Estrenando el coliseo nuevo

Un día estábamos sin nada que hacer y estaba tarde, era un viernes a las 5:00 en la universidad, le dije a Ana que fuéramos a dar una vuelta y nos fuimos, terminamos cerca del nuevo coliseo que aun andaba en construcción, como no había nadie ni vallas ni nada que impidiera el paso le dije que entráramos a ver el nuevo salón donde iba a ser mi deporte, ella accedió sin dejar de notar mis oscuras intenciones, comenzamos a subir, fuimos al segundo piso y si era genial el aula nueva, nos quedamos un rato pero seguimos con el tour, estábamos asombrados con lo genial que estaba quedando, pues el otro siempre había estado malo y era un cutre, en fin, seguimos subiendo y la vista era magnifica, entramos a cada salón inspeccionándolos, vimos varios tanques de agua, ropa de obrero, muchos escombros y andamios, lo normal en esos lugares.

Cuando por fin llegamos a el ultimo salón, que se encontraba en el tercer piso y ya seguros que nadie nos veía, nos miramos y nos arrancamos un beso de los labios que solo se ve en las películas, su lengua se metía a mi boca y yo la atrapaba con mis dientes y la acariciaba con la mía, nuestros labios se conectaban y uno que otro mordisco aparecía en esos carnosos labios de ella, terminamos y vimos una pequeña habitación con una puerta, entramos de curiosos, estaba llena de polvo y escombros , nos miramos cómplices y yo bromeando le dije esta tarde ella me miro enfada y dijo si vámonos, antes de que saliera de la habitación la tome del brazo y la hice voltear hacia mí, donde la recibí con un beso profundo al que ella accedió,

Tome su pelo fuertemente para q su cabeza se fuera hacia atrás para que su cuello quedara libre para comenzar a bajar por el besándolo rodeándolo un poco, para llegar a sus pechos, desabroche la blusa y los saque por encima del brasier, comencé a comérmelos con deleite, saboreando cada curva, cada centímetro, excitando mas al sentir esos suaves senos en mi boca esos deliciosos pezones ponerse cada vez más duros.
La gire repentinamente contra una pared, así ella me quedó dando la espalda, sin darme a esperar desabroche su pantalón y lo baje mientras mordía sus orejas

-¿lo quieres?
-Sí, deja de hablar y mételo

Flexione un poco mis piernas dado que somos casi igual de altos y con mis dedos ubique el lugar deseado donde quería meter mi dura verga deseosa de penetrarla, estaba mojada, caliente, sin dudarlo se la hundí hasta el fondo, ella soltó un gemido que se pudo escuchar en todo el coliseo y ahí comencé a bombearle fuertemente, ella no tenía a donde escapar, estaba entre mi pene y la pared, cogía sus pechos fuertemente, mordía su cuello, empujaba hacia arriba para poder ir mas adentro, además en esta posición podía rozar muy bien su punto G, a ella le encantaba sentirlo ahí, por eso mismo estuvimos así poco tiempo antes de que su cuerpo comenzara a reaccionar, apretó sus manos contra el muro, sus dedos presionaban fuertemente, sentía como se mojaba mas y apretaba mi miembro, su cuerpo se paralizaba yo hice una última embestida con todas mis fuerzas que la hizo quedar difícilmente en punta de pies, sus gemidos cesaron y cambiaron por suspiros ahogados, le pregunte si había llegado y asintió con la cabeza.

Saque mi pene y ella se reincorporo, pero antes de que pudiera vestirse incline su torso hacia adelante y metí mi verga de nuevo en ella. Tome su pelo y puse mi mano en su espalda, la tenia sometida y atrapada, ella puso sus manos sobre las rodillas mientras yo aumentaba el ritmo y la fuerza de mis enviones, ella me dijo dame duro, dame más duro. Nunca me había dicho eso cosa q me excito sobremanera así q solté su pelo y puse mis dos manos en sus deliciosas caderas, ya teniéndola así comencé a empujar mi verga lo mas adentro de ella que pudiera, metía mi verga y la sacaba casi por completo, ella gemía y gritaba con cada entrada, también lo dejaba adentro del todo y lo sacaba solo un poco y lo volvía a meter mas fuerte todavía, esto sacaba a suspiros y gemidos ahogados, ella apoyo en la puerta con sus manos, estuve unos minutos cuando comencé a sentir mi orgasmo pedirme salida, yo no podía pararlo aceleré mi embestida un poco, le dije q me venía mientras yo también soltaba algunos gemidos a la vez que mi leche llenaba todo su interior, cuando ella siento esto comenzó a llegar también acelerando el ritmo de su caderas unos momentos hasta que los dos quedamos satisfechos y quietos. Ella se retiro y un poco de nuestros fluidos combinados cayeron en el polvoriento piso.

La mire y le pedí q me la limpiara, ella muy diligente se puso en cuclillas comenzó a recorrerlo, deteniéndose como siempre en la cabeza que queda demasiado sensible después de un orgasmo cosa que ella sabe, haciéndome tener sensaciones no muy gratas pero que ella disfruta.

Nos teníamos que ir así q bajamos cuidadosamente, y estaba oscuro, llegamos donde nuestros amigos como si no hubiera pasado pero como siempre con miradas cómplices y con un gran deseo por la próxima vez y con cierto orgullo por haber estrenado el coliseo probablemente de primeros jajaj.

1 comentario - Estrenando el coliseo nuevo

amoravia
Me gustó! Todo lo que sea en lugares públicos me re calienta!