Mi odontóloga y yo Parte Final

...Al sábado siguiente fui a visitarla. Toque el timbre del departamento N° 6 y escuché su voz preguntando quién era. Ni bien dije mi nombre escuché "Ya bajo Nacho". Al toque ya estaba abriéndome la puerta con una sonrisa que me demostraba que estaba esperándome ansiosa. Entre al edificio y lo primero que hice fue verla de arriba abajo. Cuando nos saludamos nos dimos un beso en la mejilla. Ella tenía puesta una remera blanca que decía AC/DC en negro, una calza negra y zapatillas botitas All Star con dibujos. Cuando se dio vuelta mientras íbamos para el ascensor mi mirada se posó en todo el trayecto en su hermoso culo. La calza le iba justa. Delineaba la belleza de su culo de tal forma que podía posar mi vista ahí y olvidarme hasta de mi nombre. Ella sabía que le estaba mirando el culo, como toda mujer que sabe que lleva más miradas en el culo que Messi en un Mundial. Cuando subimos al ascensor le dije "Te queda hermosa". Ella respondió "Gracias, la compre en un local y me gustó porque decía AC/DC jaja". "Yo hablo de tu calza, hace un pintura de tu cola digna de un buen pintor", le respondí y al instante ella largó una carcajada acompañada por un "Sos un forro, no cambias más". Llegamos al piso 6° y cuando bajamos fuimos para la derecha. Abrió la puerta y ni bien entre se me vinieron las imagines de todos los momentos que había vivido en esas cuatro paredes. Departamento chico, pero caliente. Ella ya tenía el mate listo y yo había llevado unas facturas. Pero ni bien cerró la puerta y se dio vuelta le comí la boca. Nos empezamos a besar y a acariciar. La química estaba intacta y eso nos encantó. Mientras la mesa estaba lista para una merienda, nosotros estábamos listos para volver a garchar durante toda la tarde. La agarré de las piernas y se las puse alrededor de mi cintura. La llave hasta la mesa y la senté. Nos matamos a besos. Le empecé a besar el cuello mientras ella se estremecía y me decía "Cómo te extrañe forro". Estábamos muy calientes. El departamento en silencio. Solamente nuestras respiraciones eran la música que acompañaba el momento. Le saque la remera y ella sola se sacó el corpiño blanco que tenía puesto. Ella me empezó a chupar el cuello mientras me sacaba la remera. Me empezó a besar por el pecho. Nos besamos en la boca con mucha lengua. La calentura subía y el ambiente estaba en 40° a la sombra de un biombo al lado del balcón. Baje besándola por el cuello, las tetas, me comí sus pezones y los deje bien duritos. Seguí por la panza, el ombligo y llegue a su calza. Me agaché y pase toda mi lengua por arriba de su calza. Se sentía húmeda. Volví a subir y mientras la bese, con la palma de mi mano acaricie su concha por sobre la calza negra. Estaba mojada. Volví a bajar y le saqué despacito la calza. Abajo tenía puesto un hilo dental negro. Hermoso. Empapado. Le pase la lengua para sentir la humedad y lo corrí. Le chupe los labios de la concha. Con el dedo gordo probé su clítoris. Hermosa conchita rosadita, depilada a full. Labios que pedían lengua. Se la empecé a chupar sin parar mientras ella gemía mucho. Me pidió que le meta un dedo y lo hice. Me pidió otro y lo hice. Mientras le jugaba con la punta de la lengua en su clítoris. Ella no daba más. "Quiero que me cojas Nacho" "Cogeme, cógeme que quiero sentirte adentro otra vez". La baje de la mesa y la puse de espalda. Ella me pidió que use forro porque no se estaba cuidando. Me puse el forro mientras ella, exitada, seguía inclinada sobre la mesa y tocánose la concha sin parar. Nos reíamos. "Estoy recaliente boludo, no te rias". Me puse el forro, y se la apoye en la concha. Le apoye la cabeza y ella ya hizo el primer movimiento. Se la empecé a meter hasta que llegó al fondo. Primer gemido. La empecé a coger. Subí el ritmo hasta sentir que ella lo disfrutaba. Cuando empezó a gemir sin parar le pegué dos nalgadas. Ella lo disfrutó. Le pegué una más y ni bien terminé de hacerlo, mientras la estaba cogiendo por la concha, empecé a apoyar el dedo índice de mi mano izquierda en su culo, Lo empecé a meter. Probé su reacción. "Hace mucho que no me lo hacen" me dijo ella´. "Vos relájate y disfrutá putita" le respondí yo sin lugar a que se niegue. Le metí el dedo adentro del culo mientras mi pija la bombeaba sin parar por la concha. La tenía empapada la hija de puta. No paraba de gemir. Me calentaba saber que la ventana del balcón estaba abierta y seguramente algún vecino la escucharía. Las cortinas estaba corridas, pero igual era linda imaginar que nos escuchaban. "Sentila toda adentro puta" le dije mientras la cogía cada vez más rápido y fuerte. Ella no paraba de gemir y putearme. Me calentaba que me diga "Garchame toda hijo de puta". "Garchame que soy tu puta". La concha estaba empapada. Mi dedo se metía en su culo. Mis huevos golpeaban afuera su cuerpo. Era un momento hermoso. "Quiero que te saques el forro y me dejes la leche en el culo", me dijo con voz de calentona con ganas de pija. "Te voy a llenar el orto de leche pendeja", le dije ya en un momento de descontrol. La cogí mucho por la concha, la tenía empapada. No le daba más de tanto garche. Ella se la tocaba y se llevaba el dedo mojado a la boca. La agarré de los pelos y le saqué la pija de la concha. Me saqué el forro y la puse en cuatro al borde la cama. Como yo quería, como a mi me gustaba tenerla. Le abrí el culo y se deje caer mi saliva. Le puse la cabeza de la pija y le dije "Acá queres la leche?". "Sí, la quiero toda en la cola, adentro!!!", me dijo excitadísima. Le metía la cabeza de la pija adentro y la fui empujando hasta el final. Ella soltó un grito impresionante seguido de un suspiro, acompañado de una sonrisa. Su cara se iluminó. Giro hasta donde pudo su cabeza y me dijo "Que hijo de puta hermoso que sos!". Con toda mi pija en su cola, la bombee hasta que sentí que mi leche venía hacia el placer extremo. Uhhhffff Uhhhffff Aghhhhh fueron mis sonidos más delatores del momento. "Que lindo!", dijo ella exhausta. Mi leche estaba adentro de su culo. Se levantó y mi leche empezó a caer sobre su pierna. Nos dimos un buen beso de lengua. Desde ese día, supe lo que era tener una odontóloga de cabecera...

3 comentarios - Mi odontóloga y yo Parte Final

elpitu_10
increible faltaria algunas fotos
morochadel84
No estoy de acuerdo con el de acá arriba, a un relato bien contado no le falata nada, porque lo mejor pasa en la cabeza del que lee. Muy bonito, intenso, ni largo ni corto, con toques de humor (la metáfora con Messi, muy buena). De más está decir que quiero leer sobre un garche en el sillon del consultorio... Una chupadita... O una pajita a ella mientras te pone la luz halógena... Algo... Van besos y debo puntos.