Relato real nro2

Bueno, siguiendo con lo prometido, hoy voy a contarles otra de mis historias y como para no cortar con el relato anterior, otra vez será partícipe, Claudio, pero esta vez, cuando hicimos un intercambio de "amigovias".
Costo mucho conseguir una amiguita que estuviera dispuesta a hacer intercambio con una pareja de desconocidos (para ellas) pero finalmente las encontramos. Yo invité a Irene, una morocha lindona, de buenas tetas con unos pezones grandes como la mitad del dedo meñique de una mano media. El encuentro se realizó en mi casa así que esperábamos ansiosos la llegada de Claudio y su invitada especial, que cuando llegó, estuve como 5 minutos para notar que era rubia y de ojos verdes xq tenía unas tetas que eran un sueño, tal es así, que no pude pasar mucho tiempo, en ningún momento de la noche, sin mirarselas y desearselas, ni siquiera cuando sabía que iba a, si todo salía como estaba planeado, tenerlas en mi poder.
Apenas llegaron, hicimos un aperitivo, casi nada de comida pero bastante bebida, como ppara que el alcohol fuera desinhibiendo a las señoritas. Y al fin empezaron a suceder las cosas, empezamos a jugar a todos se besan con todos, poniendo énfasis en los besos que nos daban ambas y hasta tuvimos que darnos picos con Claudio para que ellas se besaran bien rico y se comieran la boca. Y ya nos fuimos para mi cama y ahí, las chicas hicieron un pequeño streaptease, quedando en sus diminutas ropas interiores y deslumbrando las miradas perversas y calientes que les lanzabamos con Claudio. Paola, la rubia de las tetas preciosas sugirió que para entrar en confianza, primero hiciéramos el amor con los que ya conocíamos y que después cambiaramos, y siguiendo las órdenes de Paola, así se fue sucediendo todo. En la misma cama los 4, empezamos a franelear y a meter manos, primero a nuestras chicas y después ya tomábamos la chica ajena x las tetas, x el orto y x la boca, para confundirnos en besos calientes y húmedos. Yo empecé a dedicarme a Irene, pues la tenía olvidada desde que habían llegado esas tetas a mi vista, y comencé a chuparle la concha y mientras tanto, Claudio estaba enloquecido x el Pete que le estaba haciendo la Pao. Cuando me percaté de esa situación, empecé a penetrar a Ire x Su Conchita, para no perderme la mamada de la gringa. Cuando me puse en ángulo para ver mejor, Irene, me empezó a decir, dale mi amor, que caliente que me pone que me cojas así. Claro, semejante excitación me daba ver a la rubia comiéndose esa pija, que sin darme cuenta, la embestia a la ire como si fuera la última vez que la ponía. Luego mi morocha me pidió subirse encima mío a lo que accedí, medio sin ganas, porque ya saben, la Pao me estaba volviendo loco, pero tenía que Ser amable con mi negra y seguirla cogiendo un rato más hasta que me tocará Mi turno con la de las tetas hermosas. Mientras Irene cabalgaba Mi pija como una perra en celo, Claudio la puso en 4 y justo quedó con las tetas colgando al lado de mi cara y gimiendo unos centímetros más allá de mis oídos. Ahí en esa posició, le agarré las tetas y se las empecé a masajear mientras Irene no se detenía en su cabalgata salvaje y Claudio la embestia fuertemente a Paola. Yo de tanta calentura no aguante y pidiéndole a la negra que no parara, le tire toda mi lechita adentro De su concha y mi amigo, hizo lo propio con la gringa. Nos fuimos y nos dimos un baño, pero de a uno a la veZ, pero todos adentro del baño así nos mirábamos y x lo menos nosotros, los vagos, nos calentabamos al verlas pasarse el jabón x todas partes. Y ya se nos empezó a poner dura de nuevo y volvimos a la cama los 4, pero esta vez, cambiando de pareja. Apenas me empezó a besar Paola, me agarró la pija y yo, que le traía muchas ganas a sus mellizas, empecé a manosearlas y a chuparlas. Yo abría la boca bien grande y empujaba desde el pezon hacía mi garganta porque me las quería meter todas en la boca, tarea imposible xq eran gigantes. A todo esto, empecé a sentir su piel, cada cm cuadrado de su piel, y sus besos, más apasionados que cuando jugábamos y sus peZones duros como piedras y mi pija, juro que la sentía más grande de lo que realmente es. Me chupo la pija y mientras yo le decía -chupala toda puta. Ella se mostraba contenta de que la tratara de puta y me la chupaba con más y más ganas. Yo que jugaba como podía con sus tetas, no aguante más y le pedí que se diera vuelta que se La iba a poner. Dado a que estaban Claudio e Irene a nuestro lado, no podíamos disponer de la cama para nosotros 2 solos, pero nos la estábamos arreglando para gozar a full. Cuando mi pija se metió en su Conchita, ella empezó a gemir y a temblar toda x dentro. Apenas la puse, un orgasmo. Al sentir eso, Imagínense la calentura con la que se la empecé a poner, de patitas al hombro y en vez de tomarla x la cintura, la tenía agarrada de las tetas y la movía a mi antojo para que mi pija entrara y saliera sin parar de su jugosa cuevita. No se como, pero después de esa pose, estaba ella subida arriba mío, pidiéndome que le pegara chirlitos en la cola. La complacia en todo y mientras, con la otra mano, la acercaba tomandola de las ubres, hacia mi boca para no sólo tocarselas, sino también chuparlas. Estuvimos un buen rato cogiendonos hasta que ella me pidió que por favor quería la leche en las tetas, a lo que, obviamente, accedí. Se arrodilló en la cama y yo parado, apoyado contra la pared, me pajee un poquito y le llene las tetas de leche y hasta un chorro le ensucio la cara. Cuando vio que no salía más nada de mi pija, se empezó a lamer las mellis y se tomó todo mi semen. Quedamos tirados y exhaustos, uno al lado del otro en la cama. Me miro y me dijo -Che, los otros se fueron hace rato de acá? -Jaja, no me di ni o cuenta en que momento, le respondí. Mientras nos estábamos cambiando para dar por terminada la sesión excelente de sexo que habíamos tenido, se acercó, me besó fuerte y me dijo -nunca en mis 34 años, jamás pero jamás, alguien me tocó tanto las tetas, tanto te gustaron? Desde que llegué no dejaste de mirarmelas...
Continuara

4 comentarios - Relato real nro2

cesargab76
Muy buen relato... Espero la saga...!!
rigelyn
Sólo faltó una buena cubana... tal vez para la próxima...