El día después

Tal fué la vergüenza que tuvo mi novia durante la primer noche en la casa de Ricardo cuando su "chica" nos vió, que se negaba a salir si veía el auto en la puerta y ni hablemos de garchar... por tres días no hubo más que besos.

Yo ya había terminado con los arreglos, porque si no cogíamos me ponía a hacer otras cosas y ella se arreglaba las uñas o veía algo en la tele. Un día pasé por una casa de pesca y entre charlas me ofrecieron embarcarme a pescar una tarde, a lo cual ella me dijo que vaya sin ningún problema..pagué la seña y me pidieron que el otro día a las 10 de la mañana puntual esté en el local, la vuelta era para la noche porque habría una cena luego de la salida y el hombre del local se ofreció a devolverme a casa para que ella no tuviese que salir tarde a buscarme

Hicimos un día de paseo porque el día se presentaba lindo, sacamos algunas fotos para que nos crean que salimos un poco del cuarto, tomamos un café y luego regresamos a la casa. El auto de Ricardo estaba en su garage y cuando llegábamos ví que su compañera corría la cortina viéndonos entrar, en cuanto me vió rápidamente la volvió a cerrar...

Esa noche hice una paellita casera en casa, con la idea de comprobar si era real que los mariscos eran afrodisíacos o si sólo era una leyenda... acompañamos con unas botellas de vino blanco dulce que la ponen mimosa y luego nos fuimos a acostar. Demás está decir que desde la primer noche no sólo estaba cerrada la cortina sino también la persiana de la habitación... nos besamos un poco acostados y ella no daba el primer paso para algo más, cuando yo intenté darlo me dijo: te dejo que sólo me chupes las tetas como un bebé para dormir porque no quiero, me da cosa ya. Algo era algo, así que ahí fui y le comí las tetas hasta que me dormí por completo.

Sonó el despertador 9, junté mis cosas y me fuí para el lugar del encuentro, ella dormía sin haberse enterado de nada. Llegué al lugar, a los pocos minutos nos metimos al mar y empezó la aventura, pescamos poco y nada con un mar totalmente planchado, sin viento, con mucho sol y un calor importante para ser octubre... A eso de las 18 y con los últimos rayos del sol nos volvimos a la playa donde nos pasaban a buscar para ir al club donde se haría la cena que después me enteré era una peña de un club de pesca local por su aniversario.

Era temprano todavía y en la espera empecé a darle a la cerveza sin asco, el sol del día me había dado de lo lindo... yo seguía saludando gente, haciendo sociales mientras mi vaso de cerveza siempre se llenaba por alguna botella amiga. Eran como las diez de la noche cuando todavía no habían prendido el fuego, yo estaba re mamado, tenía más hambre que el chavo del 8 y me fui caminando a casa con una birra en la mano.

Pensé que estaba cerca pero lo cierto es que caminé como 30 cuadras para llegar a casa, el auto de Ricardo no estaba en su garage ni en la vereda así que pensé que sería un buen momento para convencer a mi pareja de una garchadita.

Como era tarde entré silencioso, pero para mi sorpresa ella estaba despierta y acompañada!! No entedía nada cuando la ví hablando con la compañera de Ricardo lo más campante en el comedor, no sólo eso sino que se habían armado una picadita y se habían bajado un par de tubos de vino blanco.

Las saludé y pasé hacia el domitorio, donde llamé a mi novia para preguntarle qué onda, me dijo que Ricardo había vuelto a su casa al mediodía por un problema en su casa y que tipo 19 horas Carolina había tocado el timbre diciéndole que le quería pedir disculpas por lo de la otra noche, pintó la charla y se hizo tarde, que la estaban pasando bien hablando de todo un poco.

Quién las entiende?? Me fui a pegar una ducha para sacarme la mugre del día y el olor a pescado, después me cambié en la pieza y volví al comedor. Estaban las dos en el sillón, con las piernas arriba del mismo, muy cerquita, se cagaban de risa y en eso mi novia me dice: Carolina dice que nunca había visto una cara de placer tal como la mía cuando me hacías el orto...

Con qué necesidad decirme eso? me puse todo colorado y no sabía donde meterme. Carolina se reía y asentía con la cabeza, a lo cual dice a mi pareja: mostrale lo que me contaste

Mi novia me lleva a la habitación de la mano y me pide que me siente un ratito en el sillón al costado de la cama que iba a traerme algo. Yo no me imaginaba nada, estaba tratando de unir las piezas porque era mucha info en poco tiempo y encima estaba mamado todavía.

A los diez minutos no aparecían y pregunto en voz alta qué pasaba, a lo cual me dice: ya va!!

Aparecen las dos en tanga y corpiño!! La putísima madre qué pasó acá pensaba yo por dentro...

Carolina no era muy linda ni tampoco tenía tetas, pero su culito era digno de una poringuera a full. Ella traía una tanga de algodón color rosa. Mi novia una blanca también de algodón...

En eso empiezan a transarse delante mío, quedé atónito y se me iba parando la pija, mi short me delataba fácilmente... se tocaban el culo, se besaban mal... yo pensé que era el comienzo de lo que sería una linda orgía...

Me puse de pié pero rápidamente pararon de besarse y mi novia me dice: nono, vos vas a seguir mirando todavía, así que te vamos a atar sino te vas a portar mal... las conchudas me ataron las manos a los apoyabrazos con los cordones de mis zapatillas y se cagaban de risa.

No me opuse mucho, era parte del juego y en algún momento me iba a sumar al trencito...

Carolina se acostó en la cama y mi novia se le tiró encima mientras se seguían besando, la cosa se ponía más caliente todavía. Se iban sacando los corpiños muy despacito, rotaban la posición y ya se mandaban mano sin importarles nada... yo tenía la chota lista para actuar en cuanto me invitaran a intervenir.

En una de esas enroscadas mi novia queda boca arriba y Carolina encima de ella empieza a bajarle la tanga con cuidado, besándole las piernas, la panza, hasta que le abrió las piernas más y le entró a chupar la concha, despacito, sin apuro, como suelo hacerlo yo... seguramente no era su primera vez con una mina porque la tenía clara. Mi novia gemía con los ojos cerrados, Carolina la miraba mientras la seguía lamiendo, con una mano le amasaba las tetas hasta que la fué bajando y le metió los dedos pero sin dejar de chupársela... estaba loca mi jermu! en cualquier momento explotaba.

Carolina lo vió venir, así que le pidió que se ponga en cuatro, la otra lo hizo al toque y sin preguntar... Carolina empezó a chuparle el culito mientras con los dedos le seguía haciendo una pajota. A los cinco minutos mi novia largó una gemido profundo, estaba acabando como la mejor...

A lo que Carolina se sonreía y la acomodó de nuevo en la cama abrazándola por detrás... se dan un par de besos agradeciéndose, Carolina pasa al baño, mi novia cuando ella sale hace lo mismo y ahí yo ya estaba a punto caramelo, preparado con munición gruesa para entrar en combate.

Peeeeeeeero, escucho la puerta, al minuto mi novia vuelve sola, con su camisón corto preguntándome si me gustó. A lo cual respondí que sí, que ya estaba listo... pero ella me dijo: yo te dije que ibas a mirar nomás, así que ahora nos vamos a dormir.

Mi cara de sorpresa habrá sido tal que se apiadó y me desató despacito, explicándome que ella quería probar lo que Carolina le sugirió nada más, que para mí hoy no había nada.

Bueeeno, así nos fuimos a dormir, yo con la chota hirviendo, los huevos latiendo y la otra apoyó la cabeza en la almohada y a los dos minutos ya roncaba...

1 comentario - El día después

ivoclar
y'?????????????? sigue???? muy bueno