Ceci, mi prima casada.

Bueno, los tengo bastante abandonados, no porque quiera, sino porque realmente no la estoy poniendo y no les voy a contar como nos hacemos la paja por videollamada a miles de kilómetros de distancia.
No cojo porque no busco la situación, si bien con mi mujer tenemos una relación abierta, la verdad no me motiva garchar con una desconocida si no está ella. Tuve un par de garchadas, pero nada relatable, de esas que no te interesa que la otra persona la pase bien y cuando acabás querés que desaparezca, poner una serie en Netflix y dormirte.

Algunos ya habrán leído la primera y única vez hasta ahora que había estado con mi prima Cecilia, pasó hace un poco más de 10 años, les dejo el link por si quieren leerlo:Cuanto más primo, más te la arrimo.

Ceci tiene 36, es castaña de pelo lacio y largo, ojos celestes, contextura normal, ahora un toque rellenita, después del embarazo nunca hizo nada de ejercicio, ya era culona y tetona, ahora un poco más, mide 1,70m.

Como ya les dije, hace más de 10 años que no pasaba nada, pero los chistes, las miradas cómplices, las risitas y las indirectas nunca dejaron de existir, ni durante su embarazo.

Somos muy unidos, somos primos, pero además muy amigos y yo soy el padrino de Valentín, su hijo. Mi mujer sabe las cosas que pasaron con Ceci, ella sabe que tipo de pareja tenemos nosotros. Nacho, su marido nada, el gordo parece buen tipo, pero es bastante boludón, medio quedado en algunas cosas.

Para el cumple de 35 Ceci quería organizar una salida tipo boliche, pero no se pudo dar, para los 36 sí lo hicimos y fuerte, reservamos 2 mesas en un boliche de la costanera, tipo 1AM ya entramos todos, éramos más de 20. La camarera no paraba de traer tragos, botellas, cervezas. Bailamos, nos reímos, hablamos, la pasamos muy bien.
A mi se me ocurrió que brindemos todos con una ronda de tequila (ya estábamos casi todos borrachos), trajeron todos los chupitos y antes de brindar y tomarlos pedí prestado un encendedor y le hice soplar a la cumpleañera para apagarlo simbolizando la vela.

Después algunos nos fuimos a la pista a bailar entre toda la gente, la agarré a mi prima de la cintura y bailamos bastante apretaditos, hasta le apoyé el culo, miré a mi alrededor a ver si alguien se había dado cuenta, pero nadie miró mal y el marido se había quedado en el VIP. Igual no daba, la hice girar nuevamente y hablamos:

C: Gracias primo! Me encantó la idea de brindar y soplar la vela.
S: De nada! Igual bueno, no fue una vela de verdad.

Me miró con una mirada de pervertida que hacía mucha referencia.

S: No siempre "soplar la vela" se refiere a una vela de verdad.
C: Es lo simbólico, lo importante es que soplé bien, no?
S: Estás hablando del encendedor o del viajecito a Cordoba de hace unos años? En ambas fuiste exitosa.
C: Aplica a las 2 entonces. Adoro que recuerdes como te chupé la pija en ese viaje.
S: Adoré como me la chupaste, todas y cada una de las veces.
C: Estaba muy petera, potenciada porque el idiota de mi ex me lo pedía sin merecerlo.
S: Me usaste como venganza entonces.
C: Un poco puede ser, pero me hiciste sentir valorada y complacida.
S: Por las chupadas de concha que te di?
C: Por todo lo que me hiciste y todo lo que hicimos.
S: Deberíamos repetirlo algún día de estos.
C: Trato hecho. No se como me voy a organizar, con mucho cuidado, pero necesito una buena garchada.
S: Cuando puedas, me avisás, yo me organizo como sea, siempre disponible para una buena garchada y una buena chupada.

Volvimos al VIP con el resto y nos quedamos ahí hasta el cierre del boliche, Ceci bastante pegada al marido, yo me terminé comiendo a una amiga de ella. Nunca nadie iba a sospechar lo que tramábamos.

Pasaron los días y a pesar de hablar con ella casi diariamente, no se tocó el tema de estar juntos, pero sí me contó que con Nacho las cosas estaban frías desde el embarazo, hace ya como 4 años y ella se siente poco deseada, además él generalmente pasa 10 días por mes fuera de la casa por cuestiones de trabajo, el gordo gana muy bien y eso lo vale.

Una de esas semanas que el marido no estaba, un jueves a la mañana me escribe.

C: Primo, cómo estás? Podés hoy a la noche?
S: Afirmativo, espero instrucciones.
C: Cuando termino de trabajar salgo un rato con las chicas de la oficina, estoy un poco y me voy, a ellas les digo que tengo que ir a buscar a Valen a lo de mis viejos, pero en realidad nos vemos y voy a buscarlo más tarde.
S: Voy a tu casa?
C: No, voy yo a la tuya, prefiero que no te vean en mi edificio, no quiero levantar ni la más mínima sospecha.
S: Tipo que hora caerás?
C: Voy viendo como viene, vamos hablando. Vos hacé tu vida porque desde que termine con las chicas hasta que llegue a tu casa tengo casi una hora seguro.

Ceci arregló con mis tíos y le avisó al marido que Valen se quedaba a con ellos y ella salía después del trabajo con las chicas, todo fue saliendo como ella lo planeó, llegó a casa tipo 21hs.

Los 2 estábamos nerviosos, ansiosos, como si fuéramos pendejos de 15 años que tienen una primera cita en la que tienen esperanza de chapar. Nos conocemos de toda la vida, ya habíamos garchado, estaba todo acordado, todo organizado, pero el morbo nos invadió por completo. Yo había organizado todo, los chiches a mano, música, luces, todo.

Entró vestida completamente normal, con un jean holgado, zapatillas y una remerita suelta negra, completamente normal, tipo si se cruzaba a alguien, nadie se iba a imaginar que se estaba yendo de trampa. Yo estaba igual, pero descalzo. Rompimos el hielo en el instante que atravesó la puerta fusionando nuestras bocas con un beso intenso y ambos agarrándonos fuerte del culo.
La llevé contra una pared y empecé a apretarla con mi cuerpo, la besaba tomándola con ambas manos del cuello, mi pija ya se había calentado, la agarraba de la cintura para apretarla contra mi cuerpo mientras le comía el cuello y sus gemidos comenzaban a escaparse.
Me sacó la remera, me desabrochó el jean, lo bajó, me lo terminé de sacar como pude y por arriba del boxer me manoseaba la pija. Me hizo girar y quedar yo contra la pared, le saqué la remera y liberé esas tetas grandes del corpiño, le desabroché el jean tiré todo para abajo y ella terminó de sacarse todo. Me apretaba el cuerpo frotándose la concha contra mi pija. Me chupó una oreja y fue bajando besándome centímetro a centímetro hasta quedar arrodillada, me miró a los ojos, con ambas manos agarró mi boxer y lo bajó de un tirón, mi pija dio un latigazo y quedó al lado de su cara. La muy puta no dejó de mirarme a los ojos y empezó a chupármela, primero recorrió con sus labios desde la base hasta la punta y se metió todo lo que pudo en la boca hasta tener una arcada, de entrada me la chupó fuerte y cada vez era más fuerte, yo acompañaba sus movimientos con mis manos hasta que de a poco directamente pasó a ser que me estaba cogiendo su boca hasta que empecé a acabarle adentro de la boca, se la sacó y se tiró el resto en las tetas.
Yo necesitaba un pete y me acababan de hacer uno hermoso.
La hice parar y la besé, sentí el gusto de mi leche en su boca y sus tetas frotando mi cuerpo enchastrando mi pecho.
La llevé a la cama, se recostó boca arriba, me puse sobre ella, la besé, le chupé las tetas saboreando mi propia leche, su abdomen y llegando por fin a su conchita y me zambullí a comérsela, primero suavemente pasándole la lengua hasta que me agarró fuerte de la cabeza y me la apretó contra su entrepierna y pasé a comerle la concha fuertemente, a penetrarla con la lengua, sumándose un dedo y sin darle el más mínimo indicio le clavé un vibrador, apagado y una vez que entró todo lo encendí. Mi prima suspiraba y gemía, yo jugaba con mi lengua sobre su clítoris, ella me apretó la cabeza con sus muslos y acabó. Abrió sus piernas liberando mi cabeza, le saqué el juguete chorreando sus jugos sobre la sábana y me recosté a su lado, la besé en la boca y la miré a los ojos.
No mediamos palabras, solamente fluidos, gemidos y orgasmos hasta este momento.

S: Hola primita.
C: Hola primito. Sos un hijo de puta.
S: Razón?
C: Venías haciendo exactamente lo que yo quería hasta lo del vibrador.
S: Me parece que no estuvo mal, no?
C: No me lo esperaba, me encantó.
S: Nunca habías probado uno?
C: No, ahora quiero uno, me voy a comprar uno.
S: Yo te lo voy a regalar, así cada vez que lo uses te pinta el morbo del incesto.

Me miró, me dio un besito y después me metió un beso intenso, un chape de esos fuertes. La palabra incesto tiene unos poderes enormes, el hecho que seamos primos nos calienta brutalmente.
Me agarró la pija que estaba a medio parar y me empezó a pajear hasta que se me volvió a poner bien dura, se sentó sobre mí y me empezó a cabalgar, primero bien sentada, erguida, ver sus tetotas moviéndose al compás de la cogida, de sus gemidos, después apoyó sus manos a los lados de mi cara, me estiré para meter mi cabeza entre sus tetas, me empujó para abajo con una mano desde el cuello ahorcándome y acabó nuevamente, se tiró sobre mi, la dejé un minuto así, giramos sin sacarle la pija y le empecé a dar en un misionero hermoso.
Recuerdo el movimiento de sus tetas con cada embestida y se me para la pija al recordarlo, cada vez más fuerte, cada vez más duro, disfrutando la sinfonía de sus gemidos, los míos, el sonido de nuestros cuerpos al chocar, mi pija entrando en su concha empapada, los ruidos de la cama moviéndose y chocando contra la pared, todo super intenso. Ceci abrió bien sus piernas, las puse contra mi pecho, miré como mi pija se clavaba en su cuerpo, esa imagen fue lo que necesitaba para entrar en la recta final, quité las piernas de mi prima de mi pecho, inspiré profundo para contener la respiración, ella se dio cuenta que estaba por acabar y me agarró del cuello para ahorcarme otra vez, yo hice lo mismo, ambos con fuerza, ella acabó nuevamente y a mi me hizo acabar con una intensidad enorme, sentía como salían los chorros de leche de mi pija. Caí rendido a su lado absolutamente sin energías. Acostado de lado, hasta me quedé dormido un minuto.

Me despertó mi primita besándome, bajó a chuparme la pija hasta parármela, se recostó apoyándome el culo contra la pija, la giré para que quede con el culo arriba, me senté sobre sus piernas y le metí la pija hasta el fondo de la concha, giramos para quedar de costado ambos, garchando así apoyándole el culo, me agarró la mano y se la llevó a su clítoris para que lo toquemos entre los 2, empapada estaba la putita de mi prima, seguimos así hasta que volvió a acabar.

Me recostó boca arriba, me pasaba las tetas por la pija mientras se hacía un rodete y empezó a chupármela mientras me pajeaba, no demoré en acabar, la zorra hizo que mi leche caiga sobre mi pecho, me limpió la pija con la lengua y fue subiendo por mi pecho chupando cada gota derramada hasta que me partió la boca de un beso sin haberse tragado todo. Me miró y sonrió.

S: Conmigo hacés las cosas que no le gustan a Nacho, no?
C: Le dan asco, nunca probó, pero dice le da asco. Le da asco todo, hasta que yo las quiera hacer.
S: Conmigo podés hacerlo, podes cumplir todas las fantasías, lo que quieras.
C: Dejame pensar alguna.
S: Estuviste con una mina?
C: No, por momentos me da ganas de probar, pero creo que me faltaría una pija de carne.
S: Un trío entonces, una mina, un flaco y vos.
C: Eso sí puede ser.
S: Tu primo y su mujer?
C: Vos decís que se prende?
S: Mañana le pregunto. En unas semanas vuelve y se queda un mes.
C: Dejámelo pensar.
S: Vas a querer, mañana le pregunto.
C: Dejámelo pensar te dije.
S: Igual, mañana le pregunto.
C: Morboso.
S: Ahhhh, claro, porque vos no.

Se rio y se fue al baño a limpiarse un poco antes de vestirse, irse y volver a su rol de madre.

Yo agarré el vibrador que había usado al principio, lo limpié bien y se lo di.

S: Llevate este juguetito, te lo regalo, vos le decís a Nacho que te lo compraste porque lo extrañás demasiado cuando está de viaje.
C: Primo, no da, aparte tu mujer te va a matar.
S: Eve? Sabés lo morbosa que es. Aparte tiene un montón.
C: Bueno, pero voy a comprar uno para regalárselo a ella.
S: Trato hecho, lo traés para usarlo cuando garchemos los 3.

Volvió a reírse y se lo guardó en la cartera.

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