Deliciosa mañana con Silvia M

Mi guapísima y sexy amiga Silvia M quería aprovechar bien la mañana de julio, en la que ella no trabajaba, pero su marido si y los niños estaban de campamento. Quedamos en su chalet y allí estuve a la hora que ella me dijo. Esta iba sexy con un bikini rosa, de triangulo marcando sus preciosos pechos operaditos y redondos, con tirantes finos atados al cuello y espalda y un culotte que la hacia un culazo maravilloso. Yo llevaba un bañador slip, con mi polla dura dentro, desde el primer momento, al verla, sobre todo el culazo redondo y maravilloso, con ese culotte.
Tras dejar las cosas en el jardín, me dijo si quería una cerveza y entro a la casa por ella. No pude contenerme y entre tras ella. En la cocina, antes de que fuera a abrir el frigorífico, la agarre de la cintura y aprete mi paquete contra su culazo. La bese el cuello y la dije que ya me tenía a mil por lo sexy que iba. Mis manos subieron hasta sus pechos y nos besamos, mientras los acariciaba. Fui agachándome, besando su espalda, hasta llegar a su culazo. Lo acaricie y besaba los cachos que no la tapaba el culotte. Una de mis manos acabo metiéndose por el culotte y la masturbe. No pare de besarla y morderla el culo y masturbarla, hasta que se corrió. Volví a levantarme, nos besamos y restregué de nuevo mi paquete en su culazo.
Esta saco un par de cervezas y me dijo de ir a la piscina a seguir disfrutando de la mañana. Nos metimos en ella y charlamos de cosas calientes mientras nos tomábamos las cervezas. Silvia M estaba a mi lado y comenzó a pasar una de sus manos por mi paquete, mientras seguíamos charlando de cosas calientes. Silvia acabo sacando mi polla del slip y me masturbo, disimuladamente y despacio, pues sus vecinos podían vernos allí dentro.
Silvia salió de la piscina, dejándome con la polla durísima bajo el agua. Se sentó en una tumbona en su terracita techada, donde no la veían sus vecinos. Aparto a un lado su culotte y comenzó a acariciar su clítoris, mientras me miraba y sonreía. Me guardé la polla en el slip y salí de la piscina, acercándome a Silvia. Pare frente a ella, me saque la polla y comencé a masturbarme, mirándonos y sonriéndonos.
Silvia se echó hacia delante, agarro mi polla y comenzó a hacerme un mamadón. Mi mano acariciaba su pelo y esta cambiaba de velocidad cada poco, metiéndosela hasta el fondo, la mayoría de las veces. Me arrodille entre sus piernas y Silvia se apartó el culotte, para poder comenzar a lamer su clítoris, mientras dos de mis dedos entraban y salían de su mojado coño. Cada poco, mi lengua se introducía en su coño, moviéndose rápido y bien dentro. Cuando volvía mi lengua a jugar con su clítoris, mis dedos entraban en su coño. Así estuve sin parar de cambiar, hasta que Silvia se corrió, nuevamente.
Me levante y Silvia volvió a agarrar mi polla. Me masturbo, mientras me comía los huevos, y de vez en cuando me la comía entera dentro de su boca. La di un condón y me lo puso. Se tumbo en la tumbona, me coloque entre sus piernas y esta me rodeo la cintura con ellas. Aparté su culotte y comenzamos a follar. Mis manos acariciaban sus muslos con fuerza. Estiré mi mano y pude coger uno de los triángulos de su bikini. Tire de él y acabe sacando uno de sus bonitos pechos, que se movió muy sensual con mis embestidas.
Me tumbé sobre ella y seguí follando, con sus piernas rodeándome. Nos besamos y acariciaba el pecho que tenía sacado. Mi otra mano, seguía con el muslo. Comencé a comerla el pecho y la mano del muslo subió a su pecho, aun tapado. También se lo acabe sacando y comiendo. Mi polla seguía sin parar de moverse en su coño mojadísimo.
Me volví a colocar de rodillas entre sus piernas. Cogí una de ellas y la subí hasta mi hombro. Silvia se quedó de medio lado en la tumbona, aparto su culotte y volví a meter mi polla en su coño. Mientras follábamos, acariciaba y besaba su pierna. Al rato, cambie de agujero, follándola el culo un rato, antes de volver a meterla en su coño.
Cuando iba a correrme, me levante y me quite el condón, mientras Silvia se sentaba al borde de la tumbona. Agarro mi polla y me volvió a hacer una mamada, bien rica y suave, hasta que me corrí, dentro de su boca. Silvia se tragó todo y me dejo la polla sequita de tanto lamerla.

Silvia se sentó más atrás y yo pude sentarme frente a ella. Nos besamos y acariciaba sus piernas, mientras nos decíamos lo bien que lo pasábamos juntos. No tardamos mucho en tumbarnos en la tumbona y besarnos, mientras acariciaba su culazo. Ms manos subieron hasta sus pechos, acariciándolos y jugando con sus pezones.
Silvia se echó sobre mí y acabe tumbado con ella encima. Nos besábamos y mis manos acariciaban y azotaban su culazo. Esta se giró, colocando su cabeza sobre mi polla, volviéndomela a lamer y comer. Quité el culotte a Silvia y comencé a comerla el coño, con mis manos sin soltarse de su culazo. El 69 nos puso como motos, cachondísimos.
Silvia se levantó, cogió un condón y se colocó de rodillas en el suelo a mi lado. Comenzó a masturbarme, mientras me comía los huevos. Me puso el condón y se sentó sobre mí, con mi polla dentro de su coño húmedo. Se movía en círculos y mis manos acariciaban sus muslazos y culazo. Silvia comenzó suave, pero poco a poco subía su velocidad. Mis manos subieron por su cuerpazo, para acabar agarrando sus operados pechos. Los apretaba y pellizcaba, estirando también sus pezones.
Me senté y seguimos follando. Nos besábamos y mis manos recorrían todo su cuerpazo, acariciándolo y sintiéndolo bien. Cada poco, mi cabeza bajaba, para comerla los pechos. Silvia, a veces, se inclinaba hacia atrás, para sentir mi polla más dentro aun de su coño. Esta cambiaba de movimientos y tan pronto cabalgaba, como se movía para cualquier lado.
Cuando se corrió, me levante y coloque a Silvia a gatas en la tumbona. Me puse detrás de ella y comencé a follarla el culo. Lo hice bien fuerte, mientras agarraba su cintura y azotaba su culazo. No tarde mucho en echarme sobre su espalda, para poder agarrar sus pechos y besarnos. Acabe volviendo a ponerme de pie para volver a azotarla el culazo. Saqué la polla de su culo y la volví a meter en su coño, follándoselo duro, también. De vez en cuando, la dejaba dentro entera y me movía en círculos, provocándola algún gemido. Acabé de nuevo sobre su espalda, para besarnos y acariciar sus pechos, mientras la follaba hasta que me corrí.
Saque mi polla y Silvia se sentó en el borde, mientras me quitaba el condón. Me volvió a hacer una maravillosa limpieza con su lengua.

Nos relajamos un rato, en el cual nos volvimos a dar un baño y tomar otra cerveza dentro de la piscina. Fui al baño y al volver hacia el jardín, vi a Silvia en la cocina. Me quede observándola, embobado de verla tan sexy. Me acerqué a ella y la volví a coger de la cintura por la espalda. La bese el cuello y pase mi paquete por su culazo. Silvia se giró y nos besamos acaloradamente, mientras yo acariciaba su culazo y ella mi paquete. Silvia saco mi polla del slip y me masturbo. Se acabo arrodillando para hacerme un mamadón. Al poco, la agarre del pelo, tiré de él y comencé a llevar yo el ritmo, follándola la boca.
La levante y senté en la encimera. Desabroché el nudo de la espalda y metí mis manos bajo el bikini, acariciando sus pechos, mientras nos besábamos. Silvia se desanudo el nudo del cuello y se quitó el bikini. Cogió una cerveza echo su cuerpo hacia atrás y comenzó a rociarse con ella. lamí desde su ombligo hacia arriba la cerveza, hasta llegar a sus pechos y comérselos.
La quite el culotte y ahora fui bajando, besando y lamiendo su cuerpo, hasta llegar a su coño y comérselo. Silvia coloco sus piernas en mis hombros y apretó sus muslos atrapando fuerte mi cabeza. Mi lengua se movía más rápido en su coño y no pare hasta que Silvia se corrió.
Me levanté, me puse un condón y comenzamos a follar. Nos besamos y volvía a comer y acariciar sus pechos. La incliné y subí sus piernas a mis hombros. Metí mi polla en su culo y se lo follé. Mis manos acariciaban sus muslazos y también se estiraban para acariciar sus pechos. La baje y la gire. Coloqué su pecho contra la encimera y la volví a follar el culo, mientras apretaba su cabeza contra la encimera. Luego tire de su pelo y la folle más duro el culo.
Mi polla no volvió a salir de su culazo hasta que me corrí dentro. Silvia se bajó de la encime y se arrodillo, me quito el condón y volvió a hacerme una buena limpieza de polla.

Nos vestimos y salimos al jardín a tomarnos una última cerveza y relajarnos de nuevo con un buen baño, antes de tener que irme pues iban a llegar sus hijos.

0 comentarios - Deliciosa mañana con Silvia M