Un BUEN amigo

He estado inactivo y disculpen ya retomaré el curso de viejas anécdotas. Sin más que decir voy a proseguir con otro relato de que me ocurrió hace unos años atrás.
Tengo un mejor amigo el que mejor me llevo entre todos. Supongo que a más de uno nos habrá pasado, ya que, este, tiene la particularidad que en las relaciones no tiene mucho éxito e incluso las relaciones que tiene siempre están partible. Y en charlas me hacía entender su poco deseo sexual ante esas mujeres. Voy a hablar dos de ellas.
La primera una rubia alta de pelo corto, no se destacaba por sus pechos pero lo compensaba con el inmenso ojete que llevaba, la típica que se ve bien puta y sin necesidad de tener que ser detective para darse cuenta. Además de que le entraba a toda las sustancias. Un patrón en el cual siempre parece caer mi amigo.
La segunda la de la cual voy a hablar en este relato, ella es diferente a la anterior, por así decir, Standard. No tiene muchas cualidades pero tiene esa aura que cautiva y te intriga. Tez blanca y aveces su pelo de diferentes colores que le llegan hasta la parte superior de su espalda delgada y blanca. Siempre viste de remeras o top un poco descubierto para mostrar sus tetas y de falda cubriendo los muslos blancos que tiene, acompañado con su típica cara que no sabes si están modo putita o enojada. Y no tanto importante, amante de las sustancia.
Muy en el fondo cada vez que la veía en mi mente se me venían secuencia de la cojida tremenda que le pegaría y eran cuestiones de flashes, para de que de pronto acariciara su mejillas con un beso y saludarla. Copada la tipa, y si está bajo sustancia más copada todavía.
Mi amigo me contaba que le hacía petes mientra jugaba y que lo garchaba en la silla bien gauchita. Pero el problema era que le costaba mantener relación.
Y cada vez que aparecía y conocía mas, mas me llamaba, de vez en cuando la encontraba mirándome el bulto y la descubría a tiempo.
Pero eso si. Nunca hice nada, hasta que una noche en particular fue todo diferente. No se porque motivo estábamos nosotros dos solos sentados en el piso hablando de algo y mi amigo se había ido y iba a volver. Estábamos porreados y la conversación se torno muy cara a cara. Y los dos nos quedábamos haciendo mucho contacto visual y mientras hablábamos extendía todos sus gestos corporales hacia mí.
Así que agarre vuelo y aproveche hablar de su intimidad. Ni yo me creo hasta el día de hoy como fue que llegue a todo eso. Las garchadas que le dejé como alguien que tiene darle placer a su rebaño hizo que su relación sexual incrementara y me pidiera mas.
Un BUEN amigo


Dejen puntos para continuar este relato y juro que lo sigo y posiblemente de la primera. (La que está en la foto, una suerte mi amigo y la mia)

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