Pasaron varias semanas y con Sol no hicimos nada del otro mundo. Cogimos algunas veces, trajimos a Martín en nuestra fantasía en una ocasión y en otra le pedí que se imaginara cogida por Gustavo (mi compañero de trabajo) y Martín (su primo) al mismo tiempo. Como se imaginarán, acabó al instante con esa imagen mental.
Un día estábamos cogiendo y Sol me pregunta de la nada:
- ¿Qué haces si te cuento que estuve con Martín o con Gustavo?
- Sería romper el pacto que tenemos… ¿por qué? ¿Estuviste?
- No, solo se me cruzó por la cabeza
- Bueno, yo podría autorizarte una vez y que me cuentes…
- Bueno, podría ser… ¿a vos te gustaría cogerte a otra?
- Con vos, sí – le dije rápidamente
- No hablo conmigo, hablo solo, no le tenés ganas a nadie
- Ganas le tengo a muchas, pero no sé si te engañaría
- No sería engaño si me contas… - me dice ella
- ¿Antes o después?
- Como quieras…
Sol se sonrió de una manera muy extraña y me di cuenta de que algo me estaba ocultando.
Se me ocurrió una manera de sacarle información. Calentándola y animándola a que me cuente.
Primero, le metí dos dedos en la concha y desde atrás me puse a hablarle al oído:
- me calienta imaginarte con otro…
- Lo sé y a mi me gusta, lo sabes
- Ahora me gustaría que hayas estado con otro sin que yo sepa
- Siiii, ¿te calienta que te engañe?
- Mucho, me gusta ser cornudo… - le dije
- ¿Y si te digo que estuve con mi primo?
En ese momento le agarré la mano y se la puse en mi pija.
- Mirá lo dura que se me pone de escucharte
- Te gustaría saber que estuve con él sola…
- Me encantaría ¿cómo fue?
A partir de ese momento no sabía si lo que me contaba Sol era verdad, o solo lo decía para calentarme, lo cierto es que de su boca empezaron a salir estas palabras:
- Quedé con Martín, nos encontramos…
- ¿Sí? – la animé
- ¡Si y me cogió toda! – me dijo ella
- Contame todo, con lujo de detalles – le pedí
- Bueno, le escribí al WhatsApp por un tema de la casa de su mamá que está en venta, ¿sabías?
- Si, lo sabía – mentí, no lo recordaba.
- Bueno, empezamos a hablar de eso, pero se notaba una tensión en los mensajes, muy cortantes, el tema es que le dije que estaba todo bien, que lo que había pasado no tenía que cambiar nuestra relación de primos.
- Ah, está bien
- Y él me respondió que era la única prima con la que tenía una relación así. Y yo le dije que la aprovechara. Bueno, él me respondió que cuando yo quería, él la aprovechaba
- Seguramente ya estabas caliente con esos mensajes ¿no? – la animaba yo
- Sí, me daba mucho morbo cogerme a mi primo… solos nosotros dos… en su departamento, pero fue mejor
- ¿Cómo que fue mejor? – quise saber
- No cogimos en su departamento, cogimos en la casa de mi tía, donde jugábamos cuando éramos chicos…
- Uffff que morbo – le dije
- Si, fue muy morboso, porque el me dijo si no quería ir a ver la casa antes de que la vendan y nos encontramos ahí…
- ¿Cuándo fue esto?
- Ayer…
Estaba tan caliente que le metí la pija desde atrás y la empecé a bombear.
- Aghhhhhh – grito ahogado de ella
- Seguí contándome – le pedí
- Bueno, la cosa es que entramos a la casa de él cuando éramos chicos. Yo recordaba cada ambiente, la cocina, el comedor donde tantas veces nos reunimos, el living, los cuartos, el patio, todo
- Seguí – decía yo mientras me la cogía despacio, no quería acabar.
- Lo mejor es que estaban todos los muebles y pudimos hacer realidad algunas fantasías que se nos ocurrieron en el momento
- ¿Como qué?
- Aghhhhhh, ni bien entramos me sentí transportada a la nena que era que jugaba en el piso, luego a la adolescente y los primeros besos con los chicos.
- ¿El beso con él? ¿Con tu primo?
- Bueno, por eso empezó todo.
- Contame que me gusta – le decía yo
- Cuando atravesamos el pasillo, él me tomó de la mano. Te juro que me corrió un escalofrío por todo el cuerpo
En ese momento a Sol se le puso la piel de gallina sólo de recordarlo
- Como ahora…
- Como ahora, sí, lo recuerdo y me vuelve a dar esa sensación
- ¿Y qué más? – yo ahora estaba ansioso
- Entramos en su cuarto y él me dice “acá nos dimos un beso, el primero” y me mira. Yo lo miré y no se me ocurrió decir otra cosa que “en mi casa nos dimos el último”
- ¿Ah sí?
- Si, entonces me acerqué y él se acercó. Me miraba la boca y yo se la miraba a él.
- Mi amor, me calienta mucho lo que me estás contando ¿es verdad?
- Si, mi amor, es verdad.
- ¿Qué más? Seguí… - la alenté
- Ahí nos acercamos más y nos besamos
- ¿Tenías muchas ganas de besarlo?
- Muchas. Me le fui encima y ni bien nos besamos el empezó a recorrer mi cola con sus manos. Yo respiraba por la nariz porque la boca la tenía totalmente ocupada por la suya.
A esta altura del relato, mi pija seguía dentro de la concha de mi mujer, pero yo evitaba moverme para no acabar, tal era la calentura que tenía. Quería más. Quería escuchar toda la historia completa.
- Ah mirá, que puta que te pones cuando estás caliente, ¡eh!
- ¡Si, muy puta! – reconoce ella
- Seguí contándome
Tuve que sacar la pija de la concha de Sol porque acababa en cualquier momento. La reemplacé por mis dedos nuevamente
- ¿Por qué la sacas?
- Porque no quiero acabar todavía y no doy más, acabo en cualquier momento
- Te pone mucho que te cuente, ¿no? – me dice ella con la voz ronca de excitación
- Mucho, seguí
- Bueno, no tardamos mucho en empezar a desvestirnos. “Quiero cogerte acá en donde jugábamos de chicos” me decía él y yo me moría de ganas. Te juro que no me pude contener y me arrodillé a chuparle la pija en ese momento.
Fue entonces que Sol se giró y empezó a chuparme la pija a mí
- ¿Me la vas a chupar como se la chupaste a él?
- Claro, así se la chupé a él. Mmmmm. Me la metía toda en la boca. Así. Lo miraba a los ojos. Así.
- Ughhh ¿cómo aguantó? Yo estoy a punto de acabar… - le confesé
- Mmmmm siiiii, él también
- ¿Siiii? ¿Te acabó en la boca?
- Siiii, no se aguantó
- ¿Y te la tragaste?
- Toda. Mmmmm – Sol empezó a chuparme la pija ahora con desesperación. Era evidente que quería hacerme acabar.
No pude contenerme y empecé a eyacular en su cavidad bucal. No sé cuantos chorros salieron, lo que sí sé es que no se le escapó una sola gota. Todo se lo tragó.
Aun con algo de mi leche en su boca subió a besarme. Me besó y sentí el sabor de mi semen, me gustó
- Ahora imagínate que la leche que estas saboreando en este beso, es la de él
Mi pija que creía muerta dio un respingo con ese comentario
- ¿Qué más hicieron?
- Yo no había acabado así que él me tiró en su cama, en la que había estado tantas veces inocentemente, o no tanto, y empezó a chuparme la concha con mucha delicadeza.
- ¿Sí? – yo me tiré en la cama y empecé a hacerle lo mismo a Sol
- Así, siiiii, me chupaba la concha despacio, me lamía por afuera. Me pasaba la lengua por los labios mayores, Aghhhhhh
- ¿Y te gustaba?
- Mucho, como ahora… - me decía ella
- Seguí contándome
- Bueno, entonces él se empezó a concentrar en mi botoncito de placer y al mismo tiempo me metía dos dedos en la concha
Yo hice lo mismo y comencé a concentrarme en hacerla acabar.
- Fue entonces que, Aghhhhhh, siguió y Aghhhhhh, como ahora, Aghhhhhh, empecé a acab… Aghhhhhh, como me… Aghhhhhh, me gustó que me chup…. Aghhhhhh
- ¿Acabaste así con él? – quise saber
- Aunque no lo creas, creo que cada día estoy acabando con más fuerza, Aghhhhhh
- Cada día acabas mejor… - le dije con una sonrisa.
Sol se subió a besarme nuevamente, ya quedaba poco sabor a mi semen. Aun así, disfruté mucho del beso.
Volví a abrazarla tiernamente y me salió la pregunta:
- Entonces técnicamente no cogieron
- Sí, cogimos, pero más tarde
- ¿Ah siguieron?
- Sí
Continuará…
Pueden dejarme sus comentarios reybaco2005@gmail.com
O en telegram @reybaco2005
Un día estábamos cogiendo y Sol me pregunta de la nada:
- ¿Qué haces si te cuento que estuve con Martín o con Gustavo?
- Sería romper el pacto que tenemos… ¿por qué? ¿Estuviste?
- No, solo se me cruzó por la cabeza
- Bueno, yo podría autorizarte una vez y que me cuentes…
- Bueno, podría ser… ¿a vos te gustaría cogerte a otra?
- Con vos, sí – le dije rápidamente
- No hablo conmigo, hablo solo, no le tenés ganas a nadie
- Ganas le tengo a muchas, pero no sé si te engañaría
- No sería engaño si me contas… - me dice ella
- ¿Antes o después?
- Como quieras…
Sol se sonrió de una manera muy extraña y me di cuenta de que algo me estaba ocultando.
Se me ocurrió una manera de sacarle información. Calentándola y animándola a que me cuente.
Primero, le metí dos dedos en la concha y desde atrás me puse a hablarle al oído:
- me calienta imaginarte con otro…
- Lo sé y a mi me gusta, lo sabes
- Ahora me gustaría que hayas estado con otro sin que yo sepa
- Siiii, ¿te calienta que te engañe?
- Mucho, me gusta ser cornudo… - le dije
- ¿Y si te digo que estuve con mi primo?
En ese momento le agarré la mano y se la puse en mi pija.
- Mirá lo dura que se me pone de escucharte
- Te gustaría saber que estuve con él sola…
- Me encantaría ¿cómo fue?
A partir de ese momento no sabía si lo que me contaba Sol era verdad, o solo lo decía para calentarme, lo cierto es que de su boca empezaron a salir estas palabras:
- Quedé con Martín, nos encontramos…
- ¿Sí? – la animé
- ¡Si y me cogió toda! – me dijo ella
- Contame todo, con lujo de detalles – le pedí
- Bueno, le escribí al WhatsApp por un tema de la casa de su mamá que está en venta, ¿sabías?
- Si, lo sabía – mentí, no lo recordaba.
- Bueno, empezamos a hablar de eso, pero se notaba una tensión en los mensajes, muy cortantes, el tema es que le dije que estaba todo bien, que lo que había pasado no tenía que cambiar nuestra relación de primos.
- Ah, está bien
- Y él me respondió que era la única prima con la que tenía una relación así. Y yo le dije que la aprovechara. Bueno, él me respondió que cuando yo quería, él la aprovechaba
- Seguramente ya estabas caliente con esos mensajes ¿no? – la animaba yo
- Sí, me daba mucho morbo cogerme a mi primo… solos nosotros dos… en su departamento, pero fue mejor
- ¿Cómo que fue mejor? – quise saber
- No cogimos en su departamento, cogimos en la casa de mi tía, donde jugábamos cuando éramos chicos…
- Uffff que morbo – le dije
- Si, fue muy morboso, porque el me dijo si no quería ir a ver la casa antes de que la vendan y nos encontramos ahí…
- ¿Cuándo fue esto?
- Ayer…
Estaba tan caliente que le metí la pija desde atrás y la empecé a bombear.
- Aghhhhhh – grito ahogado de ella
- Seguí contándome – le pedí
- Bueno, la cosa es que entramos a la casa de él cuando éramos chicos. Yo recordaba cada ambiente, la cocina, el comedor donde tantas veces nos reunimos, el living, los cuartos, el patio, todo
- Seguí – decía yo mientras me la cogía despacio, no quería acabar.
- Lo mejor es que estaban todos los muebles y pudimos hacer realidad algunas fantasías que se nos ocurrieron en el momento
- ¿Como qué?
- Aghhhhhh, ni bien entramos me sentí transportada a la nena que era que jugaba en el piso, luego a la adolescente y los primeros besos con los chicos.
- ¿El beso con él? ¿Con tu primo?
- Bueno, por eso empezó todo.
- Contame que me gusta – le decía yo
- Cuando atravesamos el pasillo, él me tomó de la mano. Te juro que me corrió un escalofrío por todo el cuerpo
En ese momento a Sol se le puso la piel de gallina sólo de recordarlo
- Como ahora…
- Como ahora, sí, lo recuerdo y me vuelve a dar esa sensación
- ¿Y qué más? – yo ahora estaba ansioso
- Entramos en su cuarto y él me dice “acá nos dimos un beso, el primero” y me mira. Yo lo miré y no se me ocurrió decir otra cosa que “en mi casa nos dimos el último”
- ¿Ah sí?
- Si, entonces me acerqué y él se acercó. Me miraba la boca y yo se la miraba a él.
- Mi amor, me calienta mucho lo que me estás contando ¿es verdad?
- Si, mi amor, es verdad.
- ¿Qué más? Seguí… - la alenté
- Ahí nos acercamos más y nos besamos
- ¿Tenías muchas ganas de besarlo?
- Muchas. Me le fui encima y ni bien nos besamos el empezó a recorrer mi cola con sus manos. Yo respiraba por la nariz porque la boca la tenía totalmente ocupada por la suya.
A esta altura del relato, mi pija seguía dentro de la concha de mi mujer, pero yo evitaba moverme para no acabar, tal era la calentura que tenía. Quería más. Quería escuchar toda la historia completa.
- Ah mirá, que puta que te pones cuando estás caliente, ¡eh!
- ¡Si, muy puta! – reconoce ella
- Seguí contándome
Tuve que sacar la pija de la concha de Sol porque acababa en cualquier momento. La reemplacé por mis dedos nuevamente
- ¿Por qué la sacas?
- Porque no quiero acabar todavía y no doy más, acabo en cualquier momento
- Te pone mucho que te cuente, ¿no? – me dice ella con la voz ronca de excitación
- Mucho, seguí
- Bueno, no tardamos mucho en empezar a desvestirnos. “Quiero cogerte acá en donde jugábamos de chicos” me decía él y yo me moría de ganas. Te juro que no me pude contener y me arrodillé a chuparle la pija en ese momento.
Fue entonces que Sol se giró y empezó a chuparme la pija a mí
- ¿Me la vas a chupar como se la chupaste a él?
- Claro, así se la chupé a él. Mmmmm. Me la metía toda en la boca. Así. Lo miraba a los ojos. Así.
- Ughhh ¿cómo aguantó? Yo estoy a punto de acabar… - le confesé
- Mmmmm siiiii, él también
- ¿Siiii? ¿Te acabó en la boca?
- Siiii, no se aguantó
- ¿Y te la tragaste?
- Toda. Mmmmm – Sol empezó a chuparme la pija ahora con desesperación. Era evidente que quería hacerme acabar.
No pude contenerme y empecé a eyacular en su cavidad bucal. No sé cuantos chorros salieron, lo que sí sé es que no se le escapó una sola gota. Todo se lo tragó.
Aun con algo de mi leche en su boca subió a besarme. Me besó y sentí el sabor de mi semen, me gustó
- Ahora imagínate que la leche que estas saboreando en este beso, es la de él
Mi pija que creía muerta dio un respingo con ese comentario
- ¿Qué más hicieron?
- Yo no había acabado así que él me tiró en su cama, en la que había estado tantas veces inocentemente, o no tanto, y empezó a chuparme la concha con mucha delicadeza.
- ¿Sí? – yo me tiré en la cama y empecé a hacerle lo mismo a Sol
- Así, siiiii, me chupaba la concha despacio, me lamía por afuera. Me pasaba la lengua por los labios mayores, Aghhhhhh
- ¿Y te gustaba?
- Mucho, como ahora… - me decía ella
- Seguí contándome
- Bueno, entonces él se empezó a concentrar en mi botoncito de placer y al mismo tiempo me metía dos dedos en la concha
Yo hice lo mismo y comencé a concentrarme en hacerla acabar.
- Fue entonces que, Aghhhhhh, siguió y Aghhhhhh, como ahora, Aghhhhhh, empecé a acab… Aghhhhhh, como me… Aghhhhhh, me gustó que me chup…. Aghhhhhh
- ¿Acabaste así con él? – quise saber
- Aunque no lo creas, creo que cada día estoy acabando con más fuerza, Aghhhhhh
- Cada día acabas mejor… - le dije con una sonrisa.
Sol se subió a besarme nuevamente, ya quedaba poco sabor a mi semen. Aun así, disfruté mucho del beso.
Volví a abrazarla tiernamente y me salió la pregunta:
- Entonces técnicamente no cogieron
- Sí, cogimos, pero más tarde
- ¿Ah siguieron?
- Sí
Continuará…
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2 comentarios - Todo empezó como un juego (11)