En Bahia Blanca

Segundo relato 
Cómo si nada.
Hace varios años estando apostado por trabajo en la ciudad de Bahía Blanca, llevába meses viajando semanalmente desde capital a esta ciudad. Volaba en el último vuelo del domingo desde aeroparque y llegaba pasadas las veintitrés al hotel. 
Era grato transitar con cierta confianza el trato con la recepcionista y los chicos del servicio del hotel, había “consideraciones” que el tiempo allí alojado, había permitido y que facilitaban y hacían más cómoda la estadía.
Ese domingo llegué en horario, veintitrés treinta ingresé al hotel, tal como dicta el protocolo, me acerque a la recepción a formalizar mi ingreso, el viaje, aunque corto, me canso más de la cuenta, solo quería llegar a mi habitación y tumbarme a dormir. Había picado algo en el vuelo, así que suspendería la cena. 
Mientras llenaba nuevamente el formulario, Julio, el recepcionista de turno esa noche, me mostraba un folleto que prolijamente se exhibía en el mostrador y que hacía de separado con una pareja que también se estaba alojando en ese mismo momento, no recuerdo si ellos venían en el mismo vuelo.
El folleto, creí haberlo visto en otra oportunidad, invitaba a Boccatti, un restorán de Ing Witte que ofecia una variada carta de pescados y mariscos de la zona. Ya había visitado en otra ocasión ese lugar, lindo, costoso pero con estilo, no le preste demaciada atención y me dirigí a mi habitación a descansar.
A la mañana siguiente me dispuce a desayunar en el comedor del hotel, era simpático ver quién se había alojado recientemente distinguiendo caras no conocidas…entre ellos estaban la pareja que la noche anterior se estaban registrando a mi lado. Desayunaba en una mesa no muy distante a la mía. El de espaldas a mi y ella, si hubiera querido, podía observarme con el rabillo del ojo, ya que estaba en mi misma línea, igual no fue así.
La pastelería que ofrecía el hotel para el desayuno era, a mi parecer, una de las mejor que había probado, así que ameritaba repetirla, me levanté y me diriji al sector que la ofrecía, justo a espaldas de la mujer que antes comenté. Pase sin prestar mucha atención por su lado, pero está vez si pude percibir que me dirigió su mirada sin demasiado cuidado…llegué a pensar que me conocían o me habían reconocido de la noche anterior. Luego de tomar los pasteles que me disponía a comer, volví a mi mesa y nuevamente desande el camino pero está vez de frente al hombre, algo calvo, unos cuarenta y cinco años, tipo normal sencillo algo regordete, pinta de buenazo. Ella morocha, pelo largo y liso, sin mayores atributos a la vista. Parecían una pareja de oficinistas o gente ligada a temas contables, amos de lentes y bastante sencillos al vestir.
Cuando paso por su lado, el que me mira es él, clavándome la mirada la cual no respondí ni sostuve, solo me enfoque en volver a mi mesa…me conocerán? No sé…no sabría porque…decidí disfrutar del pastelito mientras de reojo los observaba sin más curiosidad.
El día laboral paso sin mayores sobresaltos, normal, tranquilo. Regrese al hotel para disponerme a terminar unos temas de trabajo, llamar a mi casa para ver las novedades del día, ducharme y salir a cenar algo, ese día estaba más caluroso de lo normal, pegaso diría.
Ya en la recepción del hotel esperaba que Claudia, otra de las recepcionista, magnetizara mi tarjeta de la puerta. Escuché, alejado de mi, que otro de los chicos de la recepción indicaba a alguien “ el señor estuvo allí, pueden preguntarle a el que tal se come” to tenía idea que ese comentario al aire estaba relacionado a mi….Claudia me lo hizo notar….- le preguntan a usted.
Allí tome conociendo e intenté relacionarme con el comentario, de que hablaban??? Me acerque a la otra punta del mostrador y allí estaban, la pareja que en la mañana me habían incomodado con sus miradas. Ambos junto al recepcionista esperaban que me acercara definitivamente. Esbozaron una sonrisa amable en la medida que llegue a su lado. .- Holaaa. Saludé amablemente, ellos respondieron de igual manera. El recepcionista tomo la conversación.- acá los huéspedes preguntan por Boccatti.- Boccatti??? Que Boccatti??? Pensé….- Boccatti!!! El restorán de Ing Witte, usted fue la ve pasada, renovaron la promoción y los señores querían saber que tal es…? Ahhh siii Boccatti…está bueno, buena gastronomía,buena cava de vimos, buen ambiente, no tan buen precio pero lo vale.- el recordar todos estos atributos me antojaron de ir….Se consultaron entre ellos y me agradecieron el dato mientras se retiraban. Volví a mi habitación con ya mi tarjeta magnetisada. 
Después de unas horas decidí bajar a cenar…todavía me antojaba ir a Boccatti, así que me decidí y partí hacia allá.
El lugar estaba a medio llenar, me ofrecieron una mesa de cuatro y acepte…al rato todo estaba ocupado…la.promocion de esa noche había resultado.
Paso un rato hasta que me tomaron el pedido, algo sencillo para cenar, mientras revisaba mi cel y dejaba pasar el tiempo de mi pedido, se acercó el mozo, creí que algo no estaba bien con mi pedido…-señor disculpe la molestia.- preste atención al mozo.- a usted le molestaría si yo separó las dos mesas que no utiliza? Tengo dos personas que esperan ingresar y como estás mesas no las usa, puedo acomodarlos a su lado..no le molesta?
Entendí que los privilegios se terminaban frente a la necesidad. .-No hay problema, respondí y volví a mirar mi celular. Segundos después voces cercanas y el mozo me indicaron que los comensales que pidieron una mesa ya estaba ubicándose. Levanté la vista y menuda sorpresa me lleve, la pareja que había preguntado por este restorán el la recepción del hotel, se estaba acomodando en esa mesa. Se notó la sorpresa en los rostros de ellos y el mío obviamente, está vez el saludo tuvo una cuota de amabilidad. -Holaaaa, buenas noches, sorry que moslestemos…Variada cantidad de saludos y disculpas llenaron el momento. Pasaron unos minutos y seguíamos cruzando comentarios sobre la coincidencia. Está vez el muchacho fue quien tomo la decisión y consulto…- juntamos la mesa y compartimos la cena? Yo asentí sin mayor entusiasmo…ella aprobó de inmediato.
Juntamos las mesas y unificamos la reunión. Karina y Alan, matrimonio de Buenos Aires, esposos, de profesión contables ambos, trabajando como auditores para un estudio y comisionados para hacer unos controles impositivos en una de las plantas de químicos instalada en el parque industrial de Bahía. A primera vista daban la imagen de nerd numéricos, sus comentarios radicaban fundamentalmente es la comisión de los trabajos que estaban haciendo. Charlamos de temas banales sin mayor importancia, de mi parte quería pasar lo más rápido posible el momento para retirarme a descansar a mi habitación. Ellos estaban maravillados con el restorán, el hotel y la ciudad…se notaba que era su primer viaje de trabajo. Cuatro años de casados, se conocieron en la facultad de ciencias económicas, sin hijos y con el proyecto de tener su propio estudio en pocos años. Ella tenía treinta y cuatro y el cuarenta. En general simpáticos. El estaba sentado a mi lado, en cambio Karina frente a mi en diagonal. Podía ver en varias ocasiones que ella me miraba tras los lentes que llevaba puesto, de la misma manera que en el desayuno. En varias ocasiones cruzamos miradas, pero en un momento le sostuve la mirada para ver hasta donde llegaba….ella me correspondio y luego miro a Alan buscando quizás algun gesto de aprobación o rechazo, mientras manteníamos una charla sin mucho fundamento. Luego de esta situación, Karina, al parecer, había querido lograr que mi atención se posara sobre ella y solo escuchará a Alan vociferar conceptos económicos inentendibles para mí, solo me enfoque en mi cena y en mirar las actitudes silenciosas de Karina, que a este punto y estando al lado de su marido, ya me incomodaban bastante.
Paso la cena, el postre y la última copa de vino. Insistieron en pagar la totalidad de la cuenta en agradecimiento por cederles el lugar en mi mesa, no me negué. Regresamos al tiempo al hotel en distintos autos pero uno tras el otro, pasamos los tres por recepción a buscar nuestras llaves y viajamos juntos en el ascensor, yo bajaba dos pisos antes que ellos.- desayunamos mañana? Propuso Alan…Karina se entusiasmó con la propuesta. .- dale !! Respondí sin mayores detalles, seguramente no coincidiriamos en el horario, así que cualquier excusa sería válida. Salude y baje en mi piso, entre a mi habitación y con la puerta cerrandoce tras de mi, entre a mi mundo de tranquilidad y descanso, caí rendido.
Los dias subsiguientes tuvimos coincidencias en el desayuno, en dónde cruzamos algunas palabras amables, nos encontramos en la recepción, o intercambiamos unas palabras en el ascensor, nada especial, pero en cada ocacion dónde podíamos cruzarnos, ya no solo Karina cruzaba y sostenía miradas para conmigo, también en algunas ocasiones Alan me había observado discretamente. Definitivamente ya no solo me incomodaban si no que me molestaba pues no descubría el porqué de aquella actitud.
La semana siguió su curso, hasta el día jueves. Por la tarde de regreso en el hotel y ya en mi habitación trabajando en unos mails, sonó el teléfono fijo, era una de las chicas de la recepción, -Hola Dante, te puedo pasar una llamada? Me tomo de sorpresa, una llamada? .-Si pásame….una vos masculina me saludo al otro lado.- hola Dante!!! Estás ocupado? Te puedo molestar un segundo?...me costó adivinar quién era…Alan, soy Alan el esposo de Karina.- hola Alan,.no me molestas, .decime.- acepte ampliar la charla. -.Mira mañana ya nos vamos a Buenos Aires en el vuelo de medio día, y queríamos con Karina compartir la cena con vos, no se, en el mismo lugar de la otra noche o en otro que vos decidas.- la verdad no tenía pensado salir a cenar, pediría la cena a mi habitación y me relajaría viendo tele hasta dormir, no me copaba cambiarme para salir…todo eso pensaba, mientras tenía a Alan en el teléfono parloteando frases para convencerme. .- Dale!!! Cenemos juntos, te propongo hacerlo en el restorán del hotel así no nos extendemos tanto y pueden descansar para viajar mañana.- una excelente excusa para cortarla rápido. .- Siiii me parece bárbaro, indico Alan.- a las 21 te parece? .- ok acepte y cortamos la comunicación.
Un cuarto pasadas las nueces entre al restorán, significativamente estaba bastante vacío. Al fondo frente a los vidrios internos del jardín de invierno, estaba tomada una mesa por ellos..Alan de espaldas al jardín y Karina de espaldas al salón. Me acerque displicentemente hasta hacer contacto visual con ellos. Nos saludamos de beso. Alan inmediatamente me pidió que me sentará a su lado, con lo cual ambos quedábamos enfrentados a Karina, quizás preludio de incomodidad si la dama tomaba nuevamente la aptitud antropofasica visual hacia mi…intenté relajarme. 
La cena se desarrolló tranquila, intercambiamos comentarios, me compartieron vivencias de la ciudad, hablamos muy poco de nuestras vidas privadas. Sabíamos que esa era la última noche que, quizás, nos veríamos. Ese vaticinio podía limitar la información a compartir o bien liberar datos personales ya que no volveríamos a tener posibilidad de tratarlo en adelante, cualquiera de las opciones era posiblemente valedera. 
Ya estábamos en el postre, particularmente no me había sentido incomodo ante alguna aptitud de Karina, ella se mostro mas bien receptiva de Alan y a mi me dejo en un segundo plano, eso me apaciguo. 
Alrededor de las once, decidimos terminar la cena, esta vez firme yo el tiket, nos retiramos hacia el hall de ascensores. Llegados al segundo piso en donde se encontraba mi habitación, obramos una despedida con un beso a cada uno que, en lo personal, tuvo un sabor más distante y frio de lo que cualquiera pudiera imaginarse .- Suerte en el regreso chicos, buen vuelo.- indique.- Adiós Dante, buena vida.- fue solo lo que resonó detrás de mí y en voz de Alan, mientras me alejaba hacia mi habitación, Karina se mantuvo en silencio.
En unos minutos ya estaba con mi pijama de seda corto, mi cama lista y la tv distribuía tonos coloridos en la habitación sobre un video musical encontrado en el zapping, recostado, buscaba la soñolencia exacta para entregarme a Morfeo.
En pleno estado de soñolencia, me pareció escuchar unos tenues golpes en la puerta, intente prestar algo de atención. Pasaron unos segundo y nuevamente resonaron esos golpecitos tenues en la puerta, me levante, la puerta no tenía mirilla, así que me obligaba a abrir para saber quien estaba del otro lado. Entorne la puerta con lentitud y divise una silueta del otro lado que no pude reconocer a simple vista, la luz de los pasillos ya era muy tenue por la hora- Estas dormido??? Te desperté???.- la voz me indico quien era mi visitante noctambulo Alan.
Abrí un poco más la puerta amablemente y de pronto su silueta se duplico ingresando a la habitación, con él estaba también Karina quien sigilosamente tras de el y esbozando una risa contenida se escurrían dentro del cuarto. Atónito los miraba a ambos, parados en medio de la habitación con ropa de dormir digna de la Familia Ingals. Quise prender las luces del cuarto, pero Alan me pidió que lo dejara así, pude ver a karina portando en una mano una botella de algo y copas en su otra mano, dejo todo en la mesa donde estaba mi notebook. Alan se apoyo en la misma mesa mientras yo me sentaba en la cama, intentando prestar atención a lo que evidentemente querían decirme. Karina lentamente se sentó sobre la cama, mientras acomodaba un ridículo camisón blanco y grueso. A ese punto no sabía si esbozar la consulta o seguir aguardando que ellos me indicaran que estaba pasando, para que el vino y las copas, cual era el festejo del cual nos habíamos olvidado? Lo evidente era que el silencio de esos segundos parecían eternos y muy molesto.- hasta que por fin Alan tomo las riendas, como si hubiera estado ensayado la disertación, Karina se preparo para asentir cada palabra que Alan diría en los próximos minutos, acomodándose aun mas sobre la cama y manteniendo esa risa contenida con alto grado de nerviosismo, a todo esto yo atónito, no podía hilvanar conjetura.
Las primeras palabras de Alan fueron de disculpas, por la despedida sin mayores afectos y por la intromisión repentina y sin avisar a mi cuarto. Definitivamente ellos entendían que el despedirnos debía tener un marco alterno. Alan siguió parloteando comentarios referidos a lo bien que la pasamos esta semana y lo grato que fue  pegar onda, ya a este punto se los vea a ambos mas nerviosos de lo común. También hizo relevancia a que mi persona les había llamado la atención desde el primer momento, no se por qué motivo, y que karina le había hecho varios comentarios de mí y de lo que ella podía observar en mi. Hasta ese momento halagos y condescendencias que no hacían prever lo que se vendría. En un momento una palabra casi imperceptible sonó en la vociferación de Alan, “cuckold” esa palabra llamo mi atención ya que la escuche repetida a partir de ese momento en todo el relato. La había descubierto en algunas páginas porno que frecuentaba en mis estados de soledad y refería en su traducción al español a “Cornudo” un tipo de experiencia sexual que parejas llevan a cabo, sumando a un tercero a la cama y dejando al esposo solo mirando como la mujer y el invitado se cojen de lo lindo. Estábamos a las puertas de una experiencia así??? Karina, hasta lo visto en estos días, no era una mujer que me calentara lo suficiente, tenía un cuerpo más bien armonioso pero sin mucho desarrollo, en definitiva no era una mina que yo me quisiera levantar para cojermela. Por otro lado, Alan daba ser un pibe a fin de Karina, no los veía como practicantes de gustos sexuales tan jugados, pero bien el lo estaba poniendo como tema en la mesa. 
Llegado el momento tome la palabra.- todo bien chicos, pero déjenme entender algo.- intente poner un punto de neutralidad.- Vos, dirigiéndome a Alan, quieres que yo coja con tu mujer? ¿Eso te calienta? ¿Y cual seria tu papel? Te sumas en un trio o que?.- Alan resoplo eliminando mucha presión interna por la situación y acomodándose en la conversación definitivamente, ahora hablábamos el mismo idioma. .- esencialmente si, es que vos te cojas a Kary mientras yo los miro, es lo único que me calienta lo suficiente para después cojerla yo.- Sabia que todo venia servido a una experiencia nueva que se me puso por delante. Ahora había que no defraudar a la comensal, debido a que seria mi primera vez con público, le puse como condición a Alan que me dejara un rato a solas con Karina hasta que calentáramos motores, creía que no se erectaria el pene, viendo que su marido estaría observando la faena, más vale precaverse. Alan acepto casi de inmediato, karina dio rienda suelta risa ya no tan nerviosa. La escena era muy bizarra pero intente controlarme y dejar que fluyera. Alan se encerró en el baño sabiendo que debía darnos unos diez minutos para entrar en clima y después que sea lo que dios quiera.
Karina se paro en el mismo lugar que ocupo Alan hasta ese momento, apoyada en la mesa de mi notebook, parecía el preludio a un desfile de moda en traje de Adam. 
Comenzó a quitarse ese ridículo camisón, apenas cayó al piso reafirme que el camisón era intensamente ridículo, viendo el cuerpo desnudo que cubría. Los temores de insuficiencia eréctil se disiparon inmediatamente, la nerd de los números, la morocha de anteojos, mal alineada se había transformado en una diosa terrenal, dejándome disponer de unos pechos prominentes y erectos, de pezones negros y de un tamaño que jamás creía que la vestimenta que usaba podría disimular.
Pude ver que tenia su monte de venus y los gruesos labios que lo acmpañaban bien afeitados, eso me miraba aún más ya que soy un ferviente precticabte del sexo oral y me.encanta saborear los gustos vagilaes sin pelos en la lengua. En un instante su cuerpo empezó a contorcerse sin quitar sus ojos de los míos, como si lo que vieniera después estuviera ensayado previamente y conociera cada uno de los pasos a seguir de memoria, su mano izquierda llevo los dedos al pezón más cercano para pellizcarlo, jugar con el, excitarlo aun mas hasta que logrará un taño insospechado. Su mano derecha se escurrió vientre abajo hasta perdense entre su entrepierna dedos finos y largos pellizcarse los pezones y con la otra mano escurrir dedos dentro de su concha, disfrutando de su humedad. Me recosté y mi pija ya estaba lo suficientemente dura como para mostrarse bajo mi pantalón, no dudo un instante y se dispuso a desnudarme. 
Como primer plato de este banquete, karina llevo mi pija a su boca relamiéndola sin prisa y sin pausa, no era algo distinto, pero si especial como lo hacia. Me dedique a acomodarme de tal manera de poder lograr un secenta y nueve. Me encanta el sexo oral, recibirlo y darlo también y en esta ocasión esa concha afeitada me podía, así que en unos minutos estábamos lamiendonos y gimiendo. 
La puerta de baño se abrió, Alan asomo con cuidado, nos vio comiéndonos y se dispuso a sentarse sigilosamente en un sillón que vestía la habitación. Ya no le preste atención, Karina me absorbía por completo. Pareció esperar a que Alan estuviera listo y tomo ella la decisión de montarme, se montó sobre mi y de espaldas a mi, se metió mi pija bien profunda y empezó a cabalgarme mientras miraba a Alan. No logré verlo pero si entendí que el se masturbaba mientras la miraba cojerme. Así duro la escena varios minutos. Acto seguido y en manos de ella, Karina cambio de posición y se montó, está vez sobre mi mirándome y dejando en primer plano a su marido, su orto comiéndome mi pija, disfrutaba sintiendo como le entraba y como Alan gemía y la alentaba a más, .- asi perra…así…me encanta verte puta con otro…así…cojetelo así!!! Debo reconocer que escuchar a Alan decirlo me calentó aún más.
Cojimos ininterrumpidamente por un buen rato, venía aguantando bien y perdiendo que mi semen no se desbocara antes de tiempo. Karina acabo varias veces, sentí su flujo caliente quemarme la pija, eso era indudable. Alan seguía masturbándose con el agregado que ahora metía un dedo de su mano en su culo, entiendo que haciéndose un masaje prostático.
Karina también intervino al ver esto.- así papi a ver cómo te cojes el culo? Mmm que rico que lo haces!!! Te gusta Gordi? te gusta como está hijo de puta me está comiendo? Me coje terrible el hijo de puta…mira …mira!!!! Definitivamente yo era solo una herramienta de su placer.
Al cabo de un rato ya mi semen quería explorar así que fui advirtiendo que estaba por acabar, solo para ver si para esta situación también tenían algo planeado…y así fue….Karina se salió de la cama, se arrodilló al lado de Alan y me pidió que le acabe en la cara y la boca….órdenes son órdenes, le pinte de semen la cara y la boca.
Ya habiendo acabado me alejé un poco del entorno y a estás Alan tomo las riendas y siguió con la faena. Era verdad el Gordy necesitaba calentarse con su mujer cojiendo con otro para cumplir. Karina diosa total se llevo dos buenas cojidas por el precio de una…
Al otro día no los ví desayunando

2 comentarios - En Bahia Blanca

ROSARIOSW30 +1
Buen relato frecuento bahía y no pude encontrar una pareja así...