Mi reina mojó el colchón...

Ante todo, algo de contexto. Estamos teniendo un periodo de crisis de pareja. Nada que no se pueda arreglar, pero su castigo hacia mi es, tratarme como un amigo y negarme su cuerpo hermoso. El sexo ya no es tan frecuente, pero eso es un arma de doble filo, ya que todos sabemos que donde se juntan ganas... Arde Troya. Y de esa Troya ardida quiero hablar en este relato...
Todo empezó anoche. Ella salió temprano, por ende volvía temprano. Venimos con más de una semana sin sexo, al menos yo, jajaja, tal vez ella no, pero aún no lo sé, y nuestro contacto diario mejora día a día así que pensé que anoche iba a ser la noche. Me bañé temprano, cené temprano y me acosté temprano a esperar a mi reina.
Casi automáticamente voy a ver algo de porno casero, mi preferido. La búsqueda y los videos me fueron llevando a tríos y cuckold caseros. Mi mano izquierda en mi verga re dura subía y bajaba y cuando estaba a punto de acabar, me relajaba, porque todo mi semen debía ser para mí reina. No sé cuántos vídeos ví, el tema es que me dormí y me desperté varias veces, y nada, ella no volvía. Resignado ya, la escucho llegar, charlamos sobre su salida, intercambiamos unos presentes, todo iba más que bien y mi verga palpitaba sola. Pero ella se acomodó de acostado, cerro los ojos y se durmió casi instantáneamente, durmiendo también mis chances de coger. Obvio que la acaricié, hasta comenze a manosearla pero la note incómoda y lo último que quería era que se ponga de mal humor. Todo mal. A dormir... Con la verga en llamas.
Ya despierto en la mañana, tomo mi celular y me pongo a ver mis redes sociales, noto que ella también se despierta y hace lo mismo. Preparo los mates y los llevo a la cama. Ella se relajó. Seguía viendo su teléfono. Yo comenze a acariciarle el pelo mientras veía el mío. En eso se acomoda mejor para estar más cómoda y que yo siga acariciando su hermoso pelo. Entonces pude ver sus tetas mal escondidas tras el corpiño. Y pude ver también que abría y cerraba las piernas, y eso me puso la verga dura. Ella seguía distante pero algo en mis masajes al pelo la estaban cambiando. Creo que ella notó mi erección y se dió vuelta dándome la espalda. Toda su cola en su esplendor apareció entre las sábanas. Mi pija no daba más. Mis manos fueron bajando y subiendo de su pelo hasta su cuello, subían y bajaban hasta media espalda. Así fui llegando a la cadera. Movimientos suaves, no descontracturantes, si no más bien, caricias que se transformaban en apretones y suaves arañasos. Mi plan iba tomando más color y ella ya estába boca abajo, a lo que me acomode sentado junto a ella y el masaje ya era en todo su cuerpo. Mis manos tocaron la gloria al pasar por su cola enorme, y suave, fui a sus piernas. Esas nalgotas de puta que me encantan. Espalda, hombros, volvía a su cabello, y hasta le jalaba suavemente. Esto duró unos diez o quince minutos, y mis manos ya se acercaban cada vez más a la raja de su tremendo culo. Me dió luz verde cuando separó un poco las piernas. Quería más. Y se lo di. Mis dedos recorrieron toda su cola hasta su vagina, y ahí note que estaba húmeda. La muy putita estaba caliente. Quise bajar un poco su tanga pero ella me agarró la mano y la sacó. Se resistía. Quería seguir castigandome sin sexo pero a esa altura la humedad de su concha sabía que era algo imposible. Con dos dedos recorri los costados de su vagina, todo suave. Todo erótico. Nada forzado. Iban dos dedos por los costados y volvía uno por el medio de su vagina ya mojada. Sus gemidos no le dejaban mentir. El perfume de su cola y su vagina eran inconfundibles. Estaba a punto caramelo. Ya dejé su cuerpo y me concentré en masturbarla, le metí un dedo, ella gemía y movía la cola. El dedo no salía de su concha, le hacía círculos adentro de su vagina. Mi otra mano manoseaba sus cachetes gordos y corrí un poco más la tanga para escupir el agujero de su culo, ella al sentir mi saliva caer en su orificio de placer, casi grita. Inmediatamente un dedo ya estaba ahí acariciando su culo y entró una falange. Fácil. Tanta caricia había dilatado su culo y ella lo disfrutaba, a todo esto ya tres dedos salían y entraban de su concha cada vez más mojada. Ella no paraba de moverse y gemir. Mi puta en todo su esplendor, gozando. Comenzó a acabar de una forma tremenda, no me aguante y me acomode para chuparle el culo y la concha en esa acabada tremenda. Un nectar adictivo para mi. Ella estiró su mano hasta agarrarme la verga a punto de explotar y me pajeaba, se puso de costado y se pasaba mi verga por sus cachetes gordos de ese culo hermoso. Y sola se quitó la tanga que momentos antes había querido evitar que yo le saque. Me acomode detrás de ella y de un solo empujón le metí la pija y empezé a cogerla. Sentí su concha mojada, caliente, y me apretaba de a ratos con sus paredes vaginales en señal de tener orgasmos y espasmos de tanta calentura acumulada. Yo no quería bombearla con furia porque no quería acabar pronto. Me tire prácticamente sobre ella aún de espaldas, y sentí mi verga enterrarse más adentro de ella. Le besaba la espalda, la mordía suavemente, la besaba y ella respondía con gemidos y moviendo la cola para apretarme más la pija dentro de su concha. Éxtasis total. Cuando sentí que estaba por acabar, me retire y volví a meterle los dedos, y de paso le chupe el culo, así estuvimos un buen rato, hasta que me acosté yo y ella se sentó arriba de mi verga. Alcanze a decirle al oído " cogeme despacio que no quiero acabar". Fue peor. Ella comenzó a tragarse mi verga de a poquito, sentía su vagina abrirse a mi paso en cada centímetro que se metía. Me gemía al oído y sabe que eso me vuelve loco, me acomode para chupar sus tetas. Tetas grandes y naturales, con pezones enormes, duros de tanta calentura. Los chupé, los besé, los mordi, los succione como si de esas tetas dependiera mi vida. Y me seguía cabalgando variando el ritmo. La hija de puta sabe coger, es la reina. La puta reina. Le rogué que se la saqué porque estaba por acabar, se salio y así, sobre mi, le metí los dedos y la empeze a pajear, acabo con squirt tremendo, mojando toda la verga y la panza. Y se la metió de vuelta, me cogia a su voluntad. Me violaba la verga como quería. Mandaba ella. Mi boca en sus tetas, mis manos manoseando su culo y mi verga violada por su concha hirviendo. Sentí que no aguantaba más y me dije que iba acabar, se la sacó y nuevamente le metí dos dedos para sentir como se meaba nuevamente sobre mi, gimiendo, y ahogando un grito de placer. La mejor acabada de una hembra es el squirt y mi reina me había regalado varios ya. Entonces me dijo, "pajeate y acabeme el culo", obedecí y arranque una paja rápida y desesperada para soltar toda la leche y ella, la muy puta, atrapó mi verga con los cachetes de su culo y subía y bajaba masturbándome con su orto. Acabamos juntos de nuevo, yo gemi soltando todo el semen que venía acumulando desde hacía varios días y muchos videos porno, y le inunde el culo, los cachetes, el agujero, todo era semen en ella, al sentir eso ella acabo de nuevo mohamdome todo. No había forma de calmarla. Una canilla de sexo. Un manantial de squirt. Hubiese preferido que lo haga en mi cara así me tomaba todo su nectar pero así estubo bien. Así tenía que ser. La tenía sobre mi, sintiendo como nos mojamos de tanto placer.
Nos quedamos así, pegados y mojados, tratando de recuperar la respiración, el olor a sexo era hermoso. Su cuerpo mojado y lleno de semen era perfecto. Mi puta estaba satisfecha, yo más viendo su rostro. El colchón aún no se seca, pero valió la pena. Fue el mejor polvo en meses y aún escribiendo estás líneas se me para la verga recordando el momento. Espero les haya gustado el relato y que no se les haya hecho muy extenso. Pero tratar de transmitir cada detalle de esta mañana en la cama con ella, era importante... Gracias por leer y leo sus comentarios...
Mi reina mojó el colchón...

4 comentarios - Mi reina mojó el colchón...

BersuiteroS +1
Hermoso polvo.
Felicitaciones.... a seguir cojiéndola asi
Alejandroynailen
Gracias amigo! Seguramente!
MamaQk2012 +1
Invite a un trio o lo invito para darles duro duro