Viaje de egresados (4)

Luego de nuestra larga noche, bajando a desayunar tuvimos con Mayra una buena conversación en la que aclaramos seguir siendo amigos y que eventualmente cuando volviéramos a la ciudad charlaríamos bien sobre la relación, para evitar confusiones. Sin embargo, antes de separar caminos nos miramos los dos y nos dimos un último beso apasionado, dejando la puerta abierta para alguna otra noche en el viaje.
Ese segundo día nos tocaba la excursión del día de campo, una jornada en la que comíamos asado, cabalgabamos y recorríamos una finca, entre otras cosas. En el micro hacía el lugar, un viaje de 2 horas aprox, fuimos hablando con Manuel, que me contó su noche y sus conquistas, me obligó a prometerle que le iba a dejar la habitación esa noche para poder concretar con una chica mendocina que había conocido y luego me interrogó acerca de Mayra. Me advirtió que tenga cuidado y que tenga siempre las cosas claras, pues él conocía nuestra historia y nuestro histeriqueo de años. Sin embargo, pareció quedar satisfecho con nuestra decisión de no comprometernos a nada durante el viaje y dejar todo abierto, y conociéndonos a nosotros, que ninguno de los dos es celoso, dijo que esa idea debía funcionar bien.
Una vez allí, nos juntamos con Franquito y Manu a fumar un porrito bajo un árbol, esperando que nos llamen para comer, por lo que me senté, saqué mi bolsito y me puse a enrolarlo. En este proceso, Manu me llamó la atención para que mire a un grupo de chicas muy lindas que nos miraban y sonreían. Ni lento ni perezoso, antes de prenderlo me levanté y me dirigí hacia ellas, dispuesto a invitarlas a fumar con nosotros y hablar un rato. A mitad de camino me di cuenta que ninguno de mis dos amigos me acompañaba, sino que me miraban incrédulos avanzar hacia las chicas, por lo que comenzaron las dudas. Visto a la distancia y con la sabiduría que te da el paso del tiempo, me da gracia los nervios que me generó esa situación, pero considerando que era un chico recién salido de la adolescencia y con las hormonas aún todas alborotadas, esa caminata de 15 metros entre nosotros y ellas se sintió cómo debe haber sentido Montiel la caminata rumbo al penal decisivo de la final del Mundial. Sin embargo, al acercarme pude ver qué una de las chicas me miraba y sonreía ante mi acercamiento, por lo que sin miedo las saludé y las invité a unirse a nosotros, mostrando el cigarro que tenía en la mano.
-Pensé que no se iban a acercar nunca, tus amigos estuvieron mirándonos toda la noche ayer, pero a vos no te había visto nunca.- Dijo la chica que me sonreía mientras caminando, una morocha muy linda cuya sonrisa a día de hoy sigo recordando como una de las más lindas que vi.
- Digamos que ayer estuve desaparecido y dejémoslo ahí jaja.- Bromeé yo haciendo cara de yo no fui.
Luego de reírse por la boludez que dije, aceptó la invitación y fuimos hablando hasta el encuentro de los pibes, que seguían incrédulos por mi atrevimiento a ir a hablarles a ellas. Mientras íbamos hablando descubrí que la morocha de linda sonrisa se llamaba Paula, que eran de un colegio de un pueblo llamado San Nicolás y que estaban en nuestra misma comitiva, es decir compartíamos todas las noches de boliche, algunas excursiones e iban a nuestro mismo hotel. Rápidamente pegamos onda, por lo que a la hora de ir a comer los convencí a los pibes de sentarnos con ellas a los empujones, pues ellos ya estaban dirigiéndose a la mesa con el resto de nuestro curso.
Ellas celebraron nuestra llegada a su mesa, pero sin embargo no fuimos tan bien recibidos por el resto de su curso, lo cual es normal en grupos de gente de esa edad, en la que la marcada de territorio sobre las chicas suele ser bastante fuerte, además de que seguramente hubiera alguna historia entre ellas tres y alguno de los presentes. Sin embargo, congeniamos rápidamente y al poco rato ya estábamos riendo y organizando planes para la previa de la noche como si fuéramos del grupo de toda la vida. Mientras tanto, yo me senté al lado de Pau en uno de los largos bancos que había de asiento, y manteniamos conversaciones aparte del grupo, conociéndonos más. Allí descubrí que es una chica tímida y muy divertida, y me quedé impactado con la belleza de su sonrisa y la forma en la que su cara se transformaba al reírse y sonreír. Además, mientras hablábamos nos íbamos acercando cada vez más hasta que nuestras piernas quedaron prácticamente juntas, lo que aproveche para apoyarle una mano, lo cual fue muy bien recibido por ella, que comenzó a acariciarme esa mano.
Mientras comíamos, en un momento me pidió el teléfono para mandar un mensaje, argumentando que no tenía batería o algo así. Obviamente se lo di sin problema y no presté atención a lo que hacía, puesto que por la seriedad que me lo dijo parecía importante y no quise incomodarla. Cuando terminó de usarlo directamente me lo guardé en el bolsillo y no lo miré por un rato largo.
Cuando ya estábamos de sobremesa, Manuel, que estaba sentado de frente a mí, me pisó el pie, me guiñó el ojo, señaló su celular para que yo lea lo que me había escrito y se fue con una de las amigas de Pau, una rubia chiquita con pelo lacio muy lindo. Al agarrar el celu me di cuenta que Pau me observaba nerviosa, y me lleve una sorpresa al entrar a WhatsApp y ver que había, además del mensaje de Manuel diciéndome qué habia ido a dar una vuelta con la chica y que le avise cuando fuéramos a alguna actividad, un chat con un contacto agendado como "<3" que arrancaba con un mensaje mío:

[9/1 11:45 a.m.] Iker: Cuál es tu habitación?
[9/1 11:46 a. m.] <3: 217, te espero después del boliche
[9/1 11:46 a. m.] <3: No me gusta dormir solita
[9/1 11:46 a. m.] <3: 😉

Al verlo automáticamente me reí por su ocurrencia y la miré a Pau, que tenía una sonrisa de timidez hermosa y miraba para abajo nerviosa, a lo que le guiñé un ojo y le dije que allí estaría para acompañarla a la noche. Luego seguimos bromeando un rato, dónde me contó que estaba hace una hora comiéndose las uñas porque yo no agarraba el celular, y qué había estado a punto de borrar el mensaje un montón de veces.
Mientras hablaba con Pau, realmente como si fuéramos dos quinceañeros enamorados, me di cuenta que Mateo, el pelotudo novio de mi ex "algo" Julieta, me miraba fijo con cara de pocos amigos y no entendí por qué, por lo que luego de despedir a la morocha y decirle que luego hablábamos me decidí a acercarme y enfrentarlo, para quitarme el problema de encima de una vez por todas. Yo nunca fui muy adepto a la violencia, y para ser sincero Mateo seguro me rompía la cara pues es más alto y grandote, pero no iba a soportar todo el viaje preocupado por un pelotudo que no podía aceptar que yo no tenía nada que ver con él y su relación de mierda, por lo que fui decidido a que pase lo que tenga que pasar. Mientras iba camino a él, nuevamente con la sensación de quién va a patear un penal decisivo (aunque en esta ocasión más que Montiel era Tchuameni, con un cagazo terrible), al pararse él y volverse evidente para nuestros compañeros que iba a ocurrir un feo encontronazo, se abalanzaron sobre nosotros para evitar lo que tarde o temprano resultaría inevitable. Al darse cuenta, todos se interpusieron entre nosotros, pero yo no frené hasta que se cruzó en mi camino mi mejor amiga, Mayra, que me dijo que no valía la pena, por lo que me contenté con simplemente decirle a Mateo que si tenía un problema conmigo venga a hablarlo como un hombre y deje de mirarme como si tuviéramos 15 años.
Luego de esta situación tensa, todo siguió más o menos normal, pero las miradas asesinas de su parte no frenaron, a pesar de que no le pasé cabida. En las excursiones nos cruzamos algunas veces con el grupo de San Nicolás, lo que aproveché para bromear un rato más con Pau y terminar de organizar los detalles para la previa con sus compañeros.
Al finalizar la jornada, estaba por subir al micro cuando Mariela, una de las madres acompañantes, que conocía la situación por ser su hija amiga de Julieta, me frenó para decirme que intente pasarla bien, no darle bola y bla bla, todo un discurso pacifista con el cual yo coincidía, pero sabía que si el otro me venía a buscar iba a tener que reaccionar. Sin embargo, mientras me daba el discurso, mi atención no estaba en lo que me decía, sino que por primera vez pude apreciar realmente a esa mujer: una morocha de pelo enrulado de unos 45 años que se mantenía muy bien y tenía un cuerpazo, con unas tetas hechas increíbles y un abdomen muy plano. Al finalizar su discurso le expliqué que yo solamente quería pasarla bien y qué no era mi culpa haber estado con una pendeja que tenía una relación tóxica de quinceañera.
-Quizás deberías probar con alguna mujer más grande que no ande con tantas vueltas-. Me dijo riéndose antes de darse media vuelta para buscar su asiento, dejándome sorprendido y pensativo acerca de qué habia querido decirme.
Sin darle mucha vuelta decidí buscar un asiento libre contra una ventana para pensar un poco en todo lo que había pasado durante el día: había despertado con mi amiga de toda la vida después de cojer toda la noche, había conocido a una chica hermosa que me voló la mente con su sonrisa y me invitó a dormir esa noche con ella, casi me habia ido a las piñas con el tarado de Mateo y una MILF con todas las letras ¿me había tirado onda? Rápidamente descarté esta última cuestión, pero sus palabras quedaron en mi mente igual. Iba sumido en estos pensamientos cuando sentí una mano sobre mi pierna y una cabeza metiéndose por debajo de mi brazo a apoyarse en mi pecho: era Mayra que quería descansar un rato antes de llegar al hotel, dónde solo tendríamos un rato para comer, prepararnos para salir y previar. Me alegré de que siguiera siendo la misma May de siempre buscando mimos conmigo y cedí ante el sueño, abrazado a ella hasta que llegamos al hotel.

Acá está la parte 4 luego de unos días. Espero que les guste.
Qué opinan de los capítulos así en los cuales no hay escenas de sexo sino que se contextualiza? A mí me gusta dar toda la explicación de esta forma y separar los capítulos según partes de día, porque no me gusta que queden muy largos, pero acepto sugerencias y críticas constructivas. Muchas gracias.

Espero que hayan pasado unas lindas fiestas y que tengan un hermoso 2024, lleno de historias y sexo ja.
Iker 😉

4 comentarios - Viaje de egresados (4)

Tom_Bishop
Ya que pedís opinión, te diría que no tires estas historias así cortadas, hacé la entrega más larga hasta que SÍ haya algo de sexo, al pedo si no
IkerSennin
Gracias por la respuesta!
javim77 +3
yo te banco. esta genial asi...mientras hasta la siguiente historia no pase una semana 😁 saludos camarada
XxnMatixX +1
Hasta con la mama de un compañero jajaja
AleCabee10
Excelente contar la historia de esta forma, el contexto siempre es más que importante