El macho de mi novia me puso en mi lugar (relato sissy)

Hoy llegué del trabajo y mi novia me ordenó cambiarme de ropa de inmediato. Me hizo ponerme un vestido rosa super cortito, medias con volado y maquillarme bien putita, haciendo juego con el bra y pantis que llevo siempre puestos y yo pensé que solo quería verme vestida apropiadamente, hasta que sonó el timbre y sentí como mi cliti se estremeció en su caja de castidad. Mi novia bajó a abrir diciendome que tenía una sorpresa, y cuando volvió, la acompañaba un hombre mayor, quizás de unos 50 años, alto y ancho. Viril.
-Vamos, mariconcita -dijo mi novia mientras el hombre me miraba divertido-, saludá a papi.
-Hola papi -respondí yo obediente, dándole un beso en la mejilla y agachándome sin doblar las rodillas para besar su bulto como mi novia me enseñó. Me sentí tan nena y avergonzada de repente, a sabiendas de que este hombre me veía como una sissy absoluta y probablemente esta no sería la primera vez que mi novia le hablaba de mí. Él se rio de mí, con la verga semierecta, y me ordenó levantar mi falda para observar mi cliti.
-¿Y esto, mariconcita? ¿Te gusta tener la pija así? ¿Por qué? -me preguntó. Yo estaba toda roja, me sentía super expuesta, pero sabía que me castigarían si no respondía apropiadamente.
-Sí papi, me encanta tener el cliti encerrado porque me recuerda mi lugar.
Él agarró mis bolas y las apretó, haciendome gemir como toda una sissy hasta que mi novia nos dijo de ir a la habitación. Allí, mientras ella se desvestía, papi me dio la vuelta, bajó mis pantis y metió un plug en mi conchita sin ni preguntarme primero, riéndose de como yo gemía y mi culo se contraía. Apenas mi novia lo llamó, él volvió a poner mis pantis en su lugar y me ordenó sentarme en el piso al lado de la cama, de rodillas, con las piernas abiertas. Entre besos y manoseos entre ambos mi novia se me acercó para amordazarme, justo antes de hacerlo habló:
-Dile a papi si quieres tocar tus tetitas mientras lo escuchas hacerme suya. Es ahora o nunca.
Yo sentía el plug bien profundo dentro mío, estaba tan humillada por la situación, me hacía sentir toda una sissy. Sentía el roce de mis pezones contra el sostén.
-Por favor papi -dije sin poder evitar poner el culo en pompa-, ¿Puedo tocar mis tetitas mientras haces tuya a mi novia?
Papi la tomó de los senos y empezó a jugar con sus pezones, haciéndola gemir.
-¿Así, mariconcita? -me preguntó- ¿Quieres tocarte como nena mientras la lleno de leche? La voy a hacer llorar con mi verga y tú estarás ordeñándote las tetas...
-Sí papi, amo tocar mis pezones mientras le dan verga a mi novia, me hace sentir como toda una mariconcita.
Papi rió otra vez y sacó unas pinzas de donde guardamos los juguetes. Las puso bien apretadas en mis tetitas, torturándome. No pude quejarme mucho porque de inmediato me amordazó y le prestó toda su atención a mi novia.
Pronto escuché a la cama moverse y a ella gritar por su verga, mientras papi le decía putita y la nalgueaba. Yo estaba de espaldas, sin poder mirarlos, pensando en como mi novia era satisfecha por un macho de verdad mientras sentía el plug en la cola y las pinzas en los pezones. Cada vez más necesitada, empecé a desear que la mordaza en mi boca fuera la verga de papi. Quizás me dejaran limpiarlos cuando terminaran.
Tras un rato largo escuché a mi novia tener un orgasmo y entonces volví a ver a papi delante mío, con un condón lleno en la mano. Me sacó la mordaza y yo inmediatamente abrí la boca y saqué la lengua, dispuesta a tragarme todo. Tiró el semen en mi cara, parte cayendo en mi boca y me abofeteó con su verga flácida.
-Esto es una verga de verdad, mariconcita. Le dejó la cola bien abierta a la putita de tu novia.
Me tragué el semen en mi boca.
-Gracias por cojertela y darme semen, papi. Amo que me pongan en mi lugar.
Mi novia, todavía en la cama por la cojida de culo, le recordó a papi que todavía quedaba nalguearme bien fuerte como todas las noches. Tuve que ponerme en posición, bien sumisa en el regazo de papi y aguantar diez nalgadas, mucho más fuertes que las de mi novia. Le agradecí cada una, e incluso agradecí las que les dio a mi novia después que a mí. Quedamos las dos con la cola toda roja, marcadas como sus putitas. Nunca me sentí más humillada.
Papi se quedó a dormir, sin dejarme cambiarme o limpiarme la cara. Me hizo ir a dormir al sillón, donde pude seguir fantaseando con su verga, que mientras siguió cogiéndose a mi novia.

2 comentarios - El macho de mi novia me puso en mi lugar (relato sissy)

fabiandorio +1
Que lindo sería poder presenciar todo eso
ElDavis00 +1
Eso y más te mereces por putito.
Srsamsamivaron
Sí señor, merezco que me humillen como el putito que soy