Porque me volví bisexual

Cuando ví por primera vez a un hombre masturbandose no podía dejar de mirar su enorme verga gruesa y venosa hasta que se vino casi en mi cara. Yo pude ver donde cayeron las gotas de semen, y cuando el hombre se fué las recogí con mis dedos, las olfatee y le pasé la lengua para saber si sabía bien ese liquido blanco y pastoso. Recuerdo que me gustó el olor y el sabor del semen de ese hombre. Así fué como comencé a masturbarme a diario pensando en esa verga que logre ver y que me gustó tanto.
Una noche me atreví a mamarsela a mi compañero de cuarto mientras él dormía. Fué en mi adolescencia, estábamos en un campamento de verano y me tocó dormir con otro chico, cuando llegue a mi cama ya él estaba dormido pero de su pantalonsillo se le había salido la mitad de su pene. Al verlo me entraron ganas de tocarlo, lo acaricié y como ví que no se despertaba del sueño tuve el valor de meterme su pene en mi boca y comencé a chuparselo con mucho cuidado. Mientras se lo chupaba el pene comenzó a ponerse duro dentro de mi boca. El chico se despertó, y al principio trató de sacar su pene de mi boca, pero yo seguía mamando sin importarme nada y al final puso sus manos en mi cabeza y comenzó a follarme la boca con fuerza. Pronto se vino en mi boca, eyaculó bastante semen dentro de mi boca y me lo tomé todo. Desde esa noche por dos semanas que duró el campamento de verano se la estuve mamando a mi compañero y en todas se vino en mi boca. La noche antes de volver a casa le pregunté si quería cogerme por el culo, yo lo deseaba, y el me complació el deseo. Me puse en cuatro, me abrí las nalgas lo más que pude y esperé que me penetrara. El trató, pero cuándo sentí su cabeza en mi culo me dolió tanto que tuvo que echar para atrás su pene.
Por un momento lo dejamos, pero yo quería ser penetrado esa noche y buscando en mis cosas encontré un frasco de vaselina, me puse bastante en la entrada de mi ano, luego con él hice lo mismo en su pene y le dije al oído que me lo metiera otra vez. El me contestó que no me entraba su pene, y le dije que esta vez si me iba a entrar. Así volvimos a tratar, me puse en posición otra vez, él me puso el pene entre mis nalgas y fué haciendo fuerza en la entrada de mi culo. Esta vez hubo u.n poco de resistencia pero sí me lo metió hasta adentro. Lo sentí bien rico cuando me lo empujó completo bien profundo. Estuvimos cogiendo toda la noche. El se vino en mi culo, descansaba un rato, yo se lo mamaba , se la ponía dura y volvía a cogerme otra vez hasta que él cansancio nos rindió. Fué la primera vez que me daban por el culo y me encantó.