mi compañera de trabajo, Graciela (3º parte)

Para que tengan una nocion completa de esta historia les recomiendo leer antes los siguientes post:

http://www.poringa.net/posts/relatos/1628865/Mi-companera-de-trabajo_-Graciela.html
http://www.poringa.net/posts/relatos/1638958/mi-companera-de-trabajo_-Graciela-_2_-parte_.html


mi compañera de trabajo, Graciela (3º parte)


Después de varias idas y venidas, coordínanos con Graciela juntarnos para ver el video que habíamos grabado. Si bien, todo era una mera excusa para tener nuevamente un encuentro sexual, esta vez tenia un aditamento especial; nos acompañaría Estela.
Estela, amiga de Grace, es la dueña de la casa y restó, donde transcurrieron los hechos que derivaron en mi segundo relato.
Sabia de Estela, solo por escuchar comentarios de mi compañera pero nada mas. Ni señas particular, edad, ni modo de ser o que pensaría de esta historia, ya que por su condición de confidente, estaba al tanto de los detalles, a pesar de esto, todo sonaba como muy prometedor. No solo me excitaba la idea de la posibilidad de un “menaje a trois”, sino también, el hecho de estar con una persona totalmente desconocida hasta el momento, que sin lugar a dudas había aceptado la propuesta sin ningún reparo.
Como dije anteriormente, todo resultaba como “muy” prometedor, cuestión por la cual no quería estar por debajo de las expectativas. Así que llame a un amigote, visitador medico, para que me proveyera de alguna “ayuda” para la ocasión.
Subsanado este tema, quedaba esperar hasta el sábado, tratando de bajar un poco la libido provocada por la ansiedad.
Demás esta decir, que la espera se hizo larga, pero el día “D” llegó, y a la hora estipulada, estaba llegando a la casa de Estela.
Fue ella quien atendió el portero eléctrico, abrió el portón desde adentro, para que ingresara con el auto y posteriormente me espero con la puerta abierta.
Como expresar mi sorpresa al verla parada allí en el porche de entrada. Todo lo que había imaginado sobre ella, quedaba a la altura de un poroto.
50 y pico de años muy bien puestos, un cuerpo que mas de una pendeja envidiaría, cabello rubio, largo (hasta el final de su espalda) y suelto, ojos grises, que no hacían mas que invitar a perderte en ellos, y una amplia sonrisa coronaba su rostro, haciéndola mas atractiva aun.
- Hola, vos debes ser Marcelo – me dijo, acercándose y estampando un beso en mis labios.
No podía creerlo, seguía estupefacto ante tal situación. Como un pelotudo, respondí balbuceando y casi sin sentido:
- Si, ese soy yo… (toda una respuesta estupida de mi parte)
- Yo soy Estela o la Rusa, como mas quieras,… un gusto conocerte… - culminó
Una vez ya adentro, me condujo al living, donde ya estaba Graciela esperándonos.
Impensada la visión de ese momento; una mujer mas linda que la otra, y ambas con ganas de divertirse, al menos eso me imaginaba.
Graciela me recibió con un calido, húmedo y largo beso. Su lengua busco frenéticamente la mía y luego se apaciguó por un breve instante para recomenzar casi con más ímpetu.
Después de semejante bienvenida, nos sentamos los tres, a compartir un rico vino tinto, una bien cargada tabla de quesos y fiambres, y lo más importante, una amena charla.
Siento la obligación de describir como estaban vestidas estas bellas féminas.
Graciela llevaba puesto una calza negra, zapatos de taco a tono y una camisola gris que dejaba entrever que no llevaba corpiño, exponiendo las hermosas aureolas de sus pechos. Por su parte, Estela, vestía una remera escotada roja, con una finísima pollera blanca que marcaba perfectamente su firme cola… Realmente el espectáculo era una delicia.
Volviendo a la reunión en si, la charla fue cordial, allí me entere que Estela, era viuda, que vivía sola, no tenia ni pareja ni novio, su vida giraba en torno a sus negocios y los estudios universitarios de sus tres hijos. Con Graciela eran amigas desde hacia mucho tiempo y habían compartido gran parte de sus vidas juntas a pesar de la diferencia de edad existente entre ambas.
Allí también me anoticie que había sido suya la idea de la cena que tuvimos con Graciela en su restó y que se moría de envidia por lo sucedido después en el lugar., obviamente en clara referencia a nuestro encuentro sexual…
Que quería conocerme, saber como era; y al igual que yo, poder ver el bendito video (del cual también tenia conocimiento) y si había onda, hacer algo después.
Esta ultima declaración, no hizo otra cosa que alimentar mis esperanzas mas profundas de una velada formidable.
Para ser sincero, no veía el momento de tener a esas dos bellas mujeres desnudas, y para estar a punto, ya me había tomado la pastilla que me había dado mi amigo, en una de mis escapadas al baño.
Nuestra conversación fue paulatinamente subiendo de tono, hasta el limite de hablar lisa y llanamente de sexo, momento que fue interrumpido por Estela, para dejar en claro, que no esperaba un minuto mas para ver el video.
- Bueno…, dejáte de joder Gra, y pone la peli que ya quiero verla…!!! – deslizo, en tono imperativo.
- Espera que ordenamos un poco y la vemos, yo también tengo ganas. - acotó Graciela, para luego preguntarme- y vos???
- Que te parece?, hace rato que quiero verla. – respondí, levantado las cosas de la cena.
Yendo a la cocina, sentí una mano en la cintura, deslizándose hasta mi traste…Supuse que seria Graciela, quien también estaba en el mismo menester que yo. Pero me equivoque, era Estela, quien sin mediar palabra avanzo con su mano hasta tocarme el pene, que todavía no había cobrado vida.
No dije absolutamente nada, como si lo que estaba haciendo esta mujer, fuera lo más normal del mundo. Fue ella quien se sorprendió ante mi pasividad, pero no retiró su mano, al contrario, empezó a frotarla sobre mi verga con más esmero. Deje los platos en la mesada y mi mano derecha atenazo la suya, acompañando sus movimientos y con la izquierda busque su vulva, encontrándola muy fácilmente.
El solo contacto de mis dedos, nos estremeció a ambos…
- ehhhh, cheeee… no empiecen ahora que hay tiempo y me están dejando afuera – dijo Graciela entrando detrás nuestro.
- Y que querés?, que empecemos cuando a vos se te ocurra?, dale…!!! – respondió Estela, a la vez que tomaba mis manos y las lleva hasta su turgente cola y me abrazaba, pegando nuestros cuerpos.
Me beso profundamente, con una suavidad, que no hacia otra cosa que excitarme cada vez más. Grace no se quedo atrás y se acercó por detrás, levanto mi camisa y empezó a besar mi espalda mientras una de sus manos, se filtro entre los dos cuerpos, tocando mi pene ya erecto.
Era lo soñado, prácticamente era el famoso “jamón del medio”, o al menos me sentí así.
Estas mujercitas intentaban aprovecharse de mí, y yo sumisamente lo aceptaba, con excesivo placer.
Me faltaban manos, una continuaba masajeando el culo de Estela, la otra buscaba los pechos de Graciela. Costo muchísimo separarnos, literalmente todo había comenzado, y antes de tiempo o no, quien lo sabe.
- Dale vamos, veamos el video – dijo Grace.
- Si por favor!!! – acoto Estela.
- Justo ahora…?, Puta madre, esto se estaba poniendo bueno – agregué con una calentura que ya se percibía en mi pantalón.
Salimos de la cocina.
- Rusa…, la peli está en mi cartera, andá poniéndola que ya vengo… - dijo Graciela, con un toque de misterio.
Nos acomodamos frente al gran plasma. La Rusa busco el DVD y preparo todo.
Mientras esperábamos a Graciela, no perdimos tiempo, mejor dicho, no queríamos y no pretendíamos perderlo. Nuestros labios volvieron a encontrarse con más avidez, nuestras manos recorrían con frenesí los ya ardientes cuerpos. Su aroma inundaba mis sentidos, su humedad era notoria, todo mi cuerpo pugnaba por el suyo. Solo el ruido de una puerta trajo un leve sosiego. Buscamos con la vista y nos encontramos con Graciela, totalmente desnuda viniendo a nuestro encuentro.
- ehh, que lentejas son…!!! – dijo – ya me los hacia en bolas… - agregó, inclinándose sobre mi, para empezar a desabrocharme la camisa.
Estela, se asocio a Grace, y ambas me desnudaron en un instante. Se quedaron mirándome, como si me estuvieran examinando. Restaba solamente la anfitriona, que sabiendo lo que se venia, se ofreció mansamente.
Graciela la beso sin prurito alguno, como si lo hubiera hecho habitualmente, mientras yo me dedicaba a quitar su pollera que a esta altura, molestaba.
Saque suavemente su bombacha mojada por los jugos que brotaban en forma abundante de su vulva.
Fundidos los tres en un beso, debimos ser un espectáculo por demás excitante. Las lenguas se entrelazaban entre si…
Fuimos a unísono al piso, que ya habíamos preparado con los almohadones que había.
Entre ese manojo de brazos, manos, piernas, bocas, labios, pudimos sincronizar sin preverlo con anterioridad, nuestros movimientos y acciones. Y así, atacamos el cuerpo de la Rusa sin compasión, lamiendo cada milímetro de su pálida y sabrosa piel, encontrándonos en la boca para prodigarnos calientes besos a trío.
Le arrancamos de las entrañas, los más profundos orgasmos y gemidos… Todo era sexo puro, animal y posesivo, ya que cada cuerpo era exclusividad de los otros dos, sin distinción. Los fluidos se mezclaban provocando que la excitación se incrementara cada vez más.
Llego el turno de Graciela. Estela la tomo por la cintura y la tumbo sobre algunos almohadones, y rápidamente se apodero de la vulva, causándole el primer orgasmo.
Por mi parte, tenia el resto del cuerpo para entretenerme… Y así lo hice, mordí suavemente sus pezones, lamí su vientre hasta el hartazgo, bajando luego por las piernas que no paraban de temblar, producto de espasmos orgásmicos generados por la boca ávida de la Rusa.
No pude contener la necesidad de ocuparme de ese hermoso culo que se me presentaba sin resguardo. Estela gimió roncamente al sentir mi lengua en su ano. Se acomodó, poniéndose de rodillas para que su cola se abriera más aun, y permitirme lamerla cómodamente. No puedo estimar cuanto tiempo estuve saboreando toda esa esplendida raja. No daba mas, quería penetrarlas cuanto antes, mi calentura era tal que la suavidad había desaparecido, mordía sus glúteos, dos dedos estaban penetrando sin piedad ese ano, mientras que parte de la otra mano hurgaba la vagina. Un nuevo orgasmo sacudió su cuerpo, mientras que Graciela también acababa, bañando la mano de la Rusa.
Ambas mujeres, sudorosas, temblorosas, plenas de goce y pasión, quedaron tendidas, abrazadas, prodigándose suaves caricias, intentando lograr la ansiada calma.
Aletargadas, me invitaron a compartir entre ellas ese breve descanso. Estaba claro que la próxima victima seria yo. Rondaba en mi cabeza el temor que mi desempeño no fuera el, por mi, esperado; tenia casi pánico de disfrutar. Me resistía a ser previamente estimulado, quería introducirme en ellas cuanto antes. Hasta ahora todo iba de maravillas, ¿que podría hacer yo, si acababa antes de tiempo y el “amigo” no volvía a funcionar?. No me lo quería permitir. Que irían a pensar. Ante la duda que me embargaba, se los hice saber. Fue toda una declaración de inferioridad, un sincericidio. Yo, el que se pensaba “el macho”, tenía miedo de gozar o mejor dicho tenia miedo de llegar al clímax, y quedar al margen de lo que podría suceder posteriormente.
Casi maternalmente Estela, me beso y me dijo
- No te hagas problemas, bombón… nosotras no vamos a dejar que eso pase…, quédate tranqui.
- A mi no me vas a dejar sin pija… así que relájate que yo me encargo – agrego Graciela en tono inquisidor, pero dejando en claro con algunos gestos, que ponía algunas fichas a mi favor.

Hago un parate en el relato, para explicar la situación.
Si bien como relate con anterioridad, he tenido la oportunidad de disfrutar del sexo en plenitud, en varias y dispares circunstancias, además de vivir esta misma experiencia en mi juventud; en esta ocasión, estaba el convencimiento particular que no tenia que ser un fiasco. Y como era la primera vez que usaba “la pastillita”, no sabía que respuesta podía llegar a ofrecerme.
En síntesis, cometí el grave error de hacerme el bocho antes de tiempo, encima, de forma negativa y eso me jugaba en contra.

Volviendo al relato.
Logre calmar el bajón con los primero mimos que Grace y la Rusa me hicieron. En segundos, estaba entregado a esas manos y bocas que exploraban mi cuerpo.
Grace conociéndome, empezó con pequeños mordiscones en el glande, Estela por su lado, lamía el tronco de mi verga. Intercambiaban roles sin dejar de acariciarme y pellizcar mis tetillas. Yo estaba en el limbo, no podía resistir el placer que esas dos bocas me daban y la visión era sublime, dos cabecitas rubias, perdidas en mi entrepierna. Y el clímax llegó, de forma repentina, inesperada, a borbotones. Cada uno de mis músculos se tensó, y mi pene chorreado de semen y saliva, latía al compás de mi acelerado corazón.
Mientras Estela, sin mediar palabra, montaba mi rostro para que chupara su vulva, Graciela limpiaba con devoción mi pene, absorbiendo cada gota derramada.
Casi sin pensarlo, “el amigo” seguía duro como al principio.
La confianza se fue apoderando de mí, cuando de un solo envión, Grace se lo comió con su concha. La cabalgata era frenética, alocada... Hacia varios días que me había dicho que extrañaba mi pija, y que quería cojerme otra vez.
En cambio, Estela se movía lentamente, dejando que todo mi rostro rozara su húmeda y rosada vulva.
No recuerdo en que momento acabó, ni como fue, solo se que su néctar inundo mi boca y bañó mi cara. Era toda dulzura y suavidad, en contraposición de Graciela, quien estaba enajenada, mojándose con saliva el ano, para luego sentarse y violarse ella misma con mi pija. Era impensable que yo pudiera hacer algo para apaciguarla. Jamás la había visto así, tan deseosa y tan puta.
Hablaba entre suspiros, gritaba de placer, solo ella se movía. No queríamos perdernos nada de ese espectáculo.
Estela, ya repuesta de su orgasmo, se tumbó a mi lado acariciando el cuerpo de su entrañable amiga.
Una ultima y potente embestida, acompañada de un grito casi intimidante, marcaron un fortísimo orgasmo.Con mi pija aun dentro de su culo, se dejo caer, exhausta, sobre mí.
- Dale bebe, que me falta poco – le dije, al tiempo que mis manos agarraban sus glúteos y comenzaba a bombear rápidamente,
- Si, bombón… llénale el culo de lechita – dijo Estela, aprobando mi comentario.
- Cojeme el culo, papito… cojeme, soy tuya… - agregó Grace.
Sendos chorros de semen penetraron sus entrañas, y un quejido ahogado por el beso final, marcaron ese momento único.
Allí quedamos, inmóviles, abatidos; solo Estela se dedicaba a brindarnos sus caricias y besos. Mi pene fue saliendo solo del culo de Graciela a medida que iba ganado flacidez.
Una vez afuera, espere que Grace se levantara y yo hice lo mismo para ir a higienizarme. Al volver estaba Estela sola, esperándome sentada en uno de los sillones.
- Que tal si vemos el video? – preguntó
- Ehh, … bueno... como quieras?... – respondí
- Y Graciela? – le pregunté
- Fue a darse un ducha al baño de arriba – respondió, al momento que “la rubia” preguntaba a los gritos, donde estaban las sales de baño.
- Pará…, ya voy…- agrego Estela.
Me seguía deslumbrando, ver su cuerpo desnudo, trasladarse por el lugar hasta las escaleras. Realmente era bellísima, sus piernas increíbles, su cola firme, el pelo que llegaba hasta sus nalgas, su andar…era excitante.
Casi por instinto, comencé a tocar mi pene; cosa que no deje de hacer, aun cuando la Rusa había vuelto.
- Mmm, déjame a mi – dijo, al tiempo que tomaba mi miembro y se disponía a prender el plasma.
Las imágenes se fueron transcurriendo una tras otra. Una cosa era verlas en la computadora, otra en un plasma de 36 pulgadas.
Por dios!!!!, que bueno había salido el video; caliente, extremadamente amateur…, y en realidad lo era. No había perdido esa esencia de imágenes robadas o voyeur, a pesar de un común acuerdo previo.
Y esto se podía percibir en Estela que estaba por demás excitada con lo que veía. Yo me repartia de a ratos entre el plasma y ella. Me fascinaba verla en ese estado, dejaba de ser esa mujer preocupada por sus negocios e hijos para convertirse en casi una adolescente deseosa de ser saciada sexualmente.
Mi verga daba cuenta de toda esa situación, estaba dura, rojiza, venosa… una leve comezón recorría todo el tronco y los testículos (después me enteraría que era un síntoma normal, producido por la irrigación de sangre, generada por “la ayudita” ingerida).
Me levante, tome su mano y la conduje a la habitación que estaba al final del pasillo. Me manejaba prácticamente como si la casa fuera mía, no por un conocimiento concreto de la misma, sino porque recordaba donde Graciela me había dejado verla masturbándose.
Al llegar a lo pies de la amplia cama matrimonial, nos besamos, y abrazados nos dejamos caer sobre ella.
Allí comenzó todo de una manera muy suave, relajado, cargado de erotismo, sensualidad y obviamente excitación.
Estela se manejaba con extrema suavidad, sus manos se deslizaban por todo mi cuerpo, su boca no se despegaba de la mía. Muy lentamente fue acomodándose, cuando estuvo sobre mí, comenzó a penetrarse con mi verga muy de a poco. Era casi de la misma manera que lo había hecho Graciela, pero con mas calma. Podía sentir como iba entrando en su vagina milímetro a milímetro. Sus movimientos eran cadenciosos, rítmicos… Sentía que Estela no quería coger… quería hacer el amor. Decidí complacerla.
La deje hacer; estaba a su total disposición. Ella con los ojos cerrados disfrutaba de cada penetración, yo en cambio, me alucinaba mirándola. Acariciaba sus abundantes pechos, sus hermosos y pálidos pezones…, se los pellizcaba, se los frotaba con la yema de mis dedos arrancando profundos suspiros.
Un silencioso y repentino orgasmo la abordó, y tras él otro… Solo atiné a tomarla por la cintura. Y dejar que se tumbara en la cama, entre respiros agitados y temblores en todo su cuerpo. La di vuelta y comencé a penetrarla, recostándome sobre ella, seguí la cadencia de sus tenues movimientos ondulantes. Su dura cola subía y bajaba permitiendo que mi verga ingresara más al fondo de su caliente y chorreada vagina…
Tenia la pija súper dura, parecía que iba a reventar… Sabía que faltaba mucho para acabar y estaba dispuesto a disfrutar de Estela al máximo. Se la saque de golpe, la puse en cuatro y la fui taladrando de a poco hasta que la tuviera toda adentro. Le pedí que fuera ella quien se moviera, y lo hizo, pero esta vez con furia… algo había cambiado… toda la delicadeza quedó de lado, y la lujuria pudo mas… con fiereza fue comiéndose mi pene una y otra vez… Un grito ahogado por la almohada sello ese momento con un nuevo orgasmo. Inmediatamente y sin preguntarle le puse la pija en el culo y empecé adentrarme en ese hermoso y estrecho agujero que se me ofrecía de par en par…
Con poca suavidad tuvo todo mi miembro dentro… yo estaba en una nube de extasis…
Bombee con la fuerza que me quedaba… cada vez mas mi pija iba haciéndome sentir que estaba por llegar el clímax… y así ocurrió, entre jadeos y gritos acabe en sus entrañas… llenando toda su cola de semen…
Nos abrazamos y nos fundimos en un tierno y largo beso, para luego reposar entre sus pechos hasta que Graciela llego ya vestida a la habitación, anunciando que todo había terminado y pidiéndome que la llevara hasta su casa.
Luego de bañarme y cambiarme, me despedí de la rusa y salimos.
- - te gusto el videito y el regalo que te hice – dijo Grace.
- si, bombón… fue perfecto todo… - le respondí.
Al tiempo que mi compañera de trabajo me entregaba oficialmente el dvd para que lo tuviera yo.
Demás esta decir que para evitar problema alguno, lo rompí delante de ella, para que la única prueba que quedara, seria lo que teníamos en nuestras mentes…

Y así fue, queridos amigos como un video me dio mucho placer… una noche no hace mucho tiempo atrás…

7 comentarios - mi compañera de trabajo, Graciela (3º parte)

angieyruben
Muy buen relato, super caliente !!!
Que trío se mandaron !!!


Feliz 2011 !!!
mi compañera de trabajo, Graciela (3º parte)
Gracias por compartir.
Besos y Lamiditas !!!

video

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Morochoaltivo19
EXCELENTE DR IMPRESIONANTE LO SUYO¡¡¡, muy entendible el comentario de "la ayudita" son situaciones en las cuales sentis que no podes fallar
morochadel84
UUfffffffff!! ¿sabés que me leí los tres capítulos de un tirón?? Tremenda aventura señor... Quedé afectada por la lectura... Y esa frase de la erección de todo el día, bue... me hizo mal... jaja.
Muy buenos relatos, muy calientes las tres partes, se ve que se mataron y lo contás de una manera muy sincera y detallada. Un placer leerte!!
Beso, recomendación y deuda de puntos.

Morochadel84
panchitoamor1
exelente relato!!
lo recomiendo porq me quede sin puntitos!

dvd
locoexpress
🤤 🤤 🤤 Muy buen relato te vuela la cabeza 🤤 🤤 🤤 🤤
Gracias.
rosa
mu_a2
MUY BUENO EL RELATO , GRACIAS POR COMPARTIR 😉 😉 😉 😉
La Emboscada (4ta. Parte) engañoIntercambio