Mis inicios cornudos (II)

El presente relato es la continuación de la historia en la que relato cómo con mi mujer empezamos a vivir nuestra vida erótica de una manera poco convencional (en aquellos momentos mi novia, hoy mi esposa). Para entender toda la historia, les recomiendo leer la parte 1.


Los días posteriores a lo sucedido aquella noche entre Aníbal y Vanesa me sentía muy raro. Me sentía mal conmigo mismo, inseguro de mi chica y, en otro nivel, no podía dejar de excitarme al recordar cada instante de lo sucedido. Me hubiese encantado poder charlar con ella, sacarme la duda de si había consentido lo que ocurrió, si lo disfruto, o, en cambio, simplemente fue el juguete de aquel hombre que abuso de su estado de borrachera. La cuestión era compleja, yo no podía planteárselo abiertamente porque habiendo estado ella inconciente no tenia forma de explicar porque me había quedado observando como un tipo entraba a su cuarto y abusaba de ella sin yo interceder en lo mas mínimo . Por su parte, como podía ella sincerarse y confesarme que había accedido a ser el juguete erótico de otro sin temor a mi reacción.

Así paso el tiempo. Cada vez que me asaltaban esos recuerdos no podía mas que buscarla para poseerla violentamente o, en cambio, para masturbarme. Empecé a contactarme con gente con fantasías o experiencias como las mías (swingers, parejas con experiencia en tríos, orgías), estaba realmente obsesionado. Además, ella estaba mas hermosa que nunca, para esa época comenzó a usar ropa mas provocativas y yo no podía dejar de excitarme al verla con un profundo escote, unos entalladísimos micro shorts, o las lascivas miradas que le dedican los hombres que tenían la dicha de cruzársela (sin importar edad, de 15 a 99 años) .

Gozaba con ella, me excitaba, como no hacerlo con semejante hembra, pero necesitaba mas. Debo confesar que al inicio no fui muy imaginativo, hice lo que todos con esta fantasía; me ponía a ver videos con temática swinger intentando que ella se interese, le comentaba de un amigo de un amigo que con la esposa………., le preguntaba por sus fantasías mas oscuras……….clásico. Tuve algún avance cuando comencé con la táctica de sacar el tema durante el sexo, ella allí donde reaccionaba a algunas de las fantasías que yo le presentaba, sobre todo en las que hablábamos de incorporar a un tercero, pero, en frío no me daba chance de realizar mis fantasías. La fantasía le gustaba, pero se ponía muy nerviosa y se negaba a avanzar en firme

Un día me propuse dejar de lamentarme y pasar a la acción. Me tomo un tiempo idear un plan con cierta chance de éxito, pero tenia una carta y quería ponerla en juego.

La fecha me quedo marcada por siempre, fue un 14 de febrero. En esa época trabajaba en la división de exportaciones de una empresa de artículos de cosmética. Por mi trabajo cotidianamente estaba en contacto con personas de todo el mundo y a veces, cuando algún cliente visitaba nuestro país, me tocaba la obligación de hacerle un pequeño tour por la ciudad a nuestro visitante. Esa semana nos visitaba Dante, un Italiano de unos 35 años que había venido a Buenos Aires como enviado de su empresa. Dante era un tipo muy agradable en el trato, y, no me cuesta admitirlo, mucho mas atractivo que yo en lo físico.

Por lo general les algo un tour por los clásicos lugares de Capital durante el día y los dejo que se arreglen ellos solos a la noche, pero esta oportunidad, le comente a Vanesa que el me había pedido que lo lleve a cenar a Puerto Madero. La idea de Dante me “parecía tan aburrida como ineludible“, por lo que le pedí a Vane que me acompañara, y ella, tan gamba como era, no me dijo que no. Claro, ella no sospechaba que con Dante venia hablando hace meses de mi fantasía y estaba interesadísimo en “ayudarme en lo que le fuera posible”. El plan estaba en marcha.

No se si es un detalle o no, pero les voy a contar como estaba esa noche: se había puesto una especie de remera blanca sin mangas con un escote “asesino”, una pollera bien ajustada de esas que empiezan por encima de la cintura (mas altas que las comunes) y terminaba varios centímetros por sobre las rodillas y unos zapatos de taco altísimos. No usaba medias, sencillamente porque con las piernas que tenia no las necesitaba; morenas, sin celulitis, bien marcadas…………..perfectas.

La cena fue bizarrísima, Dante hablaba además de Italiano, un pobrísimo castellano y un correcto ingles. Yo dominaba a la perfección el ingles, pero Vane lo manejaba en el rudimentario nivel de una chica que no lo usaba desde la secundaria (en ese entonces teníamos 25 años). La charla era difícil, pero Dante tenia una simpatía a prueba de balas y mechaba un cocoliche con Ingles que resultaba divertidísimo, mas con el alcohol que comenzaba a fluir en la cena (me preocupe toda la noche en que la copa de Vane estuviese rebosante de vino).

Se notaba que Dante estaba embobado con Vane, no dejaba de mirarle los pechos, de hacerle bromas, se lo notaba alzadísimo. Ella, por su parte, jugaba el juego que mas le gustaba, el de seducir con la única satisfacción de saber que quien estaba frente a ella se iba a ir a dormir con unas ganas enfermas de cogersela.

Terminaba la cena y el tano nos pidió “un ultimo favor”, que lo dejemos en un boliche de moda ya que se moría por conocer la famosa noche porteña. Luego de un breve debate, nos pusimos de acuerdo con Vane y lo llevamos a destino, íbamos muy animados y, pese a la diferencia de edad de casi 10 años, hacíamos un buen grupo. Había tan buena onda, que entramos con el a la Disco a pesar de que hacia tiempo que no íbamos a bailar. El lugar explotaba de gente, Dante insistió en invitar una vuelta de Tequila y no quiso aceptar las excusas de mi novia sobre su poca tolerancia al alcohol.

Un poco de baile, algún trago mas, Vane acaparaba miradas y se movía como toda una gata, Dante la tomo de la cintura y comenzaron a bailar juntos, yo le anuncie a Vane que tenia que ir al baño y me aleje para dejarlos solos y ver como avanzaba la situación. A varios metros, desde una posición elevada me quede observándolos. El la abrazaba desde atrás, ella pegaba su cola a su pelvis y la movía lentamente y apretándose contra él. El decodifico el mensaje y redoblo la apuesta besando suavemente sus hombros y recorriendo su flaco abdomen con sus manos. Yo observaba todo sumido en una profunda mezcla de celos y excitación que no había tenido en años. Ella se entregaba, voluntariamente a ese juego sin saber que el arquitecto de ese momento había sido yo. No iba a desaprovechar el momento, espere que un cambio de música los obligue naturalmente a separarse de aquel franeleo histérico para volver a escena. Con Dante las cosas estaban claras, en la medida de que ella accediera habría acción, sino, mala suerte y a otra cosa.

Comenzaba la fase final del plan.

A mi pedido, Dante “acuso cansancio” y pidió que lo lleváramos a su hotel. Vane hizo “pucherito”, pero Dante era quien mandaba en esa situación, por lo que salimos, nos subimos al coche y marchamos al hotel. Al llegar, Dante nos pidió que tan solo por un minuto subiéramos a su cuarto, que no quería despedirse sin darnos un regalo de despedida.

La habitación era amplia, contaba de una recepción con sillones separados de la otra habitación donde se encontraba la cama. Apenas entramos, Dante te fue para el cuarto y nos dejo a mi y a Vane solos en la recepción. No recuerdo exactamente las palabras, pero recuerdo que me acerque a Vane y la bese con pasión, con una mano recorrí su muslo hasta acercarme a su entrepierna húmeda. Ella reacciono sorprendida por mi avance en aquel lugar, pero se dejo hacer. Fueron solo unos segundo, no tenia mucho tiempo, escuchaba a Dante dar vueltas por su cuarto y le plantie a Vane lo que quería:
_Que te parece Dante?- empecé
_Re bien, súper simpático.- me respondió
_Te gusta?
_Vos estas loco? -dijo entre incrédula y divertida.
_Queres que los dos estemos con vos? Mañana se vuelve a su país, nunca mas lo vemos, aprovechemos esta noche-

Se arrastraron unos segundos elásticos, larguísimos, eternos. Se me quedo mirando a los ojos sin responder. Dante reingreso al cuarto, obviamente no traía nada consigo, solo estaba a al espera de la respuesta de Vane. Ella se giro, lo miro a él y nuevamente a mi. Pasaron unos segundos mas que fueron casi como estar muerto en vida. “Sos un tarado” me dijo. Dante te acerco por detrás de ella y le beso los hombros, ella se mantuvo firme, con los ojos bien abiertos y fijos en mi. El deslizo una mano por sus pechos y otra por su vientre hacia su entrepierna, sus brazos eran largos y fuertes, la escena parecía una reedición de King Kong, donde un gorila enorme y potente te entretiene con un dulce y frágil mujer.
_Ok, lo queres, lo vas a tener, pero no vas a poder hacer nada mas que mirarnos. Va a ser en mis condiciones, no en las tuyas- Dijo.

Me senté en un sillón frente a ellos. Ella todo el tiempo tenia la mirada clavada en mi. Dante había arremangado su pollera por encima de su cintura, mientras sus dos pechos ya estaban liberados y flotaban con una firmeza hermosa y perfecta. Dante se arrodillo por detrás de ella y besaba sus muslos y sus nalgas. Recorría con sus dos manos ese culo perfecto como un obseso, lo besaba, lo mordía, lo observaba. Ella tomo una banqueta que había allí, apoyo sus manos sobre ella y sin mucho preámbulo le dijo:

_Te quiero sentir ya.

El entendió muy bien el español como para ser un Italiano, se paro y saco su pene. Habíamos hablado bastante con Dante sobre mis fantasías, pensé que lo sabia todo y la situación era dominable, lo que nunca el me dijo (ni yo pregunte) es que fuera un “deforme”. Ella no pudo verlo, ya que aun mantenía los ojos firmes en mi, pero Dante dejo asomar un miembro monstruoso. Aun hoy lo recuerdo y pienso que al tener el pene erecto le debe faltar sangre en algún otra parte del cuerpo, era algo impresionante, mas cercano a los 25 cm que a los 20. Desde mi posición no podía verlo penetrarla, pero era como si pudiera, ya que la cara de Vane era un espejo de lo que ocurría lejos de mi vista. El la penetro lentamente, pero fue evidente que Vane sintió la resistencia que hicieron sus labios vaginales a terrible trozo de carne. Sus ojos y su boca se abrieron en una mezcla de sorpresa, dolor y placer, lentamente fue cerrando los ojos mientras dejaba escapar un suspiro largo e intenso.

Dante comenzó a bombearla rítmicamente, una mano apoyada en su cintura y la otra agarrando uno de sus pechos mientras que el otro se balanceaba con cada embate. La habitación tenia un silencio oscuro que solo era interrumpido por el chasquido de su pelvis chocando su cola y los dulces suspiros que ella no podía reprimir pese a morderse los labios. Yo, a dos metros, estaba, otra vez, con los sentidos embotados, tratando de absorber para siempre cada gesto, olor, sonido o reacción de ella al permitir ser gozada, a rebajarse al nivel de mera meretriz de un hombre mayor.

Me pare, me acerque a ella y saque mi pene para que me de sexo oral. Ella negó con la cabeza y me mando a sentar.

_Sentate y mira como gozo sin vos. Este es mi momento.

Dante embestía con mas fuerza contra ella que ya había mutado sus suspiros en alaridos difíciles de decodificar en alaridos de placer o dolor.. No puedo precisar si fueron 5 minutos, 10 o 30, pero en un momento el saco su pene haciendo un esfuerzo supremo por no eyacular. Ella por su parte había tenido tanto orgasmos, casi uno continuado al otro, que era imposible contarlos. Dante te sentó en el sillón, se pene brillaba con los jugos de mi mujer. Vane permaneció un tiempo mas en su posición, aun sin el dentro de ella era como si siguiera gozando con el fantasma de el dentro de ella.

Vane sin la pollera, con los pechos al aire pero aun con sus zapatos puestos, me dio la espalda y se arrodillo frente a él. Como una gata mimosa comenzó a masturbarlo mientras con su lengua recorría sus peludos testículos. El tenia todos los musculos contracturados del esfuerzo que estaba haciendo para no eyacular.

-Dante, recorda que lo único que no podes es eyacularle en la boca - le dije.

Ella me miro, y como respuesta a mi comentario hundió su pene en su boca todo lo que le fue humanamente posible. Pasaron unos segundos y Dante no pudo mas, intento retirar sus cabeza, pero ella se mantuvo firme, acelerando sus movimientos, derramando su saliva por todo su miembro, acariciando suavemente con sus manitos sus testículos.

Dante te convulsiono, gimió como herido de muerte y pude adivinar como llenaba de semen la boca de Vane. En ningún momento se detuvo, mantuvo la presión y el movimiento hasta que el cayo rendido, como si finalmente hubiese sufrido un paro cardiaco. Ella se paro, se acerco a mi, me miro a los ojos y a centímetros de mi cara dejo escapar lentamente un hilo de su semen por la comisura de los labios.

Dante seguía vencido sobre el sillón, su ritmo respiratorio volvía a la normalidad. Vane recogió su ropa, se la acomodo rápidamente y me señalo la puerta, yo la seguí con los pantalones sucios de mi semen aun cuando ni siquiera me había tocado.

La historia tiene dos apéndices finales. Uno, que finalmente, luego de esta experiencia, Vane me confeso lo que aquella vez ocurrió en Florianópolis. Me contó la historia desde su perspectiva, como ella no lo había provocado, pero si lo había consentido y disfrutado. El otro, es que con el tiempo le blanquie la historia de Dante a Vane; no solo no era un cliente de la empresa, sino que era un profesor de Italiano que había contactado por el chat y se había copado con la idea de cumplir esta fantasía. De Italiano no tenia nada, era mas Argentino que el dulce de leche. Aun hoy nos acordamos reímos de su cara de sorpresa al ver el Facebook de Dante donde posaba a la orilla de la laguna de Chascomus con una caña de pescar y la camiseta de Banfield.

9 comentarios - Mis inicios cornudos (II)

clau8719
muy bueno exlente todavia pajeandome!!
abedulabedul
Muy bueno me encanto, increible final , felicitaciones.
que grande lo de Dante pescando con la camiseta de Banfield, una perlita
no dejes de escribir , realmente se disfrutan, besos
pasate por mis post , sintonizamos la misma onda , se que te van a gustar
SeniorD
Muy buen relato, un poco forzado pero muy bueno
duende113
EXELENTE NNUEVAMENTE MUY ORIGINAL LA VERDAD DA GUSTO LEER ESTE TIPO DE HISTORIAS Q HASTA PICARDIA TIENEN MUY BUENO!!!!
siberianowww
muy bueno con matiz original me gusto tengo la verga un acero
kramalo
Ché, muy bueno.....!! pero, no dijiste qué hizo con la lechona en la boca...?