Todas las noches son iguales.
Desde que mi bully se vino a vivir a nuestra casa no hay noche en que esto no pase.
Ellos no avisa ni toca la puerta antes de entrar, incluso aunque tenga el seguro puesto, tienen las llaves de mi habitación así que no puedo hacer mucho.
Simplemente entran y ya, mi madre viste el mismo outfit de siempre: una tanga diminuta, unas pezoneras con cascabeles, un collar de perra con correa larga la cual mi bully sostiene para domarla y una CUCHARA de gran tamaño.
-Es hora de alimentar a la perrita putita-
Me dice Jorge (mi bully) mientras mi madre se acerca hacia mi totalmente sudada y llena de lubricante, labial, restos de cosas pegajosas por todo el cuerpo y me entrega la cuchara.
No hace falta ser muy inteligente para deducir qué acaba de cogersela en la otra habitación, su cuerpo la delata, sus tetitas están muy paradas y erectas como su las hubieran manoseado por horas, su aliento apesta a verga señal de que estuvo mamando y su culo se ve rojo de tantas nalgadas y bofetadas al igual que su cara.
Ella está recién penetrada y de seguro aún está muy estimulada.
Sus movimientos son muy llamativos, sus manoseadas tetas se menean de un lado a otro haciendo sonar los cascabeles que cuelgan de sus pezones erectos.
Y Su tanga ya húmeda se mete entre su culo y concha mientras desprende un aroma bastante fuerte de su cuerpo.
Aunque me de pena admitirlo, mi madre se ve increíblemente zorra, como si fuera una puta barata o actriz porno recién salida de una escena de sexo duro.
Jorge da la orden, mi madre obedientemente se sube a mi cama como si de una perra entrenada se tratara y me entrega la cuchara.
Ella separa sus piernas, baja su tanguita dejando su conchita y anito totalmente expuestos delante de mi y comienza a hacer lo que Jorge llama "Alimenta a la perrita malcriada"
Jorge me dice "está vez me corrí en el culo de tu madre, así que saldrá por ahí"
Y yo simplemente acerco la cuchara a su culito recién reventado y espero a que todo fluya.
Las piernitas de mi madre comienzan a temblar, su anito se contrae y Mucho semen comienza a salir llenando la cuchara.
-Sale una dosis de cremita para putitas cachondas -
Dice Jorge y mi madre rápidamente se voltea y abre la boca mientras mueve sus tetas para que los cascabeles suenen.
La primera cucharada cae en su boca.
Ella saborear, traga, ladra y se pone en posición otra vez.
Esto se repite 7 u 8 veces hasta que el culo de mi madre deja de tirar leche.
-Ahora un beso de despedida -
Me dice Jorge, así que acerco mis labios al culo dilatado de mi madre y lo comienzo a besar apasionadamente como si de una boca se tratara, mi lengua entra y sale de ella, sonidos de chupetes y al final nos separamos.
-Muy bien pendejo, mañana la traeré de nuevo, y más vale que esto esté limpio para entonces-
Me dice Jorge mientras me da la tanga usada de mi madre y sale de mi cuarto tirando de la correa.
Desde que mi bully se vino a vivir a nuestra casa no hay noche en que esto no pase.
Ellos no avisa ni toca la puerta antes de entrar, incluso aunque tenga el seguro puesto, tienen las llaves de mi habitación así que no puedo hacer mucho.
Simplemente entran y ya, mi madre viste el mismo outfit de siempre: una tanga diminuta, unas pezoneras con cascabeles, un collar de perra con correa larga la cual mi bully sostiene para domarla y una CUCHARA de gran tamaño.
-Es hora de alimentar a la perrita putita-
Me dice Jorge (mi bully) mientras mi madre se acerca hacia mi totalmente sudada y llena de lubricante, labial, restos de cosas pegajosas por todo el cuerpo y me entrega la cuchara.
No hace falta ser muy inteligente para deducir qué acaba de cogersela en la otra habitación, su cuerpo la delata, sus tetitas están muy paradas y erectas como su las hubieran manoseado por horas, su aliento apesta a verga señal de que estuvo mamando y su culo se ve rojo de tantas nalgadas y bofetadas al igual que su cara.
Ella está recién penetrada y de seguro aún está muy estimulada.
Sus movimientos son muy llamativos, sus manoseadas tetas se menean de un lado a otro haciendo sonar los cascabeles que cuelgan de sus pezones erectos.
Y Su tanga ya húmeda se mete entre su culo y concha mientras desprende un aroma bastante fuerte de su cuerpo.
Aunque me de pena admitirlo, mi madre se ve increíblemente zorra, como si fuera una puta barata o actriz porno recién salida de una escena de sexo duro.
Jorge da la orden, mi madre obedientemente se sube a mi cama como si de una perra entrenada se tratara y me entrega la cuchara.
Ella separa sus piernas, baja su tanguita dejando su conchita y anito totalmente expuestos delante de mi y comienza a hacer lo que Jorge llama "Alimenta a la perrita malcriada"
Jorge me dice "está vez me corrí en el culo de tu madre, así que saldrá por ahí"
Y yo simplemente acerco la cuchara a su culito recién reventado y espero a que todo fluya.
Las piernitas de mi madre comienzan a temblar, su anito se contrae y Mucho semen comienza a salir llenando la cuchara.
-Sale una dosis de cremita para putitas cachondas -
Dice Jorge y mi madre rápidamente se voltea y abre la boca mientras mueve sus tetas para que los cascabeles suenen.
La primera cucharada cae en su boca.
Ella saborear, traga, ladra y se pone en posición otra vez.
Esto se repite 7 u 8 veces hasta que el culo de mi madre deja de tirar leche.
-Ahora un beso de despedida -
Me dice Jorge, así que acerco mis labios al culo dilatado de mi madre y lo comienzo a besar apasionadamente como si de una boca se tratara, mi lengua entra y sale de ella, sonidos de chupetes y al final nos separamos.
-Muy bien pendejo, mañana la traeré de nuevo, y más vale que esto esté limpio para entonces-
Me dice Jorge mientras me da la tanga usada de mi madre y sale de mi cuarto tirando de la correa.
0 comentarios - Alimentacion para perras malcriadas.