Emiliano se encontraba en un aprieto. Había prometido a su familia presentarles a su novia el fin de semana, una novia que, para su desgracia, no existía. Sus padres, a pesar de estar divorciados, seguían reuniéndose en familia, y él no quería decepcionarlos. Desesperado, rompió su alcancía y gastó todos sus ahorros en unas pastillas transformadoras. Con una mezcla de vergüenza y esperanza, le ofreció el trato a su mejor amigo: que se hiciera pasar por su novia durante el fin de semana.



Al principio, su amigo se negó rotundamente. Sin embargo, si iba a pasar por una situación tan descabellada, le iba a salir muy caro a Emiliano. Le pidió su PlayStation 5, varios juegos y una fotografía autografiada de su streamer favorita. Emiliano, sin otra opción, accedió a su petición.
El amigo comenzó a tomar las pastillas, e inmediatamente sintió los efectos. Una extraña sensación de calor recorrió su cuerpo. Sintió cómo sus pechos crecían, sus caderas se ensanchaban y su trasero se levantaba, volviéndose más redondo. La gravedad parecía cambiar, su tamaño disminuía, su cabello crecía más largo y su voz se volvía más aguda. El resultado fue una mujer hermosa, con caderas anchas, una cintura pequeña, un trasero que sin duda atraería miradas y una delantera que competía con la de Sydney Sweeney.



Con mucha pena, el amigo entró en la habitación de su hermana y le "tomó prestados" algunos vestidos, blusas, jeans, faldas y maquillaje.
El día de la reunión familiar, Emiliano llegó con su "novia", a quien presentó como Sandra. Inmediatamente, Sandra sintió las miradas del padre de Emiliano fijas en sus enormes pechos. No lo culpaba, pues había elegido una de las blusas de su hermana para usar ese día, sin saber que ella misma tenía más busto que su hermana. Como resultado, llevaba un tremendo escote.
El tiempo pasó, y Sandra sentía constantemente la mirada del maduro sobre ella. Poco a poco, el padre de Emiliano comenzó a hacerle conversación, y pronto estuvieron platicando durante horas. El maduro la seducía con mucha habilidad, y Sandra, con todas sus hormonas alborotadas y emociones encontradas en su nuevo cuerpo, no sabía cómo canalizar todo eso y caía rendida ante los encantos del hombre. El domingo por la mañana, la historia terminó en la cama del maduro.



Ese día, Sandra salió a nadar en la piscina para relajarse. Eran las 8 de la mañana; todos seguían dormidos, excepto ella y el padre de Emiliano. Al ver el impresionante cuerpo de la mujer, no dudó ni un segundo en hacerla suya.
La llevó a su habitación y la hizo gritar durante horas. Todos se habían despertado y habían escuchado los gritos de la mujer provenientes de la habitación. Emiliano sabía lo que estaba pasando, pero no dijo nada.
—oh por Dios ahh ahhh ahhhh mmmm ahhh
La la mujer no podía contenerse
—más adentro más adentro ahhh ahhh ahhhhh
El hombre le exigía a la mujer que hablara sucio
—soy tu puta ayyyy tu puta papi
Desde afuera de la habitación, escuchaba con curiosidad; no sabía cómo reaccionar, si eran celos, molestia o excitación. Lo más probable era preocupación, ya que se le había olvidado decirle a su amigo que si llegaba a tener una sola gota de semen dentro de su sistema, no volvería a su forma original masculina y se quedaría como mujer el resto de su vida.





Cuando salieron de la habitación, la madre de Emiliano no dijo nada, pero le pidió a Sandra que la ayudara en la cocina. Mientras tanto, Emiliano confrontó a su padre, diciéndole que era una falta de respeto hacer eso con su novia. El maduro solo le respondió: "Hijo, una mujer así solo busca un verdadero hombre. Hubieras escuchado todos los gritos y todo lo que me dijo mientras estaba con ella. Al parecer, ya no es tu novia, hijo, ahora es mi novia." Emiliano no dijo nada y se resignó a guardar el secreto. Durante lo que quedaba del fin de semana, el maduro y Sandra se la pasaban tomados de la mano, platicando y besándose. Emiliano solo jugaba con su Nintendo Switch de aquí para allá.
Una semana después, Sandra estaba muy asustada y enojada porque no volvía a la normalidad. Sus padres estaban enojados con él por hacer semejante estupidez, y su hermana, aunque al principio se molestó porque le había robado su ropa, fue más un apoyo moral para él, ya que comprendía su situación. Emiliano le confesó: "Pues eso debiste pensarlo antes de hacerlo con alguien. Ahora no volverás a tu forma original." Y tenía razón. Sandra se hizo una prueba de embarazo y resultó positiva. No tuvo otra opción que decirle al maduro que iba a tener a su futuro hijo, y el maduro, sin más, le propuso matrimonio a la mujer.
Cuatro meses después, ambas familias estaban reunidas en el altar. El padre del amigo de Emiliano llevaba del brazo a su ahora hija, Sandra, quien lucía un hermoso vestido de novia blanco, escotado, que resaltaba sus enormes pechos que rebotaban a cada paso y un pequeño vientre que sobresalía un poco prueba de su embarazo.
Su futuro esposo, ansioso, nervioso y feliz, la esperaba desde el altar.



Al principio, su amigo se negó rotundamente. Sin embargo, si iba a pasar por una situación tan descabellada, le iba a salir muy caro a Emiliano. Le pidió su PlayStation 5, varios juegos y una fotografía autografiada de su streamer favorita. Emiliano, sin otra opción, accedió a su petición.
El amigo comenzó a tomar las pastillas, e inmediatamente sintió los efectos. Una extraña sensación de calor recorrió su cuerpo. Sintió cómo sus pechos crecían, sus caderas se ensanchaban y su trasero se levantaba, volviéndose más redondo. La gravedad parecía cambiar, su tamaño disminuía, su cabello crecía más largo y su voz se volvía más aguda. El resultado fue una mujer hermosa, con caderas anchas, una cintura pequeña, un trasero que sin duda atraería miradas y una delantera que competía con la de Sydney Sweeney.



Con mucha pena, el amigo entró en la habitación de su hermana y le "tomó prestados" algunos vestidos, blusas, jeans, faldas y maquillaje.
El día de la reunión familiar, Emiliano llegó con su "novia", a quien presentó como Sandra. Inmediatamente, Sandra sintió las miradas del padre de Emiliano fijas en sus enormes pechos. No lo culpaba, pues había elegido una de las blusas de su hermana para usar ese día, sin saber que ella misma tenía más busto que su hermana. Como resultado, llevaba un tremendo escote.
El tiempo pasó, y Sandra sentía constantemente la mirada del maduro sobre ella. Poco a poco, el padre de Emiliano comenzó a hacerle conversación, y pronto estuvieron platicando durante horas. El maduro la seducía con mucha habilidad, y Sandra, con todas sus hormonas alborotadas y emociones encontradas en su nuevo cuerpo, no sabía cómo canalizar todo eso y caía rendida ante los encantos del hombre. El domingo por la mañana, la historia terminó en la cama del maduro.



Ese día, Sandra salió a nadar en la piscina para relajarse. Eran las 8 de la mañana; todos seguían dormidos, excepto ella y el padre de Emiliano. Al ver el impresionante cuerpo de la mujer, no dudó ni un segundo en hacerla suya.
La llevó a su habitación y la hizo gritar durante horas. Todos se habían despertado y habían escuchado los gritos de la mujer provenientes de la habitación. Emiliano sabía lo que estaba pasando, pero no dijo nada.
—oh por Dios ahh ahhh ahhhh mmmm ahhh
La la mujer no podía contenerse
—más adentro más adentro ahhh ahhh ahhhhh
El hombre le exigía a la mujer que hablara sucio
—soy tu puta ayyyy tu puta papi
Desde afuera de la habitación, escuchaba con curiosidad; no sabía cómo reaccionar, si eran celos, molestia o excitación. Lo más probable era preocupación, ya que se le había olvidado decirle a su amigo que si llegaba a tener una sola gota de semen dentro de su sistema, no volvería a su forma original masculina y se quedaría como mujer el resto de su vida.





Cuando salieron de la habitación, la madre de Emiliano no dijo nada, pero le pidió a Sandra que la ayudara en la cocina. Mientras tanto, Emiliano confrontó a su padre, diciéndole que era una falta de respeto hacer eso con su novia. El maduro solo le respondió: "Hijo, una mujer así solo busca un verdadero hombre. Hubieras escuchado todos los gritos y todo lo que me dijo mientras estaba con ella. Al parecer, ya no es tu novia, hijo, ahora es mi novia." Emiliano no dijo nada y se resignó a guardar el secreto. Durante lo que quedaba del fin de semana, el maduro y Sandra se la pasaban tomados de la mano, platicando y besándose. Emiliano solo jugaba con su Nintendo Switch de aquí para allá.
Una semana después, Sandra estaba muy asustada y enojada porque no volvía a la normalidad. Sus padres estaban enojados con él por hacer semejante estupidez, y su hermana, aunque al principio se molestó porque le había robado su ropa, fue más un apoyo moral para él, ya que comprendía su situación. Emiliano le confesó: "Pues eso debiste pensarlo antes de hacerlo con alguien. Ahora no volverás a tu forma original." Y tenía razón. Sandra se hizo una prueba de embarazo y resultó positiva. No tuvo otra opción que decirle al maduro que iba a tener a su futuro hijo, y el maduro, sin más, le propuso matrimonio a la mujer.
Cuatro meses después, ambas familias estaban reunidas en el altar. El padre del amigo de Emiliano llevaba del brazo a su ahora hija, Sandra, quien lucía un hermoso vestido de novia blanco, escotado, que resaltaba sus enormes pechos que rebotaban a cada paso y un pequeño vientre que sobresalía un poco prueba de su embarazo.
Su futuro esposo, ansioso, nervioso y feliz, la esperaba desde el altar.
1 comentarios - El padre de mi mejor amigo me hizo su mujer 🍒🍑