Fotos que tomamos mi esposa y yo, tratando de darle un toque erotico
Total libertad para comentar lo que quieran
Espero sean de vuestro agrado
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A pedido de muchos... arrancamos en color
CASI ENLOQUECER...
Creí tener todo en la vida, todo bajo control, creí poder tener el dominio de la situación, que todo sería pasajero, y que nada podría cambiar mi presente, y sin embargo, cuando menos lo esperé, ella apareció en mi vida para poner mi mundo de cabezas
Atrás en el tiempo, después de una relación tóxica con mi primera pareja con la cual no llegaríamos a los dos años de convivencia, aparecería Noelia en mi vida, ella es actualmente docente de grados inferiores, nos enamoramos y formamos esa familia que siempre había deseado tener
Mientras ella seguía con su profesión, yo hacía lo propio con la mía, trabajando en un laboratorio farmacéutico internacional, donde iría pasando por distintos puestos, conociendo un poco de todo, pero siempre aferrado a mi otro amor, la química
Llegaría Ludmila, nuestra primera hija, y un par de años mas tarde, Kevin, el segundo
Y así todo mi entorno rayaba la perfección, tenía el empleo soñado, una esposa muy compañera y unos pequeños maravillosos que me llenaban como padre
El principio del fin empezaría una par de años atrás, cuando desde la cúpula del laboratorio habían decidido hacer algunas restructuraciones lógicas de compañías que deben actualizarse a los tiempos para no sucumbir en el letargo
Fueron días muy convulsionados, rumores, chimentos, un día que cerraban todo para centralizar todo en Brasil, otro día que habría una restructuración general, otro día que todo estaba bien, que dejáramos de confabular, y otro día, lo que realmente sucedería, seríamos absorbidos por otro laboratorio de mayor escala
El cambio de firma se haría relativamente rápido, y vimos con nuestros propios ojos llegar como paracaidistas quienes tomarían los nuevos puestos gerenciales en una transición que duraría seis meses.
También vimos un 'mezclar y repartir de nuevo', empresa nueva, pensamientos nuevos
Muchos de mis pares fueron cesanteados, otros por el contrario ascendidos, muchos cargos desaparecieron y muchos nuevos se crearon
Cuando a mi me llamaron esa mañana al departamento de RRHH, pensé que sería mi último día, sin embargo solo fue para comunicarme mi nuevo rol, lo que esperaban de mi, donde desarrollaría mis obligaciones y algo que no esperaba, una mejora salarial que me dejó sin saber que decir
En mi caso, las cosas parecían cambiar para bien, mas trabajo, mas responsabilidades, más poder de decisión y mas monedas en el bolsillo, y lo que vendría por delante, poder tener un asistente para que fuera mi sostén y alguien a quien poder formar
Llegarían los días de entrevistas, parte de proceso normal de selección y en el que naturalmente participaría, con una opinión parcial por ser alguien con quien compartiría mis jornadas en un futuro que ya era presente
Luego de charlar con una decena de postulantes, di mis impresiones, tres posibles, Carlos, en especial, un chico que me pareció muy formado para el puesto. Pero claro, lo mío era solo una parte del todo
Casi un mes después me llamarían nuevamente a RRHH para presentarme quien sería mi nueva compañera de ruta, Delfina, la elegida
Yo me quedaría con cara de no entender, Delfina? justo Delfina?
Delfina no había estado entre mis posibles elecciones, a ver, tenía ya treinta y dos años y estaba a medio camino en la facultad, en mis preguntas técnicas me había resultado de mediocre para abajo, y su dominio de ingles era paupérrimo, me sentí fatal y creo que le expresión de mi rostro había hablado por mi
Claro, luego me harían saber algunas cosas que para mi no eran importantes pero para la imagen del laboratorio si, era mujer, tenía buenas recomendaciones de otros empleos previos, tenía disponibilidad horaria y hasta intenciones de hacer carrera en otros laboratorios, fuera del país
Y así empezaría mi convivencia laboral con ella, Delfina, la mujer que marcaría un antes y después en mi vida
Delfina era una chica llamativa por así decirlo, es que era casi tan alta como yo, llegando al metro ochenta, tenía buenos pechos que le costaba disimular bajo el guardapolvo blanco, también tenía anchas caderas y buena cola, no era mi tipo de mujer, pero al ser tan grande en proporciones era imposible no darle una mirada
Siempre venía con sus largos cabellos renegridos perfectamente recogidos en una cola que le llegaba a la cintura, siempre se veía impecable con su vestimenta de trabajo, con sus gafas de seguridad y sus guantes de laboratorista
Admito que no empezaríamos de la mejor manera, mi prejuicio inicial me llevaría a tratar de exponerla en cada oportunidad, a dejarla en ridículo y a reírme de ella, la había transformado en mi bufón, era demasiado, al punto que rápidamente ella me hizo un planteo, muy serio, muy frontal, cara a cara
El tiempo limó asperezas, y los rencores del pasado quedaron guardados, empezaron las charlas habituales entre compañeros de trabajo, su vida, mi vida, su familia, mi familia, sus proyectos, mis proyectos, sus gustos, mis gustos, y así un poco, nuestros días se entrelazaron
Una tarde me invitaría a un after office, esa tarde no estaría disponible, pero si a la siguiente
Había pasado por casa, Noelia estaba al tanto y sabía de reuniones de trabajo, llegué al lugar pactado, ya habían llegado un par de compañeros, pedimos unas cervezas, luego llegaría ella, esta vez no había guardapolvos blancos, ni gafas de seguridad, ni guantes de laboratorio, Lorena tenía un jean común ajustado, que le marcaban las anchas caderas y sus largas piernas, y una remera ajustada que le dibujaba sus nada despreciables pechos
Sin embargo, lo que mas me llamaría la atención como hombre, serían sus largos cabellos, ahora sueltos, que ella inconscientemente los acomodaba de lado a lado con sus manos, y se me hacía muy caliente, creo que sería la primera vez que no la miraría como mi asistente
Se había hecho de noche, y me ofrecí llevarla hasta su casa, al llegar, ella me ofreció pasar por una copa, o por un café, no supe distinguir si era solo algo normal de cortesía o si yo estaba malinterpretándola pensando que había algo mas, solo lo dejé pasar, tenía que volver a casa donde mi esposa me esperaba
Poco después se repetiría la historia, solo que cometería la equivocación de aceptar su invitación, las cosas entre nosotros estaban muy calientes, era obvio
Subimos a su departamento solo por unas copas, pero ella vino sobre mi y se trepó de repente enrollándome con sus piernas y con sus brazos, la retuve suspendida en el aire y me dio un beso profundo, sentí una erección contenida puesto que ella me comía la boca con interminables besos mientras yo me llenaba las manos con su preciosas nalgas, era todo repentino, efusivo, salvaje, animal
Entonces ella daría un paso equivocado, en su calentura me mordió con muchas fuerzas, con muchas ganas en el cuello, tirando hacia el lado del hombro, al punto de hacerme doler demasiado
Eso me encolerizó, me calentó los nervios y me enfrió el sexo, la aparté de repente y le hice un reclamos a viva voz
Que haces? estás loca? que mierda te pasa?
Ella me miró con cara de no entender, entonces proseguí mientras me masajeaba y trataba de buscar un espejo para verme
Sabes que soy casado! que le voy a decir a mi mujer? tenes que pensar un poco!
Ella entonces mostraría su lado tóxico, empezó a recriminarme a viva voz, que era un mediocre, un poco hombre, un cagón, y que volviera rápido bajo las faldas de mi mujercita, las cosas fueron a peor y solo le daría un portazo a sus espaldas
Tendría unos quince días de mierda por delante, mi esposa obviamente notó la marca y obviamente no le bastaron mis excusas, mis respuestas, ni mi desatención al respecto, no era tonta, después de varias preguntas filosas solo lo dejaría pasar, pero eso era algo que jamás olvidaría una esposa
Con Delfina no me iría mejor, habíamos vuelto al punto de inicio, como perros y gatos, casi no nos hablábamos y hasta me alegré que las cosas con ella estuvieran así, era una mujer ciclotímica que pasaba del amor al odio en un abrir y cerrar de ojos
Pero el hombre suele ser muy básico, y el olor a concha suele ser demasiado tentador...
Cuando las cosas ya se habían olvidado, nos mandarían del laboratorio a una visita protocolar de unos colegas, eran cosas habituales, nos encontramos en una hotel, había un tipo convención con una charla y un almuerzo, temas de rutina
Recuerdo que Delfina se había ido con una pollera larga a los tobillos, en animal print, pero tan ajustada que le dibujaba ese culo perfecto que cargaba, era imposible no mirárselo y sentí unas ganas terribles de cogerla en toda esa jornada, estaba exultante, y ella me dejaba saber en cada mirada, que sabía lo que me estaba provocando
Terminada la reunión, el almuerzo, aun quedaba mucho tiempo por delante, así que solo aprovechamos a pedir una habitación
Yo sabía que no debía hacerlo, pero la tentación era mas fuerte
Ya en el cuarto ella volvería a la carga, como la primera vez, solo que ahora me había advertido como eran las cosas, tomarlo o dejarlo...
Empezamos con los besos locos y apasionados de esa primera vez, me apretaba la verga por sobre el pantalón con mucha vehemencia, y sentía su respiración agitada en mi derredor, ella se sacó la remera y el sostén, y me llevó por el camino a su pechos, para que se los lamiera, sus pezones filosos parecían lastimar mi lengua y el momento se hacía muy caliente
Entonces me apartó un poco para tirarse sobre la cama, para sacar su pollera, fue cómico porque le quedaba tan apretada que no podía hacerlo y necesitó mi ayuda para conseguirlo
Fui entre sus piernas para comerle la conchita, rosadita, jugosa, peladita como bebé, ella me tomó por los cabellos para jalarme contra su intimidad, gimiendo, gritando
Me sacaba de eje, me asfixiaba, me hacía doler el cuero cabelludo, no podía...
Salimos de posición, me recosté y ella vino sobre mi a cabalgarme, se comió toda mi pija y empezó a mover sus caderas como poseída, como ninguna mujer jamás me lo había hecho, gritaba, estaba fuera de si, y sentí sus afiladas uñas clavarse lentamente en mi pecho, haciéndome sangrar
Tomó mi mano y me empezó a chupar los dejos, un buen rato, muy profundo, luego se reclinó y me dijo
Dale hijo de puta! metémelos en el culo!
Así lo hice, me tenía bajo control, la cogía, le metía los dedos por detrás, y ella me gritaba en el oído, me mordía el cuello, me chupaba, me lastimaba, no podía evitarlo
La puse en cuatro, solo se la metí por el culo en un envión, ella pareció disfrutarlo
Dale, nalgueame, dale, tirame el pelo, dale hijo de puta!
Solo se la daba por atrás, con una mano le tiraba los cabellos hacia mi lado, con la otra la nalgueaba con fuerzas, parecía estar domando una potra, mis ojos se llenaban con sus curvas de mujer y notaba en su cuerpo marcas azuladas de encuentros anteriores, Delfina gemía y gritaba
Hijo de puta!!! me estas rompiendo el culo!!!
Era todo muy retorcido, era un amor salvaje, a ella la enloquecía el juego y yo me dejaba llevar
Me pidió chupármela, cambiamos de posición y ella empezó a hacerlo, miraba su rostro oval, sus ojos marrones, su tez blanca y sus finos labios que engullían una y otra ver mi pija
Mis ojos se iban mas lejos, a sus pechos, eran perfectos, esferas perfectas, en el lugar perfecto, con unas aureolas enormes que imantaban mi mirada hacia ellos
Ella volvería a sorprenderme, en la forma en que lo hacía, me lo devoraba, además iba por mis bolas, y mas aun, fue a chuparme y besarme el culo, jugaba con su lengua en mi esfínter y me recorría hasta llegar a la punta de mi glande
Cuando me sintió venir me miró a los ojos para descargar todo el semen sobre sus tetas, como adivinando mis deseos y cuando empecé a perder erección se dejo caer, apoyando sus pechos en mi verga para descansar y resbalar en mis propios jugos
Para ella era el principio, para mi el final, tuvo que entender una vez mas que tenía una vida, una esposa
Fui al baño a lavarme un poco, la imagen que me devolvería el espejo no sería de mi agrado, tenía arañazos sanguinolentos, moretones ya marcados por aquí y por allá, había sido demasiado, imposible de ocultar
Noelia, obviamente adivinó mi infidelidad, y apuntó todos los dardos a 'mi compañera de trabajo' y sería la primera de muchas noches en la que dormiría en el sofá del comedor
Las cosas a futuro se irían torciendo más y más, Delfina se transformaría en eje de mi vida, era como un imán que me arrastraba consigo, su locura, lo puta que era conmigo, las cosa que hacíamos, me estaba enloqueciendo
Me acostumbré a dormir en el sillón de casa, con mi esposa estaba todo mal, no me importaba, ni ella, ni los chicos, ni mi familia, ni nada
Pero nunca terminaba de conocer a Delfina...
Un lunes de jornada laboral, ella estaba molesta, distante, con una notoria resaca del fin de semana, no quería hablar, la vi tomar algún analgésico hasta que a media mañana, en un break, entre mates y facturas me contó escuetamente
Su mejor amiga, tenía novio - algo siempre me había contado de la historia - y bueno, que esa amiga había viajado con su familia, y que el novio siempre le había tirado onda, y que la había invitado al departamento porque estaba solo, y que a ella se le hacía interesante y que bueno, en resumen, palabras textuales, la había cogido de todas las maneras posibles y solo estaba hecha mierda, cansada, sin ganas de que le rompan lo ovarios, como dije, palabras textuales
Y yo me quedé con cara de nada, que pasaba? si yo estaba dejando todo por ella, y ella se revolcaba con otro?
Evidentemente no estábamos en sintonía, con los mismo pensamientos, y la situación me llevó a hacerle planteos, porque me hervía la cabeza, pero ella, sin miramientos, con un frío honesto me dejó saber que le encantaban los hombres y que le encantaba el sexo, que estaba bien conmigo, pero que nunca me había jurado exclusividad en el juego
Seguí adelante, lo asumí, pero no me importó, estar con ella era tocar el cielo y el infierno en su instante, se me iba la vida en ello, cada vez que cogía a Delfina era un juego que parecía nunca acabar, ella era directa y si no la cogía bien, me lo hacía saber, tenía en su cabeza del abecedario que puede enloquecer a un hombre
Con mi esposa habíamos empezado los trámites del divorcio, buscaba un sitio donde vivir y un poco me había hecho a la idea de que mi compañera de trabajo, no solo cogiera conmigo, sino con quien quisiera hacerlo
Me estaba cegando con esa chica, muy rápidamente se había transformado en mi todo, aunque yo fuera solo una parte para ella, me dolía saber que compartía sus labios, compartía sus engaños, pero solo así estaban las cosas
Poco después las cosas irían a peor, otro golpe de realidad, fuera de mi hogar buscaba un sitio para vivir y le imploré casi de rodillas, poder armar mi vida junto a la suya, ir a dormir abrazados, despertarnos con la salida del sol, pero ella lo tomó a risa, casi como si yo estuviera loco, es que ella no pensaba en una relación estable por el momento, había muchas pijas por calentar y ella quería probarlas todas, si así de directa era
También me dijo algo que yo ya sabía, la estaban apurando en el empleo para que terminara su carrera, solo le quedaba una materia y necesitaban una profesional con título
Ella me invitaría a una fiesta en su pequeña casa, algo sin motivo, amigos, conocidos, solo pasarla bien y compartir unos tragos y un poco de música
Fui de los primeros en llegar, Delfina lucía encantadora, con una falda muy corta y ajustada en blanco, que dibujaba sus curvas y marcaba la diminuta tanga que llevaba, dejando muy poco a la imaginación, y un top al tono que le marcaba llamativamente las tetas, es que era demasiado para mi, era bonita al ir y al venir, además, con ese cabello renegrido atado en cola llegando casi a su cintura, me daban ganas de montarla como a una potra
Fueron llegando chicos y chicas de su generación y solo me desesperé al ver con mis propios ojos cuantos candidatos le pululaban en derredor, chicos jóvenes, con los cuales yo no podía competir
Tan solo me presentaría a alguien de mi edad, me llamó la atención al verlo llegar, Marcos Escalada, su profesor de facultad, el que debía aprobarle la materia que le faltaba para recibirse, un tipo bien parecido, quien me estrechó la mano con rudeza, por su parte Delfina me presentó solo como su compañero de trabajo, su jefe, situación que me dolió, en verdad esperaba algo más de ella
El tipo se me pegó tal vez por un tema generacional, le pregunté cosas de su empleo, el del mío, como era ella como estudiante, como era ella como empleada, en fin, cosas de cada día
Ella seguía siendo la reina de la fiesta, y nosotros dos entre copa y copa solo hablábamos de ella
Marcos me dijo que lo enloquecía, que no iba a parar hasta cogérsela, y si no se la cogía, pues nunca la aprobaría
No tendría agallas para decirla nada, porque no hubiera podido defender a Delfina, si ella misma se lo hubiera cogido de haberlo sabido
A las tres de la mañana todo empezaba a terminar, los chicos empezaron a irse, yo no pensaba hacerlo, pero por lo visto el profesor tampoco, un poco que lo empujaba a que lo hiciera pero él se mantenía firme, hasta que solo quedamos los tres
Me acerqué con discreción a Delfina para sugerirle que ya estaba bien con esto, ella se quitaba los zapatos de tacos altos y volvía a emparejar mi altura, solo me respondió con una sonrisa cómplice, yo solo quería quedarme a solas con ella
Ella, empezó a bailar lentamente meneando sus caderas de lado a lado, escuchando una música que solo estaba en su cabeza, puesto que ya había apagado el equipo de audio, con los ojos cerrados, y los zapatos de tacos altos enredados en sus dedos, nos estaba provocando, era obvio sus fetiches de jefe asistente, profesor y alumna y solo supe que iba a suceder
Se acercó a ambos, en su rol dominante y me dio un beso tan profundo que sentí el sabor a sangre, de sus labios o de los míos, luego hizo lo mismo con el profesor y buscó que la rodeáramos, para quedar como el relleno de un emparedado, refregando su cuerpo contra nuestros cuerpos, besando a uno y a otro, con la voracidad de un incendio y el arrase de un tornado, así era ella, y poco a poco nuestras ropas fueron cayendo al suelo, hizo que le lamiéramos las tetas, uno a cada lado, unas tetas hermosas con unos pezones enormes que se iban decolorando a medida que se alejaban del pezón, tenía la pija dura, solo quería cogérmela y ya...
Noté que Marcos tenía ya las marcas de sus uñas afiladas recorriendo el pecho, y sentía en mi cuello el punzar de un mordisco que me había dado, entonces hizo que él se sentara a un lado, yo a otro, y volvió a ese baile de hechicera, solo que ahora estaba completamente desnuda, era demasiado mujer para mi, para ambos
Abrió un cajoncito que tenía sobre un aparador contiguo, y sacó un pene de juguete de moderadas dimensiones, y ante nuestros ojos empezó a lamerlo, muy sugerente, metiéndoselo muy profundo en su boca
Vino sobre mi, gimiendo, sobre el mismo sillón, y empezó a cabalgarme, mi pija entró toda de golpe en su cueva mojada, empezó a gemir, sus tetas estaban sobre mi rostro y me llenaba las manos con ellas, la besé, y la muy perra empezó a meterse el juguete en el culo, poco a poco, lentamente, al punto de sentirlo presionar mi propio pene que estaba duro por el frente
Miré su rostro con deseo, pero noté que no era correspondido, ella miraba al otro sillón, donde el profesor se masturbaba lentamente, comprendí que era parte del show, un comediante de feria, era el fetiche para ese espectador de lujo
Delfina entonces dijo entre jadeos
Vení Marcos! cogeme, estoy caliente y quiero tu verga!
Lo que seguiría aun hoy no puedo creerlo, porque yo la estaba cogiendo, y su culo estaba ocupado con el juguete, Marcos, sin embargo se acomodó por detrás entre nuestras piernas, y buscó un lugar en su concha, sentí su glande sobre mi tronco, empujar y empujar hasta meterse completo, y el rostro de perra de Delfina era indescriptible
Quedé como aprisionado, casi sin posibilidad de moverme, y fue Marcos quien empezó a frotar su pene contra el mío, y sus bolas pagar contra las mías, estábamos ambos dentro de su agujero, empecé a jadear porque se sentía muy rico y ella al notarlo se excitó mas todavía, parecía convulsionar sus caderas en orgasmos eternos y solo me vine, el semen caliente invadió su intimidad y baño todo lo que estaba ahi, lo sentí incluso chorrear por mis bolas y el chasquido de los golpes del profesor que seguía empujando se hicieron mas fuertes
Entonces se la sacó, estaba dura y llena de mi leche y le dijo
Me vas a tener que dar una buena chupada si queres que te apruebe
Y Delfina quería aprobar...
Hizo que se volviera a sentar, y se arrodilló entre sus piernas, asegurándose de que yo ahora viera, se sacó el juguete del culo para concentrarse solo en una cosa, y empezó a hacerlo muy rico, mientras él se quejaba porque ahora le lastimaba las piernas con sus uñas, pero ella era así...
No duraría demasiado, ella lo masturbaba desde la base y le pasaba la lengua por la cabeza, una y otra vez, buscando el final
Marcos se contrajo y un primer chorro escapó al vacío, y en la penumbra pude ver como el disparo llagaba a un lado de su mejilla y un poco sobre sus labios, tomándola por sorpresa, pero apenas advirtió la situación de un empellón le comió toda la pija llegando con sus labios al pubis del profesor, quedándose inmóvil, mientras las contracciones de los testículos de Marcos dejaba notar como poco a poco la llenaba la boca de leche
Luego se retiró lo suficiente, ahora mirándonos a ambos dejó chorrear todo por su pecho, por sus tetas, jugando en sus pezones, muy puta por cierto
Seguimos jugando, donde previsiblemente el profesor y yo terminamos con nuestros cuerpos marcados por las batallas libradas, extenuados, mientras Delfina aun quería y reclamaba que la siguiéramos cogiendo
La historia marcaría que Delfina nunca sería mía y solo tendría una tajada de ella, hiciera lo que hiciera
Pronto celebraríamos en el empleo tener una nueva licenciada en química, un título bien ganado y merecido, y como ella misma decía, se había tenido que romper el culo para conseguirlo
Lo que estaba fuera de mi entorno, sería esa semana de abril, cuando me llamaron para anunciarme oficialmente que debería buscar un nuevo asistente, Delfina, ahora con título bajo el brazo, había aceptado una propuesta de crecimiento personal y se instalaría en la filial de Italia, me quedé petrificado, al punto que la interlocutora que me ponía al tanto, viendo mi rostro inquirió
Como? no sabías nada, hace meses que venimos hablando del tema
Ella era así, en vano fueron mis pedidos de explicaciones, no me sirvió hacerme el duro, tampoco suplicar, le dije
Pero... como que te vas? y que hay de nosotros?
Nosotros? - respondió en forma seca - ese es tu problema, yo nunca te prometí un 'nosotros'
Ella partió hace tiempo, me encuentro solo, tontamente traté de rearmar mi familia junto a mis hijos, y junto a Noelia, pero descubrí que mis hijos me odiaban, si es que me había olvidado de ellos, y Noelia, - suspiro - Noelia se había reencontrado con Marcelo, un amor perdido que había sucedido antes de conocerme, y las cosas ahora iban muy bien entre ellos...
Volvimos a contactar a Carlos, el chico que yo había elegido tiempo atrás, y ahora tendría su oportunidad, un hombre, mejor, menos problemas
Le escribo cada tanto a Delfina, la chica que ahora está en Italia, haciendo carrera, pero sus respuestas son escuetas, casi por compromiso, y la sigo añorando, vaya si al añoro...
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Creí tener todo en la vida, todo bajo control, creí poder tener el dominio de la situación, que todo sería pasajero, y que nada podría cambiar mi presente, y sin embargo, cuando menos lo esperé, ella apareció en mi vida para poner mi mundo de cabezas
Atrás en el tiempo, después de una relación tóxica con mi primera pareja con la cual no llegaríamos a los dos años de convivencia, aparecería Noelia en mi vida, ella es actualmente docente de grados inferiores, nos enamoramos y formamos esa familia que siempre había deseado tener
Mientras ella seguía con su profesión, yo hacía lo propio con la mía, trabajando en un laboratorio farmacéutico internacional, donde iría pasando por distintos puestos, conociendo un poco de todo, pero siempre aferrado a mi otro amor, la química
Llegaría Ludmila, nuestra primera hija, y un par de años mas tarde, Kevin, el segundo
Y así todo mi entorno rayaba la perfección, tenía el empleo soñado, una esposa muy compañera y unos pequeños maravillosos que me llenaban como padre
El principio del fin empezaría una par de años atrás, cuando desde la cúpula del laboratorio habían decidido hacer algunas restructuraciones lógicas de compañías que deben actualizarse a los tiempos para no sucumbir en el letargo
Fueron días muy convulsionados, rumores, chimentos, un día que cerraban todo para centralizar todo en Brasil, otro día que habría una restructuración general, otro día que todo estaba bien, que dejáramos de confabular, y otro día, lo que realmente sucedería, seríamos absorbidos por otro laboratorio de mayor escala
El cambio de firma se haría relativamente rápido, y vimos con nuestros propios ojos llegar como paracaidistas quienes tomarían los nuevos puestos gerenciales en una transición que duraría seis meses.
También vimos un 'mezclar y repartir de nuevo', empresa nueva, pensamientos nuevos
Muchos de mis pares fueron cesanteados, otros por el contrario ascendidos, muchos cargos desaparecieron y muchos nuevos se crearon
Cuando a mi me llamaron esa mañana al departamento de RRHH, pensé que sería mi último día, sin embargo solo fue para comunicarme mi nuevo rol, lo que esperaban de mi, donde desarrollaría mis obligaciones y algo que no esperaba, una mejora salarial que me dejó sin saber que decir
En mi caso, las cosas parecían cambiar para bien, mas trabajo, mas responsabilidades, más poder de decisión y mas monedas en el bolsillo, y lo que vendría por delante, poder tener un asistente para que fuera mi sostén y alguien a quien poder formar
Llegarían los días de entrevistas, parte de proceso normal de selección y en el que naturalmente participaría, con una opinión parcial por ser alguien con quien compartiría mis jornadas en un futuro que ya era presente
Luego de charlar con una decena de postulantes, di mis impresiones, tres posibles, Carlos, en especial, un chico que me pareció muy formado para el puesto. Pero claro, lo mío era solo una parte del todo
Casi un mes después me llamarían nuevamente a RRHH para presentarme quien sería mi nueva compañera de ruta, Delfina, la elegida
Yo me quedaría con cara de no entender, Delfina? justo Delfina?
Delfina no había estado entre mis posibles elecciones, a ver, tenía ya treinta y dos años y estaba a medio camino en la facultad, en mis preguntas técnicas me había resultado de mediocre para abajo, y su dominio de ingles era paupérrimo, me sentí fatal y creo que le expresión de mi rostro había hablado por mi
Claro, luego me harían saber algunas cosas que para mi no eran importantes pero para la imagen del laboratorio si, era mujer, tenía buenas recomendaciones de otros empleos previos, tenía disponibilidad horaria y hasta intenciones de hacer carrera en otros laboratorios, fuera del país
Y así empezaría mi convivencia laboral con ella, Delfina, la mujer que marcaría un antes y después en mi vida
Delfina era una chica llamativa por así decirlo, es que era casi tan alta como yo, llegando al metro ochenta, tenía buenos pechos que le costaba disimular bajo el guardapolvo blanco, también tenía anchas caderas y buena cola, no era mi tipo de mujer, pero al ser tan grande en proporciones era imposible no darle una mirada
Siempre venía con sus largos cabellos renegridos perfectamente recogidos en una cola que le llegaba a la cintura, siempre se veía impecable con su vestimenta de trabajo, con sus gafas de seguridad y sus guantes de laboratorista
Admito que no empezaríamos de la mejor manera, mi prejuicio inicial me llevaría a tratar de exponerla en cada oportunidad, a dejarla en ridículo y a reírme de ella, la había transformado en mi bufón, era demasiado, al punto que rápidamente ella me hizo un planteo, muy serio, muy frontal, cara a cara
El tiempo limó asperezas, y los rencores del pasado quedaron guardados, empezaron las charlas habituales entre compañeros de trabajo, su vida, mi vida, su familia, mi familia, sus proyectos, mis proyectos, sus gustos, mis gustos, y así un poco, nuestros días se entrelazaron
Una tarde me invitaría a un after office, esa tarde no estaría disponible, pero si a la siguiente
Había pasado por casa, Noelia estaba al tanto y sabía de reuniones de trabajo, llegué al lugar pactado, ya habían llegado un par de compañeros, pedimos unas cervezas, luego llegaría ella, esta vez no había guardapolvos blancos, ni gafas de seguridad, ni guantes de laboratorio, Lorena tenía un jean común ajustado, que le marcaban las anchas caderas y sus largas piernas, y una remera ajustada que le dibujaba sus nada despreciables pechos
Sin embargo, lo que mas me llamaría la atención como hombre, serían sus largos cabellos, ahora sueltos, que ella inconscientemente los acomodaba de lado a lado con sus manos, y se me hacía muy caliente, creo que sería la primera vez que no la miraría como mi asistente
Se había hecho de noche, y me ofrecí llevarla hasta su casa, al llegar, ella me ofreció pasar por una copa, o por un café, no supe distinguir si era solo algo normal de cortesía o si yo estaba malinterpretándola pensando que había algo mas, solo lo dejé pasar, tenía que volver a casa donde mi esposa me esperaba
Poco después se repetiría la historia, solo que cometería la equivocación de aceptar su invitación, las cosas entre nosotros estaban muy calientes, era obvio
Subimos a su departamento solo por unas copas, pero ella vino sobre mi y se trepó de repente enrollándome con sus piernas y con sus brazos, la retuve suspendida en el aire y me dio un beso profundo, sentí una erección contenida puesto que ella me comía la boca con interminables besos mientras yo me llenaba las manos con su preciosas nalgas, era todo repentino, efusivo, salvaje, animal
Entonces ella daría un paso equivocado, en su calentura me mordió con muchas fuerzas, con muchas ganas en el cuello, tirando hacia el lado del hombro, al punto de hacerme doler demasiado
Eso me encolerizó, me calentó los nervios y me enfrió el sexo, la aparté de repente y le hice un reclamos a viva voz
Que haces? estás loca? que mierda te pasa?
Ella me miró con cara de no entender, entonces proseguí mientras me masajeaba y trataba de buscar un espejo para verme
Sabes que soy casado! que le voy a decir a mi mujer? tenes que pensar un poco!
Ella entonces mostraría su lado tóxico, empezó a recriminarme a viva voz, que era un mediocre, un poco hombre, un cagón, y que volviera rápido bajo las faldas de mi mujercita, las cosas fueron a peor y solo le daría un portazo a sus espaldas
Tendría unos quince días de mierda por delante, mi esposa obviamente notó la marca y obviamente no le bastaron mis excusas, mis respuestas, ni mi desatención al respecto, no era tonta, después de varias preguntas filosas solo lo dejaría pasar, pero eso era algo que jamás olvidaría una esposa
Con Delfina no me iría mejor, habíamos vuelto al punto de inicio, como perros y gatos, casi no nos hablábamos y hasta me alegré que las cosas con ella estuvieran así, era una mujer ciclotímica que pasaba del amor al odio en un abrir y cerrar de ojos
Pero el hombre suele ser muy básico, y el olor a concha suele ser demasiado tentador...
Cuando las cosas ya se habían olvidado, nos mandarían del laboratorio a una visita protocolar de unos colegas, eran cosas habituales, nos encontramos en una hotel, había un tipo convención con una charla y un almuerzo, temas de rutina
Recuerdo que Delfina se había ido con una pollera larga a los tobillos, en animal print, pero tan ajustada que le dibujaba ese culo perfecto que cargaba, era imposible no mirárselo y sentí unas ganas terribles de cogerla en toda esa jornada, estaba exultante, y ella me dejaba saber en cada mirada, que sabía lo que me estaba provocando
Terminada la reunión, el almuerzo, aun quedaba mucho tiempo por delante, así que solo aprovechamos a pedir una habitación
Yo sabía que no debía hacerlo, pero la tentación era mas fuerte
Ya en el cuarto ella volvería a la carga, como la primera vez, solo que ahora me había advertido como eran las cosas, tomarlo o dejarlo...
Empezamos con los besos locos y apasionados de esa primera vez, me apretaba la verga por sobre el pantalón con mucha vehemencia, y sentía su respiración agitada en mi derredor, ella se sacó la remera y el sostén, y me llevó por el camino a su pechos, para que se los lamiera, sus pezones filosos parecían lastimar mi lengua y el momento se hacía muy caliente
Entonces me apartó un poco para tirarse sobre la cama, para sacar su pollera, fue cómico porque le quedaba tan apretada que no podía hacerlo y necesitó mi ayuda para conseguirlo
Fui entre sus piernas para comerle la conchita, rosadita, jugosa, peladita como bebé, ella me tomó por los cabellos para jalarme contra su intimidad, gimiendo, gritando
Me sacaba de eje, me asfixiaba, me hacía doler el cuero cabelludo, no podía...
Salimos de posición, me recosté y ella vino sobre mi a cabalgarme, se comió toda mi pija y empezó a mover sus caderas como poseída, como ninguna mujer jamás me lo había hecho, gritaba, estaba fuera de si, y sentí sus afiladas uñas clavarse lentamente en mi pecho, haciéndome sangrar
Tomó mi mano y me empezó a chupar los dejos, un buen rato, muy profundo, luego se reclinó y me dijo
Dale hijo de puta! metémelos en el culo!
Así lo hice, me tenía bajo control, la cogía, le metía los dedos por detrás, y ella me gritaba en el oído, me mordía el cuello, me chupaba, me lastimaba, no podía evitarlo
La puse en cuatro, solo se la metí por el culo en un envión, ella pareció disfrutarlo
Dale, nalgueame, dale, tirame el pelo, dale hijo de puta!
Solo se la daba por atrás, con una mano le tiraba los cabellos hacia mi lado, con la otra la nalgueaba con fuerzas, parecía estar domando una potra, mis ojos se llenaban con sus curvas de mujer y notaba en su cuerpo marcas azuladas de encuentros anteriores, Delfina gemía y gritaba
Hijo de puta!!! me estas rompiendo el culo!!!
Era todo muy retorcido, era un amor salvaje, a ella la enloquecía el juego y yo me dejaba llevar
Me pidió chupármela, cambiamos de posición y ella empezó a hacerlo, miraba su rostro oval, sus ojos marrones, su tez blanca y sus finos labios que engullían una y otra ver mi pija
Mis ojos se iban mas lejos, a sus pechos, eran perfectos, esferas perfectas, en el lugar perfecto, con unas aureolas enormes que imantaban mi mirada hacia ellos
Ella volvería a sorprenderme, en la forma en que lo hacía, me lo devoraba, además iba por mis bolas, y mas aun, fue a chuparme y besarme el culo, jugaba con su lengua en mi esfínter y me recorría hasta llegar a la punta de mi glande
Cuando me sintió venir me miró a los ojos para descargar todo el semen sobre sus tetas, como adivinando mis deseos y cuando empecé a perder erección se dejo caer, apoyando sus pechos en mi verga para descansar y resbalar en mis propios jugos
Para ella era el principio, para mi el final, tuvo que entender una vez mas que tenía una vida, una esposa
Fui al baño a lavarme un poco, la imagen que me devolvería el espejo no sería de mi agrado, tenía arañazos sanguinolentos, moretones ya marcados por aquí y por allá, había sido demasiado, imposible de ocultar
Noelia, obviamente adivinó mi infidelidad, y apuntó todos los dardos a 'mi compañera de trabajo' y sería la primera de muchas noches en la que dormiría en el sofá del comedor
Las cosas a futuro se irían torciendo más y más, Delfina se transformaría en eje de mi vida, era como un imán que me arrastraba consigo, su locura, lo puta que era conmigo, las cosa que hacíamos, me estaba enloqueciendo
Me acostumbré a dormir en el sillón de casa, con mi esposa estaba todo mal, no me importaba, ni ella, ni los chicos, ni mi familia, ni nada
Pero nunca terminaba de conocer a Delfina...
Un lunes de jornada laboral, ella estaba molesta, distante, con una notoria resaca del fin de semana, no quería hablar, la vi tomar algún analgésico hasta que a media mañana, en un break, entre mates y facturas me contó escuetamente
Su mejor amiga, tenía novio - algo siempre me había contado de la historia - y bueno, que esa amiga había viajado con su familia, y que el novio siempre le había tirado onda, y que la había invitado al departamento porque estaba solo, y que a ella se le hacía interesante y que bueno, en resumen, palabras textuales, la había cogido de todas las maneras posibles y solo estaba hecha mierda, cansada, sin ganas de que le rompan lo ovarios, como dije, palabras textuales
Y yo me quedé con cara de nada, que pasaba? si yo estaba dejando todo por ella, y ella se revolcaba con otro?
Evidentemente no estábamos en sintonía, con los mismo pensamientos, y la situación me llevó a hacerle planteos, porque me hervía la cabeza, pero ella, sin miramientos, con un frío honesto me dejó saber que le encantaban los hombres y que le encantaba el sexo, que estaba bien conmigo, pero que nunca me había jurado exclusividad en el juego
Seguí adelante, lo asumí, pero no me importó, estar con ella era tocar el cielo y el infierno en su instante, se me iba la vida en ello, cada vez que cogía a Delfina era un juego que parecía nunca acabar, ella era directa y si no la cogía bien, me lo hacía saber, tenía en su cabeza del abecedario que puede enloquecer a un hombre
Con mi esposa habíamos empezado los trámites del divorcio, buscaba un sitio donde vivir y un poco me había hecho a la idea de que mi compañera de trabajo, no solo cogiera conmigo, sino con quien quisiera hacerlo
Me estaba cegando con esa chica, muy rápidamente se había transformado en mi todo, aunque yo fuera solo una parte para ella, me dolía saber que compartía sus labios, compartía sus engaños, pero solo así estaban las cosas
Poco después las cosas irían a peor, otro golpe de realidad, fuera de mi hogar buscaba un sitio para vivir y le imploré casi de rodillas, poder armar mi vida junto a la suya, ir a dormir abrazados, despertarnos con la salida del sol, pero ella lo tomó a risa, casi como si yo estuviera loco, es que ella no pensaba en una relación estable por el momento, había muchas pijas por calentar y ella quería probarlas todas, si así de directa era
También me dijo algo que yo ya sabía, la estaban apurando en el empleo para que terminara su carrera, solo le quedaba una materia y necesitaban una profesional con título
Ella me invitaría a una fiesta en su pequeña casa, algo sin motivo, amigos, conocidos, solo pasarla bien y compartir unos tragos y un poco de música
Fui de los primeros en llegar, Delfina lucía encantadora, con una falda muy corta y ajustada en blanco, que dibujaba sus curvas y marcaba la diminuta tanga que llevaba, dejando muy poco a la imaginación, y un top al tono que le marcaba llamativamente las tetas, es que era demasiado para mi, era bonita al ir y al venir, además, con ese cabello renegrido atado en cola llegando casi a su cintura, me daban ganas de montarla como a una potra
Fueron llegando chicos y chicas de su generación y solo me desesperé al ver con mis propios ojos cuantos candidatos le pululaban en derredor, chicos jóvenes, con los cuales yo no podía competir
Tan solo me presentaría a alguien de mi edad, me llamó la atención al verlo llegar, Marcos Escalada, su profesor de facultad, el que debía aprobarle la materia que le faltaba para recibirse, un tipo bien parecido, quien me estrechó la mano con rudeza, por su parte Delfina me presentó solo como su compañero de trabajo, su jefe, situación que me dolió, en verdad esperaba algo más de ella
El tipo se me pegó tal vez por un tema generacional, le pregunté cosas de su empleo, el del mío, como era ella como estudiante, como era ella como empleada, en fin, cosas de cada día
Ella seguía siendo la reina de la fiesta, y nosotros dos entre copa y copa solo hablábamos de ella
Marcos me dijo que lo enloquecía, que no iba a parar hasta cogérsela, y si no se la cogía, pues nunca la aprobaría
No tendría agallas para decirla nada, porque no hubiera podido defender a Delfina, si ella misma se lo hubiera cogido de haberlo sabido
A las tres de la mañana todo empezaba a terminar, los chicos empezaron a irse, yo no pensaba hacerlo, pero por lo visto el profesor tampoco, un poco que lo empujaba a que lo hiciera pero él se mantenía firme, hasta que solo quedamos los tres
Me acerqué con discreción a Delfina para sugerirle que ya estaba bien con esto, ella se quitaba los zapatos de tacos altos y volvía a emparejar mi altura, solo me respondió con una sonrisa cómplice, yo solo quería quedarme a solas con ella
Ella, empezó a bailar lentamente meneando sus caderas de lado a lado, escuchando una música que solo estaba en su cabeza, puesto que ya había apagado el equipo de audio, con los ojos cerrados, y los zapatos de tacos altos enredados en sus dedos, nos estaba provocando, era obvio sus fetiches de jefe asistente, profesor y alumna y solo supe que iba a suceder
Se acercó a ambos, en su rol dominante y me dio un beso tan profundo que sentí el sabor a sangre, de sus labios o de los míos, luego hizo lo mismo con el profesor y buscó que la rodeáramos, para quedar como el relleno de un emparedado, refregando su cuerpo contra nuestros cuerpos, besando a uno y a otro, con la voracidad de un incendio y el arrase de un tornado, así era ella, y poco a poco nuestras ropas fueron cayendo al suelo, hizo que le lamiéramos las tetas, uno a cada lado, unas tetas hermosas con unos pezones enormes que se iban decolorando a medida que se alejaban del pezón, tenía la pija dura, solo quería cogérmela y ya...
Noté que Marcos tenía ya las marcas de sus uñas afiladas recorriendo el pecho, y sentía en mi cuello el punzar de un mordisco que me había dado, entonces hizo que él se sentara a un lado, yo a otro, y volvió a ese baile de hechicera, solo que ahora estaba completamente desnuda, era demasiado mujer para mi, para ambos
Abrió un cajoncito que tenía sobre un aparador contiguo, y sacó un pene de juguete de moderadas dimensiones, y ante nuestros ojos empezó a lamerlo, muy sugerente, metiéndoselo muy profundo en su boca
Vino sobre mi, gimiendo, sobre el mismo sillón, y empezó a cabalgarme, mi pija entró toda de golpe en su cueva mojada, empezó a gemir, sus tetas estaban sobre mi rostro y me llenaba las manos con ellas, la besé, y la muy perra empezó a meterse el juguete en el culo, poco a poco, lentamente, al punto de sentirlo presionar mi propio pene que estaba duro por el frente
Miré su rostro con deseo, pero noté que no era correspondido, ella miraba al otro sillón, donde el profesor se masturbaba lentamente, comprendí que era parte del show, un comediante de feria, era el fetiche para ese espectador de lujo
Delfina entonces dijo entre jadeos
Vení Marcos! cogeme, estoy caliente y quiero tu verga!
Lo que seguiría aun hoy no puedo creerlo, porque yo la estaba cogiendo, y su culo estaba ocupado con el juguete, Marcos, sin embargo se acomodó por detrás entre nuestras piernas, y buscó un lugar en su concha, sentí su glande sobre mi tronco, empujar y empujar hasta meterse completo, y el rostro de perra de Delfina era indescriptible
Quedé como aprisionado, casi sin posibilidad de moverme, y fue Marcos quien empezó a frotar su pene contra el mío, y sus bolas pagar contra las mías, estábamos ambos dentro de su agujero, empecé a jadear porque se sentía muy rico y ella al notarlo se excitó mas todavía, parecía convulsionar sus caderas en orgasmos eternos y solo me vine, el semen caliente invadió su intimidad y baño todo lo que estaba ahi, lo sentí incluso chorrear por mis bolas y el chasquido de los golpes del profesor que seguía empujando se hicieron mas fuertes
Entonces se la sacó, estaba dura y llena de mi leche y le dijo
Me vas a tener que dar una buena chupada si queres que te apruebe
Y Delfina quería aprobar...
Hizo que se volviera a sentar, y se arrodilló entre sus piernas, asegurándose de que yo ahora viera, se sacó el juguete del culo para concentrarse solo en una cosa, y empezó a hacerlo muy rico, mientras él se quejaba porque ahora le lastimaba las piernas con sus uñas, pero ella era así...
No duraría demasiado, ella lo masturbaba desde la base y le pasaba la lengua por la cabeza, una y otra vez, buscando el final
Marcos se contrajo y un primer chorro escapó al vacío, y en la penumbra pude ver como el disparo llagaba a un lado de su mejilla y un poco sobre sus labios, tomándola por sorpresa, pero apenas advirtió la situación de un empellón le comió toda la pija llegando con sus labios al pubis del profesor, quedándose inmóvil, mientras las contracciones de los testículos de Marcos dejaba notar como poco a poco la llenaba la boca de leche
Luego se retiró lo suficiente, ahora mirándonos a ambos dejó chorrear todo por su pecho, por sus tetas, jugando en sus pezones, muy puta por cierto
Seguimos jugando, donde previsiblemente el profesor y yo terminamos con nuestros cuerpos marcados por las batallas libradas, extenuados, mientras Delfina aun quería y reclamaba que la siguiéramos cogiendo
La historia marcaría que Delfina nunca sería mía y solo tendría una tajada de ella, hiciera lo que hiciera
Pronto celebraríamos en el empleo tener una nueva licenciada en química, un título bien ganado y merecido, y como ella misma decía, se había tenido que romper el culo para conseguirlo
Lo que estaba fuera de mi entorno, sería esa semana de abril, cuando me llamaron para anunciarme oficialmente que debería buscar un nuevo asistente, Delfina, ahora con título bajo el brazo, había aceptado una propuesta de crecimiento personal y se instalaría en la filial de Italia, me quedé petrificado, al punto que la interlocutora que me ponía al tanto, viendo mi rostro inquirió
Como? no sabías nada, hace meses que venimos hablando del tema
Ella era así, en vano fueron mis pedidos de explicaciones, no me sirvió hacerme el duro, tampoco suplicar, le dije
Pero... como que te vas? y que hay de nosotros?
Nosotros? - respondió en forma seca - ese es tu problema, yo nunca te prometí un 'nosotros'
Ella partió hace tiempo, me encuentro solo, tontamente traté de rearmar mi familia junto a mis hijos, y junto a Noelia, pero descubrí que mis hijos me odiaban, si es que me había olvidado de ellos, y Noelia, - suspiro - Noelia se había reencontrado con Marcelo, un amor perdido que había sucedido antes de conocerme, y las cosas ahora iban muy bien entre ellos...
Volvimos a contactar a Carlos, el chico que yo había elegido tiempo atrás, y ahora tendría su oportunidad, un hombre, mejor, menos problemas
Le escribo cada tanto a Delfina, la chica que ahora está en Italia, haciendo carrera, pero sus respuestas son escuetas, casi por compromiso, y la sigo añorando, vaya si al añoro...
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