Mr. Owl - La Niñera

Mr. Owl - La Niñera


la



sexy



LA NIÑERA
by Mr. Owl

Soy Víctor tengo 24 y esta es la historia

Hace algunos días mi hermano pequeño necesitaba una niñera que se encargara de él mientras mi madre trabajaba y yo iba a la escuela, ya que el nuevo horario de mamá era bastante apretado y no podía encargarse de mi hermano sino hasta más tarde. Fue entonces cuando decidió contratar como niñera a una chica bastante linda, que recién se mudaba al vecindario y necesitaba un empleo.

Según las palabras de mi madre esta chica estaba bastante calificada en el cuidado de los niños, pues desde menor se había hecho cargo de sus hermanos, así que ella le inspiró la confianza que mi madre requería. Además vivía a unos cuantos metros de nosotros.

Ya llevaba más de una mes al pendiente de mi hermanito. Por lo tanto mi madre estaba muy complacida con el trabajo de Sara, ese era su nombre, yo aún no tenía el gusto de conocerla, pues cuando yo llegaba a casa, ella ya se había marchado pues mi madre ya se encontraba cuidando a Héctor mi hermanito. Mi madre siempre decía que era una chica linda, que se veía muy chiquita a pesar de sus 20 años.

Un día viernes las clases se suspendieron debido a un incidente con la electricidad, así que regresé a casa para llamar a mí novia y salir al cine o por un trago tal vez. Llegue a casa, abrí la puerta y lo primero que vi fue un hermoso trasero apuntándome a la cara, envuelto en unos ajustados jeans. Fue solo un momento pero en mi mente duro mucho más. Ella estaba gateando por el suelo jugando con mi hermanito.

Sorprendida, la poseedora de ese magnífico culo, me miró y dijo:



- ¡Hola! tú debes ser Víctor ¿cierto?-
- Hola, mi madre ya me había hablado de ti, mucho gusto- Respondí
- Igualmente, mucho gusto. Eh… seguiré jugando con Héctor- Me contestó y se fue.





La noté un poco tímida cuando me hablaba, pero no dejaba de mirarme. Aunque cuando nuestras miradas coincidían, ella inmediatamente volteaba a otro lado.

Ya en mi habitación, pensé en ese suculento trasero, que me había dado la bienvenida. Era raro, pues a pesar de que mi novia está lo suficientemente buena como para que se me “antoje” otra chica, esta chica bajita me había cautivado con su rica figura. Trataba de sacarla de mi mente, pues esto ya me había pasado en otra ocasión y no quería hacerle esto a mi pareja. Pero existen ocasiones en que la calentura se apodera del cuerpo sin dejarle oportunidad a la razón de tomar el control de mis acciones. Así que le hable a mi novia y le dije que no iba a estar disponible durante estos día pues iba hacerme cargo de mi hermano y no tendría tiempo de estar con ella.

Ya con la calentura al mando de mi cuerpo, decidí empezar a tomar cartas en el asunto e intentar crear una estrategia para que esta chica cayera en mi trampa. (Insertar risa malvada: mua ha ha)

Me bastaron unos segundos para idear un plan que me acercara a ella y ni tardo ni perezoso lo puse en marcha. Me puse más cómodo y baje a la cocina a prepararme un bocadillo dispuesto a ver televisión en la sala, sabiendo que ella estaría pasando por ahí, ya que jugaba con Héctor. Mientras estaba en la cocina preparándome un sándwich, Sara no me apartaba la mirada.

Me fui hacia el sillón que esta frente al televisor, sabiendo que Sara estaba pasando por ahí. Ella y mi hermano jugaban un pequeño juego en donde ambos se deslizaban solo por las paredes y no podían soltarlas por que el piso estaba hecho lava, según el juego. La puerta que divide la cocina de la sala es muy estrecha está diseñada para que pase una sola persona. Fue entonces cuando vi la oportunidad que esperaba.

Sara se encontraba justo en la orilla de esa puerta obstruyendo la mitad de la puerta, me levante y me dirigí a la cocina con el pretexto de lavar mi plato, así que tuve que pasar por aquel pequeño espacio que me había dejado. De esta manera le restregué todo mi paquete contra su lindo trasero, sin pedir permiso. Ella soltó un pequeño suspiro que ignore totalmente, pues según había hecho esto sin ninguna intención, pero se notaba que a ella le gustó demasiado. Me tarde solo un minuto en dejar mi plato en su lugar y para mi sorpresa Sara seguía en la misma posición que antes, continuando con su juego.

Eso me hizo pensar en que esta chica quería más, entonces me acerque, le pedí permiso para pasar y ella respondió:




- Discúlpame, pero no puedo moverme no ves que el piso esta hecho de lava, no me puedo mover sino me muero-
- Ok, entonces intentaré pasar por ahí- Contesté
- Está bien- Finalizó




Fue entonces cuando, con su permiso, volví a pasar por ese estrecho espacio dejándole sentir mi paquete entre sus hermosas nalgas, esta vez me demoré un poco en entrar. Sara se veía considerablemente excitada, pues mientras yo pasaba ella se mordía su dedo pulgar, esto la hacía ver tremendamente sexy. En ese momento supe que esa noche sería muy buena. Cuando logré pasar del otro lado solo bastó una mirada para que ella entendiera que teníamos que hacerlo de inmediato. Sara tomó a mi hermano y lo llevo a su habitación para intentar dormirlo. Mientras yo trataba de crear un buen ambiente en el sillón de la sala.

Unos minutos después, Sara regreso y se sentó en el sillón de la sala. Un tanto tímida se desabrocho la blusa que traía puesta, yo la comencé a besar por el cuello, ella estaba tan excitada que no podía despojarse de su ropa. Nos besamos intensamente, la temperatura comenzaba a subir y nuestros cuerpos lo resentían.

Ella se desnudo por completo dejándome ver ese lindo cuerpo que poseía. Sus tetas estaban realmente apetecibles aunque eran pequeñas. Su conchita perfectamente rasurada dejándome el área libre para divertirme ahí por horas. Empecé por comerme esas tetitas que tanto llamaron mi atención, ella se derretía del placer.

Después de saborear esos senos, me dispuse a ir un poco más abajo. Tomé su linda conchita y empecé a divertirme en esa zona. Parecía que nunca le habían practicado algo como esto, pues Sarita se retorcía de una forma impresionante, obviamente esto hacía que me excitara de sobremanera. Me levanté, la tomé por la cadera y me dispuse a penetrar a esta linda chica. La punta de mi pene se acercaba a la entrada de su vagina lentamente. Entró poco a poco y Sarita no pudo contener sus gemidos. Mientras más se adentraba mi pene en ella, su vagina apretaba con más fuerza.

Disfrutábamos de aquel vaivén, mientras yo acariciaba sus tetas y besaba una parte de su espalda. Cambiamos de posición, la coloque arriba de mí. Sarita tomó mi pene y comenzó a masturbarme, lo chupaba y hacía énfasis en la cabecita que siempre resulta ser su parte favorita. La tomé por la cabeza y le metí el pene hasta el fondo, ella se levantó de inmediato tosiendo pues había llegado hasta su garganta. Me miró y sonrió. Seguimos teniendo sexo sobre ese incomodo sofá, aunque cuando estas así de caliente eso es lo que menos importa.

El vaivén se tornó un poco más rudo, cada vez más fuerte. Sara no aguanto el ritmo y se vino acompañado de un gran gemido. Yo aún no terminaba y seguía con ese bombeo veloz. Sarita no soportaba mucho pues su piernitas estaban tambaleantes y sentía que se caía. Mi pene estaba a punto de estallar, saqué mi pene y me vine en su espalda, justo en ese momento Sarita cayó al suelo.
Yo me desplome en el sofá, tratando de recuperar el aliento al igual que Sara pero ella se recuperaba mientras estaba casi desmayada en la alfombra. De pronto se escucho el claxon del auto de mi madre, rápidamente intente vestirme, Sarita se levanto de inmediato tomó su ropa y se fue al baño. Ya vestido me senté como si nada hubiera ocurrido.

Mi madre entró y preguntó por Héctor, a lo que respondí que dormía desde hace rato. Me pregunto y Sara, que ya se había ido, le dije que entró al baño entes de irse.

Sara salió del sanitario perfectamente vestida y se despidió de ambos y se fue. En cuanto salió de la casa mi madre me dijo:



- ¿Verdad que está muy bonita? Deberías de invitarla a salir, hijo-
- No puedo mamá, tengo novia acuérdate- Contesté
- Ay, pues tú te la pierdes. Ya me voy a dormir- Finalizó




Si se enterara de lo sucedido seguramente le daría un ataque. Pero bueno eso ocurrió esa gran tarde de viernes.


FIN







Autor: Mr. Owl
Genero: Sexo en secreto, Infiel
Porcentaje de Realismo: 80%




2 comentarios - Mr. Owl - La Niñera

jl147896325
solo 5 puntos... es un poco flojo...
gise_pet +1
Jajaja... fantasia recurrente... cuando termine el cole trabaje un tiempo como Baby sitter, uno de los nenes tenía un papá que estaba churrísimo, todo un "papito", la cosa es que despues de que lo cuidaba en su casa, el papá me alcanzaba con su auto hasta mi casa, pero nunca paso nada de nada, nunca me tiro onda y yo era una niña pura e inocente aunque ya tenía 18 años. Pero eso si, la de pajas que me hice fantaseando con ese papito... por favor... Gracias por el relato, estuvo buenisimo... Besotes.

mr. owl