Tengo sexo con el maestro de mi hija

tengo 38 años y esta es mi historia. Mi marido llegaba siempre tarde a casa y generalmente trabajaba los sábados, nuestros ratos compartidos era muy pocos y mi vida sexual junto a él nunca había sido nada sensacional, pero a partir de sus ausencias se volvió casi inexistente, a pesar de tener hijo mi cuerpo no estaba mal por herencia de familia salí voluptuosa buenos muslos,buenas caderas y pompis pero aun así mi marido ni me miraba .Sin darme cuenta comencé a sentirme deprimida, triste e irritada.Hablaba muy poco y hasta había perdido la paciencia que tenía con mis hijos, me descuidé un poco ya no me maquillaba,tampoco me depilaba si total no tenía ni sexo.Me di cuenta que sin tardanza debería poner en práctica un cambio, primero pensé en conseguir nuevamente un trabajo, creí que no me costaría reintegrarme al mundo laboral, pero lo sucedido con Gerardo mi último jefe y que termine mal con la empresa me hicieron reflexionar para no hacerlo.




Mi marido no me apoyaba moralmente, me quedé en casa rumiando mi mala suerte y como estaba deprimida los primeros tropiezos fueron suficientes para hacerme desistir del intento.Me empecé a llevar mal con toda mi familia porque me trataban como una neurótica y comencé a aislarme también de ellos.Cuando mi hija me dijo que quería estudiar pintura le busqué una buena profesora, que en realidad resultó ser un profesor, que me tenía al tanto de los progresos de la chiquilina.Era un hombre de unos 40 años, que en su taller de dibujo y pintura daba rienda suelta por las tardes a su vocación de docente, su nombre era Jonathan.


A medida que lo iba conociendo más, más me simpatizaba, me parecía una persona con la que podía tener reales afinidades, también me daba cuenta que él me prestaba particular atención y por q no decir q aveces lo pillé viéndome de pies a cabeza no solo con ojos de deseo si no también de admiración.En una primera etapa no le di importancia a ello, aunque no puedo soslayar el confesar que me hizo sentir bien, él había resultado comprensivo y me hacía sentir estimada.Pasaron varios meses, cuando una tarde llevé a mi hija y se desencadenó una fuerte tormenta, llovía torrencialmente y creí prudente quedarme hasta que parase un poco, porque era peligroso conducir con semejante lluvia.


El me invitó a presenciar la clase, terminada ella, las otras mamás fueron a buscar a sus chicos y yo me quedé charlando con Jonathan, el profesor, ya que siempre me gustó la pintura.Mi hija mientras tanto dibujaba y pintaba en su mesa.Jonathan me invitó con un café y sin darnos cuenta, los minutos comenzaron a correr! Hablamos de todo un poco y me preguntó por qué nunca había intentado hacer algo al respecto, me dijo que me haría bien iniciar algún tipo de estudio de tipo artístico, ya que me notaba triste.Debo haberle puesto una cara rara porque me tomó la mano y me pidió disculpas por sus palabras,agregando al mismo tiempo que, empero, había que ser muy ciego para darse cuenta que estaba atravesando un mal momento,Se me hizo un nudo en la garganta, no pude continuar hablando.Aquella noche concluí que él era la primera persona que se daba cuenta, sin ningún esfuerzo por lo visto, de lo que me sucedía.


Estuve una semana para decidir que me llevaría de su consejo y tomaría un curso de pintura por la noche, que era la hora en que enseñaba a los adultos.Se lo dije a mi marido, al que realmente no le gustó mucho la idea, pero no le di importancia.Yo iba a las clases un día distinto al de mi hija, éramos solamente cuatro alumnos.Descubrí que tenía talento para hacer lo que había comenzado, me gustaba y de a poco logré salir del pozo al que me había estado precipitando todos los días un poquito más.Jonathan era especialmente amable conmigo, yo era la última en retirarme de la clase y al quedarnos solos conversábamos de todo,una ocasión me confesó q tenía un cuerpo muy bonito, yo le dije q estaba gorda pero el insistió q para nada q estaba muy bien proporcionada q tenía un cuerpo muy sensual eso me hizo sentir feliz.Nos hicimos amigos y no sé cómo fue, pero un día, cuando me iba, me tomó de la cintura y me dio un beso en la mejilla.Yo me sonrojé cómo si fuera una adolescente, él se sonrió y me apretó fuertemente la mano derecha y es que al no estar acostumbrada a la seducción y manoseo, eso me dejo anonadada. Al llegar a mi casa fui al baño ya q durante todo el camino me sentí extraña y lo comprobé mi tanga estaba llena de secreción vaginal,me reí como una jovencita no lo podía creer q me había mojado con aquel beso en la mejilla.


A la semana esa clase de despedida se repitió me dio un beso en la mejilla, pero esta vez no me sonrojé y le devolví el beso en la mejilla y él me abrazó.Se lo devolví, cerró la puerta con llave y así, bien apretadita,me llevó hasta el sofá, nos besamos en los labios con increíble pasión,comencé a sentirme extremadamente mojada.


J: ¡Te deseo mucho!
K: ¡Y yo a ti!
J: ¡Perdón si te obligo a hacer algo que no deseas!
K: ¡Yo lo deseo como no tienes idea!


Me pasó las manos por los senos y luego las resbaló por mis caderas, bajé mis manos hacia la bragueta de su pantalón y aunque no era la primera vez que me comportaba así con un hombre, ese día me sentía renacer.Todo aquello me nacía de adentro y tenía que demostrarle lo que realmente sentía, de otra manera nuestra relación carecería completamente de sentido.Despacio, con una sensualidad envolvente, Jonathan y yo nos fuimos desnudando y nos trasladamos al pequeño dormitorio que había en el piso alto del taller.Nos acostamos y Jonathan se ocupó de besar y lamer cada rincón de mi cuerpo.


J: ¡Que cuerpo más escultural, uhm!
K: ¡Uhm! ¡Que rico!
J:¡nunca me imaginé estar con una mujer tan buena!
K:¡uhm! Si sigue!


Me hizo sentir maravillosamente hermosa, querida, respetada y deseada, ¡yo le demostré el afecto que él me había despertado con besos y caricias primero y después tomando su pene con las manos!
¡Cuando lo tuvo duro y erecto me lo introduje entre los labios y lo lamí y chupé golosamente! Me sabía tan rico, chupe y chupe intensamente.


J: ¡Ah!!! ¡Que rico, uhm!
K: Esta riquísima, ¿te gusta?
J: ¡Uf! ¡Es mejor que como lo soñé!
K:¡me encanta tu pene es el más rico q probado!
J:¡disfrútalo nena por q cuando llegue mi turno la pasarás igual!


Devoraba su pene como si fuese una hambrienta, sus manos apretaban mi cabeza y su respiración agitada me incitaba a devorarlo con toda mi pasión.Después comenzó a lamer los dedos de mis pies provocándome unas cosquillas muy ricas, luego hizo lo mismo con mis pantorrillas y piernas por último se acomodó entre mis piernas y lamió mi vagina, su lengua me daba un placer enorme, no era tosco, de hecho, ¡era el primer oral tan pasional que me dieron!


K: Uhm, ¡esto es delicioso!
J: Soñaba con devorártela, uhm, ¡que aroma y que sabor!
Yo me abandoné completamente a él, sus dedos ahora me palpaban y apretaba mi clítoris con delicadeza y luego se lo metía a su boca para succionarlo con gran fiereza! En un momento me hizo sujetarme ambos pies y comenzó a darme una chupada en el ano,q me hizo temblar era la primera vez q alguien me tocaba ese órgano y se sintió muy rico, luego volvió a mi clítoris y comenzó a chupar y succionar frenéticamente.
K: ¡Ah!! ¡No pares!! ¡Ah!
J: ¡Eso!! Termina amor, ¡acaba dámelo en lo boca!!


No pude resistir más y me ahogue en un tremendo orgasmo, me tenía retorciéndome en su boca succionado todos los fluidos que él me saco.
Me acostó y me la fue metiendo con calma hasta q llego al fondo sacándome un fuerte pujido de placer y empezamos a coger en un misionero normal, Jonathan me besaba, me acariciaba todo lo que podía, yo gemía, le susurré al oído “un poco más rápido no me va lastimar” y sujetando ambas piernas abriéndolas al máximo comenzó un mete y saca muy rico haciéndome gemir y gemir una y otra vez, ¡su grueso pene me tenía en el cielo!En ese momento ya no importaba nada, me sentía renacer, ¡había vuelto a mí la confianza y el amor propio y mientras estábamos en la rica pose de cucharita y me lo hacía tan especial q mi vagina le agradecía humedeciéndose al maximo! Él me decía al oído;


J: Que rico cuerpo, ¡de verdad jamás me había cogido a alguien como tú!
K: ¡Me encantas!! Hazme tuya nene!
Él se acostó y yo lo cabalgaba con suavidad, nunca antes había sido tan suave estando arriba, el me acariciaba todo sobre todo las nalgas, ¡mi cuerpo se erizaba cada que sus manos lo tocaban!
J: ¡Eres la mejor, uhm!
K: ¿Te gusta cariño?
J: Tienes un cuerpo de lujo y que rico te mueves, ¡uhm!
K: ¡Me hacía falta esto!
Me puse en cuatro y sus manos masajearon mi trasero con suavidad, su lengua recorría cada uno de mis glúteos, ¡me tenía súper caliente y le pedí q la metiera ya!Cuando me montó y comenzó a penetrarme con su grueso miembro de pequeña cabeza, enlacé las piernas a su cintura y ambos nos movimos al mismo ritmo.Me apretaba con fuerza mis caderas, se agachaba besarme la espalda,¡yo me movía también para ensartarme más rico!


J: Ah, que rico, más, ¡muévete!
K: ¡Ah, que rico, métemela!! ¡Así que rico!!
Fue una cogida lenta, ¡perfecta, como pocas veces en mi vida alcancé el orgasmo con tanta suavidad!Cuando Jonathan acabó yo todavía flotaba en una maravillosa nube de placer y abandono, se corrió dentro de mi.Compartimos un café, me lavé, me vestí y volví a casa, como era de esperar mi marido todavía no había llegado.Cuando regresó, yo ya estaba dormida, feliz, tan satisfecha que ni siquiera me desperté cuando él se metió en la cama. A la siguiente semana yo parecía colegiala estaba emocionada y por q no decir excitada loca por ver a Jonathan ese día cuando me bañé me depile completa la vagina y me puse un hilo dental al llegar a la clase lo hicimos con naturalidad si miradas ni nada cuando todo mundo se fue cerró la puerta y comenzamos a besarnos como locos hasta q subimos a la cama donde nos desvestimos. 
K:me la depile para ti. Le dije abriendo las piernas
J:uy q rica mi amor llevo días esperando para cogerte.
Y luego de un rico 69 pasamos al sexo y lo hicimos con más ganas q la primera vez hicimos todas las posiciones q se nos ocurrían hasta q nos ocurrimos al mismo tiempo.
J:quiero darte por el culo.
K:ya es muy tarde mi marido puede sospechar.
J:solo un ratito nadie va sospechar. 
K:tengo miedo ensuciarte o q salga algo.
J:tranquila déjamelo a mi relájate y si quieres gemir o gritar hazlo nadie nos escucha. Jonathan fue el primer hombre en hacerme sexo anal y lo hizo con tanta calma poniendo en práctica su experiencia q logró metérmela, fue muy doloroso y yo formé una gritería hasta dije malas palabras pero gracias a un aceite q utilizo pronto se volvió agradable el sexo anal, yo sabía q era tarde pero a la misma vez quería seguir empalada por el y vaya q se dio gusto dándome por atrás el describía con palabras obscenas toda la escena de mi culo de perrito y su pene entrando en mi ano hasta q se puso un poco mas brusco y se corrió dentro de mi ano cuando terminamos estaba todo sucio tanto la cama como su pene pero el me explicó q era normal y dándome cariño me hizo sentir bien hasta q vi la hora y era tardísimo me limpié como pude salí de prisa a mi casa al llegar mi marido estaba bañándose al salir no me preguntó nada hizo como si yo no existiera.


Me estado anímico mejoró sensiblemente, ¡mi relación con Jonathan se empezaba a formar y es el único con quien puedo decir tuve una relación!Todas esas noches, sus cariños y su atención me tenían loca por él hasta le permití q me hiciera sexo anal literalmente quería pasar más dentro de mi ano q en mi vagina poco a poco la relación se tornó muy sexual siempre estábamos deseando tener sexo primero una vez por semana pero luego eran 2 y hasta tres veces por semana y a pesar q no me obligaba si hacía cosas q no me gustaban pero las hacía por complacerlo a el como lamer su culo, q acabara en mi boca o q me tomara fotos desnuda o teniendo sexo con el, pero todo lo que inicia tiene un final sobre todo cuando le dices a tu amante q estás enamorada de él y q quieres dejar a tu marido para iniciar una nueva vida con el eso a el no le gustó para nada ya q me dijo q le gustaba su vida tal y como era y q lo único q podía ofrecerme era cariño y sexo yo me desplome y me bajé de la nube, tanto yo como mi hija dejamos de asistir a sus clases y aún q me buscó para hablar no quise volver a verlo.

Tengo sexo con el maestro de mi hija

4 comentarios - Tengo sexo con el maestro de mi hija

Nenemero +1
Muy bueno y ni hablar de esa cola y es conchita. Están para comerlas un rato largo.
chacoamateur +1
muy buen realto y con esa foto de semejante mujeron vale la pena darlo todo para tener una yegua de mujer asi todos los dias !