado se encenderia todo, nuestras charlas quedarían de lado, ya no tendrían mas sentido las palabras escritas, se desvanecían, dejando paso a la piel, al sentir, tocar, oler, gustar.... Al gozar... Ninguno hablaba de amor, los dos sabíamos que mas de querernos y apreciarnos mucho, nos movía el deseo, la pasión carnal y ese instinto animal que todos llevamos dentro. Al cruzar esa puerta, pasariamos el limite de nuestras fantasías mutuas, haciéndolas realidad. Gire el pestillo, abri la puerta, Romina ingreso y yo tras ella, sin dejar de mirarla, parada frente a mi y yo de espalda a la puerta, empuje de esta, sintiendo el ruido cuando cerro. Nos miramos en silencio, nuevamente el tiempo pareció ir en cámara lenta, el cosquilleo, nerviosismo, ansiedad y adrenalina estaban en su punto máximo, ella me miraba fijo mientras esbozaba una sonrisa, me imagine que sentiría lo mismo que yo. Camine hacia ella, me detuve sobre la punta de sus zapatos, la tome de la cintura con una de mis manos y la otra tras su cuello, ella posó sus manos en mi cintura, el calor se sentía, un silencio nos atrapó, sintiendo solamente nuestras respiraciones agitadas y el latir intenso y acelerado de nuestros corazones, nuestros cuerpos se atraían y esa unión tan deseada se iba acercando....

Continuara...

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2 comentarios - Las fantasias con Romina... (parte 1)

anaypa
Muy lindo relato ahora paso por la segunda parte!