XXIX Su mejor amiga. No sé el porqué pero sí el cómo.

No pude dormir. Todo había sido un exceso. A la mañana siguiente, yo ya estaba despierto en nuestra cocina. Escuché que se levantó.

- buen día, amor...- Me dijo ella, tomándose la cabeza. - ¿no hay algo para la resaca? no puedo más.- buscaba en la cocina, iba al baño. Yo no respondía. - ¿Me servís agua?- Me pidió, con la voz rota.  

No le hice caso.

- ¿Está todo bien?- Me miró y no dije nada. 

 Se sentó, con una botella de agua. 

- ¿Qué pasa? ¿Te jode que haya tomado de más?-
- ¿Es joda?-
- No, en serio... no entiendo nada.-
- ¿Vos sabés que yo te bañé anoche?-

 Pauli se miró la ropa, sorprendida. 

- No, si... bah... no... me di cuenta por Cómo estoy.- Volvió a tomar agua. - ¿Eso te jodió? Perdón, es que las chicas me hicieron mezclar y no me acuerdo de nada. -
- Pauli, dale...-
- Amor... te juro que me pasaron a buscar, llegamos a la casa de las chicas, tomamos algo, nos reímos y nos fuimos a bailar. Bailamos, tomé champagne, mezclé con un vodka, un tequila y después... me olvidé...-
- ¿Y Jorge?-
- Qué tipo insoportable...- Me dijo, sincera, mordiéndose los labios.- Se tomó la cabeza del dolor y achinaba los ojos por la luz del sol. - Fue con nosotros, todo bien pero quería bailar todo el tiempo conmigo, les decía a todos que me casaba, ¡obvio que me caso, boludo, si estaba casi vestida de novia! ¡Dios!-
- ¿Y? ¿Qué más?- 

 Pauli se me quedó mirando. 

- No, ni idea. O sea, lo saqué cagando un par de veces, hasta que se fue Maca y después de ahí, no lo vi más.-
- ¿Cómo viniste?- Le pregunté.
- No sé... me trajeron las chicas, no... no sé.- Trataba de recordar.
- Dale, Pauli.-
- Te juro que no sé ,¿Jorge me trajo? No sé, un Uber...-
- Pauli...- Me mordía los labios de la bronca. Movía mi pierna de nervios. - Te trajo Jorge y le chupaste la pija.-
- ¡¿Qué?! ¡No! no, en serio. Estás loco ¡No! Vos sabés que nada que ver, que jodimos alguna vez pero, ¡no, no! no jodas con eso. - Se alteró y tomaba agua nerviosa.
- Las chicas me avisaron que te traía Jorge, tardabas y cuando bajé los vi en el auto. - Respiré profundo. - En serio, Pauli. Yo... yo, yo ya no sé. -
- No, no, no para, por favor... no.- Se acercó a mí y se me tiró encima. - amor, por favor. Te juro que no sé, te juro que yo no sabía, te lo juro. Ya, ya soluciono esto. - Agarró su celular y lo llamó. - Jorge, vení para mí casa. Chau.-

 Traté de frenarla pero no hubo caso. Tenía una mezcla de decepción; tranquilidad porque tenía la excusa perfecta, pero a la vez bronca porque me demostraba que no se acordaba de nada. 

- ¿Qué vas a decirle?-
- ¡Boludo! Yo estaba borracha, por lo menos pretendo una explicación, ¿No te parece?-

 Y un poco de razón tenía.

- ¿Y yo qué hago? No puedo quedarme acá como diciendo:"che, mi mujer te chupo la pija, está todo bien pero te desubicaste".-

  Ella me miró pensante, cruzada de brazos. Todavía en tanga y una remera. Con la cara pálida por la reseca y un poco de rimel.

- Escondete en la habitación... ¡No sé, Juan!.- 

 Pauli se colocó una calza negra y se cambió la remera por una más presentable, debajo no llevaba corpiño; casi una costumbre. 
 Al rato, sonó el timbre. Pauli atendió y lo hizo subir. Yo me fui a la habitación, con la puerta entre abierta, casi igual como fue con Mario pero esta vez, Jorge no sabría que estaría allí y en la habitación estaba todo oscuro, con las persianas bajas. 
 Escuché la puerta y se me heló la respiración. Esa sensación tan hermosa e incontrolable.

- Pasa y explicame algo. - Dijo Pauli, abriendo la puerta y yéndose hasta el living. 
- Hola, '¿Qué tal, Jorge? ¿Todo bien? Si, Paula ¿Y vos?'.- Respondió sarcástico.
- No te hagas el pelotudo. Nos conocemos hace bastante, Jorge.-
- ¿Qué pasa? ¿No bastó lo de ayer?- Intentó acercarse y agarrarla, riéndose.
- ¡Qué carajo fue lo de ayer!- Gritó Paula.

 Jorge se alejó, sorprendido.

- Estuviste histeriqueándome toda la noche, cuando te traje no paraste de pedirme que te muestre la pija y me manoseaste, ¿Qué querés que te explique? - 
- ¡Estaba borracha, pelotudo! ¡¿Qué más hiciste?!- Reaccionó Paula, sacada.
- Estabas tomada, boluda. No te hagas la tonta. -
- ¡Idiota! ¡Estoy por casarme! ¡¿Decime qué más hiciste?!-
- Te toqué y me la chupaste, nada más. Qué se yo.-
- ¿Nada más? ¡Te tendría que denunciar!-
- ¡ja, ja!-
- ¿ De qué te reís, tarado?- Lo miró fijo.
- No sé, cuando me contaste que ya lo habías hecho, ¿también estabas borracha?-
- ¿Que qué?- Se hizo la desentendida.
- Con un tal Mario, que ya habías hecho eso.-
- Estaba en pero, Jorge. Pude haber dicho mil boludeces.- 

 Paula respiró profundo y se sentó.

- Te voy a pedir que no le cuentes a nadie. Te voy a pedir que desaparezcas.-
- Ayer no decías lo mismo. - Se acercó, Jorge. - En serio, Pauli. No te hagas la boluda. Dale, ¿Te arrepentiste o querés repetir?-
- ¿De qué hablas?-
- ¿Cuántas veces te hiciste la histérica? ¿Cuántas veces mostraste de más?-
- Jorge, te estás confundiendo.-

 Jorge se acercó un poco más. Pauli seguía sentada. Podía verlos de costado. Debía salir pero no pude o no quise. 

- Dale, Paula, ¿Me vas a decir que no te vas a acordar de esto?-

 Jorge sacó de su pantalón una pija gorda, peluda, bastante larga pero que disimulaba con su panza voluptuosa. 

- ¿Qué haces?- Dijo ella y miró sorprendida para la habitación, donde yo no reaccionaba y ella esperaba no sé qué.
- ¿Me vas a decir que no te acordás?-
- Basta, Jorge.- 

 Pauli trataba de alejar la mirada pero seguía parada frente a él, cruzada de brazos y Jorge masturbándose lentamente, sonriendo.

- ¿ Te acordás o no?-
- No, Jorge. - Corrió la mirada, aunque miraba de reojo.
- ¿No querés fijarte si recordas?- Trató de acercarle la pija.
- Me voy a casar, Jorge. Tené un poco de respeto.-
- Ayer no te importó mucho.-
- ¿Otra vez?-
- ¿No querés probarla? ¿No tenes ganas?-

 Paula suspiró y volvió a mirar para donde yo estaba. 

- Y desaparezco...- Dijo Jorge.
- No apareces más...- Respondió, con la voz entrecortada. 
- ¿Tan puta sos?- 

 Pauli le clavó la mirada, agarró la pija y se la metió entera en la boca. Empezó a chupar y pasarle la lengua. Jorge la tomó de la cabeza y la acompañaba con el movimiento. 

- Yo sabía que tarde o temprano ibas a caer, puta.- Paula lo pajeaba y se la comía, en un instante la tenía dura y bastante más parada de lo que estaba antes. - Ayer no sabes lo bien que me la chupaste. - Dijo, tirando la cabeza hacia atrás. 
- ¿Si?-
- Si, pero ahora está mejor... Seguí así.-
- ¿Así te gusta? ¿Así, Jorge?- Le beboteaba, metiéndose la pija entera y pajeandolo con fuerza. 
- si... así... y qué puta te pusiste cuando te tocaba.-
- Mmmm... ¿Qué hice?-
- ¿ No te acordás nada?- La miró y ella con la pija en la boca negó, sin dejar de mirarlo.
- Me contabas que querías un dedo en el culo mientras te metía uno en la concha.... uf... y qué puta te pusiste.-
- ¿Porqué?-
- Porque acababas como loca con el dedo en el culo. Mejor que las putas que pago.-
- ¿ Soy mejor que esas putas?- Beboteó y lo pajeó lento, mirándolo.

 Jorge la acarició y se mordió los labios.

- Si, porque desde pendejita quería tenerte así. Pensar que más de una vez te hacías la que no te dabas cuenta que me mostrabas...-

 Pauli se rió, con la pija en la boca. 

- ¿ Querés que te meta un dedo en el culo?- La miró.

 Ella no dijo nada. Agarró un dedo de Jorge y se lo metió en la boca, comenzó a chuparlo y babearlo. Se dió vueltas y se arrodilló sobre la silla, dándole la espalda. Jorge le bajó la calza, dejando a la vista una tanga chiquita negra, bien clavada en el culo, y no, no era la que yo le había visto antes. 

- Move el culo, Paulita ...- Le ordenó, pajeandose.
-¿Así? ¿Así te lo mueven las putas?- 

 Jorge se rió, estaba excitado viendo a mi futura esposa siendo una puta, apoyándose un dedo en la boca.

- Pedimelo...-
- ¿Me metes el dedo en el culo?- 

 Jorge se acercó y le metió otra vez el dedo en la boca, se lo volvió a llenar de saliva. Paula se colocó sobre la silla, sonriente, mordiéndose el labio inferior. Jorge se agachó, le corrió la tanga y le chupó con ganas el culo, generando más de un gemido. No tardó en volver a su lugar y empezar a meterle el dedo, lento y constante. 

- ¿Te gusta?-
- Ahg... mmm... si...-

 Sacó el dedo y volvió a escupirlo, está vez empezó a entrar y salir de ese culo y Paula se retorcía, respirando profundo. 

- Cómo aguanta este culo...- 

 Paula se rió, le sacó la mano, se la llevó a la boca y le escupió dos dedos. Volvió a reírse y sin dejar de mirarlo, llevó la mano otra vez hasta su entrada y disfrutó poco a poco como le empezaron a entrar los dos dedos. Jorge estaba sacado, cada vez se pajeaba más fuerte y se lo cogía a mayor velocidad.

- ah... agh... seguí... agh... mmm... que rico... Ahg...- Gozaba Pauli, agarrándose de la silla por la fuerza que hacía Jorge. - Ahg... ¿Ya acabas?-
- Uf... casi... ah...-  

 Paula lo sacó, se sentó y empezó a chuparle la pija con ganas, se la metió hasta ahogarse, se la escupió, lo pajeó y se volvió a parar.

- No seas, mala...- La miró Jorge, compungido. - Me falta nada...- 
- Por eso...- Se rió y se arrodilló en la silla.

 Jorge empezó a meterle un dedo y pajearse.

- No, meteme la puntita... - 

 Tardó un instante en darse cuenta. Jorge se colocó atrás, apoyó la pija, entró y en dos empujadas acabó dejando todo afuera.

 Paula se quedó rendida en la silla. Jorge se limpió como pudo. La saludó, le prometió nunca más aparecer y se fue. 

- ¿Amor?- Me dijo, una vez que se sercioró de que él se había ido.

 Ingresó a la habitación. Me vió con la pija durísima, inmóvil. Ella sonrió, me empezó a chupar la pija hasta que me pidió que la cogiera porque no daba más de la calentura. 

 pasaron las semanas y nos casamos. Hablé con Maca y le dije que me faltaban algunas cosas para poder separarme, luego de la luna de miel le prometía que ya no estaría con ella. 

 la fiesta fue hermosa. No voy a mentirles pero no pensamos en nada, solo en disfrutar de nosotros dos y ni durante esas semanas y el casamiento sucedió algo. 
 Nuestra luna de miel sería en Brasil, unos días después del casamiento. Llegamos, el hotel increíble, todo incluido frente al mar. 

- Qué hermoso esto.- Me dijo ella, tomando sol con una bikini muy chiquita.
- Hay que disfrutarlo.- Me respondió, boca abajo.
- Cómo te miran...- 

 Pauli levantó la mirada, desesperada.

- Que puta sos...-
- ¿Acá nos vamos a liberar un poco?-

 Me reí y me fui a rellenar mi vaso de Caipirinha.

2 comentarios - XXIX Su mejor amiga. No sé el porqué pero sí el cómo.

slash2006 +2
Me mata la confusión de el. Al punto de desesperarme por no saber que es lo que realmente quiere. No lo veo como alguien que le guste mucho esa vida. Van +10 y espero la continuación
David_Spurs +1
Gran relato. Juan quedó atrapado entró una historia de infidelidad con alguien con la que claramente tiene más química y una práctica con una novia cada vez más retorcida.