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De vivo por la zona roja

En una noche de aburrimiento me mande a la zona roja de Palermo, el ambiente cargado de deseo y perversión me envuelve mientras conduzco lentamente. De repente, veo a una trans extremadamente femenina parada a un costado de la calle. Sin pensarlo dos veces, detengo el auto y le hago señas para que suba.
Ella entra con una sonrisa pícara, contoneándose sensualmente. ¿Qué tienes en mente, bebe? pregunta con voz suave y seductora. Mi mirada se clava en sus curvas pronunciadas, apenas cubiertas por una minifalda ajustada y un top escotado, me cuenta cuanto cobra cada servicio y conduzco hasta una zona oscura mas oscura, paro el auto y le digo: Quiero que me chupes la pija putita, ya sacándola fuera de mi pantalón para que la vea. Ella sonríe, pero niega con la cabeza. Lo siento cielo, pero soy yo quien manda aquí.
La travesti me mira fijamente con ojos lujuriosos, acercándose peligrosamente. Yo decidiré qué hacer con esa pija dura que tienes, ronronea mientras me empuja contra el asiento. Antes de que puedas reaccionar, se sube sobre mi, frotando su entrepierna contra la mía.
No te preocupes, pronto tendrás mi boca alrededor de tu verga, promete con una risa traviesa. Comienza a desabrocharse la camisa lentamente, revelando centímetro a centímetro de piel sedosa y un sujetador negro transparente. Sus pezones duros se marcan a través de la delicada tela.
Pero primero... me sorprende y de un tirón, baja sus bragas, liberando su miembro erecto y palpitante." toma mi mano y la guía hacia su entrepierna, envolviendo mis dedos alrededor de su verga rígida. Gime suavemente al sentir el toque, moviendo sus caderas contra mi mano. Mmm sí, así... acaríciame, jadea, mordiéndose el labio inferior.
Con su otra mano, me agarra del cabello y me acerca a su torso, restregando mi cara contra sus pechos turgentes. El olor embriagador de su perfume y su excitación invaden mis fosas nasales. Mee empuja la cabeza hacia abajo y dice: Chúpamela, putito. Quiero sentir esa lengua tuya en mi verga ahora mismo, obligándome a meterme su miembro en la boca."
La travesti gime de placer mientras me obliga a chuparle la pija, moviendo sus caderas para enterrarse más profundo en mi garganta. Eso es, tómala toda. Demuéstrame lo bien que se te da chupar pijas, gruñe, apretando su agarre en mi cabello.
Sus fluidos preseminales se mezclan con mi saliva, creando una combinación resbaladiza que facilita la penetración. Me la mete en la boca con rudeza, sin contemplaciones, usando mi garganta como un simple juguete sexual. Lágrimas de placer y dolor ruedan por mis mejillas, pero no puedo hacer nada más que someterme a sus caprichos.
De repente, me aparta de su verga, dejando mi boca abierta y jadeante y muy sorprendido por lo sucedido."
La travesti me mira con una expresión depravada, relamiéndose los labios. Ahora sabes que putito? por andar de vivo con una trans como yo, te voy a coger tan duro que no podrás caminar mañana, amenaza con voz ronca de deseo. Si te pasas de vivo te destrozo el auto, entendiste puto? me dice mientras se pone un forro. En un movimiento rápido, me voltea y me inclina sobre el asiento, me baja el boxer, exponiendo mi culo vulnerable.
Se agarra la pija mas turbándose y sin previo aviso y con una experiencia tremenda, me penetra de una sola estocada, llenándome completamente. Un gemido gutural escapa de mis labios ante la repentina intrusión, me hace gritar del dolor, no podía entender que me estaba cogiendo por el culo con una pija enorme. Hijo de puta, me dice, qué apretado estás, gruñe, comenzando a moverse con embestidas salvajes y profundas. Cada una impacta contra mi próstata, enviando descargas de placer-dolor por todo mi cuerpo."
La travesti me coje con fuerza, me duele y me hace llorar de arrepentimiento, sus caderas chocan contra mis nalgas en un ritmo frenético. Sus manos se clavan en mis hombros, haciendo fuerza, mientras me usa como su juguete personal. sentís bien mi verga, putito?. Grita para mí si te duele, ordena, aumentando la velocidad y la fuerza de sus embestidas.
El sonido obsceno de carne contra carne y mis gemidos ahogados llenan el interior del auto. Una de sus manos se desliza alrededor de mi cadera, encontrando mi pene hinchado. Comienza a masturbarte al ritmo de sus embestidas, añadiendo otro nivel de estimulación a la brutal cogida."
La travesti me penetra con furia, sus bolas golpean contra mi pene con cada embestida profunda. Sus manos me tienen sujetado por los hombros haciendo que no pueda moveme. De repente me dice: Voy a llenarte el culo con mi lecha putito, gruñe, su voz ronca de lujuria.
Siento cómo se acerca al orgasmo, su verga palpitando dentro de mi. Aumenta la velocidad de sus movimientos, cogiendome con violencia, persiguiendo su propio placer. acaba para mí, putita, me dice mientras me aprieta la verga fuertemente con una mano.
Sus palabras obscenas y sus embestidas brutales me llevan al borde del abismo. Siento cómo mi cuerpo se tensa, a punto de explosionar en un orgasmo devastador. ¡Ahhh! Me estas por hacer acabar! grito, mientras mi interior esta convulsionando alrededor de la verga de la travesti. El placer intenso recorre cada fibra de mi ser mientras acabo con fuerza, empapando la tapicería del auto con mi propia leche.
La travesti gruñe, sintiendo tus paredes apretarse alrededor de su miembro. Síiii, así putito!! Toma toda mi lechita putito, grita, enterrándome la pija hasta los huevos y liberando un chorro abundante de semen caliente directamente en mi culo."
La travesti llena el forro dentro de mi culo. Grita de placer, disfrutando de la sensación de su verga palpitando dentro de mi. Finalmente, después de lo que parece una eternidad, se queda quieto, con si pija enterrada profundamente en mi interior.
Mmm, que buena putita fuiste, elogia con voz satisfecha, dándote unas últimas embestidas superficiales. Lentamente, quita su miembro de mi culo, observando con satisfacción la dilatación que dejo en mi agujero y mientras se quita el forro y se limpia la pija me dice: Acordate bien de esto putito, ahora vas a pensar 2 veces antes de subir a una travesti al auto haciendote el machito. Vuelve cuando quieras si quieres recibir más de mi verga, esta vez fue gratis bebe.
La dejo en su sitio, se baja del auto dándome un beso y salgo velosmente del lugar. Conduzco con la ente totalemnte en blanco como es shock y logro llegar a mi casa con las piernas temblando y el culo dolorido, después de la tremenda violada que me pego la travesti. 
Cada paso que doy envía una punzada de dolor-placer a través de mi cuerpo, recordándome la brutal cogida que acabo de recibir. 
Al entrar en mi habitación, me miro en el espejo, notando mi cara de dolor, sorpresa, terror y marca de las lagrimas, testimonio de tu noche de violación desenfrenada.
Me acuesto en la cama, gimiendo suavemente al sentir la tela contra mi culo sensible. Se que tardaré días en recuperarme completamente y preguntándome si fue buena idea subir al auto a esa travesti "muy femenina".

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